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Camino de Santiago
01. Paradilla de la Sobarriba - Virgen del Camino
02. Virgen del Camino - Hospital de Órbigo
03. Hospital de Órbigo - Astorga
04. Astorga - Rabanal del Camino
05. Rabanal del Camino- Molinaseca
06. Molinaseca - Ponferrada
07. Ponferrada - Villafranca de Bierzo
08. Villafranca del Bierzo - O Cebreiro
09. O Cebreiro - Triacastela
10. Triacastela - Sarria
11. Sarria - Portomarín
12. Portomarín - Palas Rei
13. Palas Rei - Arzúa
14. Arzúa - Monte de Gozo
15. Monte de Gozo - Santiago de Compostela

Paradilla de la Sobarriba - Virgen del Camino

19Km

Son las 6 de la mañana, del 15 de Julio de 1999, y aunque ya llevamos varias horas despiertos y preparados, todavía no ha amanecido. Esto nos obliga a hacer nuestro primer cambio del programa (y no será el último), decidimos salir a las 7 de la mañana, y así lo hicimos. Descansados, con nuestras ilusiones y ánimos intactos comenzamos el Camino, nos despedimos de la familia y les decimos hasta la vuelta, algunos pensaban que no llegariamos muy lejos pues aparentamos no estar muy preparados físicamente (sobre todo yo), pero como siempre pasa, las apariencias engañan, como así se demostrará.

Salimos de Paradilla de la Sobarriba con paso firme y nos dirijimos hacia León. Desde Paradilla hasta Arcahueja, pasando por Sanfelismo, Valdelafuente, Puente Castro y por fín León, sobre las 10 de la mañana estabamos junto a la Catedral gótica de la ciudad.

La ciudad de León me la conozco bastante bien, pues siendo parte de mi familia de allí he pasado todos los veranos en el pueblo de Paradilla y por tanto la ciudad y la Catedral se convertía en una visita obligada, y en ese día tan especial no podía ser menos. Visitamos la Catedral y por primera vez sellamos la Credencial del peregrino, en la misma oficina de turismo de León, que se encuentra en la plaza. Me hubiera gustado sellar en la propia catedral, pero no encontré el lugar. También es aquí donde empezamos a ver a otros peregrinos, y entablamos tímidas y pueriles conversaciones.

Una vez sellados, nos dirijimos hacia el puente de San Marcos. Desde allí a Trobajo del Camino y por fín llegamos a La Virgen del Camino, después de visitar el santuario decidimos quedarnos a dormir en un Hostal.

Para empezar creo que 19 kilómetros eran suficientes, podíamos seguir más, y realmente queríamos continuar, pero tenía miedo que sucediera, lo que más tarde me iba a suceder, y que ya os contaré.

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Virgen del Camino - Hospital de Órbigo

28Km

Son las 8 de la mañana, y reanudamos el Camino. La mañana ha amanecido soleada y sin nubes, por lo que parece que pasaremos calor al atravesar el páramo leonés.

Nos dirijimos a Villar de Mazarife, pasamos por Fresno del Camino y Oncina de Valdoncina, hasta Chozas de abajo y por fin Villar de Mazarife donde llegamos sobre las 11 de la mañana. Descansamos, almorzamos y una vez repuestas las fuerzas, continuamos el camino hasta llegar a Hospital de Órbigo donde hemos pasado la noche en el albergue municipal que se encuentra a la entrada del pueblo, al cual se accede a través de su majestuoso puente.

Hoy el Camino ha sido especialmente duro, pesado y aburrido, como he comentado al principio, la etapa de hoy transcurría por el páramo leonés el cual se caracteriza por su extremada aridez, salpicado por grupos de robles y chopos aparcelados muy dispersos.

Por lo que se refiere al albergue municipal de Hospital de Órbigo, la experiencia ha sido desagradable y apenas hemos podido dormir por un exceso de peregrinos o más bien, de turistas, no se de dónde habrán salido todos estos peregrinos pues a lo largo del Camino no hemos visto casi ninguno, tal vez es que madrugan mucho, corren y luego se esconden.

