Desde que ha empezado el año no hago mas que pensar en mi gran ilusión, volver al Camino de Santiago, recuerdo con entusiasmo los buenísimos ratos que he pasado en las tres veces anteriores, cuando con mi mochila en la espalda sintiéndome contento y libre he caminado apreciando las maravillas de la naturaleza, las obras hechas por el hombre en algunos lugares y que se siguen manteniendo, el darme cuenta que aunque pasara por algunos lugares que yo creía ya conocerlos, siempre aprecias nuevas cosas que anteriormente no te habías dado cuenta de que existían, y lo mas importante para mi del camino, la convivencia entre los peregrinos, cuando un peregrino necesita ayuda del tipo que sea, siempre hay otro peregrino que rápidamente se la presta, la segunda vez que he sido peregrino cuando pase por Melide un pueblecito de Lugo, me encontré con un grupo de periodistas franceses, que querían hacer un documental sobre El Camino de Santiago, por ese motivo estaban con cámaras filmando y preguntando cosas a los peregrinos que por allí pasaban, cuando me preguntaron que bajo mi punto de vista, que era lo mas importante del camino, yo les respondí rápidamente y sin dudarlo ni un momento "La convivencia entre los peregrinos".
Siempre se ha dicho que lo ideal para todo es termino medio, y aunque es maravillosa la convivencia entre los peregrinos el exceso de ellos también tiene sus inconvenientes, cuando hay muchos, generalmente los que lo hacen por primera vez tienen la gran preocupación de llegar rápidamente al siguiente albergue para coger litera, dejan de apreciar muchas cosas del camino y establecen una competición de velocidad cuyo premio es la siguiente litera.
Por esta y otras causas este año saldré antes que otros años, pues considero que por ser Año Santo habrá concentración de peregrinos en el camino, generalmente otros años he empezado el camino sobre últimos de Abril, este año lo quiero hacer a últimos de Febrero, con ello, espero que no me encuentre con masificación de Peregrinos en el camino.
Por todo lo pensado empiezo a preparar el equipo con una idea principal en mi cabeza, reducir el peso al máximo, esta es la cuarta vez que regreso al camino y cada año he podido reducir mas el peso de todo lo que voy cargando en el macuto.
Salgo de mi casa en Madrid a las 7 de la mañana y me dirijo a la compañía de autobuses Continental-Auto situada en la Avenida de América, pues a las 8 sale un autobús que me llevara a Pamplona, donde cogeré el de La Montañesa que me trasladara a Roncesvalles, donde comenzare el camino.
Sale el autobús puntual y como otras veces me pongo a mirar por la ventanilla, pues aunque ya conozco el recorrido por haberlo hecho otras veces me gusta ver el paisaje, observando el paisaje se da uno cuenta que España se nos va desertizando, que cada vez encontramos menos bosques y vemos cauces de ríos totalmente secos.
Pararemos 20 minutos en Soria donde aprovechare para tomarme un piscolabis y estirar un poco las piernas.
Se pone en movimiento de nuevo el autocar y continuamos hacia Pamplona, cuando pasamos cerca de Olite me hace recordar otro viaje que tengo en mi mente, pero este como turista acompañado de mi esposa, no como senderista, este viaje será por Navarra pues entre otros sitios muy bonitos, me llama la atención el castillo de Olite y el de Javier, pues son dos castillos de los mejores conservados de España.
Por fin llega el autocar a Pamplona, y como son las 12,30 me siento en la cafetería de la estación de autobuses, para tomarme una cerveza y esperar a que empiecen a servir comidas, después de comer paseo por la parte vieja de Pamplona, a recordar las cosas vistas otras veces que he pasado por estos lugares.
A las 17,45 ya estoy esperando que venga el autobús que me llevara a Roncesvalles, somos varios los peregrinos que estamos esperando, cuando llega el autobús y nos acoplamos, veo que nos hemos juntado 22 peregrinos, a todos se nos nota en la cara la ilusión con que venimos.
