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Mi quinto Camino - el de los '70
Primavera de 2004
00. Prólogo
01. Cistierna - Fuente Dé
02. Fuente Dé - Portilla de Lareina
03. Portilla de Lareina - Las Salas
04. Las Salas - Cistierna
05. Cistierna - Cifuentes
06. Cifuentes - Mansilla de las Mulas
07. Mansilla de las Mulas - León
08. León - Vega de Gordón
09. Vega de Gordón - Puerto de Pajares
10. Puerto de Pajares - Pola de Lena
11. Pola de Lena - Mieres del Camino
12. Mieres del Camino - Oviedo
13. Oviedo - San Juan de Villapañada
14. San Juan de Villapañada - Salas
15. Salas - Tineo
16. Tineo - Peñaseita
17. Peñaseita - La Mesa
18. La Mesa - Grandas de Salime
19. Grandas de Salime - Fonsagrada
20. Fonsagrada - Cádavo Baleira
21. Cádavo Baleira - Lugo
22. Lugo - San Román da Retorta
23. San Román da Retorta - Melide
24. Melide - Santa Irene
25. Santa Irene - Lavacolla
26. Lavacolla - Santiago de Compostela
27. Paseando por Santiago
28. Regreso a León y Barcelona

Prólogo

Sensación de un camino diferente

Ha pasado más de un mes desde nuestro regreso del Camino y superando mi pereza habitual por escribir me he decidido a plasmar mis sensaciones sobre este Camino cuya síntesis personal es que fue solitario, montañoso, tranquilo, relajante y... en definitiva: DIFERENTE.

Mis recuerdos me trasladan a la noche de San Juan del pasado año. Estábamos entrando en Barcelona de regreso de nuestro Camino del 2003 y creo que en aquel momento mi decisión fue de que no sería el último. Estoy convencido que por la cabeza de José Mari, mi compañero ciclista de ya 4 Caminos, pasó la misma idea aunque ninguno de los dos, en ese momento, se la comunicase al otro.

Fue pues a finales de año cuando intercambiamos opiniones y decidimos que en 2004 recorreríamos nuevamente el Camino. Al ser año Jacobeo las opciones normales tenían que eliminarse por la gran afluencia de peregrinos prevista. Nuestro nuevo amigo José Fernández Arenas nos había hablado de la Ruta Vadiniense, que pasando por los Picos de Europa llegaba a Mansilla de las Mulas donde se juntaba con el Camino francés. Tanto José Mari como yo somos grandes amantes de la alta montaña por lo que elegir esta ruta como inicio fue de fácil decisión. Para no unirnos a la riada de peregrinos continuaríamos desde León hasta Oviedo, pasando el puerto de Pajares para luego incorporarnos al Camino Primitivo que pasando por Lugo llega a Compostela. En resumen: un recorrido en Z de 600 Km por la Piel de Toro que prometía ser original, como posteriormente comprobamos en persona.

Antes de continuar quiero dejar constancia de nuestro agradecimiento a Pepe y Laureano, presidentes respectivamente de las asociaciones de la Ruta Vadiniense en Cistierna y de la Astur-Galaica del Interior en Tineo, por las guías y colaboración aportadas. También quiero incluir a la peregrina brasileña Rita Pereira Lima por su diario del Camino Primitivo y a su amigo Víctor de Mieres por sus buenos consejos. A los amigos de Cistierna: gracias por vuestro confortable albergue.

Conseguimos rápidamente los respectivos permisos de nuestras Primeras Damas, lo que nos hizo sospechar que para ellas, perdernos de vista durante un mes era también su evasión. Decidimos partir de Barcelona el Domingo, 16 de Mayo con regreso previsto para el Domingo, 13 de Junio.

Una novedad para este año era la incorporación, previa solicitud oficial y aceptación correspondiente, de un nuevo miembro en nuestro grupo. Se trataba de la cuñada de José Mari, Inés Jackson esposa de su hermano Manolo. Se uniría a nosotros en Oviedo para dejarnos en Lugo y regresar a Barcelona ya que sus obligaciones profesionales no le permitían destinar más días al Camino. (Peor para ella, pensé. Problemas de edad)

Este nuevo fichaje (como el de Ronaldinho en el Barça) fue un éxito rotundo ya que no podíamos haber tenido un compañero mejor, tanto en simpatía personal como en condiciones físicas. Lástima que no pudiésemos entrar juntos en Santiago pero... business is business!!!

