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A finales de Junio consegui partir desde Cercedilla, un pueblo de la sierra de Madrid por donde pasa el Camino de Santiago desde Madrid. Estoy muy orgulloso de haber completado con éxito el Camino de Santiago, desde aquí os animo a que hagáis realidad esta experiencia única de atravesar España siguiendo el Camino de Santiago en bicicleta. Espero que esta web os sea de utilidad como lo fueron para mi otras webs relacionadas con esta temática y que me ayudaron a preparar y llevar a cabo el Camino. Cualquier duda o sugerencia que tengáis podéis enviarmela pinchando aquí.
Etapa | Día | Km | Vel. | Tiempo | Origen | Destino |
1 | 22-06-2010 | 53,43 | 12,32 Km/h | 4:20:10 | Cercedilla | Zamarramala |
2 | 23-06-2010 | 53,38 | 14,09 Km/h | 3:47:17 | Zamarramala | Nava de la Asunción |
3 | 24-06-2010 | 47,24 | 14,02 Km/h | 3:22:07 | Nava de la Asunción | Alcazaren |
4 | 25-06-2010 | 73,55 | 13,31 Km/h | 5:31:34 | Alcazaren | La Santa Espina |
5 | 26-06-2010 | 64,74 | 16,57 Km/h | 3:54:23 | La Santa Espina | Villafáfila |
6 | 27-06-2010 | 64,74 | 16,57 Km/h | 3:54:23 | Villafáfila | Santa Croya de Tera |
7 | 28-06-2010 | 60,46 | 16,28 | 3:42:50 | Santa Croya de Tera | Puebla de Sanabria |
8 | 29-06-2010 | 65,05 | 12,11 Km/h | 5:22:15 | Puebla de Sanabria | La Gudiña |
9 | 30-06-2010 | 64,35 | 12,07 Km/h | 5:19:42 | La Gudiña | Vilar de Barrio |
10 | 1-07-2010 | 74,05 | 12,55 Km/h | 5:53:56 | Vilar de Barrio | Cea |
11 | 2-07-2010 | 57,87 | 12,47 Km/h | 4:38:19 | Cea | Silleda |
12 | 3-07-2010 | 48,22 | 11,54 | 4:10:41 | Silleda | Santiago |
Salí de casa en dirección a la estación de Pozo con el objetivo de iniciar el Camino en Cercedilla. Llegué a Cercedilla a la hora de comer por lo que antes de subir el puerto de la Fuenfría comí un pepito de ternera, una cerveza y un helado en la cafetería de la estación. Conozco el puerto de la Fuenfría así que no tuve necesidad de estar pendiente de las flechas amarillas que me acompañarán durante todo el viaje.
En la subida no me cruce con peregrino alguno. Una vez en la cima del puerto y durante el descenso tuve que estar atento a las flechas ya que desconocía el camino.
Hice una primera parada en una casa en ruinas que hay en la bajada a Valsaín. Tuve un pequeño susto, mientras estaba leyendo el cartel explicativo de la casa en ruina oí un ruido, cuando me giré para ver que era, vi una vaca corriendo. Por suerte la vaca no estaba corriendo hacia mí por lo que me quedé quieto y poco a poco sin dejar de vigilarla pude volver al camino.
Un poco más adelante, me encontré con el primer peregrino en bicicleta. Después de saludarnos me cuenta que ha tenido un pequeño percance con un toro...
Charlamos un rato sobre el incidente con la vaca y de otros temas hasta que aparecen 2 ciclistas segovianos que nos recomiendan dormir en Zamarramala. Tomo nota de la sugerencia, la bajada hasta Segovia es tranquila pero empiezo a notar que me flojean las piernas. Paso por el acueducto en dirección a la catedral. Es magnifico verlo desde la bicicleta, bajo hacia el alcázar para comenzar la subida que me conducirá a Zamarramala. En la subida esta la Vera Cruz.
Al llegar al pueblo pregunto por Socorro, es la persona que tiene la llave de la Ermita. Me explica que Zamarramala es el pueblo donde 1 vez al año gobiernan las mujeres desde el siglo XIII. El servicio estaba retirado unos 200 metros de la ermita, cuando llego no consigo abrir la puerta por lo que paso el primer día sin ducharme. Ceno en el bar del pueblo una tortilla de jamón y queso bien rica mientras veo como termina el partido del mundial Argentina - Grecia. La primera noche en el saco de dormir siempre es complicada, me acoplo en el suelo de la Ermita en un colchón donde paso mi primera noche del Camino.