Arranca el autobús y cuando salimos a carretera comenzamos a ver el paisaje con muchísima nieve, y me imagino que todos pensamos lo mismo, vamos a tener muchos problemas en el camino, ha medida que nos acercamos a Roncesvalles nos damos cuenta de que el problema de la nieve se va acentuando, y cuando el autobús para frente a la Colegiata, vemos que se ha formado una capa de nieve con mas de medio metro de espesor, como podemos, todos los peregrinos llegamos a la Colegiata para recoger la Credencial del Peregrino, y posteriormente poner en ella el sello de los albergues en los que dormiremos al final de cada etapa, por la cual nos cobran 1 € además de otros 5 € por dormir en el albergue.
Cuando nos entregan la Credencial, nos aconsejan que todos aquellos que quieran cenar en el restaurante, debemos avisarlo antes de la Misa y Bendición del Peregrino que se celebrara a las 20 horas, y que mañana cuando iniciemos el camino lo hagamos por la carretera, pues si vamos por el monte, a consecuencia de la nieve no veremos el camino ni la señalización, a continuación vamos todos al albergue a dejar las mochilas, y rápidamente entramos en la iglesia pues esta a punto de empezar la misa.
A la misa asistimos los 22 peregrinos que habíamos venido en el autocar, tres peregrinos mas que venían andando desde St.Jean Pied de Port, y un matrimonio que estaban haciendo turismo con su coche, es emocionante pues realizan entre cinco sacerdotes una misa cantada, al final cada peregrino pasa por el altar, dice su lugar de origen, y uno de los sacerdotes le pide a Santiago que le de su bendición y permita que realice y termine todo el camino en buenas condiciones, esta ceremonia es muy emocionante, y yo he visto a peregrinos no creyentes llorar de emoción.
Cuando termina la misa cinco peregrinos nos vamos a cenar al restaurante, y los restantes se van rápidamente al albergue pues hace un frió tremendo, para cenar nos ponen una sopa buenísima y un par de truchas de montaña estupendas, para animar la cena un vino de garrafa pero aceptable, y de postre un pedazo de tarta, por todo ello nos cobran 9 € que según el restaurante es precio de peregrino, ya con la tripa llena y muy alta la moral nos vamos al albergue, para preparar la cama, pues a las 10 de la noche apagan las luces, y todo el mundo tiene que intentar dormir.
Me despierto a las 6,30 de la mañana y como todos los demás están durmiendo, con mucho sigilo agarro el neceser y la toalla y bajo a los servicios para quitarme las legañas, y comerme un bocadillo que me ha quedado de ayer, en el momento que voy a subir al dormitorio, se encienden las luces y los hospitaleros (una inglesa y un hombre) empiezan a dar gritos avisando a todo el mundo, que es obligatorio levantarse y prepararse para el camino pues ya son las 7 de la mañana.
Recojo la cama, preparo el macuto, me pongo el forro polar el gorro y los guantes, y me dirijo al bar a tomar un café para entonarme el cuerpo.
Cuando ya estoy listo salgo a la carretera dispuesto a realizar la etapa prevista para hoy, el paisaje es precioso y no veo a ningún peregrino mas por la carretera, se ve que todavía están de preparación.
Nada mas salir de Roncesvalles a la derecha de la carretera se inicia el Camino de Santiago, pero veo que el consejo que ayer nos dieron en la Colegiata de caminar por la carretera estaba muy justificado, a consecuencia de la nieve había desaparecido el camino y sus señalizaciones, por la carretera se andaba con mas seguridad, mas con la ventaja de que pasan poquísimos coches.
Junto a la carretera a la izquierda, un poco después de donde comienza el camino, esta la Cruz de Roldan como recuerdo de la batalla que allí se realizo, como defensa de las tropas de Carlomagno.
Cuando llevo caminando una hora en una recta larga de la carretera veo a lo lejos otro peregrino, a medida que va pasando el tiempo nuestra distancia de separación se va acortando, se ve que yo ando mucho rápido y cuando ya le voy alcanzando se da cuenta de mi presencia y me espera, se presenta como Luis de Madrid, y me pregunta si conozco el camino, cuando le digo que si, me cuenta que el año pasado estuvo haciendo el camino desde Sarriá, se equivoco y le costo andar 10 km mas de lo previsto, me pregunta si me importa que vallamos juntos, pues esta todo muy solitario, no ha pasado ningún coche desde que hemos salido de Roncesvalles, y le da reparo caminar solo, le comento que no me importa y continuamos juntos.
