http://www.biescasvignau.com/03Espanol/07.Trekking/11.CaminoAragones/Diarios/2003.Alf/%2007.Diarios.htm
Marzo.2003.
Acabo de llegar a casa desde Puente la Reina. He tenido que dejar el camino justo en la reunión con el Francés, tenía los pies destrozados (cinco dedos llagados en carne viva y la perdida de dos uñas). Ha sido duro pero muy interesante todo el sufrimiento y también la lección que tantas veces había visto en los demás y que yo no había experimentado: dejarlo por problemas con los pies.
Pero estoy genial. Desde la coronilla hasta los tobillos me encuentro sensacional, tanto física como mentalmente. Así que no penseis que estoy triste. Llevo muy bien esta derrota, he cumplido de alguna manera con lo que quería hacer (Camino Aragonés) y me va a venir muy bien para trabajar duro este mes y recomponer un poco mi muy tullida economía. Así que con toda mi alegría os voy a contar de mi experiencia por esas maravillosas tierras. No os mando scans de mi cuaderno de viaje, porque no lo he hecho esta vez, ya que llegaba tan roto a los refugios que no estaba como para ponerme a pintar, dibujar, diseñar, etcetera. Justo justo cuatro notas mal escritas y muy suscintas para recordar la experiencia y poder contarosla. Espero que os sirva y que os guste. Aquí la teneis:
Como generalidades he de hacer incapié en la poca señalización, o quizá mejor decir la ausencia de esta. Hay más del GR.65.3 que del Camino. Pero no te pierdes. Quiza no es sino lo mal acostumbrados que nos tienen.
No hay perros. Bueno, haberlos haylos, pero o son tranquilos o están atados. Incluso alguno es muy cariñoso.
Buena gente. La gente de aragón es buena gente. Y no están tan acostumbrados/hartos de los peregrinos. Muchos se sorprenden y te admiran. Y todos te dan consejos (algunos muy valiosos).
No madrugamos porque abren muy tarde para poder desayunar. Creo recordar que hacia las 9h.
Hacía un día infernal. Llovía a cantaros y había más de un metro de nieve. Intentamos coger el Camino y fue imposible. Estaba completamente cubierto por la nieve y solo a veces se veían a las señales sobresalir. Así que nos tiramos carretera abajo hacia Candanchú. Parecía una torrentera por la forma de llover. Había muchísimo tráfico de gente que subía a esquiar. Fue muy muy desagradable, muy duro. A la hora estábamos completamente empapados. Ni Gore-Tex ni Plexiglas evitaba que estuviéramos mojados hasta el calzoncillo. Las botas las llevábamos encharcadas y fue esto la causa de que se nos destrozaran los pies. La bajada es muy fuerte y muy larga. Esto te destroza las rodillas, los cuatriceps y algún otro músculo que no sé cómo se llama. Yo llegué con los gemelos destrozados y me dolieron intensísimamente hasta Sanguesa... El metro de nieve duró hasta Canfranc pueblo. Allí pudimos coger el Camino y dejar la carretera, pero claro, estaba lleno de barrro cuando no había medio metro de nieve. Fue muy muy duro, agotador. Y jamás me he quejado del Camino ni de la Vía. Tuvimos que pasar muchos vados y arroyos descalzos (¡joer qué fría estaba el agua!) y el pantalón arremangado hasta la rodilla. Entre Castiello de Jaca y Jaca tuvimos muchos problemas para pasar el río por las piedras verticales. Estaban prácticamente cubiertas y el río iba muy crecido. Si te caías... se te llevaba. Fue peligroso pero salimos bien.
No pudimos disfrutar del paisaje con las capuchas y la lluvia torrencial, pero supongo que esta etapa, hasta casi Jaca, ha de ser de una gran belleza, yendo entre grandes montañas y por las gargantas del río. Bueno, tuvimos mala pata, pero otras cosas nos han recompensado.
El refugio es sensacional. Vale 6 euros por peregrino. Te cobran toalla y manta aparte. Del tipo del de Logroño o Estella, estaba impecable y calentito. Conseguimos secar toda la ropa (a pesar de la funda impermeable de la mochila y de que siempre llevo todo dentro de bolsas de basura, llegó todo empapado, saco incluido. Es que no os podéis imaginar qué día de lluvia...).
Cenamos en el bar de al lado, La Estrella. Normal. No demasiado amables, pero nos reanimó junto con la ducha. Dos menús 20 euros. Dormimos como ángeles. Te dejan salir a las 9h de la mañana.
Creo que es una etapa dura incluso con buen tiempo. El desnivel te mata.
Tuvimos la suerte de que amaneciera un día extraordinario de luz y de sol. Las cumbres de los Pirineos nevadas en la lejanía eran de una belleza extraordinaria. Había una gran visibilidad. Al poco de salir tuvimos la suerte de ver a grandes nubes de garzas camino del norte. Fue impresionante oírlas, verlas reunirse en el cielo, elevarse con las térmicas hasta alcanzar la altura suficiente para sobrepasar los Pirineos y enfilar en enormes uves el vuelo hacia Europa.