Tengo pocas cosas que preparar por la mañana, desayuno en el mismo bar donde cené y continuo por camino muy agradecidos de ligera pendiente en bajada. Después de 6 meses sin montar en bicicleta el dolor de culo tras la primera etapa es insoportable. Atravieso Valseca para llegar a los Huertos, a la salida del pueblo el camino discurre por una antigua vía de ferrocarril y es un terreno pedregoso bastante incómodo.
Paso de terreno pedregoso a unos pinares con mucha arena suelta donde cuesta mucho avanzar. Parece la playa. Al pasar por Añe descanso en la rivera del río Moros. Se empieza a notar mucho calor, pongo música y reposto agua en Pinilla de Ambroz. En Santa Maria la Real de Nieva compro comida para la cena y como un bocadillo de bacón y queso. Reposo en el claustro hasta la tres y parto hacia Nieva. El calor después de comer pega todavía más por lo que en un parque de Nieva reposo para continuar después hasta Nava de la Asunción.
Me guían hasta la persona que tiene la llave de un albergue provisional que prepararon en la capilla de la plaza de toros. Desde ahí es donde escribo estas notas. Tuve que esperar a Rosi, la persona que regenta la pastelería Rosana y que me atiende de forma encantadora. Por fin me ducho, hago la colada y voy a comprar una cubierta para la bicicleta. Le cuento a Rosi como está el albergue, me regala una flechita y el rápido (de la tienda de bicis) una pegatina que regalaré a Fer.
Me despierto cuando suena mi despertador biológico, sobre las 8 de la mañana. Recojo todas mis cosas y voy a desayunar y a entregar la llave en el bar Javiera. Cuando estoy desayunando me encuentro al rápido y le pregunto si tiene abierto el taller, me dice que si así que después de desayunar voy a que me cambien la cubierta que compré ayer. Al salir del pueblo me pierdo y recorro unos Km. extra hasta que encuentro el camino de salida a Coca. La arena de los pinos se hace pesada y me cuesta avanzar. Al llegar a Coca recorro la ciudad, bajo hasta el río Eresma y visito unas ruinas romanas.
La subida a Coca desde el Eresma tiene miga. Llego al castillo y tras las pertinentes fotos, continuo camino por pinares de arena...
A las 12:45 tengo que parar para atender la clase de inglés por teléfono. Thirty minutes speaking English isn't a bad way of resting.
Se nota mucho el calor pero con la música se hace más llevadero. A las 14:30 llego a Alcazarén, pero en el primer sitio que veo abierto, es el hogar del jubilado. Para comer me ofrece huevos fritos con patatas y ensalada. ¿Que más necesito? Me quedo. Se está de miedo, bien atendido, rico, café a 0.80, cerveza a 0.80... Sobre las cuatro de la tarde busco el albergue, está muy bien preparado en un edificio nuevo con ducha cocina, 8 camas taquillas almohadas. Decido quedarme. Me ducho, hago la colada, ordeno mis cosas y escribo estas notas. Mañana más.
La noche anterior charlo largo y tendido con los dos únicos peregrinos caminantes que me he encontrado en el Camino desde Madrid hasta la Santa Espina. Uno de ellos fue hospitalero voluntario en Estella durante algunos años. Nos contó varias y variopintas anécdotas que vivió en aquella época de su vida.
Al entregar la llave del albergue en el bar pese a que está cerrado me dejan tomar un café. De nuevo una muy agradable charla con el paisano. El día amanece nublado lo que me permite avanzar bien. Sello en el ayuntamiento por donde pasa el río Adaja. Continuo camino hasta Puente Duero atravesando Valdestillas. Al comprar Aquarius en un bar de nuevo charla agradable con paisanos. Próxima parada Simancas, al llegar voy a la oficina de turismo donde me ponen el sello. En el castillo y archivo de Simancas hay una exposición de los moriscos trasterrados. Veo la firma de la capitulación de Boadil junto con otra cantidad de documentación muy interesante.