Durante los ocho días que caminamos juntos hablamos de infinidad de temas, lo que contribuyó a algún que otro despiste de orientación y a mi me sirvió para compensar los más de 15 días en solitario en los que no me cansé de hablar con la Naturaleza, el Asfalto y cantarme todas las canciones que recordaba de mi época de boy scout (Minyons de Muntanya). A José Mari lo encontraba siempre bajo un árbol leyendo la prensa o cuando la orografía le obligaba a empujar y a veces cargar su bici.

Acabo de recibir el diario de Inés (Ina para los amigos) que no tiene desperdicio y que me ahorrará escribir sobre estas etapas. El único inconveniente es que me ha puesto el listón muy alto y no sé si seré capaz de al menos ponerme a su altura.

Siempre me ha gustado dar un nombre a mis Caminos a Santiago. Este año y al haber cumplido los 70 la decisión fue fácil:

MI 5º CAMINO... EL DE LOS '70
fue el elegido.

Llegó el esperado 16 de Mayo. Al bajar a la calle Muntaner, José Mari me esperaba ya con su coche y la btt cargada en la parte posterior donde también cargué mi mochila de peregrino.
Nuestro común amigo y antiguo peregrino Alex nos vino a despedir. Llegó perfectamente ataviado: Camisa planchada, corbata perfecta y pantalón y chaqueta a juego. Eran las siete de la mañana... eso si que es Amistad ( o ganas de asegurarse que nos perdía de vista por un mes).

El trayecto hasta Logroño fue una delicia ya que al ser Domingo y hora temprana por la carretera no había ni un alma. Tanto es así que decidimos abandonar la autopista para pasar por Ventosa y saludar a nuestros amigos del albergue de San Saturnino. Enrique no estaba pero si José Luís con el que estuvimos un buen rato charlando. Después de los consabidos e inconmensurables huevos fritos en el Bar Olga reanudamos la marcha pasando por Burgos y llegando a Mansilla de las Mulas sobre las 5 de la tarde. Afortunadamente paramos allí para reservar habitación para el Sábado siguiente en la Alberguería del Camino ya que ese día, cuando llegamos después de la última y larga etapa de la Ruta Vadiniense, el albergue de peregrinos estaba completo.

Acto seguido continuamos hasta Quintanilla de Rueda donde nos esperaban Pepe y Carmen para acompañarnos a Cistierna. Allí pasaríamos nuestra primera noche en el albergue de peregrinos recién inaugurado. La cena fue suculenta, en el mejor restaurante de Cistierna, tras instalarnos en el albergue (con sabanas, manta y todo lo demás!!!) un lujo peregrino para esta primera noche que luego aprovechamos en la etapa de descenso.

Y ahora a dormir ya que al siguiente día empezaba nuestro CAMINO 2004.

A estas alturas no pienso escribir un diario exhaustivo de nuestro Camino sino más bien reseñar las anécdotas y datos curiosos que en estos momentos conservo en la memoria de los que como buen peregrino a la antigua no tomé ningún dato durante mi caminar. En contrapartida conservo las observaciones de mi reloj-altímetro Suunto que anotaba religiosamente al final de cada etapa, con gran regocijo de José Mari, poco dado a las nuevas tecnologías. Aunque estos datos vienen reseñados en el anexo que adjunto al final quiero recalcar que en estos 26 días de caminar los 600 Km entre Fuente De y Santiago hicimos la friolera de 9.400 m de desnivel en ascensos y 10.000 m en descensos. Batiendo el record de los anteriores caminos, lo que de cualquier forma es un dato que, efectivamente y como diría José Mari, no sirve absolutamente para nada.

De la gastronomía no hablaré pues en anexo añado también los datos tomados en este caso por José Mari. Solo quiero hacer constar que como el año pasado, el rodaballo de la última noche en Lavacolla estaba de muerte.

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Cistierna - Fuente Dé

Etapa 1
en coche, pasando por Potes

En principio teníamos previsto iniciar la marcha en Potes que está a 300m de altura pero al comprobar en la guía que Fuente De estaba a 1476m o sea teníamos que superar un desnivel de casi 1200m, decidimos que para el primer día era excesivo y acordamos empezar en Fuente De al día siguiente.

Por otro lado como Pepe y Carmen tenían que acompañarnos para recoger nuestro coche y dejarlo en su casa de Quintanilla, la decisión fue doblemente acertada ya que de lo contrario nos hubiésemos pegado un madrugón de cuidado.