Cuando llegamos a Aurrizberri vemos a una pareja de ingleses, que están buscando un bar para tomarse un café, pero no se ve junto a la carretera ningún sitio donde poder hacerlo, y tampoco se ve ninguna persona a quien preguntar, ellos deciden entrar por las calles del pueblo a mirar, y nosotros continuamos por la carretera camino del Alto de Mezkiritz, cuando llegamos al alto la vista sobre el valle es preciosa, aunque desde que salimos de Roncesvalles el cielo esta totalmente cubierto con nubes muy espesas tenemos suerte, hasta ahora no ha caído ni un copo de nieve ni una gota de agua, a lo lejos se ve el Alto de Erro que como tiene mayor altitud que Mezkiritz las nubes están agarradas en la cima.
Comentamos Luis y yo lo bonito que es el paisaje, los bosques, las montañas, y todo cubierto por la nieve es una preciosidad.
Cuando pasamos por Bizkarreta, Luis me dice que le apetece tomarse un café para animar el cuerpo, pues hace un frió tremendo, como no encontramos ningún lugar donde poder hacerlo, le digo a Luis que no se preocupe pues cuando lleguemos a Erro podremos hacerlo, pues allí conozco un bar que seguro estará abierto.
Continuamos haciendo kilómetros y charlando sobre nuestras ocupaciones en la vida, Luis me dice que trabaja en El Corte Ingles por lo cual les dan las vacaciones cuando a la empresa le parece, yo le cuento que estoy jubilado por lo cual puedo venir al camino cuando me apetece, y que esta es la cuarta vez que me incorporo, la primera lo hice desde Sarriá a Santiago, la segunda empecé en Roncesvalles, pero cuando llegue a Estella se me había infectado una ampolla, y me fue imposible continuar, la tercera empecé en Sarriá pero no termine en Santiago, continué hasta Muxia y acabe en Fisterra, donde los primeros peregrinos consideraban que terminaba el mundo, y ahora la cuarta vez si todo marcha bien, pretendo llegar otra vez a Fisterra si el tiempo y mi cuerpo me lo permiten.
Sin darnos cuenta, con tanto charlar y evitando los montones de nieve que en algunos momentos había en el borde de la carretera, llegamos a Erro donde empieza la subida del pequeño puerto, y como esperaba el bar que yo le había dicho a Luis estaba abierto, pasamos, y cuando vimos lo que había a nuestra disposición pensamos algo además del café, nos comimos un bocadillo de queso que estaba extraordinario, acompañado de un tinto con sabor y cuerpo, mas el café que teníamos pensado, cuando salimos del bar dispuestos a continuar, miramos la carretera por la que habíamos venido, para ver si observábamos algún peregrino además de nosotros, pero la carretera estaba vacía, me dio la sensación de que además de ser los primeros que salimos de Roncesvalles, también habíamos venido con un buen paso.
Comenzamos la subida del Erro con calma y le dije a Luis que un senderista amigo me había dado un buen consejo " Cuando tengas que hacer una etapa dura, empiézala como un viejo y la terminaras como un joven ", en el Alto del Erro hay una señalización pues por allí pasan los peregrinos, el camino continuaba totalmente cubierto por la nieve, por lo cual seguimos por la carretera camino de Zubiri, aunque en Zubiri hay albergue decidimos seguir hasta Larraosaña, pues recuerdo de la vez anterior que pase por allí, al hospitalero llamado Santiago como una excelentísima persona que ayuda mucho a los peregrinos.
Al llegar a Zubiri como estamos a menor altitud vemos que en el camino hay menos nieve, por lo cual vamos por la senda de los peregrinos hacia Larraosaña.
Nos alcanzan dos peregrinos que se juntan con nosotros, y nos dicen que también piensan dormir en Larraosaña, comentan que se llaman Fernando y Jordi, vienen de Barcelona y su deseo es llegar a Santiago, Jordi es muy aficionado a la fotografía, y maneja la maquina continuamente.
Somos los primeros peregrinos que llegamos albergue de Larraosaña y saludo a Santiago el hospitalero, se acuerda de mi paso anterior por este albergue, nos dice que como todavía no ha terminado la limpieza, que dejemos las mochilas y nos vallamos a comer, que nos las acoplara en las literas.