Hoy hemos hecho 28 Km, no está mal.

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Hospital de Órbigo - Astorga

15Km

La experiencia del alberge municipal de Hospital de Órbigo ha sido tan negativa que hemos decidido terminar esta etapa en Astorga, no hemos dormido nada en toda la noche, mucho calor, mucha gente... Lo único agradable es que hemos conocido una familia, matrimonio y tres hijos que hacían el Camino desde Roncesvalles, eran sudamericanos pero residían en Holanda, su actitud frente a la vida y sobre todo la voluntad de sacrificio de la mujer nos ha llenado de admiración y eso, ante las circustancias que te rodean del todo desfavorables, te anima a seguir.

Hoy el Camino ha sido como un tobogán, con constantes subidas y bajadas. Muchas piedras, mucho asfalto pero pocos coches. El sol sigue implacable, pero por lo menos el paisaje ha cambiado y nos encontramos con numerosos robledales. De Hospital de Órbigo, pasamos por San Justo de la Vega y llegamos a Astorga.

Descubrimos Astorga después de subir un pequeño repecho que se nos ha hecho duro, pues se encuentra al final de la etapa, y no estamos para bromas. A lo largo del camino no hemos visto a muchos peregrinos, aunque como siempre todos estaban esperando a las puertas del alberge y son las 12 de la mañana, decidimos pasar la noche en un Hotel de la ciudad y así dormir toda la noche de un tirón.

La ciudad de Astorga, tiene grandes sorpresas, desde las dos figuras maragatas que coronan la iglesia, y tocan las campanas, hasta el palacio episcopal diseñado por el propio Gaudí.

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Astorga - Rabanal del Camino

19Km

Hemos salido prontito, a las 7 de la mañana, aunque la etapa es corta nos han comentado que el rocorrido es durillo. El paisaje a cambiado radicalmente, pasamos del páramo leonés, a la maragatería en el que abundan los robles, pero aún así, el calor es fuerte y no podemos retrasar mucho nuestra salida.

Salimos de Astorga, nos dirijimos a Murias y luego a Castrillo de Polvazares, hasta ahora el Camino estaba bien señalizado, pero por motivo de las obras, las señalizaciones habían desaparecido y tuvimos que andar por caminos alternativos, sabiamos que el siguiente pueblo era Santa Catalina de Somoza, por lo que despistarnos era dificil, lo que temiamos es que perdieramos mucho tiempo.

Después de varias peripecias que no es necesario relatar llegamos a Santa Catalina de Somoza, donde nos encontramos con muchos peregrinos, para almorzar decidimos llegar a Ganso y allí volvemos a encontrarnos con mucha gente. Desde Ganso no dirijimos sin pausa a Rabanal del Camino, el trozo es duro y avanzamos lentamente, la gente nos adelanta educadamente y comienzan a confirmarse mis sospechas, esto más que una peregrinación parece una competición atlética y el premio es obtener una plaza en el alberge.

Llegamos a Rabanal del Camino, un pueblecito, en el que destacan sus dos pequeñas iglesias, muy bonitas y agradables, Santa María en el centro del pueblo y San José en la calle Real. Todo el pueblo está volcado con los peregrinos, hay que tener en cuenta que se encuentra al inicio de una etapa importante, la subida a la Cruz de Ferro, por lo que es una parada obligatoria. El peregrino dispone de 2 albergues, uno alemán, y otro privado regentado por una hospitalera majísima que atendía a todos con un gran esmero, dando muestras de amor al prójimo raro hoy en día. Encontramos las últimas plazas con literas y pudimos dormir, yo sigo sin acostumbrarme a dormir con tanta gente en la habitación, más de 50 personas, pero estoy tan cansado que ni me entero. Las piernas, no siento las piernas...

En los cuatro dias de peregrinación es la primera vez que me siento peregrino. Grácias

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Rabanal del Camino- Molinaseca

25Km

No me lo puedo quitar de la cabeza, son las 6,30 de la mañana y la gente ya ha salido, menuda peregrinación, o debería decir, menuda carrera.