Me dirijo al pueblo donde me han recomendado comer en la oficina de turimo. Se trata de La mielga en Ciguñuela. Después de comer alubias y empanadillas y tras dejar pasar el calor de mediodía continúo hacia Wamba donde una escultura al entrar al pueblo recuerda al rey godo. La subida que hay antes de llegar a Peñaflor de Hornijos es criminal, tal vez por esto lo declararía el pueblo más desagradable del Camino. Lo único bueno una fuente en la plaza del pueblo que me permite repostar. Unas escaleras al salir del pueblo confirman que no me gustó este pueblo.
El camino hasta la Santa Espina trascurre por tierra firme pero con piedras y matojos lo que ralentiza la marcha. Afortunadamente las piernas no me fallan y avanzo tomando alguna foto curiosa. Pareja aliviándose.
Al llegar al monasterio de la Santa Espina no puedo ver la reliquia y ni la exposición de mariposas, tendré que venir en otra ocasión. Charlo con un muchacho que está estudiando allí y me pregunta por el camino, como no podía ser de otra manera se lo recomiendo. El me recomienda el rincón del cazador, una casa rural en la que pasaré la noche y desde la que os escribo estas notas. El pueblo de La Santa Espina es pequeño, son apenas dos calles a la orilla del río.
Recojo mis cosas y bajo a desayunar al bar de la casa rural. La señora me ofrece unas tostadas fritas que están muy ricas, las acompaño con miel de la tierra. Lara viene a mi encuentro camino de San Genjo, se pierde por lo que tengo que esperarles en Villagarcía de Campos. Fer se pone a llorar cuando nos volvemos a separar...
El día está nublado y se ha hecho un poco tarde, pregunto a los lugareños como ir por caminos en lugar de avanzar por carretera. Estoy fuera del Camino de Santiago y tengo que atravesar hasta la vía de la Plata. Llego al pueblo de Cotanes y continúo hasta Villalpando todo por Caminos. Como de menú en un hostal del pueblo, descanso hasta las cuatro de la tarde para dejar que pase el calor. El tramo hasta Tapioles es corto pero se me hace largo, se está nublando, al llegar a Villafafila tengo que ponerme el impermeable por una tormenta. Veo algunas aves en las lagunas, al llegar al pueblo duermo en un hostal desde donde escribo estas notas. Mañana más.
Hoy me toca hacer un ejercicio de memoria, estoy escribiendo estas notas un día después en un bar, dejando pasar el calor para continuar el camino a Puebla de Sanabria. Desayune en el hostal de Villafáfila donde pasé la noche. No me gustó que cuatro magdalenas me costaran cuatro euros. Voy por una carretera secundaria en dirección a Tablas, por lo que me han comentado se trata de una estación abandonada. Al llegar al cruce con la carretera nacional vuelvo a ver señales del Camino, las voy siguiendo pero descubro que estoy siguiendo la vía de la Plata y no el Camino Sanabres por lo que regreso sobre mis pasos hasta el cruce y tomo por carretera secundaria en dirección a Tabara. En Faramontanos de Tabara lleno los bidones de agua en una de las fuentes del pueblo y continuo camino. Al llegar a Tabara vuelvo a ver a un peregrino tras mi travesía desde el Camino de Madrid al Camino Sanabres. Revisamos el mapa que el tiene, yo no tengo información de este Camino, decido que la etapa de hoy llegará hasta Santa Croya de Tera. El albergue de Tabara está muy bien, dispone de televisión, descanso en el albergue hasta la hora de comer. Voy a un bar del pueblo para comer de pinchos y regreso al albergue a echarme la siesta. Allí coincido con una pareja de bicigrinos Portugués y Brasileña.
Charle un rato con ellos, cuando pasan las tormentas decido continuar poco a poco hasta Santa Croya de Tera. Casa Anita está anunciada a lo largo del camino y es el sitio al que me dirijo. Cuando llego no hay nadie en recepción y tengo que esperar un rato. Por fin aparece un muchacho que me enseña el sitio. Cuesta 10 Euros dormir y 9 Euros la cena. Como siempre lo primero al llegar es la ducha. Al igual que ayer no me apetece hacer la colada por lo que en días venideros tendré que lavar el doble. La cena son lentejas y pollo, no están exquisitas pero se dejan comer, lo acompaño con vino. Hay dos peregrinos caminantes con los que ceno. Charlamos un rato y ya entrada la noche llegan 2 bicigrinos desde Zamora. Nos toman una foto que colgarán en internet y a dormir.