En Larraosaña solamente hay un bar donde se pueda comer algo (con muy poca variedad) pero un poco caro, para intentar solucionar este problema, Santiago el hospitalero lleva al albergue algunos comestibles comprados en Pamplona, tampoco tiene mucha variedad pero por lo menos te sale mas barato.
Pasamos el resto del día con lo habitual de siempre en los albergues, preparando y organizando la ropa para el día siguiente, charlando con los peregrinos (al final del día nos habíamos juntado 18) y calculando lo que pensábamos hacer al día siguiente, a las nueve de la noche algunos peregrinos se empiezan a acostar pues están cansados, y poco a poco vamos todos haciendo lo mismo.
Soy el segundo peregrino que se levanta, y cuando salgo sigilosamente del dormitorio para no despertar a nadie, veo que esta nevando de una forma tremenda.
Empiezo a calentar leche para los cuatro que nos hemos juntado, y cuando se levanta Luis saca cuatro sobres de nescafe para dar algo de sabor a la leche, no tenemos nada sólido para meter al estomago, y pensamos hacerlo en el primer bar que encontremos en la etapa de hoy.
Nos preparamos adecuadamente para soportar la nevada, cuando estamos listos los cuatro salimos al camino, va pasando la mañana sin dejar de nevar, hace algo menos frió que ayer, pero no encontramos ningún bar donde tomar fuerzas, Fernando y Jordi van andando bastante rápido, será su forma normal de andar o es por que tienen hambre, el caso es que yo voy forzado y Luis se va quedando atrasado, después de andar 12 Km. Llegamos a Villava y por fin vemos un bar donde podremos comer algo, yo ya estaba agotado, y comento con los demás que lo de hoy no debemos hacerlo nunca mas, siempre debemos empezar la etapa con algo consistente dentro del estomago.
Después de comernos unos buenos bocadillos y tomar café, reanudamos el camino hacia Pamplona, sigue nevando mucho, pero como ahora estamos andando por terreno urbanizado ya no es tan duro.
Llegamos a Pamplona por el puente de la Magdalena, entramos por la puerta de la muralla, desembocamos en la parte antigua de Pamplona, les indico a mis acompañantes la catedral y pasamos a verla, les señalo principalmente la tumba de Carlos III y Leonor de Trastamara, la capilla mayor, y nos quedamos a escuchar misa.
Cuando termina la misa como ya no nieva damos un paseo por el casco antiguo, les señalo el ayuntamiento, la calle por donde se efectúa el clásico encierro de Pamplona, les enseño el albergue de peregrinos, pero como le abren a partir de Abril ahora esta cerrado, y como ya es mediodía decidimos comer, por lo cual nos metemos en un restaurante.
Luis comenta que aunque con el descanso de la misa se siente destrozado, los demás le decimos que cuando comamos y nos bebamos una botella de buen vino, se sentirá de otra manera.
Habiendo recuperado fuerzas y energía reanudamos el camino, entramos en un supermercado para comprar comida para la cena y para el desayuno de mañana, para que no nos agotáramos como hoy, después pasamos junto a La Ciudadela como antigua defensa de Pamplona, y cuando pasamos junto a la Universidad, les indico en el horizonte la situación de Cizur-Menor, donde esta el albergue en el que pensamos dormir, Fernando me dice que como ya no nieva, me pregunta la posibilidad de continuar andando y dormir en el siguiente albergue, yo le digo que el siguiente albergue le tenemos en Uterga aproximadamente a 11 Km. y aunque la distancia es aceptable, el problema es que tenemos que subir al Alto del Perdón, y esa subida es muy dura para hacerla cansados como ya estamos, y además le señalo que Luis se ha quedado muy atrasado y el no podrá hacerlo, a mi tampoco me parece bien abandonarle y continuar nosotros.
Cuando llegamos a Cizur-Menor vamos al albergue de Maribel, como le decimos que queremos estar juntos los cuatro, nos acopla en una habitación que en vez de literas tiene camas, por lo cual, después del día que hemos pasado nos sentimos felices, Maribel nos cobra 6 € pero no se hace caro pues además de tener muy buena calefacción, nos hace el favor de llevarse toda la ropa que tenemos mojada y pasarla por su secadora, nos la devuelve en perfectas condiciones.