Ayer estuvimos leyendo la guía y vimos que la etapa era de las duras, físicamente y de moral, Alicia está muy bien, pero yo... ya se me han subido los gemelos a los hombros y esto es malo... Hoy experimentaré sensaciones nuevas...

Nuestro primer objetivo es la cruz de ferro, situada a una altura considerable, salimos del pueblo por una pequeña senda, perfectamente señalizada por las consabidas flechas amarillas, y poco a poco entre bosquecillos de robles vamos ascendiendo.

Hace bastante frio, por lo que tenemos que ponernos algo de abrigo, sobre todo algo que nos de calor en el pecho, el aire es muy frío y duele al respirar.

A medida que vamos ascendiendo, tengo que ir haciendo estiramientos pues tengo las piernas realmente mal, aunque puedo caminar, cuando realmente lo paso mal es en los pequeños descensos y cuando ando despacio, por lo que siempre que puedo doy grandes zancadas e incluso corro un poquito (los que hicieron el camino se acordarán de un tipo grande con mochila amarilla que corría por aquellos montes a las 9 de la mañana). Por fin llegamos a la Cruz de Ferro.

La vista es imponente, en la cumbre lo que primero nos encontramos es con un montón de piedras, sobre el que se alza un mástil coronado por una pequeña cruz de hierro, la tradición dice que cada peregrino debe traer una piedra y colocarla a los pies de la cruz, nosotros así lo hicimos y trajimos una piedra (pequeñita) desde Castelldefels que colocamos a sus pies. También, en la misma cumbre, se encuentra una pequeña ermita consagrada al apóstol Santiago frente a la que hicimos unos minutos de oración junto a un grupo de peregrinos alemanes.

Descansamos (?) y comenzamos el descenso, que pronto se convierte en ascenso, hasta llegar a Manjarín. Manjarín es otro de esos hitos, 'pintorescos' del camino, es un pueblo abandonado en el que se encuentra un albergue peculiar, regentado por un hospitalero inspirado en los antiguos templarios, te recibe con un mandilón decorado con emblemas de la orden de malta. El albergue consiste en una casa reacondicionada, no muy recomendable para pasar la noche pero curioso y pintoresco, y por eso hemos sellado allí.

Descendemos y descendemos hasta llegar al Acebo, el dolor aumenta, hoy finalizaremos la etapa en Molinaseca, cuyos alrededores humeantes atravesamos sobre la 1 de la tarde.

Hacía pocos días que se había incendiado el monte que rodea el pueblo, dicen que intencionadamente, es una pena. Molinaseca está muy bien, y las casas con tejados de pizarra son las típicas de alta montaña. Hemos hecho 25 kilómetros, yo los he hecho arrastrándome, hemos comprado pomadas y mañana ya veremos...

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Molinaseca - Ponferrada

7,7Km

A pesar de haber descansado en buena cama, y haber cenado bien, tengo los gemelos bastante fastidiados, así que hay que descansar, y hacer una etapa de trámite hasta Ponferrada, sólo 7 Kilómetros.

Salimos del Hostal a las 10 de la mañana, y con tranquilidad llegamos a Ponferrada sobre las 12, hemos hecho un largo paseo y nos ha venido muy bien a los dos y aunque el dolor no ha desaparecido, este descanso nos vendrá muy bien y nos dedicaremos ha hacer turismo. Visitamos su famoso Castillo.

Las próximas etapas serán de las duras, pronto llegaremos a Galicia y nos enfrentaremos al temible Cebreiro.

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Ponferrada - Villafranca de Bierzo

23,3

Descansados y con ánimos recobrados nos dirijimos hacia Villafranca de Bierzo, el Camino es suave, pero el calor aprieta, salimos a las 6,30 de la mañana y a las 12 ya habiamos llegado, estabamos tan animados que queríamos avanzar un poco más hasta llegar a la Vega del Valcarce, pero recordando lo que me había pasado en jornadas anteriores y pensando lo que queda por venir, decidimos quedarnos en Villafranca de Bierzo. Ya llevamos una semana de Camino.