Cuando me levanto los peregrinos caminantes no están pero si los ciclistas. Preparo mis cosas y voy al pueblo en busca de un café. Una mujer me dice que no hay bares abiertos pero me ofrece un café en su casa. Lo acepto de buena gana, me ofrece un bollo que lo ha hecho ella, esta muy rico. Me cuenta que a su hijo que está en Brasil le gusta mucho la bicicleta. Continuo camino, a veces tengo la sensación de que el camino no está bien indicado. En Camarzana de Tera un paisano me recomienda ir por la carretera y así lo hago, llego a Rionegro y reposo un rato. Tomo fruta y barrita de cereales que compré al paisano. Saco alguna foto y sigo hasta Mombuey, al entrar en el pueblo me encuentro a los ciclistas que estaban en Tábara, están arreglando la bicicleta que tenía el cambio mal. Charlamos un rato, le pregunto al lugareño si me aconseja ir por la carretera o por el camino. Al contrario que el otro paisano me dice que es más agradable el camino. Coincido con su opinión y me dirijo al camino en lugar de ir por la carretera. Al llegar a uno de los cruces con la carretera hay una señal de un bar. Es en el pueblo de Asturianos. Son las 2 y pico, decido comer y escribir estas notas para dejar pasar el calor de mediodía. Estoy en el albergue Casa Luz en Puebla de Sanabria.
Traté de seguir el camino pero llegue a una zona intransitable para bicicletas por lo que tuve que seguir por la carretera. El albergue está bien, me ducho y pongo la lavadora, cargo las pilas de los teléfonos, etc. Llegan los portugueses, he cenado con ellos, ahora estamos viendo el partido de l mundial Brasil-Chile y durante el descanso escribo estas notas...
Escribo estas notas de Villar de Barrio y la memoria me flaquea, seguro que iré recordando detalles de la ruta. Salgo temprano, la máquina que había en el albergue hacia mucho ruido y me impedía dormir bien, además al irlandés le olían los pies fatal... Subí a Puebla de Sanabria, ya había estado allí pero no lo recordaba. Es un pueblo bonito, busco un lugar para desayunar y parto camino al Padornelo. El camino desde Requejo es precioso, de lo mejor que he recorrido a lo largo de todos los días de camino que llevo a mis espaldas. Coincido con lo peregrinos portugueses en la subida al Padornelo, están comiendo algo. Reposo con ellos, me pongo crema para el sol y continúo el camino dejándoles atrás tras un rato de ascensión. En una subida dura hay varios tramos en los que hay que bajar de la bicicleta. Finalmente se llega a la carretera antigua y por ahí se corona sin necesidad de pasar el túnel de la carretera nacional. Ha sido duro llegar hasta arriba, en la bajada las señales no están muy claras aunque finalmente consigo llegar al pueblo de Padornelo. En la gasolinera me cambio de ropa, estoy muy sudado y no quiero coger frío en la bajada.
Bajo por una carretera secundaria hasta Lubian, donde paro a comer, después de comer decido continuar camino. Recuerdo como en la Hedradas después de un duro camino de subida tengo que parar para atender la clase de inglés. Me cruzo con un geólogo que también veré al día siguiente. Me cuenta que están analizando el tramo del AVE hasta Galicia. Me pongo luces y reflectantes para pasar el túnel de la N525, afortunadamente en el trayecto del túnel no pasa ningún coche. Comienza el tramo de bajada hasta La Gudiña que será mi última parada en este largo día de hoy. Veo el partido del mundial España-Portugal donde ganamos, fue el arranque del camino hacia el título... Conozco a un peregrino salmantino con el que vi el partido que estaba haciendo el camino de vuelta a casa tras haber llegado a Santiago.
Hoy no madrugo nada y voy al bar del peregrino a desayunar. Salgo con un mapa detallado que me ayuda mucho a seguir la ruta. El camino es muy bonito, se va por encima de la montaña desde donde se divisan unos paisajes estupendo. Aunque el tramo en general es de bajada hasta llegar a Laza sin embargo las subidas que hay entremedias me han cansado. El albergue de Laza tiene buena pinta. Pregunto en la Farmacia donde comer y me recomiendan casa Elena en Souteliño. Allí voy. Está muy rica la comida pero sin darme cuenta me he bebido más de 1/2 botella de vino... Vuelvo a descansar al albergue, sigue cerrado porque no ha llegado ningún peregrino para quedarse. Me tumbo a la sombra en la entrada del albergue.