Luis se siente muy derrotado, dice que esta muy cansado y tiene los pies destrozados, que abandona, nosotros le decimos que cuando se duche, le curemos los pies y duerma se le pasara todo, pero dice que no que ahora mismo en un transporte publico se marcha a Pamplona y regresa a su casa, recoge su macuto nos despedimos y se marcha.
Nosotros pasamos el resto del día charlando con Maribel, ella es miembro de una sociedad que existe para la conservación y culto en Eunate, la iglesia que considero mas enigmática del camino, la creencia general es que Eunate fue creada por Los Templarios, no existe ninguna documentación que lo confirme, pero toda la estructura de la iglesia es clásica de ellos.
Cenamos, preparamos la ropa para la etapa de mañana, y nos metimos en la cama a dormir y descansar, mañana dormiremos en Puente la Reina, es una etapa mas bien corta, pero como el siguiente albergue esta en Lorca, ya es demasiada distancia.
Nos levantamos a las 7 y vemos que esta lloviendo a cantaros, nos preparamos el desayuno, el equipo, y como la lluvia no disminuye decidimos empezar la etapa prevista.
Caminamos hacia Zariquiegui, el pequeño pueblo que existe antes de empezar subida al Alto del Perdón, y nada mas salir de las urbanizaciones de Cizur-Menor nos encontramos con los peores enemigos que tienen los peregrinos, la lluvia y a consecuencia de ella el barro.
El barro que se pega en tus botas, y a consecuencia de ello cada bota te pesa un kilo mas, con cada paso avanzas la mitad, y cuando llegas a una cuesta con lo que te escurres, tienes muchas posibilidades de caerte.
A pesar de la lluvia cuando llegamos a Zariquiegui, Jordi no puede resistir la tentación de tirar varias fotografías a la iglesia, mientras Fernando y yo esperamos a que las haga, nos alcanzan dos peregrinos, y los cinco en fila atacamos la subida.
La subida pone a cada uno en su sitio, y demuestra que yo soy el que tiene peores condiciones físicas del grupo, por lo cual poco a poco me van sobrepasando todos, y cuando llego a la fuente de la Reniega, ellos ya están a punto de coronar el Alto del Perdón, se hacen unas fotografías junto al monumento a los Peregrinos y el monolito, cuando me junto con ellos les comento un hecho que ha mi me llama la atención, y es el fuertísimo viento que allí sopla, siempre que he pasado por el Alto del Perdón hacia el mismo viento, eso explica el motivo por el que la Comunidad de Navarra, a colocado allí tantísimos Generadores Eólicos.
Comenzamos la bajada hacia Uterga con muchísimo cuidado, pues toda la cuesta esta cubierta de pequeñas piedras rodantes, que cuando las pisas no te dan seguridad, los peregrinos que se han unido a nosotros, uno dice ser de León y el otro de Ámsterdam pero habla muy bien el español.
Cuando llegamos a Uterga, Jordi y Fernando me dicen que quiere hacer mas fotografías, yo les digo que les espero en el albergue tomando un café, y los otros dos deciden continuar, pues como también piensan dormir en Puente la Reina allí nos veremos.
Cuando nos juntamos de nuevo continuamos el camino, yo les comento que cuando lleguemos al próximo pueblo Muruzábal, podemos desviarnos dos kilómetros para ver la iglesia de Eunate, pues aunque yo la conozco creo que a ellos les gustara mucho, les parece estupendo, así lo hacemos y cuando llegamos a Eunate consideran que ha merecido la pena, entramos y yo les comento que tal vez sea superstición por parte mía, pero cuando estoy dentro de la iglesia de Eunate siento algo extraño, algo inexplicable.
Nos incorporamos al llamado Camino Francés, pasamos por Obanos y continuamos hacia Puente la Reina, cuando llegamos sale a nuestro encuentro una simpática señorita, y trata de convencernos de que nos alojemos en un hotel, en vez de hacerlo en el albergue, muy amablemente denegamos la oferta, pero interiormente me siento muy molesto, por todo lo que se ha materializado El Camino de Santiago, se ha extendido de una forma tremenda, la oferta de servicios a los peregrinos previo pago de su importe, albergues privados, restaurantes, panaderías y comestibles etc, desde la primera vez que me incorpore al camino hasta ahora, hay una diferencia tremenda.
