Hacía tiempo que no escribía aunque por supuesto estaba enganchada para ver que se cocía y que se contaba por estos lares...
Pues que nada daros envidieja ya que a estas horas estoy tecleando desde el ordenador público y gratuito de Reliegos... donde he recalado después de una interminable etapa, agotadora por la Vía Trajana.
¿qué? ¿que si había gente?
NADIE
He caminado más sóla que la una.
De vez en cuando, bueno exactamente 2 veces me han pasado 2 parejas de ciclistas... y se acabó.
Salí de Sahagún ayer nada más llegar allí, (fue donde lo tuve que dejar en Septiembre pasado) y aunque era tarde aproximadamente las 6, decidí no quedarme y seguir para que hubiese comunión entre mi espalda y mi mochila... este año más cargada por lo del rollo del camel bag... que si un paraguas, que si cremita para el cuerpo... ya sabéis, cosas que iré dejando por los albergues hasta conseguir que mi cuerpo y mi mochila sean uno...
Antes de salir los amables hospitaleros me dijeron que era un poco tarde... y que allí había sitio, sólo tenían 40 y tantos... pero no me apetecía quedarme y eso que el albergue parece que promete, así que al poco rato de salir, la primera tesitura... por el andadero o por la Vía Trajana.
Y me digo nena, a la Trajana, que por aquí han dicho que merece la pena... y eso hice...
Caminé durante unos cuantos kilómetros absorta en el silencio, y en el paisaje, pequeños grupos de árboles y curvas y veredas que junto con el atardecer y la inmensa soledad que ya podía sentir, me embriagaron...
Decidí tomarme un descansito en la fuente del peregrino de Calzadilla de los Hermanillos, un lugar que recomiendo. Tuve los pinrelillos un rato en el abrevadero que estaba limpísimo a pesar de que el agua estaba helada, hasta que noté algo raro que me tocaba los pies... una rata de agua o similar que se metió a toda prisa por el caño...
Así que una vez aparejada de nuevo con la respectiva, me encaminé hacia Calzadilla de los Hermanillos donde nada más entrar me vino un olorcillo a comida... que no pude resistir.
En fin que por pitos y flautas pernocté allí.
El albergue bastante regular en cuanto a limpieza... lo lleva una señora mayor, y aunque dice donativo... me pidió 4 o 5 euros...Tienen lavadora y secadora gratis. Cocina e Internet, también gratis aunque ayer no funcionaba...Hay una tienda de comestibles algo cerca donde te atienden estupendamendamente, tienen un chorizo casero delicioso y nada caro.
Eramos 6 caminantes y 4 bicicletos.
Los caminantes ya estaban cenando con el respectivo vinillo... y aunque ya había cenado me uní a la conversación... para ellos había sido algo duro y en cuanto pudieran iban a enlazar con el andadero.
Solo un par de chavalitas pensaron que lo decidirían hoy según les fuese.
Y la verdad no sé si es porque yo había hecho pocos kilómetros o es que venía fresca, pero no me pareció tanto...
Esta mañanita a las 6 ya estaba el recordado trajín de bolsitas de plástico para allá y para acá. Así que decidí hacer lo mismo.
Y una vez desayunada con un buen Puleva de chocolate, jeje, es que yo sin el colacao o similar no soy persona... pues sobre las 7 de la mañana, continúo...
Que deciros, una verdadera delicia, un frío horrible, yo vengo del sur..., me tuve que poner el polar y aún así tiritaba. Pensé que según fuese calentando se me pasaría, pero hasta bien entrado el solecito no me lo quité.
El camino espantoso, muchas piedras de río sueltas, pero ¿qué mas quiero? que me pongan pavimento y suelo... esto es el Camino... y he podido escoger uno más ... como diría... más mejor, jeje, así que nada de quejas, aunque aviso a caminantes, cuidado con los tobillos y estad pendientes de donde ponéis los pies siempre, porque besais el suelo a la primera de cambios... Han arreglado el vado ese que a veces no se podía cruzar cerca de Reliegos e incluso he visto que estaba cerca una ladera quemada, no me imagino la cara de los peregrinos con el fuego...
Durante el trayecto casi ninguna sombra y muchos canales de agua con un sonido maravilloso y que invitaban al refresco pero me daba pereza con el solano que estaba cayendo, descalzarme y poner los pinrelillos a remojo, y si pasa una culebra... jeje. El caso es que se hace algo monótono pero pensaba que peor lo tenían los que iban contando árboles...
Ah!!! incluso me ha pasado una Estrella del Camino por si necesitaba algo... me dijo que no había visto a nadie por delante de mi...
Gente, mes de julio, y camino solitario... ¿os lo podéis imaginar?
Pues nada, así he estado durante toda la mañana hasta que el sol y el calor causaron mis primeros estragos y decidí dejarlo en Reliegos, llegué la primera sobre la 13:30, duchita fresquita, lavado de ropita a mano, el albergue está muy bien, muy limpio; tienen cocina y dormitorios en el piso superior y abajo 3 duchas, 1 ducha para discapacitados, y 1 sólo retrete... y 1 sitio donde lavar a mano.
Cerca hay un bar donde el menú es a 7,5 y bastante bueno, aunque mejor fue el del bar Vía Traja de C de los Hermanillos... y hay una tienda Spar, de esas de los pueblines, donde hay prácticamente de todo, atendido por una señora muy buena gente pero con carácter... en fin, que ya seguiré...ahora está todo tan tranquilo... en total somos unos 15, 3 ciclistas y el resto caminantes, unos vienen desde Sahagún, otros de Terradilla de los Templarios, y otros desde Rabanal...
Que espero que a los que ya habéis pasado por estos lares os haga recordar los buenos momentos que a mi me hacéis pasar cuando contáis cosas parecidas de lugares por donde ya he caminado.
La máquina de a fotos jeje, me la dejaron 1 semana antes con el manual es una ciber shot o algo así de Sony, pequeñita y manejable y todavía no la he usado porque... no tenía ganas de descargar la mochila, la llevo tan protegida con el plástico de pompas que estoy esperando a ver algo que realmente me llame la atención para molestarme en sacarla y click. Además no me he traido el disco y tengo memoria para unas 70 fotos de 1 M...
Ya se andará...
En cuanto a los relatos, son impresiones nada más, No es mi intención hacer nada más; cuando llego al albergue y termino mis quehaceres y veo que el internete está libre, pues curioseo...
Al tema
En el aeropuerto me pesaron la mochila en facturación, y la camel iba sin abrir en su bolsita tal y como me la recomendó y finalmente me la regaló mi hermano, aficionado al motocross y que según él es una verdadera delicia...
Pues la mochila pesaba 9,5 kilos, yo peso sesenta y muchos... bueno vale, setenta a veces... jeje, soy de complexión normal, si, estoy algo rellenita, hijo es que los dulces, y el chocolate me pueden así que...esto es lo que hay.
La camel de 2,5 litros, la lleno hasta la mitad y la pongo en la parte superior de la mochila pero en el interior, envuelta en la gamuza que utilizo como toalla, y chico va de fábula, al principio sabía un poco a plástico y eso que la he enjuagado varias veces, pero... y también me costó el succionar... bueno en mi tierra lo llamamos chupar, jeje. pero una vez que te acostumbras, bien.
Así no se me cae la mochila encima cada vez que quiero agüita, y me he dado cuenta de que bebo bastante más...
Como la coloco encima de todo, en cuanto se me acaba, pues paro la abro y a rellenar...
Y en cuanto a los juanetes... estoy segura de que algo pasa o la gente "pasa" de esto... porque hoy idem de idem.
Reliegos - León (Albergue Municipal)
31/07/05
Hoy ha sido un día durísimo...
He salido de Reliegos a primera hora de la mañana, seis y media, porque a las 5 y media ya estaban algunos dando por saco, perdón, perdón, cien latigazos por la expresión, jeje, precisamente los que más tarde se acostaron... pero total que me "obligan" a comenzar y oye, con un frío tan espantoso que si lo llego a saber me hubiera traido hasta guantes...en fin, aterida durante un buen rato, me tengo que parar para ponerme toda la ropa de abrigo que tengo, que es na y menos, dos pantalones porque el largo me llega por encima de los tobillos, encima el corto, y la camiseta junto con el polar subido hasta la nariz, y aún así se me metía el frío en el cuerpo...
Total que con esas pintas voy por el andadero hasta Mansilla de las Mulas, por cierto que antes de llegar al pueblo, hay una zona de descanso muy chula para los peregrinos y muy bien acondicionada pero que por lo temprano y por lo poco fatigada que estaba no me mereció la pena usar... el caso es que Mansilla está que está aproximadamente a 5 km de Reliegos, en el camino ponía una legua... estaba clareando y lo único que vi fué algún que otro solitari@ como yo y un ciclista...una vez que llego, me paro en una confitería que se llama Alonso donde me tomo un estupendo cola cao con una napolitana de... chocolate, para coger fuerzas, bueno deciros que también me tomo una gragea de jalea real... por si las fuerzas me abandonan...
Una vez que me tomo el desayunito en la barra, mientras la gente llega todavía de farras de la noche anterior, me encamino hacia los siguientes pueblos...pensando, hoy a León, hoy a León... tengo que llegar, y sin pena ni gloria, voy pasando los sucesivos pueblitos hasta llegar a una especie de oasis en mitad del Camino...
En Arcahueja, a la entrada, la Junta Vecinal ha tenido la amabilidad de hacer una zona para el peregrino estupenda, con fuente de agua potable, bancos de piedra, techado de madera y... unos caños de agua, como cinco, al nivel de tobillo para refrescarse los piececitos...así que una delicia...
Se ha parado un guaperas holandés, que no paraba de enviar y recibir mensajitos... que quería que le tradujese... eran de españolas a las que había dejado muy impresionadas, jaja.
Después de comerme el bocata de chorizo que tenía con pan y chorizo del día anterior, me quedo como una hora descansando, y una vez que se me secaron los pies al sol, aprovecho para untar de nuevo la vaselina (siempre que me paro, limpio los pies y les doy vaselina), y a caminar... aunque esta vez he visto que me ha salido una pequeña ampolla en el talón, imagino porque al ser verano me roza en demasía esa parte, así que con el compeed de turno (no me pagan la publicidad, jeje), sigo camino, por una especie de andadero por el que me pasan como mucho 10 personas en todo el tramo.
Soy de las que paro y me relajo y me descalzo y aireo los pies en cuanto éstos gritan, así que...serían las 2 cuando subo la cuesta que precede a León.
Paso por el puentecillo después de dejar las naves industriales, y el arcén de la carretera, que por cierto, la de animales muertos que había, que pena!!!, y veo un verdadero oasis... la fuente que tiene en su interior el edificio de Caja España... ¿Alguien podría decirles que la dejen para los peregrinos?
Es una tortura pasar a las 2 o 3 de la tarde con un sol de justicia y ver la fuente y el agua, el agua y la fuente, y el césped...
En fin, que me encamino hacia Puente Castro donde pienso yo, que para que vea el nuevo puente, me desvían de la carretera ( bueno, lo harán por mi seguridad y la de los conductores...) y entro en León...
Estoy tan agotada que aunque me han dicho que el Convento de las Carvajalas es el mejor, me decido por el que está mas cerca, el Municipal, y desde aquí os estoy tecleando... tengo sólo media hora así que por eso soy todo lo breve que puedo dentro de la premura, jeje.
El albergue está bien acondicionado, me ha tocado una habitación con 12 literas, a 3 €. Tiene Internete gratis por turnos de media hora, jeje; servicios de duchas, lavadora y secadora a 3 € cada una... y un inconveniente. Los tendederos de la ropa están dentro de los propios servicios con la de campo que tiene este edificio a su alrededor... y como toda la gente no se gasta los 3 € en la secadora, dejan en los tendederos la ropa a secar... y se pone todo pringao de agua, que los que entran a los lavabos como a las duchas, resbalan y se mojan...
Salvo eso, está bastante bien. Además no tiene hora de cierre, y la gente se va de farras al centro.
Y a la hora que es, está completo, porque también lo utilizan como albergue para no caminantes. En fin que yo quería haber ido al otro pero como ya estaba bastante cansada...Y es que desde la colina se divisaba León, y una piensa, ¡qué bien! he llegado, pero claro hay más de 3,5 km más hasta la ciudad, y no se cuantas vueltas hasta el albergue... así que...
He llegado, me he duchado, ya tengo moreno caminero jeje, he lavado a mano mi ropita, me han dado una habitación (esto en el camino es un lujo) de 12 literas, y sólo estamos 3 chicas, el resto, macizos...
El caso es que no me arrepiento en absoluto de haber retrocedido para llegar de nuevo a León porque la verdad es que las cosas bien hechas sientan mejor.
No llevo ningún aparato externo ;)) quiero decir radios con mp3 y similares y la verdad, que me da mucho, mucho que pensar. Pero sigo sin sacar nada en claro. Lo único que se me da maravillosamente es darle vueltas y vueltas a las cosas.
Que no tengo muchas ganas de escribir porque tengo agujetas hasta en los dedos... que otro día sigo, mientras haya internet gratis puesto por la maravillosa Junta de Castilla y León... y es que en otros sitios, me han cobrado 1 € por 10 minutos... y gente!!! esto no es tan necesario... Bueno, ya estoy a punto de irme y os voy a contar casi lo mejor...
Después de poner el post aquí anoche me acerqué a cenar a un sitio de los muchos que me recomendaron por aquí...
Está muy cerca del albergue se llama El Nalón, y tienen 10 menús de peregrinos a 6 € + IVA.
Yo no tenía muchas ganas de andar y me esperaba cualquier cosa, pero, tate...
pedí una ensaladita... y me pusieron una pedazo de ensalada con brotes de soja incluso unos espárragos que no me cabían en la boca y que os digo, exquisita,
De segundo había de todo pero a mi la carne como que no me va... mucho, así que decidí por una tortilla de atún... me supo a las que hace mi mami... osease, ua pasada.
Y de postre, tarta de chocolate...
En fin que he dormido como un angelito aunque a estas horas hace ya un frío que...
Así que me piro...
Bueno, estoy escribiendo mientras espero mi turno a que una amable futura podóloga me revise los pinreles...oigo algunos que se quejan y yo más aporreo el teclado.
He salido esta mañana sobre las 7:15 y la temperatura en las calles de León era de 11 gradicos...
Desde el albergue me dijeron que podía enlazar con la ruta principal pasando por toda una arteria de la ciudad muy bonita, creo que va pegada al río y que tiene nombre de Facultad, creo, no me hagáis mucho caso...
En ese tramo me junto con dos o peregrinos más pero no encuentro ni un sólo bar abierto...meno mal que llevo la camel bag y al menos agüita no me va a faltar.
Observo a la gente que tiene que trabajar que va deprisa al puesto y sobre todo me llama la atención los perfumes de algunas mujeres, que pasan y parece que se hubieran bañado en ellos...
¿Será que toda la noche oliendo a humanidad, me ha despertado los sentidos?
El caso es que llego a San Marcos y aunque pensaba estrenar la cámara observo que tiene algún andamiaje y prefiero pasar... así que tomo el puente a la izquierda por la calle Quevedo y me asombro de ver un parque con gallinas, patos, y otros tipos de fauna, perfectamente cuidado, aún estaba cerrado, pero por fuera se veía muy bonito.