De acuerdo con esta modificación de programa y con un día sin una nube, desayunamos a una hora prudencial en Cistierna y en coche retrocedimos a Quintanilla para recoger a nuestros anfitriones. Nos acomodamos como pudimos los cuatro, la bici y los enseres e iniciamos la etapa aprovechando para reservar alojamiento en Las Salas y Portilla de la Reina ya que de momento, el único albergue de esta ruta es el de Cistierna.
En el puerto de San Glorio tomamos las primeras fotos subiendo después al collado de Llerba dominado por el monumento al Oso y desde donde se divisa una magnífica panorámica de los Picos de Europa.

El descenso hasta potes es largo y vertiginoso y pasada esta población iniciamos la subida a Fuente De no sin antes visitar el monasterio de Santo Toribio Liébana donde se conserva un resto del "Lignum Crucis".

Finalmente llegamos a Fuente De con bastante turismo. Pepe y Carmen se despidieron pues tenían entrevista con el alcalde de Potes y nosotros nos instalamos en el hotel El Rebeco donde almorzamos dignamente.

Por la tarde y para estirar las piernas subimos casi hasta medio camino del teleférico y pude avistar mi primer rebeco de los Picos que luego resultó ser el único que vería durante estas etapas de montaña.

Aprovechamos también para verificar el inicio del Camino que efectivamente estaba muy bien señalado con dos flechas amarillas.

Como dato curioso comprobamos el error de la guía que sitúa Fuente De a 1476m mientras que en realidad está a 1076m. Esta diferencia de 400 m la tendríamos que añadir a la siguiente etapa con el consiguiente esfuerzo adicional de subida.

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Fuente Dé - Portilla de Lareina

Etapa 2
22.0 Km

Sin madrugar excesivamente empezamos la etapa por un hayedo situado sobre el hotel, donde se inicia la Senda de la Remoña que seguiremos íntegramente hasta llegar al collado de Pandetrave (1562m). La subida es dura y el ciclista empuja más que pedalea. A medida que ganamos altura el paisaje se abre a nuestra vista. Es francamente bonito y tomamos las primeras fotos del día. Llegamos a la primera nieve y decidimos perpetuar esta imagen insólita en el Camino y en primavera. Un momento de duda en un desvío a la izquierda queda prontamente aclarado al llegar a la "curva de Ultreia y Suseia" perfectamente señalizada.

A continuación afrontamos un paso complicado por nieve y José Mari tiene que cargar con la btt. Seguimos ganando altura por la senda que aunque cubierta de nieve conserva una pequeña zona expedita. El altímetro llega a 1600m y no se ve el collado por ninguna parte.

Seguimos la subida, yo acortando las lazadas y Jose obligado a seguir la senda. Llego a un punto en que la fuerte pendiente en diagonal me obliga a subir directamente y tras unos 50 m consigo llegar al collado cuya cresta está limpia. El altímetro señala 1740m (que será la máxima altura alcanzada) pero no soy capaz de localizar Pandetrave por donde pasé hace años para ir a la senda del Cares.

Dejo la mochila y me dispongo a ayudar al ciclista que ya ha llegado a la zona conflictiva. Desmontamos las alforjas que amablemente subo hasta donde la mochila y luego ayudo a Jose
con la bici ya que nos hundimos hasta la rodilla en la nieve. El descanso se impone para secar nuestros mojados pies y recuperar el resuello.

Llega un pastor con una yeguada y nos saca de dudas. Efectivamente estamos en el buen camino pero desde el collado en que estamos hay que descender en diagonal y hacia el SW durante unos 5 Km para llegar a Pandetrave a donde llegamos tras mas de una hora sin mas inconvenientes que "vadear" algunas zonas de nieve.

La vista por este lado también es imponente, los grandes picos nevados en el horizonte N y al fondo se adivina Santa Marina de Valdeón y por consiguiente el inicio de la senda del Cares.
Llegamos a Pandetrave habiendo subido 740 m de una tirada que para ser el primer día no está nada mal. Durante estos 11 Km sólo hemos encontrado al pastor. ¡Qué delicia si pensamos en el abarrotado Camino francés!