Justo cuando llegamos al albergue deja de llover, nos sellan la credencial, cogemos litera, y nos vamos a una fuente frente al albergue a quitarnos el barro de las botas, nos adecentamos un poco, se unen a nosotros los otros dos peregrinos y nos vamos a comer, después de comer nos tumbamos un poco a descansar, y cuando nos levantamos, nos vamos a dar un paseo por el pueblo, y a comprar comida para cenar y desayunar.
En la tertulia posterior a la cena les comento, que en la etapa de mañana entre Puente la Reina y Mañeru, hay que subir una cuesta que no es tan larga como la del Alto del Perdón, pero también es muy dura, con el inconveniente de que con lo que ha llovido, se habrá formado un barrizal muy escurridizo, yo propongo que si mañana esta lloviendo vallamos por la carretera asta Mañeru y allí continuemos por el camino, les parece bien y nos vamos a la cama.
Nos levantamos y preparamos el desayuno para los cinco, el tiempo es horrible esta diluviando y un viento tremendo, pero después de desayunar y prepararnos para la etapa de hoy, llegamos a la conclusión de cómo la lluvia no para, no tenemos otra posibilidad, hay que continuar andando, cuando pasamos por el puente y llegamos a la carretera, vemos que el trafico es tremendo, y que si vamos por la carretera como habíamos pensado será peligrosísimo, por lo cual decidimos seguir andando por el camino.
Cuando llegamos a la cuesta que había comentado, ven todos que yo tenia razón, el barro que ha formado esta horrible, pasa lo mismo que en la otra, todos me sobrepasan, y al final los pierdo de vista, como puedo llego al final de la subida, y me encuentro que a consecuencia de las obras de la autopista que están haciendo entre Pamplona y Logroño, ha desaparecido parte del camino, y tengo que andar por montones de tierra blanda movida por las maquinas, cuando llego a la fuente de Mañeru totalmente agotado, me están esperando Fernando y Jordi, los otros dos han continuado, trato de culpar de mi retraso a la diferencia de edad entre ellos y yo, pero la realidad es que la mayor culpa la han tenido la lluvia y barro.
Jordi y Fernando como es su costumbre se quedan haciendo fotografías en Mañeru, pero como andan rápido continuo hacia Cirauqui.
Dentro de Cirauqui, en una plaza por la que pasa el camino, me meto en un bar para esperarlos y tomarme un café, cuando los veo venir los llamo y nos juntamos de nuevo, al salir de Cirauqui nos encontramos otra vez con las obras de la autopista y sus inconvenientes, como podemos lo sobrepasamos y seguimos hacia Lorca, pasamos por Villatuerta, y cuando estamos llegando a Estella a consecuencia del barro me escurro y tengo una caída que me lesiona el tobillo izquierdo, como puedo ayudado por Fernando y Jordi, llegamos por fin al albergue de Estella, nos acoplamos en el albergue, me hago un vendaje de presión, y despacito nos vamos a comer a un restaurante cercano, después de comer regresamos al albergue, y a mi me dejan reposando, mientras ellos se van a comprar lo necesario para subsistir.
Cuando regresan dejan lo que habían comprado, y aunque sigue lloviendo se marchan a conocer Estella, yo me quedo reposando pues no puedo mover el pie, a su vuelta cenamos, tenemos un poco de tertulia y nos acostamos.
He pasado muy mala noche, con muchos dolores en el pie, la inflamación ha aumentado y me resulta imposible andar, cuando se levantan Fernando y Jordi les digo que me resulta imposible continuar, que regreso a Madrid, lo sienten mucho por que lo hemos pasado muy bien juntos, pero cuando ven como tengo el tobillo, se dan cuenta de que la mejor solución es regresar.
Desayunamos, recogemos el equipo, y me ayudan a llegar a la estación de autobuses, hay un autobús de La Estellesa que me llevara a Logroño, y allí otro de Continental-Auto que me llevara a Madrid.
Al despedirnos les pido que cuando pasen por Irache, en la Fuente del Vino se tomen un trago a mi salud, y digo como siempre VOLVERE.
Estella/Lizarra
Francisco Huguet Artes