Cruzo la ciudad y sólo encuentro un barecito abierto donde me tomo el primer colacao y donde la gente empieza a llamarme porque es mi cumple, si, ... y tantos, ¿cómo? ¿que sea más precisa? bueno estos son intimidades y a una señorina no se le pregunta la edad, pero como hay confianza, pues como treinta y ... tantos, les dije a la familia y amigos que iba a tener el móvil conectado y... así que entre llamada y mensaje casi en un pis pas me encuentro en Virgen del Camino, donde llegué en avión hace justo 3 días... y me paro a tomar un desayuno en el primer bar que veo, lleno de peregrinos, (había unos 6).
Ya me imaginaba yo esas pedazo de tostadas y la tortillita de patatas que había visto fuera... pero mi gozo en un pozo... me tengo que conformar con una torrija enorme, porque todo lo demás se había acabado, y es que la señora que tenía un mal genio de narices, sobre todo con el marido... me dijo que habían tenido un día... entre la operación salida y los peregrinos... ¿y donde estaban porque eran aproximadamente las 10 de la mañana y éramos 7 gatos?
Una vez despachado el desayuno, la primera disyuntiva, y es increible, todas las flechas apelotonadas, tachadas, alguien de las dos rutas, se había dedicado a sabotear al otro, con lo que era prácticamente imposible adivinar... así que me encamino a la que tengo más cerca y ya se verá donde termino...
Resulta que parece que decidí por la tradicional, aunque parece un juego de suerte, porque pasado el túnel que hay debajo de la carretera había dos pivotes con flechas en sentidos antagónicos...espero un rato a ver si viene alguien mas que me ilustre, pero nada, me paro, me quito los calcetines, aprovecho para untarme la vaselina, y nadie...así que como no era plan de esperar mucho, cojo una moneda y a suertes... y decide la derecha, y por ahí mismamente tiro... que casualmente es una especie de andadero que va casi al lado de la carretera...
Llego a Valverde de la Virgen y como no encuentro ninguna área de descanso, me paro justo al lado de la iglesia con los nidos de cigüeñas, ya que había una fuente (sólo el esqueleto) y dos bancos...
descanso un poco, como algo de fruta para reponer fuerzas, porque la mochila se me clava en la espalda y me estoy dando cuenta de que tenía músculos que yo non sabía ni que existían... y que se han presentado en forma de contracturas y agujetas...
Una vez medio repuesta sigo hacia San Miguel del Camino y una agradable sorpresa me espera... diviso a lo lejos un banco con una especie de papel, me acerco y es de un tal Aquilino, que lo ha puesto en la puerta de su casa, dice que es amigo del peregrino y que si necesitamos algo que llamemos... ha puesto una bandejita con ciruelas de su huerto (dice que cojamos 2 por cabeza) y hay también caramelos, galletas.. y una libretita con un bolígrafo por si queremos dejarle alguna cosilla escrita...
Esto me trae recuerdos del Parque de La Grajera en Logroño donde un señor con barbas creo que se llamaba Marcelino, también tenía una avellana y palos, etc...bueno que me distraigo...
Nada más pasar su casa, encuentro una fuente donde repongo la camel y donde hay una mujer regando una huertica muy bien plantada... con alubias, pepinos... nada, me entretengo un buen rato con ella; es curioso el uso del Ud., de estas gentes a pesar de decirle varias veces que use el tuteo... y aunque me hubiera quedado de buen grado allí, cargo de nuevo la mochila, para intentar llegar a algún sitio...
Aunque desde la casa de Aquilino ponía que Villadangos estaba a 6 km, la verdad es que se me ha hecho larguísimo... no venía nadie más y el sol de nuevo era de justicia. Me han pasado un par de ciclistas, pero claro es que eran las 12:30...
He visto porque no tenía otro sitio donde fijar la vista, que había muchísimo tráfico y de nuevo mucha guardia civil...
En todo el trayecto se vuelve a dar la misma historia, distancias a los albergues tachadas, uno encima de otro, que si el albergue más próximo a 8 que si a 2 km; y es que hay otro albergue nuevo privado en San Miguel del Camino, pero yo ya no tengo muchas más fuerzas y sobre todo ganas, y en cuanto veo esta especie de oasis, que es el albergue municipal de Villadangos del Páramo, como que me quedo.
El albergue está muy bien, he llegado sobre las 14:30, si ya se que he tardado mucho, pero es que yo me entretengo con el vuelo de una mosca jeje... es un sitio amplio, espacioso, con un gran jardín delantero y trasero, tiene dos secciones y como una ya estaba llena, me voy a otra donde pillo una litera al lado de una ventana. Y cuesta 3 €
Me ducho, y en vez de lavar a mano, hoy que para eso es mi cumple que lave la lavadora, 3 € más.
Me pongo bien de cremita porque he cogido un rojo cangrejero, creo que se me va a pelar la nariz... y eso que llevo gorro, pero ...
Y resulta que también tienen un servicio de podología gratuito atendido por estudiantes, un voto de confianza les voy a dar al menos... y ahora mientras espero mi turno, tengo el 11, estoy aprovechando y tecleo en el único ordenador que hay...
¿pupas? pues tengo más que nunca, las visibles es decir las de los pies son ampollas en ambos talones, y rozaduras varias, a pesar de la vaselina...
En cuanto me lo curen, dice la chica que tengo que hacer curas diarias con la agujita y el yodo, ya veremos... así que todavía soy capaz y me lo pienso, ya te contaré mañana... pues en cuanto me lo curen me voy a poner a tomar el sol fuera un rato, que para eso me he traido ropa de baño, a ver si el sol iguala todo mi cuerpo y después una siestica...
Que me canso y ya me toca, hasta otra...
Sigo viva...
Pues nada que ayer me reventaron una pequeña ampolla y me hicieron una especie de parche para que no me molestase, y yo pensaba ya que hoy sería otra nueva etapa, pero... la agenda de la vida me ha dado un traspiés...
Resulta que anoche estaba molesta me dolía un lado (el izquierdo), como me había dado un homenaje en la cena, comiendo lo que se me antojó, es decir, calamares en su tinta, cebolleta y pepinillo gigante en vinagre, ensalada, bonito con tomate... etc, regado de deliciosos bomboncitos de chocolate... pues me dije, se me ha indigestao...
El caso que a las 12 empiezan los vómitos... y el mal cuerpo y se instala un dolor agudo en el lado izquierdo por detrás... me tapo, me dan escalofríos, vuelta a vomitar... así durante un par de largas horas en las que visto que podía fastidiar a los demás, decido quedarme en la recepción del albergue con unas mantas por ver si se me pasaba el dolor, pero según caían las horas iba a más...
Como no pasaba, me echo el radio salil, que zona que toca, zona que pone hirviendo y noto mejoría, y me empiezo a oler el tema, pero aún así... espero...
Ya no me dolía, rabiaba, así que aunque confiaba en poder esperar a la mañana siguiente para ir al consultorio, a las 5 de la madrugada, ya habían empezado a hacer sus mochilas algunos... pues decido llamar al 112, donde amablemente me pasaron con un médico, quien decidió enviar una ambulancia al albergue para llevarme al hospital.
A las 05:45 ingreso en el Hospital de León, donde visto lo visto y según las pruebas, pues resulta que me han "regalado" una piedra en el riñón...es decir, que tengo un cólico nefrítico... me han recomendado que a casita...hasta que no salga la susodicha... y medicamentos.
El dolor es indescriptible.
He decidido esperarme y descansar hoy, ya que no he podido pegar ojo, y mañana según vea, ya decidiré, la idea es continuar aunque lógicamente la pauta la marcará el dolor, si persiste y el tratamiento...
Que estas cosas pasan y hay que tratar de ver el lado positivo, la de gente que he conocido hoy... por ejemplo...
Agradecer a la hospitalera de Villadangos del Páramo su interés, Angeles; y bueno... espero seguir, y espero seguir contando al que le interese.
Hay que buscar el sentido positivo, así que haciendo caso a Jabato, dentro de un rato, si me puedo arrastrar hasta allí, iré a la iglesia a escuchar a esa señora en verso, jeje.
Que hasta pronto.
Buenooooooo, que sigo donde lo dejé...
pues que ayer noche cenamos estupendamente;
Gabriel el chileno que le gusta sobre todo el campo y las gentes, se para a charlar con todos y es la educación personificada, el niño del chorizo... así le he bautizado, un rastafari con... 20 kilos en la mochila...y no lo digo yo; es increible que un chico tan enjuto pueda cargar tanto peso, así estaba... matao, pero cuando la gente le empezó a decir que a ver que llevaba en la mochila, y sacó... es para contar un libro... resulta que su papi, que le vió cara de hambre, le metió con el consentimiento del Jose que así se llama en realidad, 4 kilos de embutidos varios del Mercadona, de esos que van en plástico al vacío; y el pan de molde más grande que había... y así el resto de la mochila, imaginaos...y es que el padre pensaba hacer el Camino por una promesa que tenía y como no había podido, pues había mandado al niño de 21 añitos a hacerlo... por él.
Resulta que se decidió que para "aliviarle" el peso de la mochila, iba a haber cena a cuenta del papi de Jose..., también estaba Moira una italiana que habla estupendamente el castellano, y que llevaba 3 días en el albergue por culpa de una tendinitis en ambas piernas que disciplinadamente se estaba cuidando...y otro chico más que no recuerdo el nombre, y que era todo lo contrario que el del chorizo, por no llevar no llevaba ni jabón, dice que con el agua es suficiente.../... ah y se me olvidaba "la fresca" con nombre raro pero que no puso ni un cubierto y a todos ofrecía lo que no era suyo, amén de ser una tragona; ya que aunque estábamos "invitados", todos pusimos algo, pues fruta, aguacates, bebidas, postres, pero la señorita, no... en todos los sitios hay alguno de su especie...
Ah, y yo aunque no fumo, ni bebo, ni voy con mujeres ;))) estuve hasta que el de los chorizos ofreció algo de su cosecha que no le había puesto su papá... para que los demás fuesen relajaditos a mimir...
Me he pasado la noche bebiendo agua, y pendiente de la medicación, y muy tapadita porque me daban escalofríos, el albergue estaba lleno había incluso colchones en el suelo...
Y esta mañana Gabriel siempre tan correcto, se ha acercado a mi litera para despedirse y ya puestos como me encontraba más o menos bien, a las 6:30 me he puesto en marcha. La salida del pueblo es preciosa, había una bruma, y hacía mucho frío, ¿eso es lo que se encontrarían los antiguos peregrinos?. Una senda bordeada de árboles y arbustos.
Mi respiración y el vaho por compañía, aún era de noche aunque clareaba no había amanecido, es una de las cosas que más me gusta. Contemplar como amanece... bueno que no me quiero poner bucólica, que hacía un frío espantoso. Y esa postal la tengo grabada ya en mi memoria...
Intuyo que el camino antes seguía cruzando la carretera por los árboles que bordeaban el sendero pero ahora nos desvían al andadero. Tengo la camel bag llena y empiezo a beber mi cuota de los 4 litros que me ha recomendado el médico.
Pasar por canales, y oir el murmullo del agua, pues como que te entran ganitas de orinar... ya me entendéis..., y resulta que con esto del cólico., cuando quieres porque está todo despejado... no puedes porque no te nace... y cuando te nace a reventar pues no puedes porque parace la Gran Vía... Qué fácil lo tienen los varones!!!!
Total que he cargado y descargado la mochila como unas 10 veces con resultado positivo, aunque de piedras na de na; es decir que la llevo dentro...
Llego a las 09:30 a Hospital de Orbigo y paro a desayunar en el bar de la Vda de Isidro que está a unos 15 metros de la calle a la izquierda.
El camarero atento y un encanto; y las señoras de dentro de la barra y de la cocina, de lo mejor...
Pido, un poleo menta en vaso de tubo y casi frío ( no me gustan las bebidas calientes), un pincho de tortilla que tenía también pimientos delicioso, y unas tostadas de pan cateto con mantequilla y mermelada que estaban que quitaban el sentido... Y me lo he comido todo, todo.
Creo que me medio he recuperado pero sigo estrictamente la medicación que alterno cada 4 horas...Total que en el bar además tenían como música de fondo a una tal Lorena Mckenit o algo así... espero que alguien me ilustre algo más...que creaba una atmósfera embriagadora...
Coincido con tres peregrino que han caminado por el alternativo Villa de Mazarife y están encantados. Dicen que el albergue es estupendo, que no se llenó y que el Camino es una verdadera delicia... Habrá que probarlo otra vez...
En fin un buen rato, cuando termino cruzo el puente, que me recuerda al de Frías en Burgos y al de Besalú en Girona (salvando las distancias) y me quedo ensimismada con el suelo, aquí a pesar de que hay 3 albergues parece que no hay guerra... en el puente hay un letrero que dice albergue parroquiano, municipal y el otro... con el mismo tamaño de las letras, en el mismo color y así no afea nada.
Paseando vi un albergue con un patio interior muy bonito que está en la misma calle del Camino, también lo apuntaré para otra vez...
Saliendo del pueblo otra vez la disyuntiva, o andadero con vistas a la carretera hacia Astorga 16 Km, o alternativo con vistas al campo 17 km, y como me veo con fuerzas pues al alternativo.
Que acertada elección porque el caminillo discurre entre campos de maiz y acequias hasta Villares de Orbigo, donde se me ocurre hacer una paradita en el bar del centro del pueblo...
En esas un altavoz pregona por todo el pueblo, "medias, braguitas, calcetines, slips... todo para el caballero, amplio surtido... lo mejor para ..." y me trasladé al pueblo de mi familia en Burgos, Grisaleña... porque cuando yo era niña, (más aún) y pasaba allí los veranos, los comerciantes siempre ofrecían la mercancía de esa manera, el pan, el pescado, la fruta, la droguería, las medias... así que eso nada más descargar la mochila que dejo fuera; cuando entro al bar, parecía un bar de los años 60... con las paredes repintadas de pintura brillante, y lleno de... abueletes, que nada más entrar me dieron un repasón de arriba a abajo... me hizo hasta gracia...
Les saludo y oigo, "que no es extranjera, que es de aquí..." y cuando me encamino hacia la barra, y esto parece una película de vaqueros, todos me seguían con la mirada; y estaba una para pavoneos y con ellos precisamente, jajaja. Igual o casi igual me pasó en Azofra.
Total que me pido otro poleo menta y rapidito para el caminito...
Me encamino por una senda que me recuerda al tramo entre Larrasoaña y Pamplona, no sé muy bien por qué, pero me he acordado mucho, quizás que ya empiezo a ver mucho verde y el cambio cromático despierta de nuevo los sentidos...el camino se estrecha hasta ser una senda de piedras, y la verdad que la disfruto, se ve gente pero lejos...
Ya empiezan a darme pinchazos en la espalda y cuando veo el siguiente pueblo abajo, no me lo pienso, decido que me quedo... el pueblo en cuestión es Santibañez de Valdeiglesias.
Por el camino de bajada observo primero a un hombre muy curtido por el sol que subía hablando sólo, recoge una bicicleta y "me acompaña" a distancia, hablando sólo. Al principio me incomodaba su presencia pero rápidamente me acostumbro y hago el último kilómetro hasta el albergue en su "compañía".
Busco el albergue, que es para verlo... una antigua escuela, pero conservando su aspecto aún, es decir, las puertas, los suelos, "el aire", lo lleva una parlanchina cubana que dice que tiene 70 años aunque no aparenta más de 50, con una vitalidad que...que no para de hablar y me tiene mareada... pero es para escribir un libro, mañana os contaré...
Antes de que yo llegara había trajinado a dos italianos para que a cambio de unos bocatas le arreglaran no se qué caño del patio...
Y los italianos encantados y ella aún más...
Tiene un aspecto algo descuidado pero no olvidemos la esencia del camino y que estamos en un pueblo... todo está muy limpio y a mi personalmente me recuerda pues a mi infancia y juventud en un pueblito parecido a este...