Como ya era norma, los albergues estaban repletos por aquellos atletas disfrazados de peregrinos, por lo que decidimos bajar al centro del pueblo y ver si encontrábamos algo menos saturado, me indicaron que había un convento que funcionaba también como albergue, y allí fuí. Se trataba del antiguo covento jesuita de San Nicolás del siglo XVII que estaba reformándose y que tenía una zona de albergue, en la que encontramos bastantes camas libres.

Villafranca del Bierzo es el último hito importante en el camino a su paso por la provincia de León, encontramos varias Iglesias, que hemos visitado gracias a una extraña situación que se ha repetido hasta ahora y se repetirá hasta el final del camino, la casualidad.

Nos era muy dificil encontrar iglesias abiertas en las que poder descansar, o para mantener unos minutos de oración, tan sólo, en contadas ocasiones y de casualidad podiamos acceder a alguna y colarnos, algo soprendente ¿no? Bueno, el caso es que cuando teníamos la oportunidad, zás entrabamos y ya está.

El pueblo es muy bonito, pero hemos de mirar hacia adelante, y a la dura etapa que nos queda para mañana, la ascensión al Cebreiro y también miramos al cielo, parece que nos lloverá, espero que el Santo esté con nosotros mañana.

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Villafranca del Bierzo - O Cebreiro

27,8Km

Según nos levantamos, lo primero que hacemos es mirar al cielo y sorpresa, aunque estaba nublado, la amenaza de lluvia había desaparecido, por lo que pensé, hoy tendremos un buen día para caminar. Hoy daremos un buen paseito.

El Cebreiro es una de las cumbres más altas de todo el Camino, situada a una altura considerable algunos suelen dividir esta etapa en dos, desde Villafranca del Bierzo a la Vega del Valcarce, pero tan contentos e ilusionados estábamos que nos veíamos con ánimo de todo, y sin parar. ¡Por fin llegábamos a Galicia! ¿Quién sabe? A lo mejor Fraga ha puesto unos Gaiteros para darnos la bienvenida.

Sobre las 7 de la mañana comenzamos la ascensión, hay dos caminos uno que es por carretera a través del puerto de Piedrafita, todo por carretera, o por la Vega, mucho más interesante y bonito. Nuestro recorrido comenzó por la carretera hacia la Vega, este es un tramo bastante peligroso, a penas hay arcén y los camiones, coches, etc, bajan a gran velocidad, por lo que todas las precauciones son pocas.

La gente que nos vamos encontrando por el camino es especialmente amable, te orientan y te indican por dónde va el camino, alejándote de la carretera, algo que siempre agradecemos. Pasamos los primeros pueblos Trabadelo, Pereje, la Portela, Ambasmestas, Ambascasas y por fín llegamos a la Vega del Valcarce, donde por primera vez hemos descansado cerca de una hora.

Hasta aquí, el ascenso es suave, pero a partir de aquí la subida se hace más dura, a través de Corredorias de ganado, a través del monte con mucha piedra y humedad, si ha esto le sumamos el gran calor que hace... A pesar de esto el paisaje es hermoso.

Pasamos Ruitelan, las Herrerias y llegamos a La Faba, donde encontramos un pequeños oasis de agua potable, helada, donde pudimos reponernos de tan gran esfuerzo. Descansamos. Tan sólo nos quedan 4 kilómetros.

Eran 4 Kilometros que parecían 30, pero al final llegamos a la cumbre. Después de largas horas en solitario, en medio del monte, cruzando pueblos aparentemente abandonados sorprende llegar a la cumbre y encontrarte una esplanada, llena de autocares con excursionistas que vienen al lugar, a visitar el paraje lleno de Castros perfectamente conservados. El alberguecomo siempre lleno, tanto el recinto como el camping anexo, por lo que miramos donde pasar la noche, y lo hacemos en un hostal, cuya habitación es un castro rehabilitado. Ha descansar...