Llegó un peregrino con el que charle un rato sobre nuestra experiencia hasta encontrarnos. Cae una tormenta de verano, afortunadamente fue una buena decisión parar a descansar ya que evita que la tormenta me pillase en camino. El puerto que me espera por delante es muy duro, llego a Alberquería donde firmo una concha que inmediatamente pasa a formar parte de decorado del bar de Luís. Es un sitio en el que merece la pena detenerse a descansar y tomar algo. En el bar coincido con el presidente de una villa natural llamada o Verdoso. Bajo para Villar de Barrios donde llego al albergue. Hay 4 caminantes y yo. Un alemán muy peculiar y 3 españoles. Cené en uno de los sitios más particulares que jamás los he hecho. Es difícil explicar esto en las notas pero la charla que mantuvimos con la señora que llevaba el bar fue bastante emotiva.
Salgo el último del albergue, pero el peregrino alemán y el español tampoco madrugan mucho. Desayuno en el bar que está por debajo del albergue un café muy rico por 1,50. Al continuar camino alcanzo a los peregrinos que estaban en el albergue, charlamos otro ratito a medida que avanzamos y continúo a mi paso. En Xunqueira compro un par de bocadillos y fruta. Avanzo no sin dificultad. Cuando estoy comiendo el bocadillo un ciclista de la zona me recomienda que haga una parada en las termas de Orense. Tomando nota de este consejo después de visitar el casco histórico de Orense busco el camino hacia las termas. Allí disponen de unas taquillas lo que me permite tomar algunos baños con tranquilidad antes de comer a la sombra de unas mesas que han preparado cerca de las piscinas.
Hace mucho calor, salgo de Orense sin demasiadas complicaciones tomando el Camino Real. Es una subida infernal pero soy capaz de coronar la cima y curiosamente no me han dolido las piernas. Continuo camino hasta llegar a Cea, no me encontrado mal de forma, ¿habrá sido el baño en las termas o el plátano que tomé de postre en la comida? En el albergue de Cea hay muchos peregrinos, es un albergue muy bonito. Quiero cenar bien así que me indican un bar donde tomo ensalada y pulpo. Orlando, la persona que lleva el albergue me cambia la funda de las sábanas, la que me dio estaba abierta.
Charlé con unos peregrinos jóvenes que estaban un poco cansados y ahora escribo estas notas. Mañana mas...
Como viene siendo tónica habitual en este camino de Santiago, no madrugo. Soy el último en salir del albergue. Tomo café en uno de los bares del pueblo y charlo un rato con la señora del bar. Me dirijo a Oseira cuando comienza a llover. Me cubro con el chubasquero y aprovecho para comprar algo en la tienda del pueblo. Me cuesta avanzar, tal vez el frío o la lluvia pero consigo llegar a Oseira antes de una de las visitas guiadas al monasterio. El monasterio es una de las visitas que merece la pena realizar. Parto por la carretera, es un camino a veces complicado con subidas y bajadas, no muy bien indicado en que alguna vez tuve que dar media vuelta. Finalmente llego a Castro Dozón a la hora de comer.
Me pasé por el albergue para descansar un rato y continuar camino. El camino es un sube y baja criminal, a veces me siento perdido otras veces el camino es precioso. Me acompaña la lluvia. Los tramos compartidos con la N-525 son desagradables. Llego a Santiago de Taboada donde sello la credencial, ya solo me quedan 2 Kilómetros parra llegar a Silleda, afortunadamente no tengo muchas dificultades en encontrar el albergue. Es tarde me ducho y voy a ver el partido. Me encuentro con un peregrino holandés con el que charlo mientras vemos un partido del mundial. Parece un joven muy inteligente que habla perfectamente castellano. Después del partido me vengo a escribir estas notas. Posteriormente me encontré con este mismo peregrino en Santiago unos días después de haber completado mi peregrinaje. Mañana toca madrugar y Dios mediante llegar a Santiago...
La última etapa la recuerdo con un poco de agobio ya que me estaban esperando en Santiago y se me hizo más largo de lo previsto. Me levanté temprano para poder llegar a la hora esperada pero dado que me perdí en una ocasión y que salí un poco más tarde lo esperado no conseguí cumplir el horario previsto.
Sin embargo tras varias subidas y bajadas y algunas vueltas por Santiago de Compostela alcance la plaza del Obradoiro con esa sensación del deber cumplido y la alegría de encontrarme con mi familia.
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