Otra gente lo verá con otros ojos...
Hay literas y un patio muy muy agradable.
No hay tienda en el pueblo, ni bar, ni nada por el estilo, sólo una fuente.
Parece si no he entendido mal que el albergue es de la parroquia, son 4 €, y el internete 1,50€ cada 30 minutos pero como estoy solita pues...
Estoy haciendo un poco de tiempo antes de refrescarme porque no me encuentro muy fina y me dan calambres y prefiero estar un poquito abrigada. Y aquí estoy en una sala con un altar... de verdad o al menos un armario bajo tipo aparador de iglesia, los antiguos bancos y pupitres, y el ordenata negro con el internete...
Que ya me he cansado por hoy, que mañana os contaré, si es que seguìs teniendo ganas de perder el tiempo en leer...
Un saludo desde el frío, frío páramo...
Respecto a lo del bar del pueblo de ayer, ayer las dos veces que fui estaba cerrado y una señora que había en la calle, me dijo que habían tenido problemas con la justicia... no quise preguntar más, así que me tuve que buscar la vida como todos, menos mal que Carmen que es la hospitalera de Santibáñez de Valdeiglesias, nos preparó cena comunitaria...
Esta mujer es un caso, al principio puede resultar un punto desagradable, pero en cuanto entras en conversación con ella, te das cuenta que tiene un bagaje cultural y espiritual increible. Insisto encarecidamente que aquel que pase por el pueblo y tenga tiempo y ganas de conversación, se pase a saludarla...
Era una peregrina que el cuerpo no le dejó seguir más allá y se quedó de momento en ese pueblo.
Tiene 70 años aunque no aparenta más de 55. Y con su edad lo ha visto y vivido casi todo, y tiene una forma de contarlo...
Es superlimpia (ella dice que como todos los cubanos)... y ha recorrido sóla casi todo el mundo.
Tiene una psicología para todo... y para todos ...
Ayer estuvimos de amena charla, en el patio del albergue durante más de tres horas una italiana, dos inglesas, servidora que iba traduciendo como podía y Dª Carmen.
Bueno pues parece que los 7 que estábamos ayer en el albergue no éramos de los madrugadores y esta mañana sobre las 7:30 salí camino de San Justo de La Vega.
Primeramente llené la botella de agua en la fuente "metro" que hay en el pueblo, y es una agua estupenda...
Después me encaminé por la senda que nada tiene que envidiar en algunos tramos a la senda de la Vía Trajana...y el paisaje me iba gustando más.
Grupos de árboles y arbustos que me invitaban a hacer fotos... ya he estrenado la cámara!!! el camino discurre entre subidas y bajadas que me hicieron pensar en la Sierra de Villafranca Montes de Oca... en fin, que me ha encantado y casi sin pensarlo me planté el Crucero de Santo Toribio.
Durante el paseito sólo me adelantaron un grupo de 7 u 8 personas y 2 ciclistas en tandem y a todos me los encuentro en la cruz... haciéndose fotos...
Ya después de charlar con el grupo, me acompaña un señor de Donosti que había salido de Belorado y que hacían etapas de 35 o 40 km... y aunque pasamos por la Playa del Camino, que realmente invitaba a un baño, como los demás no se pararon, pues como que yo tampoco... y eso es lo que a mi no me gusta... lo tengo que decir. Y es que aunque la conversación era francamente amena y la caminata también, yo me hubiera parado...
Ese es uno de los motivos por los que camino sóla. Paro donde y como quiero... Es bien cierto que podía haberlo hecho pero me dió como cosilla y ... bueno de paseo y de charla hasta el centro de Astorga...
Allí se marchan a visitar a no se quien y yo me paso por la Catedral, por el museo del Camino aunque no entré.. y es que en la puerta estaban dos ciclistas haciéndose fotos y con la historia que si su cámara era igual que la mía... que si no tenían cargador... total que a cambio de dejarles mi cargador, me invitaron a comer...
Después de una comidita y algo de sobremesa, a las 4:30 dudo si seguir o quedarme, al final decido marcharme aunque al pasar por el Albergue de San Javier y echar un vistazo y ver que había la posibilidad de dar masajes en los pies a partir de las 6 de la tarde a 5 €... la tentación... pero no. Puse un sellito, y a caminar...
Salgo de Astorga y el sol es realmente de justicia, pero pensé son sólo casi 5 km a Murias de Rechivaldo... total que a pleno sol, y a paso ligero y parando de vez en cuando para situar las torres de la Catedral y el camino recorrido, llego a ese pueblito.
Justo nada más entrar hay un bar con unas mesas fuera que invita a la clarita o cervecita o al descanso...Había un japonés o chino, no quiero ofender... dos inglesas y servidora, y me estuve deleitando con una clarita bien fría y como me dieron envidia... pues como que también pedí unas natillas caseras que se estaban comiendo las inglesas...
Al ratín empezó a llegar más gente y se pasó también la hospitalera del albergue municipal. Las inglesas le solicitaron información y les dijo que en Murias de Rechivaldo había dos albergues, el municipal a 3 € y otro privado a 6 €, que podían ir al que desearan que incluso podían visitar los dos y comparar...que en el siguiente pueblo había 3 albergues y que en El Ganso que era donde ellas pretendían llegar, había algo pero en muy malas condiciones sin camas...
Dudando si irme al albergue municipal porque la chica era realmente agradable... o seguir... pienso, bueno estoy bien, y el calorcito en la espalda me vendrá bien para los riñones así que sigo, y nada más andar el primer kilómetro me arrepiento. Me estoy cociendo, literalmente. El camino discurre sin un árbol, es un sendero acondicionado en medio del campo y casi llegando al siguiente pueblo Santa Catalina de Somoza, una vez pasado el cruce ya discurre paralelo a la carretera.
¿bonito? el paisaje, de vez en cuando me gusta parar y mirar hacia atrás y el paisaje merece la pena.
Antes de entrar en el pueblo hay un área de descanso que realmente a esas horas no invita a nada.
Una vez que entras en el pueblo hay dos bares, uno de ellos centro rural, albergue, etc, etc... otro está en la carretera hay que desviarse, y el albergue municipal.
Que después de ducharme me he dado cuenta que tengo las piernas abrasaditas por detrás, y a pesar de que me he echado protección solar varias veces... pues como que me he quemado un pelín, tengo un rojo cangrejero... menos mal que el chico del albergue me ha dejado Fenergán y oye, es un alivio.
El albergue bien, es una escuela municipal, cuesta 3 €; el primero al que fui estaba completo porque son las fiestas de un pueblo cercano y dice que se llena todo, sobre todo en el mes de agosto... total que ya no quedaba más solución porque a Rabanal con este calor y este solecito, como que no llego, y no es plan...
En el pueblo no hay tienda, ni fuente, pero en el bar de la entrada venden de todo... y obviamente preparan comidas, ya diré mañana que tal...
Por cierto hay un señor del pueblo que se llama Bienvenido, que vende unos bordones y callaos de olmo que son una verdadera preciosidad... los deja en los albergues por si a alguien le interesan... yo como llevo mi palo de avellano de cuando comencé en Rocenvalles, pues como que no... pero en otra ocasión...y también tiene muy buena conversación, y es que... a servidora le gusta tomarse las cosas con tranquilidad... pararme cuando me apetece, charlar cuando quiero con la gente que me apetece y llegar cuando sea, y a donde sea...
Pues que mañana más...al que quiera leer mis cuitas, y por cierto como en este albergue el internete es gratis, a parte de revisar mis correos y otras cositas... comentar que he tenido tiempo de leer los post que ponéis a mis vivencias y quisiera apostillar sin ánimo de crear mal rollo ni nada por el estilo;
En primer lugar comentar de nuevo, que yo escribo mis cosas para mi, y luego con el "copiar y pegar" las traslado en un pis pas al foro, por si a alguien le apetece leer...
Si me desconecto o no, es algo tan personal y privado que ... yo no me atrevería a decirle a nadie lo que tiene y como tiene que hacer o sentir...
Y mi forma de desconectarme es llegar al albergue, hacer mis quehaceres y cuando termino o (antes lo escribía en un diario) o ahora lo tecleo. Para mi es más cómodo, más "fresco" y me cuesta menos.
A pesar de todo agradezco las intenciones, tanto de los que escribís en el foro, como los que me habéis enviado al privado...
Que mañana más...
Salgo temprano de Santa Catalina de Somoza y como me dijo el del bar que a las 6 estaba abierto... pues voy hacia allí, y nada de nada. Consejillo para el que lo quiera: tener siempre algo de comida por si las moscas... imagino que como eran las fiestas se quedó dormido, el caso es que allí estábamos esperando un chino o japonés, me inclino más a pensar por lo de japonés, ¿por qué? por intuición más que por otra cosa, y servidora.
El chico estaba haciendo ejercicios yo creo que era taichi, pero no me hagáis mucho caso... es verdad que en varias ocasiones nos hemos encontrado aunque no hayamos coincidido en el albergue, y aunque he intentado entablar conversación con él, porque se ve muy sólo, es muy parco en palabras, ahora eso sí, fotografía todo, todo.
En vista de que aquello no daba signos de abrirse, decido encaminarme casi amaneciendo hacia el siguiente pueblo, que es El Ganso. Voy abrigada porque hace bastante frío, pero la vista del camino amaneciendo es espectacular.´
Casi sin darme cuenta entro en El Ganso, un pueblecito muy bonito, se ve que lejos de la civilización, en el que puedo parar a desayunar en un bar que se llama Cowboy. Allí la dueña me dice que si que hay albergue, pero sin agua, para lavarse y tal hay que ir a la fuente, y que tienen unas camitas, lo que pasa es que no hay hospitalero, y que esa noche se quedaron 7 personas y estaban encantadas por lo atípico del lugar...
Que estaban pensando e incluso ya le habían dicho a un belga afincado en esa comarca llamado Marc y que le gustó tanto la zona que ha decidido quedarse a vivir allí, (ahora vive en una autocaravana), pues que habilitaban una casa, y hacían realmente un albergue propiamente dicho, y él podía ser el hospitalero... y parece ser que el chico se lo estaba pensando.
Una vez que desayuno un buen pincho de tortilla de patata, mi colacao, mi medio litro de agua, mi nolotil, y mi ibuprofeno 600 de turno, me encamino hacia Rabanal.
El camino discurre al lado de la carretera por una senda acondicionada, y al poco de comenzar me encuentro con un señor de unos 50 años, que venía del Camino de La Plata, y aunque su ritmo y el mío no eran el mismo, decidimos ajustarnos un ratín para charlar, porque decía que llevaba días casi sin hablar con nadie.
Empezó en Sevilla y dice que ha sido durísimo por el calor y por la falta de gente. Ahora estaba más relajado porque había más infraestructura para decidir y porque tenía más gente con la que charlar. Es un peregrino de fe, se quejaba que en La Plata cuando iba a misa, nadie se acordaba de bendecir a los peregrinos...
Después de un rato de intercambiar inquietudes, él decide pararse a tomarse el bocadillo y yo... como tengo mi problemita con el riñón, me alejo un poco más para tener un rato de soledad y de intimidad, que aprovecho también para hacer unas cuantas fotos.
Después el camino sube por una arboleda al lado de una valla metálica en la que los peregrinos se han entretenido como en otros sitios en colocar palos de madera simulando cruces... es muy pintoresco y algo abrupto, pero por lo menos hay sombra. Y así serpenteando llegamos casi a Rabanal aunque algunos tramos cortitos van por la carretera.
Rabanal es una cuesta, como el primer bar estaba lleno, continuo hacia arriba, paso la iglesia que está abierta aunque tiene una reja interior, al menos se puede visitar y es una preciosidad, y un poco más arriba me encuentro con una tienda de comestibles donde una agradable mujer despacha de todo.
Compro algo de fruta, y cuando salgo afuera le digo a un peregrino que si me puede hacer una foto con la iglesia de fondo... pero, no encuentro la cámara por ningún sitio.
Resulta que me la he dejado en mi parada técnica. Como ya os dije la cámara no es mía, además las pocas fotos que tengo hechas me gustaría conservarlas así que, viendo que eran las 11:30 le digo a la señora si me guarda la mochila, le explico lo que me ha pasado y como accede, pues doy la vuelta ligerita de equipaje, es decir, no llevo nada absolutamente, y decido ir a buscarla.
Yo pensaba que estaba más cerca... al pasar en sentido contrario veo a los peregrinos que suben, un montón de gente... y cómo parece que recuerdo que estaba más lejos de lo que yo pensaba, decido hacer dedo, algo que nunca en la vida he hecho hasta en este momento.
Como no pasaban coches, sigo caminando para ir ganando tiempo, el sol era abrasador, y yo me había dejado el agua y el sombrero... craso error... al poco rato se para un coche, que resulta ser del dueño del hostal; le explico la situación y muy amablemente va despacito hasta que ubico el sitio, a unos 4 km de Rabanal, casi ná... total que busco la cámara y... allí está... y más contenta que unas pascuas inicio el camino de subida ante la mirada perpleja del resto de peregrinos que ven como me bajo del coche, me separo del camino, salgo con una bolsa, cantando y loca de alegría...
Inicio pues el camino de subida pero aunque vuelvo a hacer dedo, nadie para... así que camino bastante... sólo casi a 1 km, un señor de una furgoneta me recoge y me deja en la misma puerta de la tienda, ya sobre la 1 de la tarde...
Indecisa no sé si quedarme en el albergue o seguir camino, el problema es el sol, aunque yo estoy muy fresca, así que después de reponer líquidos y de comprobar que la piedra sigue aún dentro de mi, me encamino a Foncebadón.
El sol pega de narices, y la cuesta se me hace más cuesta, según vas subiendo, por lo menos a mi, me gusta parar con frecuencia y mirar hacia atrás, el camino discurre en medio de la montaña, a veces se hace más angosto otras más ancho, y decido hacer paradas en las que me tumbo, me quito los calcetines y descanso un buen rato, y no me echo la siesta porque la gente al pasar y verme "tirada" me preguntan amablemente si me encuentro bien, y... no es plan.
En una de esas paradas estoy como media horita y casi no pasa gente.
Así que sobre las 3 de la tarde llego a Foncebadón, cuya última cuesta se me hace interminable y me encuentro como suponía que el albergue estaba lleno... pero habían habilitado unos colchones en la parroquia lo que pasa es que no se podían ocupar hasta que no terminasen los oficios, es decir hasta las 10 de la noche. Aunque te podías duchar y usar todas las instalaciones del albergue.
En un principio pensé quedarme pero luego pensé que me encontraba bastante bien, que incluso con el calor en la espalda iba bien, y pregunté si podía recargar la camel de agua y mojarme la cabeza.
El agua sólo el del albergue se podía beber, el de las fuentes decían que no, es más en las que he visto del camino había letreros que decía agua no potable...
Y me doy con la manguera de la ducha, y con agua helada en la cabeza, un verdadero placer... y así me cargo la mochila, el gorro y camino... pero cuando estoy justo saliendo un chico me sale al paso y me dice que por favor, que no continúe que él me deja su sitio en el albergue y duerme en la iglesia... le doy las gracias de corazón. Pero ya es una decisión tomada.
Así que me encamino hacia la Cruz del Ferro, donde tuve que buscarme una piedra porque la mía no la he parido todavía...El camino hacia la cruz es áspero, aunque hay árboles, no hay ni una sóla sombra pero sarna con gusto no pica...
Espero a que llegue alguien para hacerme la consabida foto y camino...Al lado de la cruz han puesto unos merenderos y un poco más alejado hay sombrita...