Entre otras cosas lo más curioso del Cebrerio es que según la tradición allí se encuentra el Santo Grial.

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O Cebreiro - Triacastela

30Km

El día amanece nublado y aunque no parece que vaya a llover nosotros vamos preparados para todo. Según nos dice la guía, hemos pasado lo peor, la cumbre más alta de todo nuestro peregrinar la hemos rebasado sin problemas, y eso que fue duro.

Descendemos del Cebreiro por la carretera, entre grandes formaciones de Abetos, todo es muy bonito, con el sol apareciendo por detrás de la arboleda, disipa los últimos rastros de la niebla, una niebla que ha dejado el suelo muy húmedo. Pronto abandonamos la carretera para adentrarnos en el bosque y comenzar nuestro ascenso al Alto de San Roque, coronada esta por la figura de un Peregrino de piedra de grandes dimensiones.

Las piernas se nos han acostumbrado a caminar por este terreno irregular, y subimos y bajamos por las correidorias como si lo hubiéramos hecho toda la vida, nos encontramos con algún peregrino que al igual que nosotros se sorprende de la velocidad de algunos caminantes, que no dudan en rebasarnos (eso si con el típico, buenos días...), sin tan siquiera echar una mirada a lo que les rodea, y con sólo una machacona obsesión, dónde está el albergue, donde hay una lata de Coca... Ya nos hemos acostumbrado, aunque no me cansaré de denunciarlo.

Llegamos al alto de San Roque, y majestuoso aparece el gigante, la gente se arremolina junto a él y todos quieren fotos de recuerdo. Yo, como tengo cara de ser un experto fotógrafo ¿?, me toca hacerlas, y como no, les digo que nos la hagan también a nosotros dos y clic, ya tenemos nuestra foto, pero sorpresa el sol de cara, la foto no sale como esperábamos pero aún así es bonita.

Descansamos un poco, continuamos nuestro ascenso hasta el Alto do Poio, punto que alcanzamos sin excesiva dificultad. Estamos tan animados con este día, que nos distraemos con todo los que nos rodea y desde aquí hasta Triacastella todo es descenso, entre arroyuelos, piedras, barro, puentecillos y vacas, muchas vacas. Pastores y pastoras, nos animan y dan un poco de conversación, las vacas aunque mansas nos dan un poco de respeto, no se quienes están más temerosas si nosotros de ellas o ellas de nosotros, pero lo cierto es que algunas tienen unas cornamentas que son de respetar.

Una vez en Triacastella, el albergue repleto, por lo que hemos buscado donde hospedarnos, encontramos una pensión, bastante, bueno... tenía una cama donde dormir, es suficiente. Mañana será otro día.

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Triacastela - Sarria

21Km

Frío, así se puede resumir como nos hemos levantado esta mañana, con mucho frío. Después de desayunar, sobre las 7, hemos iniciado nuestro Camino, el cual se presenta interesante. Caminaremos a través de bosques de robles, con niebla, caminos cerrados como túneles gracias a los árboles y a la vegetación abundante.

Ha sido espectacular, nos hemos dirigido a Sarria por San Xil atravesando pequeños pueblecitos ocultos en la niebla, y a penas se podía ver más allá de 10 metros, lo que suponíamos que era Sarria se veía desde el Alto de Riocabo, como si estuviera sumergido en un inmenso mar. Y sobre todo a partir de Furela, la niebla se ha cerrado aún más.

El Camino no dejará nunca de sorprenderte, y hoy hemos asistido al parto de un ternero, ya había visto alguno, pero nunca en medio del campo, y ha sido espectacular. El parto estaba asistido por el pastor y el veterinario, pero han dejado hacer a la naturaleza y el 'ternerito' ha nacido si necesidad de ayuda, aunque una vez fuera del calor materno, lo han colgado de las patas traseras boca abajo, para que expulsara todo el líquido, cosa que me ha impresionado bastante, pero me tranquilizó el saber, que no pasaba nada malo... Ha sido curioso ver, como mientras la vaca estaba de parto, el resto del rebaño, inquieto no hacía más que observar el feliz acontecimiento, y se mantenían a la expectativa, curioso ¿no?