Si os queréis acercar a San Juan de la Peña y a la Cruz de Serós tendréis que desviaros y hay un montón de kilómetros. Entre subir y bajar vais a alargar la etapa unos 20 km. El problema es que la subida es muy dura. Tened en cuenta que el monasterio es una visita guiada de 1/2 hora y que cierran a las 14h y vuelven a abrir a las 16 pero solo hasta las 17. Lo bueno es que podéis ir a dormir a Santa Cilia de Jaca, en donde acaban de abrir un refugio (no consta en ninguna guía). Si le echas valor y te llegas a Arres, el último trozo lo haces por una senda (es la GR.65.3) de jabalíes, muy bonita pero exigente si no estás en muy buena forma. La aparición del pueblo es repentina y de gran belleza. El refugio está muy bien aunque cuando nosotros pasamos hacía un frío impresionante (muchísimo más dentro que fuera de él). Yo dormí vestido y con tres mantas y me costó mucho quitarme el frío. La hospitalera es una húngara joven y encantadora, Virag. Te prepara cena y desayuno, ya que no hay servicios en el pueblo. Se paga la voluntad.
Ésta, siendo una etapa corta, se nos hizo muy dura. No sabría decirte por qué. Quizá porque no hay nada ni nadie donde parar y tomarse un agua. Todos los vados estaban desbordados y los pasamos como pudimos. Mucho barro. Para nosotros fue muy interesante porque abrimos mucho nuestros corazones y acabamos íntimos habiendo salido casi desconocidos. Fue muy interesante. La llegada es dura en cuanto que termina en cuesta. El refugio está muy bien pero los hospitaleros no son tales. Nada más llegar nos cayeron dos broncas impresionantes todavía no sé por qué. Muy caros, 44'5 euros por los dos, no nos quisieron dar de desayunar. Dijeron que no se levantaban a hacer café por dos peregrinos... Así que salimos mosqueados y en ayunas hacia Sangüesa.
He de añadir que a media tarde llegó un peregrino, Jorge, del que acabamos íntimos. Se había hecho Jaca-Artieda de un tirón. Llegó sensacional y poco a poco lo fuimos conociendo. Una persona encantadora, buen caminante y con una experiencia de viajero a sus espaldas impresionante. Es una de las pocas personas del mundo que ha estado en los 198 países que la ONU reconoce. Y lo lleva con sencillez. Acabó el Camino y reconoció que éste fue el viaje que más le ha impresionado.
Aunque es larga, se hace muy bien. Es una etapa bonita y fácil. Se bordea el pantano de Yesa y hay momentos de gran belleza. La senda va toda entre árboles y setos hasta Ruesta. Por consejo de otro peregrino (y porque íbamos en ayunas) paramos en el refugio de Ruesta a comernos unos huevos fritos con morcilla. Creo que son los mejores que he comido en mi vida y que mejor me han sabido. Los hospitaleros son gente encantadora (para que os hagáis una idea: me dejé el gorro desayunando y me lo llevaron a Sangüesa con una sonrisa) y me comentaron que no creen que los de Artieda duren mucho, dada su mala actitud.
Antes de llegar a Undués de Lerda tienes un par de repechos que más que duros son largos. Te entonan el cuerpo pero se suda. Disfruté, fue un buen entrenamiento. Al final caminas por la calzada romana. Si os dejáis llevar por la imaginación disfrutaréis mucho. El pueblo es muy interesante. Nos tomamos un refresco por hacer un break. A partir de ahí el camino es una pista muy muy fácil y agradable. Un paseo. En Sangüesa el refugio es de las monjitas. Camas con sábanas limpias y mantas. Un lujo por la voluntad. Villa muy interesante para visitar.
(visitad http://fotos.terra.com.br/album.cgi/*319011:0 con las fotos de la etapa)
Nada más salir elegimos la variante de la Foz de Lumbier. Hay que caminar unos cinco kilometros por carretera primero, pero merece la pena. Es extraordinario el escenario, para disfrutar con todos los sentidos caminando en paz. Maravilloso el Puente del Diablo. Sobrecogedora la imagen de las águilas y buitres sobrevolando el espacio. Impresionante el cruce de los túneles en soledad.
Hasta Nardués es un paseo, pero al llegar aquí empiezan los problemas. Si haces caso a las señales te van a llevar a las zarzas y con suerte (mala) a un barrizal increíble. Todo en un repecho impresionante. Si optas por la carretera, te pegas un hartón de coches, ruido y polución, y no te libras de subir al alto de Loiti. No sé qué es peor. Luego las flechas te desvían a la izquierda y te pegas otro repecho que te deja sin aliento para casi nada, ya que si sigues la carretera conectas con el camino en unos 800 metros y te ahorras el subidón.
A partir de Izco, es una pista a seguir. No hay flechas. A veces la huella de un peregrino que ha pasado antes o quizá una marca de GR perdida en la inmensidad del valle. Me había perdido en la subida del barrizal y caminaba sin saber por dónde iban los demás (Quim, Jorge y Knut). Me sentí muy solo ese día. Iba ya muy muy tocado de los pies y cualquier cosa me hubiera animado. Pues nada. En un momento pasas una "ZONA DE PERROS", y piensas: "... lo que me faltaba..."; pero después de todo no pasa nada.
De Salinas de Ibargoiti a Monreal yo encontré mucho barro, pero ya me daba todo igual. Iba derrotado.
El albergue está bien y para cenar tienes que ir a un restaurante de carretera. Cenamos bastante bien y muy animados pues coincidimos con la Javierada y estaba a rebosar de navarros muertos de la risa. Buen ambiente.
Nada especial que comentar. Un paseo de 30 km. disfrutando del paisaje y de los mil pueblos que se cruzan. Pensando en el gentío que vas a encontrar y la paz y serenidad que vas a perder.
Se me va a hacer raro no pasar un par de días en Santiago tras cuatro primaveras haciéndolo. Quizá sea mejor así y lo disfrute más cuando vuelva la próxima vez.
Buen Camino a todos / Bide On
Alfonso