Salgo por el caminillo que se vuelve a convertir en una pequeña delicia porque discurre paralelo a la carretera pero embovedado de árboles que dan sombra aunque no siempre, el camino serpentea entre los montes, porque ya estamos en los montes y en esas llego a Manjarín...
He leido mucho sobre Tomás y Manjarín, pero prefiero opinar una vez que he visto lo que hay.
Y lo que hay es mucho respeto hacia los demás sea quien sea, mucha dedicación al camino, mucha cordialidad y el caso es que me quedé.
El albergue es especial, primero porque no tiene agua. Hay que lavarse en una fuente que está a unos 50 metros del albergue y que sirve también de bebedero para unas vacas cercanas.
Es la única casa habitada del pueblo, pero detrás del albergue hay varias autocaravanas con amigos de Tomás que están allí para hacerle compañía, echarle una mano o visitarle.
Cuando yo llegué, ya se quedaban dos inglesas, dos italianos, y servidora, y más tarde llegó un mejicano llamado Francisco Javier, el Pocholo mejicano...
Allí estaba sentado en la entrada un caminante francés mayor, llamado Lui con su perra Florinda. Ese señor había hecho el camino 21 veces, y ahora volvía a su casa y lo estaba haciendo de vuelta.
Sale de noche y camina en la oscuridad por eso tenía una herida en la cabeza, luego después de caminar 5 o 6 horas y como lleva un perro, descansa donde puede...
El sitio para dormir tenía encanto, es una especie de pajar donde habían construido unos somieres de madera y encima había unos colchones realmente confortables, tenía dos pisos, y era todo de madera. No tenía luz.
Y había un "lavabo" en la parte de atrás.
No piden dinero, sólo lo que tu quieras dar. Y el día antes habían pernoctado 32 personas.
La cena consistió en sopa de ajo con tomate y melocotones en almíbar en la misma sopa, oye, riquísima, y en una gran ensalada surtida y con atún, de postre fruta del lugar. Las bebidas también las ponen ellos.
Ayer fué un mal día porque el pastor (único vecino y no vive allí) que tiene Tomás, le había envenenado dos perros, uno de 9 años y otro de 4 años, y estaban muy mal.
De hecho dejaron los cuerpos de los dos perros en las dos entradas del cobertizo que usa el pastor y además pusieron un letrero con tinta amarilla de que allí vivía un envenenador de perros... cuando el pastor regresó, se encaró con Tomás... quien le dije que la Seguridad Social iba a estar muy interesada en saber como un jubilado está trabajando... y que los cuerpos de los perros los iba a llevar a analizar... el pastor antes de irse recogió los cuerpos pero allí no hubo más... más que palabras porque Tomás y sus amigos se contuvieron...
¿Cómo es posible que Tomás haya enterrado envenenados 15 perros con los de ayer?
Quitando que sea de Tomás ¿es que no se puede hacer nada?
Además también tiene una perrilla en la parte de atrás que se llama Pastora con dos cachorros cuando llegué, había un tercero que también ha desaparecido...
En fin, que la cena fué especial por la compañía y por el lugar, y luego desde la mesa que hay a la entrada del pajar donde dormimos los peregrinos se puede ver una maravillosa puesta de sol sobre los montes de León.
Aunque ayer también se veía el humo de un incendio cercano.
Cuando me fui a acostar pensé que así caminaban y vivían los antiguos peregrinos y me gustó.
Sólo decir que he dormido como un angelito y que además por la mañana a las 7, llaman con una campana y también ponen un desayuno con café, leche, cola cao, galletas, nocilla, mermelada, etc.
Mi opinión es que junto con el Convento de San Antón los albergues más encantadores y primitivos de mi Camino.
Obviamente aunque tienen internet dentro de un vehículo en desuso, ayer lo estaban reparando y por eso me fue imposible escribir nada.
Luego si tengo ganas y tiempo continúo con la de hoy... desde...
Esta mañana salgo desde Manjarín ya bien pasadas las 8 de la mañana.
Ya había amanecido y un montón de peregrinos habían pasado por el lugar, algunos incluso se acercaban por si era un bar o para ver que era aquello tan atípico.
Después de despedirme, me encamino por la vereda, a esas horas de la mañana en las que hace fresquito, tengo que llevar el polar, y en las que se ve como se despierta el día, todo monte verde, lejos y cerca, verde y más verde, es un verdadero placer.
Pero no me dejan tranquila, creo que es el día que más gente he visto desde que retomé mi camino en Sahagún, y contando desde que salí de Roncesvalles incluso.
Gente sin mochila, grupos de niños, grupos de gente mayor, una pasada. Yo me apartaba para dejarles pasar porque me gusta ir a mi ritmo, sacar fotos, disfrutar del paisaje... a pasito lento.
Al cabo de un ratín paso por la base militar y pienso para mi, ¡pero que bien viven! por el lugar ¿eh?, tienen incluso base de helicóptero que como seguía el incendio cercano, no he parado de ver aviones y helicópteros llevando agua, esa gente realmente se juega la vida...
Como el camino es más o menos llano, pues como que se disfruta más, pero al poco rato empieza una bajada... que es un camino de cabras... yo tengo una rodilla operada y la otra... regulín regulán... así que con muchísimo cuidado y pensando donde poner el pie, y sin dejar de apoyar mi bordón, (un trozo de avellano del mismísimo Roncesvalles, feo pero efectivo), voy muy despacito bajando...
El paisaje una verdadera delicia, el sol abrasador, nada de aire, y gente y más gente...
Así hasta llegar a El Acebo, un pueblecito precioso que estaba en fiestas y donde me dirijo a una tienda de comestibles atendida por una mujer encantadora que está entrando bien en el pueblo, y tomando una desviación a la izquierda, lo tiene indicado en carteles...
El pueblo ya no tiene que ver nada con lo que he visto hasta ahora, es más parecido a los pueblos de Oviedo y de Santander... balconadas de madera, tejados de pizarra...
En la tienda pido un buen bocadillo de chorizo de la tierra que la mujer amablemente me hace incluso echandole aceitito de oliva, y algo de beber.
Me comenta que le han envenenado a un perrito de 6 meses y en la puerta tenía otro ahora que era el juguete de los chavales, que se llamaba León y que tenía mes y medio.
Como me he sentado en el suelo a tomarme el refrigerio León se ha hecho muy amigo mío, y es que el chorizo le encanta...también entablo conversación con Alejandro y su hermana Ainoa, una delicia de niños. Me cuentan lo que hacen, que viven en Oviedo, que tienen tres caballos, y animales, que vienen al pueblo de vacaciones, Ainoa me enseña sus pupas...y cuando ya me iba, Alejandro me regala una piedra, un trozo de pizarra, y dice que me la da porque me va a dar suerte; yo le correspondo regalándole una castaña seca vacía donde se puede ver el agujerito del gusano que secó la castaña... y me dijo "lo voy a guardar siempre"... cosas de chicos... que se quedan todavía extrañados con los peregrinos...
Alejandro también me dió un consejo, que bajara por la carretera... pero no le hice caso...
Me encamino al siguiente pueblo El Riego de Ambrós pero más de lo mismo, bajada espectacular, por un camino insufrible... lo único que lo salva de nuevo el paisaje.
El pueblo es en mi opinión menos bonito que el anterior, pero las casas tenían como más encanto, más auténticas...
Y la bajada del El Riego de Ambrós a Molinaseca, es... indescriptible, ya no hay camino, es andar sobre trozos de piedra robados a la montaña, resbaladizos, llenos de polvo, un verdadero suplicio para los pies, aunque yo ahora no lo cambio por el mejor camino de hierba...
Yo creo que el calor, el hecho de que había perdido el sombrero, los hombros que se me estaban poniendo rojos cangrejeros, menos mal que agua he bebido... más de 4 litros entre agua y otras bebidas, pero nada... la piedra que no... que no. Con lo que me ha costado hoy encontrar el sitio apropiado...
Al final la llegada a Molinaseca ha sido deseadísima, y el ver la especie de presa que tienen en el río, la gente bañándose... he decidido darle un beneficio al cuerpo y a mis doloridos pies y rodillas, y me quedo en el Albergue de Molinaseca. Precio 5 €, ojo, está la final del pueblo, así que si vais sin prisa y os da igual pillar litera, mejor os bañáis y luego vais al albergue, que está estupendamente acondicionado, incluso tiene literas afuera, y bueno ya seguiré que me voy a bañar...
Que ayer estaba yo tecleando en el foro y pasó Alfredo y lo vió, y por eso vino lo de los recuerdos...
Independientemente de eso, deciros que Molinaseca es una preciosidad de pueblo, tiene una vida...luego el albergue es superoriginal, se puede dormir dentro, fuera (hay literas fuera en una especie de techadillo que tiene la propia casa, como un porche, o en tiendas de campaña para dos...
Es atípico, tiene nada más entrar una especie de escalones de pizarra donde te puedes sentar y estar fresquita a pesar del calor, y que ... bueno eso es mejor verlo... es muy original...
Salgo de Molinaseca sobre las 6:30, aunque no llevo reloj, le he oido decir la hora a un señor, es aún de noche y los perros se han pasado toda la noche ladrando por eso no he podido casi pegar ojo. Hace frío y llevo el polar puesto. El camino es la acera de la carretera y hay alguna que otra subidita.
Después se desvía hacia una pista. Camino sóla pero sobrepaso, cosa rara, a un padre con sus dos niños, el chico va cojeando y la chica lleva en la pierna unas heridas que no se si son alergias, picaduras de insectos o ampollas del sol... pero parece que van bien, a su ritmo, llegado a un punto, ellos siguen por la carretera hacia Ponferrada y yo tomo la dirección de las indicaciones del Camino y entro en una especie de pista o camino preparado, que discurre entre subidas y bajadas bordeando viñas y casas que entremezclan tradición y nueva construcción vanguardista incluso.
Me gusta esa alternancia.
Entro en el pueblo de Campo y me sorprende gratamente el pueblecito, tiene incluso casas blasonadas, muy bonitas con muchas plantas cuidadas, se ven buenas villas que incluso tienen en el jardín útiles antiguos de labranza.
Toda la salida está jalonada de villas que según están más alejadas se van viendo "peores" y más descuidadas.
A pesar de ver Ponferrada desde bien pronto, la verdad es que se hace largo, larguísimo de llegar.
El Camino bordea la ciudad cruzamos el puente antiguo sobre el río Boeza y tras una fuerte pendiente donde existe la disyuntiva entre albergue o camino, callejeo justo hasta dar con el Castillo de los Templarios, que se encuentra en restauración pero que es imponente.
Busco desde que salí algún sitio donde desayunar pero nada, de nada.
Después de ver la zona encuentro abierto el Hostal La Encina, donde hay algunos peregrinos más tomando café. El sitio es precioso, es una antigua fonda restaurada conservando elementos antiguos y respetando los materiales en una (en mi opinión acertada) combinación con lo moderno y funcional...
Desayuno por 3,5€ un gran vaso de cola cao y dos tostadas y cuando le comento al recepcionista lo acertado de los detalles, me invita amablemente a enseñarme otras zonas entre las cuales se encuentra un pozo en la planta baja y la bodega tal y como estaba...hay que verlo...al pozo le han puesto suelo de cristal...Gente muy amable.
Salgo y llego a la plaza muy bonita junto a una iglesia, todo realmente bonito, amplio y limpio, ¿será la soledad de las calles a esas horas?
Una bajada con un suelo acondicionado pero que en cuanto giras la cabeza puedes ver las piedras del suelo original, las calles empedradas.
El Camino discurre entre barrios más modernos y residenciales siguiendo paralelo al transcurso del río, entre avenidas con monumentos a la huerta y al pimiento de la tierra, o a los donantes de sangre; desde donde tomamos otra dirección hasta sacarnos de la ciudad por varios diseminados diría yo, hasta llegar a la ermita de Compostilla.
A partir de ahí el camino se enrevesa en un barrio bien con grandes villas antiguas y nuevas y cuyas calles se numeran, no se nombran, por ejemplo calle 3, avenida 4...
Algo más de camino hasta un cementerio que avisa de la cercanía del pueblo de Columbrianos cuya iglesia está abierta casi todos los días desde las 7;30. A partir de ahí un gato con correa, me sigue para que le pase la mano, y le dejo justo cuando cruzo la carretera para encaminarme hacia una pastelería, imagino que por el olor que hay en el mismo camino llegando a la placita con la fuente a mano izquierda.
A unos 100 m también hay un bar justo a la derecha de la ermita, atendido por una chiquilla de Santo Domingo con una jovialidad y una alegría que me sorprende.
Por desgracia desde bien entrada la mañana y debido a un incendio próximo el transitar de aviones contraincendios es contínuo...
Camino a Fuentes Nuevas por huertas regadas por acequias que salen desde el mismo pueblo, me sorprende ver que las fachadas las recubren con trozos de granito de diferentes tonos y piedras, alternan casas así y casas tradicionales... Y en las huertas, hermosas, veo calabazas gigantes, alubias verdes en flor, tomates, ciruelas, manzanas, choperas...y de repente un montón de gente que me adelanta sin mochila, y es que hoy se celebra la 4 Romería de la Cuesta del Peregrino de Camponaraya, donde se deja la senda y se camina por el arcén al lado de la carretera que cruza el pueblo entero.
Es la hora de tomar algo y en el Mesón el Reloj, en el mismo camino decido parar a tomarme una gran clarita y un pincho de tortilla.
Se unen más peregrinos pero como ya estaba cayendo un sol de justicia y yo había perdido ayer mi gorro, decido proseguir hacia Cacabelos con rapidez... una vez pasado el puente sobre la autovía el camino discurre entre viñedos y dos choperas donde parar a darse un respiro y al cabo de un buen rato de caminar así se cruza la carretera y ya entras por la carretera de acceso al pueblo hasta Cacabelos, y no, no habéis llegado todavía porque el albergue como casi siempre está al final de pueblo, así que puedes ver todos los mesones, el río, la cantidad de comercios que hay, y una vez que pasas la ermita, y el puente llegas al albergue que es muy bonito, son habitaciones que han hecho en una especie de cobertizos en forma de U rodeando la muralla de una iglesia de las Angustias, es un porche dividido por plafones de madera que crean espacios individuales, que han aprovechado para poner camitas y unos pequeños armarios, son habitaciones de dos, y en el sitio central están las duchas.
Es original y confortable.
Y cuesta 5 €.
Y mañana más que estoy molida y quiero acercarme al río...y luego pulpito...
Pues que después del baño en el río en Cacabelos con el fondo algo fangoso pero con un agua realmente estupenda, hay incluso trampolín que era las delicias de la chavalería... me fui a tomar unas tapas al Compostela... y un pulpito delicioso; allí estaba medio albergue metido. Y prontito a dormir...
Como eran habitaciones de dos, y el albergue se llenó, en mi habitación había una señora italiana pero no hablaba nada. Y aunque las habitaciones tienen tabiques de madera, los ronquidos se transmitían por el techo común... pero estas cosas hay que contar con ellas...
A las 6:30 me despierto y a las 7 ya estoy caminando por una fuerte cuesta al lado de la carretera, aunque nada más salir había un cartel que ponía: Camino de La Verguenza... el camino transcurría por la carretera y estaba poblado de vides y de higueras... después de un rato se llega a Pieros cuya iglesia románica con casi más de 1000 años de antiguedad me he quedado con ganas de visitar, para otra..., y una vez pasada la bodega, tomo el camino señalizado de la derecha mientras casi todos los peregrinos siguen por la carretera, pero es que a mi me cansa ir viendo coches...