La etapa se nos ha hecho muy corta de lo bonita y productiva que ha sido para nosotros, mañana, a Portomarín.

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Sarria - Portomarín

21,5Km

Al igual que en las tres etapas anteriores, hemos comenzado a caminar bajo una espesa niebla, pero en esta ocasión, la niebla, nos ha acompañado durante toda la etapa, hasta llegar a Portomarín.

Sobre las 8 de la mañana hemos iniciado nuestro Camino, casi a ciegas, por lo que ha sido muy pesado caminar en estas condiciones...

El entorno sigue siendo el mismo, atravesamos pequeños pueblos ganaderos, poco habitados y muy diseminados, por lo que no hay mucho que contar. Tan sólo destacar que al pasar por el pueblo de Brea quedan 100 km para llegar a Santiago de Compostela. Una vez en Portomarín, quedan 92 Km

Hay que visitar la Iglesia fortaleza de Portomarín, aunque no se encuentra en su emplazamiento original, en su interior aún se respira un interesante ambiente cristiano en un contexto medieval.

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Portomarín - Palas Rei

23,9

Ya quedan pocas jornadas para llegar a Santiago, incluso se puede respirar en el ambiente. El caminar se hace más ligero, y parece que el final está muy cerca, pero lo cierto es que no es así. Hoy nuestra intención fue llegar a Melide, 40 Km, pero nos hemos quedado en la mitad. La dichosa tendinitis ha hecho de las suyas.

Al comienzo de la etapa, tuvimos que hacer algunas paradas, para realizar algunos estiramientos, pero nada, la cosa parecía que iba a peor. Salimos a las 6 de la mañana, muy pronto para tan poco camino, pero nuestra intención era otra... caminar con horas de oscuridad y luna llena, pero la niebla se adueñó pronto del bosque, y volvemos a ir a ciegas.

Después de algunas horas de caminar en solitario, nos encontramos a la altura de Ligonde, la Fuente del Peregrino, otro de los pocos sitios del Camino en los que se respira el auténtico espíritu peregrino, habían unos chicos, todos voluntarios que ofrecían un desayuno calentito y un poco de conversación, algo que se ha de agradecer.

Llegamos a Palas Rei, y decidimos quedarnos aquí, para descansar...

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Palas Rei - Arzúa

28,6Km

Cada vez estamos más cerca, los dolores se minimizan pensando en que sí Dios quiere, en dos días estamos en Santiago. Salimos tarde, a las 8 de la mañana, Alicia se encuentra mejor de su tendinitis, aunque le molesta mucho al principio, con el calor, comienza a disiparse el dolor, ella tiene mucho aguante.

En este punto el caminar se ha convertido en algo rutinario, ves pasar a la gente, pero tú sigues ensimismado en tus pensamientos. Llegando al final, parece que se hace obligado pensar en los días pasados, en la gente que has conocido, en las cosas que has compartido. Afloran las valoraciones, los desencantos y los sin sentidos del Camino, etc.

Llegamos a Arzúa, mañana a Santiago

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Arzúa - Monte de Gozo

35Km

Hoy llegaremos a Santiago, aunque no entraremos a la ciudad hasta mañana, nos quedaremos en el Monte de Gozo.

Salimos prontito, según el parte meteorológico hoy hará mucho calor y no se equivocaron.

Hasta Arca el camino era como un tobogán, subidas y bajadas constantes. Pasado este pueblo y hasta llegar a Lavacolla el camino fue un suave ascenso, muy cómodo, pero pronto esto cambia y lo que era suave se convierte en abrupto ascenso hasta encumbrar el monte do Gozo a través del monte San Marcos, eran las 3 de la tarde, y el sol era tan fuerte que las suelas de las botas se hundían en el blando asfalto, algo increíble.