Me fijo que a la salida de Cacabelos hay dos coches que ya tengo fichados de haberlos visto varios días con mochilas... nada que objetar ni que decir porque como me dijeron una vez... los antiguos peregrinos cuando iban a Santiago no llevaban las mochilas que llevamos casi la mayoría... y caminaban y eran peregrinos... total que desde el inicio del camino saco unas fotos al paisaje donde se puede ver la iglesia... y por un camino de parcelaria como dirían en mi pueblo, y entre vides y más vides y alguna que otra chopera, castaño e higuera, amén de otros árboles que no reconozco, ¡ a ver si otra vez me ilustro más! y con un paisaje que invita a las conversaciones interiores, llego al pueblecito de creo ponerlo bien Vaitella de arriba, si está mal, es que lo he apuntado y no lo entiendo... jeje...
Es un pueblito algo abandonado aunque ahora se ven que están arreglando las casas y cuyo río encauzado lo divide en dos; voy pensando en desayunar, pero no hay nada... aunque al salir del pueblo, un labriego ha puesto un cartel de bebidas... total que sigo el paseillo entre subidas y bajadas por el medio de las huertas, choperas, vides... y hasta llegar a Villafranca del Bierzo...
¡¡¡Pedazo de pueblo!!!
Antes de entrar a mano derecha se encuentra el albergue municipal, (normalmente todos los albergues siempre los últimos, o será que me lo parece a mi), unos metros más arriba la Iglesia de Santiago que impone y detrás el albergue de la familia Jato.
A lo lejos más monumentos, la verdad que me ha impresionado lo monumental de esta villa. Me adentro al centro a desayunar en la plaza mayor y después ya sobre las 10:30 sigo camino hacia Pereje, por el andadero asfaltado de color albero que han habilitado al lado de la antigua carretera nacional, siguiendo todo el curso del río, y observando los impresionantes puentes que han construido para la autovía... que bueno... son necesarios, pero el paisaje lo han...eso mismo.
Es una pena que teniendo el río tan cerca cuyo rumor escuchamos todo el tiempo no haya accesos fáciles para el peregrino y resto por supuesto, para descansar o mojarse los pinreles. He intentado en más de media docena de ocasiones bajar, y he tenido que desistir, por lo escurridizo del terreno, y caidas...
Antes de entrar en Pereje hay dos zonas de descanso y en una de ellas hay una fuente que a la hora en la que paso, no invita al descanso, así que continúo hasta Pereje donde voy a dar al único bar, centro rural, etc... llamado Las Coronas. A pesar de que estaba con bastante gente, sobre todo ciclistas, desisto de comer nada por la (a mi juicio) falta de higiene, tanto fuera, como dentro... el resto piden bocatas... a mi encima por una lata de coca cola me cobran 1,40 €...pero hay cosas que tienen un precio en determinados sitios...
A pesar de las horas que son, me encamino hacia Trabadelos por el mismo andadero, continuando con las vistas y siguiendo el curso del río, algunos peregrinos deciden continuar por la carretera pero yo voy por la carreterita de acceso al pueblo que surge a la derecha.
En algunos tramos he podido comprobar los estragos del fuego pero en la entrada al pueblo, el fuego parece ser que ha comenzado en la misma carretera y ha subido como una chimenea hasta arriba del monte. Se puede ver la desolación causada en unos castaños con unos troncos enormes... a un lado la vida, el verde... al otro la muerte, yermo, la tierra quemada, el olor que me acompañaba según cambiaba la dirección del viento transformando casi en idílico el paseo desde Villafranca, se convertía en una emoción de desasosiego a veces, al observar los helicópteros y pensando ¿qué se estará quemando ahora?
Casi desde que he salido de Cacabelos me he empapado del olor del campo, lo he saboreado, pero también he podido oler el humo del fuego.
En Trabadelos que es un pueblito en cuesta, y del que muchos de los vecinos viven de la madera a tenor de lo que veía y de la fábrica de palets... subo y en la cuestecita está un supermercado donde compro algo de comida y pienso en llevármela a la playa fluvial que dice la señora que hay bien cerquita... y bien cerquita y jurando en... he llegado a La Portela de Valcarce y de playa... na de na, así que me he parado a repostar en el bar que hay a la entrada al lado del albergue...
Una buena ensalada y sobre las cuatro como no me encuentro muy cansada, decido continuar por el valle, donde el paisaje y el camino se vuelven más idílicos aún. Un vientecillo algo fuerte de cara, me incomoda de vez en cuando, pero mis ojos se recrean ante todo lo que ven...
Paso por Ambasmestas rápidamente donde en la calle me encuentro a gente que salió esta mañana, y de ahí casi en un pis pas entro en la Vega de Valcarce donde tienen playita fluvial... pero ya... como que si me paro luego me va a costar mucho arrancar, así que cruzo el pueblo y sigo hasta Ruitelán, donde he llegado al único albergue que hay.
Se llama el pequeño Potala, y está bien. Ya he hecho mis quehaceres y quizás me de un masaje... me lo voy a pensar...
Así que mañana más...
Me había quedado en Ruitelán, albergue majo donde los haya.
La cena estupenda a 6 €, un gazpachito, ensalada variada y spagueti carbonara y de postre natillas caseras... uhmmm, amenizado con música.
Tienen una orden flexible de no salir antes de las 6 de la mañana, y justo a esa hora nos despiertan con el Ave María de Schubert... una delicia que ya me puso de buen humor, tengo una foto...
El desayuno quien quisiera a 3 € era tipo buffet, y pernoctar costó 5 €.
Dos ciclistas valencianos fueron a La Faba y se tuvieron que volver porque estaba lleno, y después de cenar nos amenizaron la velada con música que tocaban con unas dulzainas... y lo hacían francamente bien, para delicia de propios y extraños.
A las 7 emprendo marcha hasta el pueblito de Las Herrerías, siguiendo la vega del río y después de Hospital que está a continuación. Observo que el agua discurre por todas las calles del pueblo por canales.
De las eras chorrea, literalmente varias fuentes de agua, que son dirigida a los cauces al lado de la carretera buscando el río. Imagino que antaño sin barreras como la carretera el agua atravesaba praderas y desde la montaña buscaba el río.
Se ven varios sitios acondicionados para descansar pero por lo temprano de la hora, los dejo pasar.
Voy abrigada porque noto frío y aunque me han dicho que hay fuentes llevo dos litros de agua...
Después de pasar el pueblo empieza un ligero ascenso en medio de un paisaje idílico, me recuerda al verde de los Pirineos en Girona.
No sabría descubrir los tonos de la gama del color verde que mis pupilas intentan retener, y de fondo el rumor del agua del río.
Cierras las ojos y dices, esto es el paraíso.
Me sorprende ver que lo que parecen praderas o eras de lejos, que parecen uniformes, tienen surcos naturales por donde baja el agua limpísima y helada con una profundidad de al menos hasta la rodilla.
De repente el camino duro empieza a la izquierda, una subida por un camino empedrado, de postal, flanqueado por castaños y otros tipos de árboles y arbustos.
Y es lo único bueno que puedo decir, de la durísima y espectacular que me ha parecido y he padecido, de la subida a La Faba.
Tremenda.
Notaba pinchazos en el lado del riñón, cuando creía que después de esa curva venía llano, había otra subida peor, por empedrados impracticables...pero debo ser masoquista porque lo he disfrutado.
Algo irrepetible, una comunión entre el sufrimiento físico y la belleza salvaje del paisaje.
Merece la pena.
Y como postre, me puse tibia a moras y frambuesas, que por esta zona ya están maduras...
Llego a La Faba y lo primero restos de ayer, albergue lleno, y un poco más arriba, los masajes orientales de Marcelino... un tipo algo extravagante cuyo origen es el Universo, ya que estuve un ratín hablando con él...
Después de reponer agua, sigo la ascensión ya sin el verde y sin los árboles flanqueando el camino, ahora es a través de un sendero cuyo lado derecho es un muro de piedra no muy alto y cuyo lado izquierdo son unos paisajes increibles, y donde las colinas adquieren una inclinación imposible... pero a pesar de eso hay animales y gente...así llego hasta el último pueblo de Castilla y León, La Laguna, pueblo eminentemente ganadero, y donde han puesto unas maquinitas de bebidas... sigo subiendo y las vistas son espectaculares, a pesar de alguna que otra nube que alivia el calorín que ya hace.
Después de un buen rato aparece un muro de piedra y al final el Santuario...
Por fin... Son las 11:30 y estoy desfallecida. Entro en el templo y sello y después de ver la marabunta de gente que a esas horas pulula por esos lares, con lo que me gusta a mi la tranquilidad, y la soledad últimamente...me dirijo al bar y me encuentro con una familia que lleva a Tras. Un perro, creo que ya he puesto algo sobre él. También tienen coche de apoyo. Total que un pincho de tortillita de patatas prefabricada y mi clarita, y un rato de cambio de impresiones, y sigo.
Desciendo por el empedrado y tengo que tener cuidado con el pie pues según la forma de la piedra me molesta, llego al albergue lo cruzo y sigo camino sin saber muy bien hacia donde, el paisaje al otro lado de la montaña cambia, veo más amarillo de tierra cultivada, como de cosecha de cereal y más delineación en la tierra, en el otro lado parecía no tener tanta discontinuidad, parecía todo uno... La verdad es que me parece más seco, es la palabra adecuada, ¿la altitud?
Llevo casi 10 km y me parecen una eternidad.
Otra vez subidas y bajadas por un camino bastante ameno, de repente me encuentro al tipo de la caracola, que va haciéndola sonar cual barco en la niebla, no me parece preocupante, sólo algo raro e incluso me paro a charlar con él, y me regala un ramito de menta y de manzanilla...¡gente!
Después de una última bajada llego a Liñares donde me tomo un refrigerio, si, otro más, porque la verdad es que lo quemo, en el bar tienda y sigo hasta el alto de San Roque y su monumento, otra subidita y van...
Continuo caminando hasta Hospital, al principio procuraba no pisar los excrementos vacunos porque los bovinos como que no dan tanto en cara, pues eso procuraba no pisarlos ni frescos ni secos, ahora estoy tan cansada que sólo me preocupo de no resbalar con los frescos...porque la entrada y salida de Hospital es un río de ellos...
Paro en el Mesón que hay a la salida porque veo a un par de peregrinos que conozco y me tomo con ellos una ensaladita completa y otra clara por 6 €.
Noto cierta subida en los precios desde León aquí.
Mucha gente se ha quedado en el albergue de Hospital pero decido continuar porque me encuentro bien, dentro del lógico cansancio.
La tarde empieza a nublarse y de vez en cuando me refresca un viento que me pone los pelos de gallina. Desde Liñares casi que vuelvo a caminar sóla, de vez en cuando me pasan peregrinos y ciclistas pero ahora disfruto de nuevo de la soledad y del paisaje.
Sigo por la vereda que se separa de la carretera hacia el Alto do Poio, ya no hay sombras salvo en contadas ocasiones, como una subidita que parece otro vergel.
Algunos intrépidos ciclistas tienen que empujar la bicicleta... y sigo caminando absorta en mis pensamientos, repetitivos muchas veces que me obsesionan... y de vez en cuando me distraigo con algo que me llame la atención del paisaje.
Otro pueblito diseminado en cuesta y su pequeño cementerio. Yo fui lo que tu eres, tu serás lo que yo soy... lo vi en un cementerio en Los Arcos, y siempre que paso por alguno recuerdo esta gran verdad...
A partir de ahí se inicia otra cuesta matapiernas y roba moral que me hace volver a jurar... lo que no está escrito, cuatro pasos y parada, la mochila pesa lo que pesa y yo ya no puedo más.
Nada más subir la cuesta revientatodo, veo el bar lleno de ciclistas, sigo porque tengo agua y que decir de nuevo del paisaje...
Ya he decidido y son las 5 de la tarde que en el próximo albergue paro y eso sucede en Fonfría.
Un albergue precioso de madera, parece una palloza, también es el más caro hasta ahora, 7 €.
Es todo de madera y estaba lleno como no quedaban literas, me quedo en un colchón que han colocado sobre una tarima donde hay taquillas.
También tienen habitaciones.
La ducha fué memorable, una gozada para el cuerpo, todo muy limpio.
El albergue también tiene un pequeño bar pero para comer hay que ir a un restaurante que hay cerca.
No tienen internet y por eso no puse nada ese día.
Hago mis quehaceres y me dedico cuidadosamente a mimar mis pies porque noto cierta protuberancia que puede ser una ampolla...
La primera...
Justo a las 7 parece como si anocheciera y de repente truenos y relámpagos, tengo que ir corriendo al tendedero a por mi ropa, y empieza a caer un chaparrón de cuidado...
Se va la luz incluso.
Pero ya no me importa porque estoy tan cansada que me acuesto temprano.
Por la noche desde los ventanales de la sala de las literas podía ver perfectamente los relámpagos, como llovía, la bruma y oir el silencio.
¿habéis oido alguna vez el silencio entre relámpago y trueno?
Primeramente comentar que la Xunta de Galicia ha señalizado cada 500 m de tramo. Yo no llevo reloj, móvil en la mochila y sólo por si me hace verdaderamente falta, y no me gusta que me digan lo que voy andando, prefiero no saberlo, ni lo que he andando ni lo que me falta...
Bueno que después de una noche de truenos y relámpagos a las 06:30 ya había gente abriendo la ventana que me daba en la cara, para comprobar... y entraba agua y frío...
Decido esperar a que haya luz y que amanezca, y mientras preparo el impermeable y la mochila. Todo en bolsas por si se moja.
Me pongo un pantalón corto de licra y al Camino...
No se ve casi nada pero la gente que hemos decidido salir, muchos van por el Camino por temor a que los vehículos no les vean en la carretera, total que pensando que iría más "acompañada" decido ir también por el camino.
Y vi algunos en el trayecto pero la gente iba a su ritmo y casi, no casi, camino en soledad.
No veo paisaje, no veo cielo, sólo veo camino y piedras, y agua, mucha agua que hace que esté muy pendiente de cada paso que doy por temor a una caida.
Menos mal que mi inseparable bordón de avellano equilibra cada paso, aún así caidas tuve y sobre todo torceduras debido a malas posiciones del pie.
Hay tramos que debido a la niebla, lo oscuro del cielo, el barrizal y el río que es el propio camino empedrado, que se me hace sobrecogedor y que me pregunto ¿qué hago?, a veces incluso me dan escalofríos que yo achaco a que llevo poca ropa porque con el impermeable se suda mucho.
Comprendo una vez más que todo tiene un precio.
Ese verde fascinante y ese paisaje necesita de mucha agua, y no va a llover cuando a mi me interese... además el agua hace mucha falta según los de por aquí...
Después de tres horas de duro y solitario descenso, de vez en cuando pasaban algunos grupitos... pero bicis, ni una...llego a Triacastela y me paro en el segundo bar donde desayuno estupendamente, y entro en calor, lo que sucede es que se está tan bien que da mucha pereza volver al tajo.
Noto que los dedos de los pies están como húmedos, arrugados incluso, me quito los zapatos mientras desayuno para que se sequen bien, y después otra manita de vaselina...çç
Y es que en el descenso aunque hemos pasado por aldeitas típicas de ganaderos, donde apenas vive gente, lo más que me he encontrado ha sido máquinas de refrescos.
De Triacastela cojo la senda de San Xil, por la tranquilidad que me vaticinan y por el paisaje, que aunque lloviendo... y es precioso.
Hay subidilla y pasas por aldeillas de 2 o 3 casas, se ven algunas abandonadas pero el camino es verdaderamente espectacular bordeado por muros envejecidos de piedras a veces, y otras por enormes árboles que en los días claros no dejarían ver la luz del sol.
A veces deja de llover momento que aprovecho para levantar el impermeable y sentir el frescor de la humedad.
¿y lo bien que huele?
La tierra mojada, las plantas... es un verdadero balón de oxígeno para los pulmones, lo que aprovecho para hacer profundas respiraciones, lo malo que no me puedo tumbar a disfrutar del paisaje lo que me obliga a continuar...
De San Xil se empieza primero a bordar y luego a subir, bajar, volver a subir, volver a bajar por caminos similares a la bajada de El Riego de Ambrós a Molinaseca... el agua discurre entre el camino por piedras y el barro a veces me impide seguir.
La bajada se me vuelve a hacer durísima, tengo una rodilla que ni para aquí ni para allá, bastante tocada, apenas avanzo, veo algo de gente, curiosamente a algunos que les han dejado en San Xil y que se han librado de la bajada a Triacastela ya que llovía... es curiosa esa forma de peregrinar.
También he visto a gente tomando taxis pero cada cual hace el camino a su aire... luego en el albergue les oyes contar sus películas...
Total que me estoy dando cuenta que es en estas etapas donde más intensamente he disfrutado aunque voy algo tocada por el cansancio acumulado, si encuentro a alguien conocido en el próximo albergue voy a pedir que me de un masajito...
Finalmente a las 4 de la tarde decido quedarme en la única cama libre que quedaba en el albergue municipal de Calvor.
Aprovecho la tarde para dormir como una reina, y a última hora voy a comprar un bocadillo a un pueblecito cercano...
Ya ha dejado de llover... y se ve que llega la noche limpia de nubes...
Esta mañana un grupo de vascos ha decidido salir muy temprano sobre las 5:30 y como han armado algo de lío... pues que me he despertado.
He preparado mi mochila y a las 6 ya estaba lista.
Salgo a la calle y aún es de noche... y tengo una linterna con poca pila.
La verdad es que no me gusta caminar bajo la luz de una linterna, pero al ver que no salía nadie más... pues cojo la carretera, las marcas blancas discontinuas de los arcenes y... continuo caminando.
Observo con la linterna que el camino discurre alternativamente por el lado derecho de la misma pero como no veo nada porque es noche cerrada, prefiero ahorrar la luz de la linterna no vaya a ser que me quede sin batería y sin luz en medio de la nada.
Me guío por esas líneas, y mientras camino bien abrigada, observo las estrellas.
Se que Sarriá está a unos 5 km, se ve el resplandor de las luces de la ciudad pero mi camino discurre en una carretera por la que no pasa nadie.
Oigo los sonidos del campo, de la noche y el primer susto me lo da un perro del que sólo acierto a ver los ojos fulgurantes en medio de la nada. Es grande y aunque yo no tengo miedo a los perros, en la oscuridad no puedo verle la cara, ni tampoco acierto a ver si mueve la cola.
Me detengo en seco y espero a ver cuál es su reacción.
Nos quedamos unos instantes observándonos, no quiero alumbrarle con la linterna directamente, me pongo a silbarle y el perro (un pastor alemán o cruce) se muestra indeciso. Yo en el lado izquierdo del arcén y él en el derecho.
Intento comenzar a andar pero oigo su gruñido y no me fío así que me vuelvo a detener.
La verdad es que intento mantener la calma y esconder el bordón no vaya a ser que sea eso lo que le asuste.
Y comienzo a hablarle bajito, muy bajito. El perro va zigzagueando pero se acerca. Le silbo y de pronto se coloca a mi lado. No me atrevo a acariciarle por no confundirle, así que muy despacio doy un paso, luego otro, y el perro que me sigue. Si me paro se para.
Tengo algo de salchichón y una palmera de chocolate y en el siguiente pueblo donde hay algo de luz, me paro para sacarlo de la mochila. El perro se asusta y se va para el centro de la carretera, aunque no han pasado coches, le llamo porque temo por él y por el coche, pero hasta que no dejo de hacer ruido con las bolsas no se acerca.
Es una hembra, adulta, lleva un collar de cuero, parece bien alimentada pero devora mi salchichón. Y me mira embobada con la palmera.
Entre cacho y cacho de comida se deja acariciar, aprovecho para pasarle la mano sobre el lomo con precaución y noto bultitos aunque no sé que puedan ser.
Total que mucho más acompañada e incluso hablando con ella, porque estos días he hablado muy poco para lo que yo suelo hacer en mi vida normal, voy haciendo km a km...
La noche va dejando paso al día, a las claras del día, y mi preocupación es que hago yo con la perra que no se separa ni un metro de mi, es más, me da con la patita, para que le rasque el cuello, y en una ocasión se ha tumbado patas arriba...
Camino con ella viendo las estrellas y contándole mis cosas, y ella sólo camina a mi lado buscando una caricia.
Poco a poco veo cercanas las luces de la ciudad y justo antes de llegar al último pueblo el que se ven ya villas y más luz, la perra se da la vuelta y se vuelve sobre nuestros pasos.
Me quedo por un lado aliviada pero por otro me preocupa a dónde irá...
Cruzo la ciudad, subo las escalinatas y empiezo a ver peregrinos por todos los sitios.
Me uno a ellos, salen a montones con sus mochilas impecables, los que las llevan, muchos sólo portan la cámara de fotos... No conozco a nadie.
Me confundo con ellos y caminamos por la senda que lleva a cruzar la vía, de ahí a caminar por bosques y por caminos preparados, con subiditas y bajadas, pero mis piernas como que ya están acostumbradas.
Noto demasiado calor y procuro parar a menudo para ponerme vaselina en los pies, y radio salil en las rodillas.
Sobre el km 104 paro en un bar que hay a la izquierda muy agradable con terraza y todo, llena de peregrinos. Allí desayuno mi consabido y reconstituyente cola cao y tostadas. Y me encuentro con David, el italiano que salió de Somport y con el que compartí albergue en Manjarín. Nos ponemos al día mientras desayunamos y caminamos juntos un rato.
El tiene que adaptar su larga zancada a mi paso.
En el km 100 no hay más que una piedra de la Xunta indicándolo. Después hay unas casas y 500 m más abajo el bar Murguela o algo así.
Un buen servicio a un buen precio, la fuente cerca y la terraza llena de peregrinos.
Después la pequeña ermita con cientos de notas. Pero algo dejada, abandonada...
Llevo ya 17 km porque el albergue de Calvor estaba justo en el km 117 y el sol empieza a picar.
Y eso de saber exactamente lo que llevas y lo que te falta como que no, que no me gusta. Que me condiciona.
Pasamos por carreteras, caminos preparados, caminos de tierra, piedras colocadas en un lado del camino que te ayudan a sortear riachuelos y arroyos...
Dejo atrás Ferreiros dudando si quedarme o no en el albergue porque dudo que con la gente que he visto pasar, si habrá plaza en Portomarín.
En eso veo el cementerio que está situado a la vera del camino y justo bordando la entrada a la iglesia. Es curioso verlo.
Pero me dejo arrastrar por mis piernas que han decidido antes que mi cabeza.
Me veo andando siguiendo las flechas sin pensar en más que el paisaje y en la siguiente vuelta del camino... total después de estar así un buen rato, inicio un fuerte, fortísimo descenso que mis piernas acusan y al poco rato veo el impresionante puente sobre el Miño y la escalinata que tengo que subir para entrar en Portomarín.
Ya estoy en las últimas.
Me ha salido una ampolla en el lateral interior del talón izquierdo por un pliegue o mala costura del zapato.
A estas alturas no se que hacer si reventarla e hilo o dejarla y compeed...
Subo a la entrada y busco el primer albergue y doy con uno privado nuevo que se llama Ferramenteiro; www.albergueferramenteiro.com.
Grande, limpísimo, su lema "Tu esfuerzo se merece un descanso".
Precio 8 € litera sin sábana ( yo llevo la mía) y 10 € litera con sábana.
Tiene cocina , sala de estar, pero voy a cenar algo aquí al lado porque he llegado, me he duchado, he lavado mi ropa y me he echado una buena siesta. ¡ y no he comido!
Me he dado cuenta que sólo como cuando tengo hambre no cuando se supone que hay que comer...
Así que después de ahora que el internete es de pago... a cenar.
AHHHH, las vistas al embalse son espectaculares...
Y ya pensaré que hago con la ampolla...mañana.
Hoy pensé que iba a hacer más km y he hecho menos.
Después de cenar en el restaurante O, Mirador, que también tiene un albergue pequeño con habitaciones y literas aproximadamente al mismo precio, al ir paseando a un albergue contemplando las negras aguas del embalse me encuentro a un compañero de litera, Joaquín, que es profesor de educación física y que ha hecho algunos tramos del camino en otras ocasiones; me pregunta por mi ampolla y como me da cierta confianza accedo a un "arreglo". Prepara el material, la pincha, betadine, hilito y ... en la gloria... incluso hago foto para la posteridad, y desde aquí de nuevo las gracias porque a la mañana siguiente cuando desperté ya no estaba.
Luego me entretuve charlando sobre la historia del pueblo, del otro pueblo anegado por el embalse, de la iglesia de San Nicolás, trasladada piedra a piedra desde el viejo lugar... y pienso en el sufrimiento de los ya mayores de ver que todo quedaba bajo las aguas, porque a pesar de la compensación más o menos justa económica... ¿quién los compensa moralmente?
Al día siguiente a pesar de ser las 7 de la mañana, no se ve nada. La bruma o la niebla del pantano lo abarca todo.
Voy al mismo sitio a desayunar y oigo sin querer las quejas de unas peregrinas que dicen que no han pegado ojo porque han oido arrastras las sillas del bar hasta las 4 de la mañana sobre sus cabezas, (los dormitorios están debajo del Mirador)...
Hoy toca napolitana y cola cao, y en cuanto me coloco la mochila salgo descendiendo para dar a un puente peatonal de hierro que cruza el río antes del embalse. Paro un momento para ponerme el polar porque noto que no me encuentro muy fina... Mientras bajo zigzagueando por la carretera observo los bancales en cuyo perímetro han colocado piedras o vallas para evitar que el agua arrastre la tierra al río.
Se ven pequeñas huertas y flores.
Me dispongo a cruzar el puente y me quedo ensimismada contemplando que con cada ráfaga de aire, decenas de perfectas telas de araña oscilan a merced del viento impregnadas por el rocío o por esa fina capa de agüilla que deja la bruma.
Es un espectáculo verlas en ambos lados de las pasarelas de hierro del puente. El puente de las telas de araña brillantes.
Después una nueva subida para ir preparando las piernas, ya casi que me lo espero. El paisaje cercano es muy bonito, subimos por un vergel, pero de nuevo la espesa niebla no deja ver más allá, aunque la intuición trabaja por libre...
Me noto el cabello mojado aunque no llueve y en cada inspiración nuevos aromas conocidos y extraños me ponen a cavilar, tratando de identificar de qué lugar o situación recuerdo esos olores. Esto lo dejo para mi...
Aunque voy relativamente bien, tengo cierto picor en la zona de la ampolla y en estas al rato me encuentro con Anne, una peregrina italitana con la que coincidí en Manjarín.
Fuimos paseando que no andando, hablando de todo un poco, ella es la voz suave y calmada, y la sonrisa perenne incluso en el dolor. Una buena persona, se la ve tan frágil y tan fuerte a la vez...
Al cabo de un rato nos paramos en un área de descanso que como está nublado se puede utilizar, veo los primeros sauces llorones, y aprovecho para ponerme vaselina y a la vez ella me deja Betadine para desinfectar.
Aparecen unos amigos suyos, ella viene de SJPP, italianos y como observo que tienen conversaciones pendientes, le comento que sigo, y que ya nos veremos más adelante... me da las gracias con un guiño cómplice , que como que lo entiende y sigo sóla hasta Gonzar entre maizales, el primer bar está repleto así que decido continuar a Castro Mayor donde paro en el bar O,Castro a redesayunar.
No se por qué pero ahora como cuando tengo hambre, no hay horarios ni obligaciones y mi cuerpo, ese compañero mío tan desconocido y yo nos llevamos ahora casi mejor que nunca. Estoy muy pendiente a lo que me dice y procuro complacerlo en todo, por eso cuando he empezado a notar los pinchazos en el lado izquierdo, de nuevo, no se si debido a la humedad o al inminente "parto", he aflojado el ritmo y voy muy atenta a lo que me "susurra".
Salgo del bar y otra subidita a Hospital, la cantidad de pueblos que se llaman Hospital de...
Paso por bosques de encinas y robles y me da tiempo a sacar alguna que otra foto. También he vuelto a ver más sauces.
Me he dado cuenta que ya no emplean las pizarras irregulares en los pueblitos, empiezo a ver alguna que otra teja normal, y las casa nuevas tienen casi todas las tejas de pizarra que parecen sacadas de un molde. Me gusta las casas antiguas con tejas cuajadas de musgo y de diferentes formas.
Al tiempo veo pasar, ya los vi en San Xil, a un caballista y creo que sería a su hijo en un pony, no poco bien que iban... Y van haciendo el Camino.
También me fijo en los órreos, pero me desconciertan los ladrillos que ponen, me molestan a la vista.
Llego a Ventas del Narón donde coincido con los catalanes dueños de Tras, el perro peregrino. Una clarita y ella me recomienda un compeed en la ampolla, me lo pongo y al agacharme otro nuevo pinchazo fuerte.
No digo nada pero tengo decidido que tengo que parar.
Un vistazo a mis papeles y pienso en quedarme en Eirexe, me pongo en marcha pero no puedo resistirme de preguntarle a un señor mayor y a su mujer lo de los órreos. Me explica en un galego que no comprendo y a una velocidad de vértigo, creo entenderle que había dos tipos. Los pudientes los tenían de piedra y lo que ahora son ladrillos antes eran tablitas de madera, allí metían el maiz e incluso el queso. Y los hay de varios tamaños.
Pero también existen otros que no he llegado a ver aún, que son el tejado tipo palloza y el perímetro de maderas o cañas entretejidas (tipo bambú) dejando respirar...después de darle las gracias continúo caminando cada vez peor, hasta que llego al cruceiro de Lameiros donde me vuelvo a encontrar a Anna y a sus amigos.
Me explica a la vera de un tronco enorme de un árbol que está hueco pero que tiene unas ramas increibles, que la parte superior del crucero está dedicada a la maternidad y la parte inferior al trabajo... me vuelvo a despedir y camino ligera porque el sol ya es de justicia.
Al cabo de un rato después de pasar una especie de albergue extraño en el que no paro porque no voy bien, veo una hermosa hilera de hortensias en flor de diferentes colores, en lo que parece un lavadero, entro y veo que es el albergue municipal de Ligondes.
No me lo pienso.
No hay ningún peregrino, sólo está una bellísima persona que se llama Isabel, la hospitalera.
Era una antigua escuela totalmente reformada, hoy incluso han traido la lavadora, cuesta 6 €. Isabel me dice que el de Eirexe es de la Xunta y es gratis, pero me quedo. La ducha es una cabina con el mango de la ducha con diferentes posiciones para masajear... limpio, limpio.
Tiene 22 plazas, cocina, mesas y unas vistas muy bonitas, de postal. Como soy la única peregrina y ella tiene que comer, nos vamos juntas en coche al bar Mesón Eirexe a 500 m donde Mª Cruz nos prepara cualquiera de los platos de menú para llevar. Justo cuando estamos llegando entran más peregrinos por lo que finalmente como sóla.