Caminamos bajo un sol sofocante, sin pensar en descansar, agotamos todas nuestras energías, por lo que una vez en la cumbre no fuimos capaces de encontrar el Albergue, o mejor dicho su entrada, pues estaba ahí, pero cegados por el esfuerzo no fuimos capaces de llegar. Dejamos las mochilas en el suelo, nos serenamos un poco, y por fin, pudimos entrar (había pensado en saltar la valla e ir campo a través). El albergue del Monte do Gozo es un mega-complejo destinado a cobijar los más diversos actos de la ciudad, que todos los años celebra varios conciertos, teatro, etc... Por lo que se refiere al albergue, está muy bien, hay suficientes plazas. No hubo problemas de alojamiento.

Una vez hidratados, descansados y ya a la sombra, por fin pudimos verla. A lo lejos se veía la Catedral de Santiago de Compostela, realmente fue un momento emocionante, después de 14 días, ahí estaba, sólo quedaban 4 Km. Vimos como, algunos peregrinos después de refrescarse, decidían bajar a la ciudad, y lo que era más increíble, algunos lo hacían en el autobús ¿? que salía de la misma puerta, verlo para creerlo. Nosotros decidimos que entraríamos a Santiago de Compostela, como verdaderos peregrinos y no como turistas.

Visitamos el recinto, en el que hay de todo, bares, restaurantes, cibercafes, tiendas de souvenirs y mucho césped donde tumbarte, descansar y soñar con abrazar al Santo, pero todo esto será mañana.

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Monte de Gozo - Santiago de Compostela

4Km

Que diferencia, hoy nos hemos levantado pronto, pero sin prisas, y nos dirigimos a Santiago como el que sale a dar un paseo. Salimos del albergue sobre las 8 y a las 9:30 ya entrábamos en la ciudad. Las piernas, ahora, no se quejan y te piden llegar lo más pronto posible, para visitar la catedral y saludar al Santo.

Después de caminar por la ciudad, y tras doblar una esquina se abre ante nosotros la Plaza del Obradoiro y a su derecha la Catedral. Los sentimientos se entremezclan, por un lado el gozo y la alegría de haber llegado, pero por el otro te embarga una sensación de tristeza por algo que se acaba y que jamas se repetirá, podrás volver al Camino, pero este no será como el de antes.

La gente se arremolina ante las puertas de la Catedral, son muchos los que quieren acceder al templo, pero no hay que desesperarse. Con tranquilidad, dejamos nuestras pertenencias en nuestro alojamiento y comenzamos con los rituales del peregrino, la Misa del peregrino a las 12 del mediodía, siendo de obligado cumplimiento la confesión y la comunión. No ha sido muy cómoda y no la hemos podido disfrutar como se merecía, pero el hecho de ser peregrinos te da como una cierta licencia, y poder asistir a la misa con buen ánimo aunque no sea muy cómodo. Y como no, hemos visto el botafumeiro en primera fila, como debe ser. Luego hemos ido a recoger la Compostela, un título que acredita la veracidad y sinceridad de nuestra peregrinación, hay una gran cola, gentes de todo tipo, aunque no se si todos...

Las colas para abrazar al Santo o para pasar por la Puerta del perdón son impresionantes, probaremos por la tarde, pero seguía igual, tan sólo pudimos visitar el Santo Sepulcro que contiene los restos del Apostol Santiago que se encuentra bajo el altar, es un lugar precioso, con bancos y reclinatorios donde puedes, durante unos minutos, ensimismarte en tus pensamientos frente a la tumba del apóstol.

Al día siguiente nos levantamos pronto, fuimos los primeros en todo, pudiendo disfrutar de la Catedral casi en exclusiva, atravesamos la puerta del perdón, abrazamos al Santo con la efusividad y la sinceridad que se merece, y como no el ritual pagano de los coques y los tres deseos al maestro Mateo, constructor de la Catedral para que te transmita toda su sabiduría.

César Iván López Herrera
cilopez@trivium.gh.ub.es