No le dije nada, pero con el reposo, el calor y una buena siesta en absoluto silencio, me medio repuse o al menos yo me sentí mejor, y a la noche los peregrinos españoles decidimos llamar a Mª Cruz para que nos hiciera la queimada, cuando sus obligaciones se lo permitiesen, mientras el resto de los peregrinos salen a cenar, yo no tengo mucho hambre, sólo bebo agua.
En esto que sobre las 9 veo pasar a 2 chicos reventaditos. Les digo que el otro albergue el de Eirexe, está lleno y que quedan 8 km para Palas...y al oirles hablar me doy cuenta que son andaluces, cordobeses para más señas, y se lo digo, lo que les causa mucha sorpresa; y mientras deciden que hacen, pues resulta que uno es un torero, (yo no entiendo nada de toros) se llama Curro Leal, que debido a una gran cornada el año pasado en el muslo, me la enseña, está haciendo el Camino en... 3 días porque no tiene más tiempo libre, y hoy habían salido de Sarriá, y como es una promesa, Curro dice que él sigue pero que el otro, que tome un taxi.
Y eso hace, llamamos a un taxi, y mientras esperamos que venga estamos de charla. Me comenta que ya hizo el Camino una vez pero que esta está matado por el sol...
El torero iba bastante bien, según me decía por el ejercicio contínuo que tiene que hacer y sale disparado para Palas.
Estamos de charla mientras anochece y de los 14 peregrinos que estamos, 11 nos hemos apuntado a lo de la queimada, yo más que nada por verla y vivirla en directo...
A eso de las 11 Mª Cruz trae el orujo de Ourense, 1 litro, cortezas de limón y de naranja, granos de café y azúcar, y por supuesto los cacharros de barro; lo prepara lo enciende y a la vez apagamos la luz y es mágico.
Es quedarnos mirando la llama azul mientras ella remueve y remueve y al rato lee el conxuro...
A pesar de que es noche de San Lorenzo y de que no sé por qué me viene el recuerdo de una vez que vinieron a buscarme y desde los montes de la ciudad en la que vivo, encima del capó de un coche sobre unas toallas, y sintiendo el abrazo y compañía de hoy un fantasma, vi las estrellas caer...
Y es que hoy pensé en hacer más e hice menos.
Mañana pensaré en hacer menos y haré más... si mi cuerpo me deja.
El saborcillo de la queimada me adormeció, yo no bebo nada de alcohol, y me quedé pensando en Xuxo que estaba afuera con ganas de marcha y su perro Chin.
¡Como despierten a los italianos se va a liar!
Pero como algunos de los del pueblo se unieron a la queimada imagino que guiados por el olor, había demasiadas voces fuera...
Ah, y también conocí a alguien que se acordará de mi nombre, ya me lo dijo...
No he podido pegar ojo, mi compañero de litera no ha parado de roncar, y es que no todo iba a ser perfecto...
Salgo de noche porque menos los italianos que dijeron que se acostaban a las 8 porque se levantarían a las 4, aún no se han levantado, la chica no se encuentra bien, está muy cansada.
Son las 6 de la mañana y me uno a un grupo que se ha formado durante el Camino de 4 vascas de mediana edad, con una marcha... que han dejado a los maridos y a los hijos y se han puesto el Camino por montera, y por un madrileño jovenzuelo que lleva el mismo ritmo...
Es noche cerrada aún y a pesar de que vamos mirando al cielo y al suelo, vamos por la carretera, no vemos estrellas fugaces.
Recorremos los escasos 500m en cuesta por supuesto, que nos separan del bar de Mª Cruz, y desayunamos por cierto a un precio normal 2 € por lo de siempre.
Sigo con ellos a su ritmo hasta que amanece, momento en el que decido aminorar la marcha porque me apetece oirme un poco y estar un rato conmigo.
Me he fijado y me han traido muchos recuerdos, que por algunos pueblitos he visto las pozas para lavar, una especie de piscinas, una para lavar y otra para aclarar con agua corriendo continuamente de una a otra, con piedras inclinadas para que las mujeres (no creo que los hombres lo hicieran) lavasen.
En Grisaleña hay una, bueno lo que queda ya de ella en muy mal estado, pero yo recuerdo haber ido a lavar con mi abuela. Ella me ponía muchas piedras unas encima de otras y me dejaba pañuelos superlimpios para lavarlos...y que pudiera estar en el ajo... allí escuchabas los chascarrillos y te ponías al día rápidamente, es más cuando ya tenían la mayoría lavadora, incluida mi abuela, todavía bajaban a lavar cuatro trapos...
Al ver por varios pueblos esas pozas, se que he estado caminando entre bosques y por la carretera, totalmente absorta en los felices recuerdos de mi infancia en el pueblo o aldea. He llegado a oler el jabón, que no es igual a la pastilla de Lagarto que llevo ahora, olía mejor.
Casi sin darme cuenta he llegado a Palas de Rei, primero ves la zona de recreo y unas cabañas de madera, restaurante y hotel... y al rato el pueblo, en contínuo descenso.
He buscado un cajero automático porque he perdido dinero, y sólo me quedaban 10 €, y continúo siguiendo flechas.
El pueblito está en silencio, son las 9, y aún veo a peregrinos salir de bares y albergues.
Todos nos encaminamos a la salida y al cabo de un rato, cuestecilla de nuevo para arriba.
Vuelvo a pasar por sendas flanqueadas de árboles que hacen muy ameno y ligero el caminar porque dan frescor y sombra. La senda es a veces tramo acondicionado y otras es puro camino saltando entre piedras...
Al cabo de un rato entro en pueblo donde se escucha ópera, que sale de un albergue bar en San Xusto del Camino, creo recordar, el lugar se llama Miguel y es uno de esos sitios con encanto,
Decido redesayunar además toca medicación porque aunque me he levantado bien sin dolor ni molestias, no hay que tentar al diablo...
Total que mientras desayuno en una gran mesa donde también se han sentado otros peregrinos, se me sube de repente un gatito al pecho, y se acomoda... Incluso ronronea. Y no me he dado cuenta sólo me he llevado un sustillo por la impresión.
El gato se llama Caronte por el barquero de la muerte me dice Miguel...a algunos de los peregrinos les dio como mal fario pero a mi hasta me hizo gracia la ocurrencia... hay que saber aceptar que todos tenemos fecha de caducidad.
Después de un largo rato entretenida con el gato, me pongo en marcha y coincido con un grupo que ha salido de Ponferrada, y que son de Alicante.
Se han asustado de ver la de gente que cumple a costa de su salud, las etapas marcadas y han decidido ir por su cuenta. Hoy a Melide. Y no saben nada de lo del pulpo...
Voy charlando con ellos bajo un sol de justicia y sin molestia alguna y sobre las 2 se quedan en Furelos en el bar mientras yo decido seguir hasta Melide, donde me quedaré si hay sitio...
Atravieso toda la ciudad y como casi siempre el albergue está la final, justo a mano derecha antes de la cuesta de la iglesia, hoy hay boda, y es curioso el contraste entre los invitados de tiros largos y nosotros en las últimas...además el pueblo está en fiestas y se nota.
El albergue es el de la Xunta, litera en el 2º piso y al rato se llena, tienen incluso que poner colchones en las entraditas de las plantas.
Ducha rápida y aunque no era mi intención me quedo profundamente dormida.
A las 4 salgo disparada a Ezequiel donde no puedo acabarme el pulpo porque he reservado algo de sitio a la tarta de Santiago.
Compro algo de fruta en el super que hay al lado y cuando me dirigía de nuevo al albergue he visto el ciber... y aquí estoy...
Hace mucho calor y mañana más...
Después de estar en el ciber me fui a dar una vuelta y pude comprobar el gran ambiente festivo que tiene Melide.
A la hora de cenar coincidí con otros peregrinos y por probar fuimos a tomar pulpo y bacalao a La Garnacha cerca de Ezequiel.
Bueno para ser honrada he de decir que el pulpo me gustó más el de Ezequiel, pero el bacalao estaba estupendo y eso que a mi no me gusta. Y al menos no tienen el descontrol que hay en el otro sitio, que cobran el pulpo por un lado, las bebidas y el pan por el otro, que las patatas hay que pedirlas en la otra barra... original cuanto menos.
En una mesa cercana decían que no comprendían como la señora mayor del Ezequiel no estaba ya jubilada...que si fuese su madre no la dejaría trabajar... y que con el dinero que tienen... que si medio Melide es suyo...Yo no creo que sea cierto, pero el comentario hizo gente y opiniones de todos los gustos.
La realidad es que el pulpo está exquisito.
Yo no entré en discusiones, cosa rara, será que me estoy templando...jeje, y me volví pronto al albergue pero hubo un grupo bastante numeroso que regresó sobre las 3 de la mañana, entrando incluso por las ventanas, con la consiguiente bronca...
Así que a las 6 de la mañana se encendieron las luces y dado el mal rollo que había... decidí levantarme, preparar la mochila y salir.
A las 6:20 ya estaba en la calle y como no encontré nada abierto, uso mi mini linterna y a caminar..., primero la consabida cuestecita y luego un descenso prolongado que nos va introduciendo sin darnos cuenta en bosques de eucaliptos y encinas, a través de sendas de tierra y alguna que otra pista acondicionada.
Cruzo varias pedanías buscando algún bar abierto pero está todo cerrado, así que saco un plátano y unas mandarinas que compré ayer y así tomo algo de energía, amén de hacerme más amenas las constantes subiditas y bajadas por las que discurre el camino. De nuevo me doy cuenta de que a pesar de que es agosto y que estoy en Galicia, camino sóla... nadie por delante de mi, nadie detrás... al cabo de un rato me empiezan a pasar veloces ciclistas...que ni saludan, sólo piden paso...
Justo antes de la bajada a Ribadiso, a mano derecha aparece un bar abierto, atendido por la dueña Carmen; dentro un par de peregrinos se quejan que no pueden más... Carmen les pregunta si quieren hielo para aliviar, pero ellos deciden que no... que a pesar del estado en el que se encuentran tienen que llegar al menos a Arca-Pedrouzo.
Mientras yo ya había pedido mis tostadas y oía la conversación: "...Que no vais a encontrar cama, que ayer y antes de ayer, estaba todo lleno hasta los hostales,..., pensadlo bien, en La Calle en el segundo bar del pueblo tía Dolores hay una mujer que da hospedaje y está a 9 km de Arzúa, y en Brea a 14 km de Arzúa en el bar de Miguel también; asegurad la cama que si no dormís en el río...
A mi me pregunta que a donde voy y le digo que mi intención es llegar a Sta Irene y me dice que me olvide que desde las 5 de la mañana han pasado ríos de gente... ¿por dónde si yo llevo caminando prácticamente sóla?...
Total que salgo, justo cuando llega una horda de peregrinos de repente al menos unos veinte...y me empiezo a preocupar (hasta ahora nunca me había importado mucho) lo del tema de la saturación.
Paso por Ribadiso un pueblo, muy, muy bonito, un albergue... y tras otra nueva subidita y larga entrada en el pueblo llego a Arzua.
En la calle principal antes de la estatua y en frente de los juzgados hay una tienda de ultramarinos que abre todos los días... y repongo porque me he enterado que en esta zona es fiesta hasta el martes, el miércoles ya es laborable... salgo y a 300m me encuentro el albergue.
Son las 11 de la mañana y hay más de 30 mochilas en la puerta. Veo a gente conocida que pernoctó en Melide y me dicen que llegaron tarde y que no pueden más que se han levantado y han venido a toda prisa para coger sitio. Y que se quedan.
Yo decido continuar, el calor ya es intenso pero el camino discurre entre zonas arboladas con sombra que lo hacen más llevadero.
Vengo observando que en las casas, las verjas tienen motivos del Camino, ya sea las conchas en hierro o la misma forma de la verja a veces en cruz o de vieira...
En uno de esos momentos en los que estás con tus cosas pensando, caigo en la cuenta que las babosas del suelo han cambiado de color ¿?.
Siempre las vi negras y ahora son marrones...
Paso por bosques que parecen propios de otoño, con centenares de hojas de eucaliptos en el suelo.
Hay veces que hasta me cuesta respirar. La verdad es que me encantaría haber encontrado a alguien que supiera de plantas y que fuese saciendo mi innata curiosidad...
En varias ocasiones tengo que esperar a que terminen de cruzar o pasar vacas lecheras que llevan a prados cercanos. A veces las ves pastando otras veces ves los prados vacíos.
Una de esas veces me fijé que el pastor llevaba una batería y aminoré el paso... las vacas se iban frotando en los arbustos pequeños, una detrás de otra, y cuando llegaron al prado, la batería la conectó para cerrar un circuito de vallado. Así se asegura que no se escapen... pero no vi ninguna advertencia para las personas...
Me sobrepasan montones de ciclistas, y algún que otro grupo de peregrinos.
Se me está haciendo largo y pesado.
Después de un ligero descenso aparece ante la vista un bar con un gran letrero "no dejes que te engañen, decide tu", como es el primero en kms, entro a pedir un café.
Normalmente no lo tomo, pero soy hipotensa y hoy no voy bien, me encuentro muy cansada, y pensé que un cafelito quizás me ayude. Me lo sirven en una taza que no hay por donde cogerla...ni lo pruebo, pregunto si hay algún sitio donde den alojamiento y me dice que no, así que pago y me marcho.
A unos 200 m encuentro otro bar, con bastante gente en una amplia y acogedora terraza, comiendo...decido parar de nuevo aunque no es lo habitual y al ver los platos de comida, como que me entra el apetito y decido comer. En esas llega un chico que dice que le reserven plaza para otras dos chicas, y al comprobar que se trata de hospedaje, pregunto y me dicen que si; que tienen en otra casa, no es en el mismo bar, habitaciones con cama, sábanas; baño completo con toallas...a 15 €.
El chico me dice que Sta Irene está lleno y que en Brea quedan 3 literas a 12 €, y que decida porque se quieren apuntar unos amigos que están llegando; no me lo pienso, a pesar de no verlo, decido quedarme.
Antes como una gran ensalada, empanada de bonito, clarita y tarta de Santiago a la que me he aficionado...
Después de un rato de sobremesa uno de los hijos de Pilar, que así se llama la dueña, me acerca en coche (andando son 5 minutos) a su propia casa.
En la parte baja viven los dueños y en la parte de arriba y buhardilla (tiene entrada independiente), tienen habitaciones con dos camitas o una habitación con cama de matrimonio; muy amplias, limpias.
Hay dos baños uno en cada planta, el primero tiene bañera grande y el otro plato de ducha. Los baños son muy amplios y muy, muy limpios. Me sorprende por el contraste con los albergues.
Por fin voy a dormir en una cama... y en una habitación para mi si es que no viene nadie más...
Ella no da publicidad al tema, ni siquiera he visto un letrero, solo acoge a gente del "boca a boca"
Y me quedo aún más sorprendida aún cuando observo que sus nietos se quedan en las habitaciones libres.
Soy como una invitada porque el precio me parece irrisorio por la calidad, y comodidad ofrecidas.
Los que quieren cena, cenan en su propia cocina comedor.
En fin que estoy encantada.
El silencio es una gozada, no hay ronquidos porque finalmente duermo sóla, y descanso tanto que hasta las 7 no me despierto.
Me parecen una familia trabajadora y de un trato agradable y familiar.
Un sitio a tener en cuenta por su lugar estratégico y es que parece mentira que estando al lado Santiago, haya tantos km sin un mínimo de infraestructuras... en mi opinión.
Salí de La Calle más bien tarde sobre las 8 de la tarde, parece que el dormir a pierna suelta dio sus frutos... y me volví un poco sobre mis pasos para ir a desayunar al bar. Esta vez cambié lo de siempre por tarta de Santiago, y es que me he viciado... jeje
Estando tranquilamente en la terraza veo pasar a algunos de los peregrinos de Castellón que se quedaron en Arzúa, y pensé que cuánto habían madrugado... ellos me dijeron que si me acababa de levantar y cuando les dije que si, se quedaron a cuadros... no sabían que se pudiera pernoctar allí... Ellos siguen mientras yo me resisto a seguir.
Una vez que termino, salgo por el pueblo donde atravieso uno de esos singulares pseudopuentes que son una hilera de grandes piedras a uno de los dos lados del camino, para que pasemos por allí y en lo que es propiamente el camino o grandes charcos o riachuelos.
Al lado la poza de lavar y otra vez subidita...
No sé si es que voy tomando conciencia que es imposible que pueda seguir así muchos días o kms más...de momento he descartado seguir a Finisterre. Mi meta es llegar al menos a Santiago ahora que está tan cerca...
El camino vuelve a discurrir entre hermosos bosques de encinas y eucaliptos, entre subiditas y bajadas aunque hoy se llanea más.
He visto cruces dedicadas a peregrinos que no llegaron...y eso me da mucho más que pensar sobre el sentido de la vida, del caminar, de la propia existencia.
Hubo un momento en el que pensé, este paisaje no lo ha podido ver el peregrino cuyo recordatorio acababa de pasar...
La ampolla del otro día, no se si al volverla a tapar se ha vuelto a infectar, el caso es que tengo mucho picor, y al levantar un poco el compeed, he visto otra vez la pompa... prefiero no pensar en ello, mientras la zona esté protegida de la rozadura... ya me preocuparé más tarde.
Aprovecho en un ratín para descalzarme, poner los pies en la hierba e intentar recordar, grabar en mi mente esa sensación. Y estaba yo en eso cuando de la nada aparecen tres perritos juguetones, no muy grandes; bueno dos perritas una de ellas tuerta, y un perrito.
Se acomodan en el césped delante de mi y se quedan a la espera... por si les cae algo... sólo me quedaban mandarinas así que... pero los gajos que les doy los engullen...
Estoy un buen rato descansando y cuando ya me doy cuenta de que se me va a hacer muy largo, decido reiniciar.
Como he salido relativamente tarde casi que camino sóla. Es una agradable sensación, que al inicio me tenía un poco preocupada, ahora es incluso como quiero terminarlo.
De vez en cuando me pasan algunos hombres que marchan en solitario y sobre todo ciclistas, muchos ciclistas, que en mitad de la cuesta y cuando ya tengo el ritmo, me pitan o hacen sonar sus cascabeles... para que me aparte; ya cansan sin ánimo de molestar...
Casi sin darme cuenta me percato que estoy en Pedrouzo, y ya siento que me queda poco. Intento recordar sentimientos, sensaciones, consciente que pasará algún tiempo hasta que repita esta experiencia, seguramente en otro camino y por otros lugares, aunque el destino final sea el mismo...
El tramo hasta Labacolla se me hace eterno; se bordea casi todo el perímetro del aeropuerto y aunque me hice muchas ilusiones cuando vi una señalización en la carretera que ponía que faltaban 11 km a Santiago, no se si por las horas, las 2 de la tarde y el calor tan agobiante que hacía...se me ponen muy cuesta arriba...
No he encontrado fuente alguna, de agua potable, y me he bebido con inusitada avidez todo lo que me quedaba en la camel.
Atravieso largos senderos asfaltados y dudo que sea el Camino; no hay grandes árboles flanqueándolo, no veo señales, no hay arbustos de edad... no, nos están haciendo pasar por alguna nueva vereda...
Después de caminar por ese tipo de veredas y por otras en las que no cabíamos dos personas... de repente después de una ligera bajada, y creo que después de bordear el aeropuerto, aparece un bar, donde voy a poder comer algo...
El bar está lleno de peregrinos descansando, ya me he dado cuenta de que al igual que en algún que otro establecimiento que he visitado, hay un cartel colgado que dice que está prohibido descalzarse dentro del local...
Solicito mi consabida clarita, pincho de tortilla y judías verdes, con guisantes y jamón.
Exquisito.
Prosigo mi camino después de reponer de nuevo la camel, otros 2,5 litros porque hoy estoy bebiendo muchísimo...y además no sé que me voy a encontrar...
Y el camino se me hace eterno, no sé que me pasa, bueno, creo que si, pero no me quiero dar cuenta.
Mi siguiente parada el riachuelo de Villamayor, está justo en el punto de inflexión entre la bajada y la subida. Hay preparada una zona de descanso, y césped; y yo por supuesto, que decido descansar y remojar los pinreles por última vez, por el momento...
Veo pasar a algún que otro peregrino totalmente empapado, le digo que hay agua en la fuente, y que debería descansar por el tema de los golpes de calor... pero no me hacen caso, es la carrera por la litera...
Desde Labacolla he comenzado un continuo ascenso que en ocasiones se hace incluso duro y pronunciado al ser las horas que son, pegar el sol que pega, y faltar tan poco... es la impaciencia que es mala consejera...
Al incorporarme y levantarme de nuevo los pinchazos, es curioso que con el tremendo calor que hace a estas horas, yo tenga incluso escalofríos... pero queda tan poco...
En otras circunstancias, con más etapas pendientes, es seguro que ya habría dado por finalizada la etapa de hoy, pero... es que queda tan poquito...
Me fijo en otro peregrino que viene hacia mi, y ya son al menos media docena los que he contabilizado en los últimos días... que están deshaciendo lo andado o haciendo el camino de vuelta.
Ninguno era español.
Total que afronto las últimas cuestas atravesando calles desiertas asfaltadas dejando a un lado fábricas, la tele de Galicia, un camping... pensando en que detrás de cada curva iba a encontrar ya el albergue porque según mis cálculos ya había hecho seguramente más de los 11 km incluso que faltaban para Santiago...
Pero detrás de cada curva una nueva decepción, otra calle larga y después otra...
Enfilo ya una serie de casas y el cartel del albergue del Monte O Gozo, pero todavía tengo que andar casi 2 km más, para llegar casi a la entrada donde encuentro la única tienda abierta, porque aunque en alguna que otra entrada a las fábricas había una máquina automática expendedora de bebidas frías... yo no llevaba monedas... así que cuando veo la tienda, me lanzo a por bebidas, más agua... hacía un buen rato que me había quedado sin nada... y me estaba poniendo incluso de mal humor pensar que esa era casi la entrada a Santiago y no había ni una maldita fuente, no digo ya un bar, uno sólo,...
Me da igual que me pasen algunos extranjeros que vienen con la lengua fuera y más rojos que el capote de un torero...me siento tranquilamente y disfruto del sabor de una buena casera. Era lo que más me apetecía, me lo pedía el cuerpo...
Aprovecho también para charlar con la dependiente que hizo el Camino desde Sarriá y cambiamos algunas impresiones... y ya sólo me queda la recta final...
Pero aún hay alguna que otra sorpresita, tenemos que bajar, entrar en la zona del Monte donde hay bares, lavanderías, en fin, servicios y para colmo, de nuevo tener que subir todo lo bajado porque la recepción está en el último albergue, que es el primero bajando... es decir, sólo tienen que habilitar una puerta de entrada y nos ahorramos una bajada y una subida de un montón de escaleras...
Los hospitaleros hartos de escuchar las quejas de todo el que llegaba, habían puesto un cartel en el que comprendían la situación pero en el que pedían que valorásemos, que había agua caliente, que estaba limpio, que ellos estaban allí...
Mi opinión es que el rodeo se debe a puros intereses comerciales.
Llego muerta y me acoplan en una habitación como todas de 8 literas, en las que las otras 7 están ocupadas por polacas.
No intercambiamos más de media docena de palabras... no están por la labor y yo no pongo demasiado interés; además me toca la litera de arriba que se mueve que da gusto, por un momento pensé que aterrizaba en la de abajo...
Aprovecho para ducharme y dormir.
Duermo hasta que me despiertan los de Castellón para ir a cenar, junto con Anna la peregrina italiana de la perenne sonrisa.
Vamos fuera del recinto a un bar que hay a mano izquierda a unos 500 m donde hay un menú de peregrino a 6 €.
Después de lo accidentado de la cena, gusanito en la ensalada incluido, (más sustancia, lo que no mata, engorda); y Anna que se mareó del cansancio acumulado y de la fatiga del día, llegamos a pensar incluso en un golpe de calor... el caso es que vomitó toda la cena y ya nos quedamos sin postre, porque no reaccionaba, llamamos al 112; y menos mal que justo en ese momento había un médico peregrino, con alguna otra alegría en el cuerpo, reconocida por él mismo, pero que controló la situación...
Así que sobre las 11 de la noche ya en mi litera, intento no pensar en que es la última noche en un albergue... y acompañada de los dulces ronquidos increibles de pensar que un cuerpo tan enjuto y femenino como el de la polaca que duerme en la litera de al lado, pudiese emitir... pues consigo dormir y descansar algo...
A la mañana siguiente bien prontito se nota algarabía y excitación en el albergue, se nota, se palpa.
Recorro los casi 5 km junto con los 4 chicos de Castellón, el puente, las calles, los jardines, flechas; el ambiente es extraño, gente de vuelta, gente que va.
Caminamos a paso ligero, yo ya cojeo visiblemente por culpa de la dichosa ampolla, pero sigo su ritmo. Y aunque tenemos hambre, hemos decidido primero ir a la oficina del peregrino a recoger la compostela y después desayunar...
Después de entrar en el casco antiguo nos dirigimos directamente a la cola, son las 9 justamente están abriendo y no hay demasiada cola.
La gente comenta el caso del chico de 23 años que está haciendo el Camino con su madre y que ha desaparecido. Por lo visto la Guardia Civil ha ido ya dos veces a los albergues de la ruta, con fotos por si le han visto.
Una de las chicas dice que parece ser que ha aparecido perdido en los montes de Sarriá...
A los veinte minutos ya estoy en el piso de arriba donde nos piden expresamente que no entremos más que los que tenemos atención directa en ese momento porque el suelo de madera es muy antiguo y se puede estropear.
Hay dos tipos de compostela, la que te dan por motivos religiosos, religiosos y otros; y la que te dan por otros motivos...
La primera es en mi opinión más bonita, porque a parte de venir entera en latín, incluido el nombre.
La segunda es una especie de certificado.
Pude ver los dos, y aunque me gustaba claramente más la que estaba escrita en latín, cuando me llegó el turno decidí ser de nuevo honesta, y al preguntarme mis motivos dije un 90 % personales, ya sea por motivación y/o culturales y el 10% restante, religiosos, porque algo hay...y
mi nombre en latín es Helenam...
Así que me despido ya.
Dejo pendiente el tramo a Finisterre cuando mi cuerpo me lo permita, y mi mente me lo pida.
Pero como siempre cumplo mis promesas (a Antonio de Miranda le debo una aún) no digo un adiós sino un hasta pronto.
Y a los que estáis esperando respuestas del correo privado, dadme unos cuantos días de recuperación tanto física como mental y contestaré.
Ta lueggggggggggggggg
A mi, que soy del tipo de personas que antes de "aterrizar" me gusta ver bien dónde lo voy a hacer... como que me pilla de nuevo de sorpresa, la rutina. Sólo tengo que mirarla con otros ojos.
Es cuestión de adaptarse de nuevo, nuestro cuerpo es increible, otro asunto es la mente... esa va por libre, y hasta que le ponga las riendas.... está pidiéndome más guerra... que quiere volver... y la misma historia siempre...
Yo traduzco que lo que verdaderamente creo es que no quiere volver a la realidad, bueno, ni a la ciudad, a ésta, en el Sur del Sur. Ni al mismo trabajo, la mismas caras, la misma monotonía, la misma vida.
Me está pidiendo un cambio a gritos.
Respecto del Camino ha borrado, eliminado del archivo general, la dureza, las penalidades (que las ha habido), la desmotivación a veces, y sólo ha grabado en el disco duro de mi memoria lo bueno.
Si eso lo hiciera con todas las vivencias que nos pasan... tener la facultad de quedarnos con los sentimientos sólo positivos.... bien pensado, todos seríamos angelitos, y entonces ¿los demonios?
Ya estoy buscando una semanita para Santiago Finisterre con tranquilidad, y a ser posible en otoño invierno, para tener oportunidad de catar en el Camino esas estaciones.
Ojo, que sólo he dicho catar.... al diccionario.
Y es que soy muy friolera, así que...
Y ya estoy buscando información del Aragonés, Primitivo y Portugués... y como me da prácticamente igual, pues lo echaré a suertes....
La Plata me seducía al principio, pero después de conversar con gente que lo estaba haciendo o lo había hecho... como que para más adelante... cuando pueda hacer etapas más largas.
Y tengo claro una cosa. En soledad, o acompañada de mi mismamente...
Mi piedra no está. Ha desaparecido por arte de magia, o quizás y ya en serio, de caminar, no lo sé.
Me han vuelto a hacer una radiografía esta mañana, y nada de nada... dicen que posiblemente se haya convertido en arenilla...jeje, en ese caso he ido regando finas piedras por medio Camino...tenía que haber solicitado la denominación de origen....
He visto en el correo privado, un par de mensajes sobre si lo que cuento sobre el cólico, es verdad o no.
Tengo el informe de urgencias del Hospital de León, con el diagnóstico, obviamente no me llevé las radiografías, ¿a ver cómo las llevo en la mochila?
El informe no me parece tan relevante como para insertarlo aquí; a "esos" les diré que si aceptan el correo, hasta ahora sale "rebotado", podrán comprobar que lo que dije es cierto.
¿para qué iba a mentir?
Quizás como una gran parte del resto, no diga en la vida toda la verdad, pero no miento.
Y si no tenéis confianza en vosotros y en vuestras posibilidades es vuestro problema, pero no juzguéis; yo jamás me atrevería a hacerlo.
Y que Dios o lo que haya...no te envíe jamás todo lo que eres capaz de soportar.
Es curioso, y cambiando de tercio, releo mensajes anteriores, y yo tampoco he podido escribir, incluso para mi, mucho más del día que llegué a Santiago... seguro que es por algo, a ver si alguien da razones...
Bueno, que sigo con mi máxima, carpe diem.
Viví y disfruté, también sufrí en mi Camino.
Y ahora tengo que disfrutar el día a día de lo que hay, llámese trabajoy rutina, pero no olvido que eso no es la vida. O quizás no sea vivir.
Que al tomar tierra, la temperatura ha sido, como diría, abochornante...
¿cómo lo aguanto allí, y aquí todo son quejas?
Quejas por andar 300 metros, por subir cuatro escaleras, por comer a veces mal, por no tener el agua de la ducha la temperatura deseada 25º, por tener calor, frío...por cargar con 1 kilo de tomates y 1 litro de leche, por tener que comerme el pan del mediodía...
¿es que no he aprendido nada? Es la adaptación del cuerpo y la mente.
Tanto tienes, tanto te ofrecen, tanto pides...Y siempre queremos más.
En el Camino, tienes menos, pides menos, te ofrecen menos... Te conformas.
Y lo que tienes lo vives, lo disfrutas, lo valoras e incluso lo compartes.
Por cierto me he enterado que los del Pilot-Guides, Planeta solitario, están buscando presentadores.... ¿alguien se apunta?
Creo que en el Camino, pasamos de todo y por todo.
Gracias a todos. Por el tiempo, por el ánimo, por el interés e incluso por la preocupación.
Gracias también incluso a los que....se tomaron su tiempo en escribirme o contestarme incluso mal.