Hacia el NE se empiezan a formar unas nubes amenazadoras por lo que decidimos iniciar el descenso por el asfalto que lleva a Portilla de la Reina, final de etapa. Faltan unos 11 Km que Jose debió bajar en no más de 20min. pero al caminante le llevó 2.5h. Resultado: El primero se despachó una alubias con chorizo en la pensión Isabel y al segundo le cogió la tormenta y llegó
empapado a destino, pequeño pueblo situado entre rocas pero en la estratégica encrucijada que por un lado lleva al Cares y por el otro a San Glorio y las futuras pistas de esquí.

La etapa había sido maravillosa, diría yo que una de las mejores de mis 4 Caminos anteriores y lo celebramos con una buena cena y mejor cama atendidos por la dueña de la pensión, Carmina que por cierto, conocía el Valle de Aran y a Marina del Hostal Lacreu de Salard

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Portilla de Lareina - Las Salas

Etapa 3
32.0 Km.

La etapa se inicia por asfalto y en ligero descenso. Es un tramo monótono y para distraerme me dedico a observar los "objetos de cuneta" que son de lo más variado: desde los paquetes de cigarrillos , restos de cassettes musicales y encendedores usados a huesos de venado e incluso una pata de corzo en perfecto estado. Se podría hacer una tesis doctoral que obtendría calificación "cum laude".

Al llegar a Barniedo de la Reina cruzamos al otro lado el Esla y vamos hasta Boca de Huérgano por sendas que rompen la monotonía anterior. En esta población en cuya alcaldía vemos una pancarta reivindicando las pistas de esquí, retomamos la carretera que no dejaremos hasta el nuevo pueblo de Riaño siguiendo por la orilla del pantano de mismo nombre.
Sólo destaca en este tramo la ermita de San Tirso en cuyo exterior se ha instalado una fuente utilizando una auténtica lápida vadiniense, con gran escándalo por parte de Pepe evidentemente.

Riaño es un pueblo moderno y sin historia pero bien situado sobre el pantano. El largo puente que cruza éste a la salida de la población pasa por encima de lo que fue el auténtico Riaño, anegado por las aguas a principios de los 90.

Llegamos al desvío de Carande y afortunadamente podemos dejar la carretera durante un tramo hasta Horcadas. Este desvío no está bien señalizado y lo localizamos por recordar las indicaciones de Pepe en el viaje hacia Potes.

El paso de la majestuosa presa es imponente y después de descender unos Km llegamos a Las Salas con la desagradable sorpresa de que no disponemos de sitio en el Hostal por error en la anotación de nuestra reserva unos días antes. Nos vemos obligados a caminar dos Km. más pero la casa rural La Vegalión que nos han indicado tiene buen aspecto y además somos muy bien atendidos por sus dueños. El del país y ella de Bilbao.

El día ha sido bueno y a pesar que después de la comida en Riaño amenazaba lluvia ésta finalmente no se ha presentado.

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Las Salas - Cistierna

Etapa 4
21.0 Km.

El plato fuerte de hoy es la Calzada Romana, uno de los atractivos de esta ruta.

Iniciamos la etapa en La Vegalión para no tener que retroceder los dos Km hasta el puente que cruza el Esla. Después de andar unos cientos de m. por asfalto nos desviamos hacia el río y lo cruzamos por la pasarela que llega a la casa de pescadores y desde allí empezamos a recorrer la Calzada cuyas fotos dicen mucho más de lo que pueda escribir. Pasamos la ermita de la Pereda con su fuente y dejamos Crémenes a nuestra derecha. La Calzada asciende y disfrutamos de su tramo más significativo: El Pajar del Diablo y la Entrecisa (corte entre rocas)
Hay que ver las fotos. Finalmente abandonamos la misma saliendo a la carretera frente a Valdoré y siguiendo por ella hasta cerca de Cistierna donde comemos en el mesón La Barca. Allí nos encuentra Pepe quien tras tomar café me acompaña en coche los dos últimos Km que faltan para llegar al albergue de peregrinos.

En éste nos espera un periodista para entrevistarnos ya que resulta que somos los primeros peregrinos que pernoctamos en el albergue. La entrevista se publicará en el Diario de León el 22 de Mayo coincidiendo con la boda del príncipe Felipe. ¡Somos famosos!

El día también ha sido muy bueno aunque el final de etapa bastante monótono al no abandonar el asfalto.

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Cistierna - Cifuentes

Etapa 5
28.0 Km.

Amanece con buen tiempo y después del consabido desayuno de "Plástico" atravesamos Cistierna hasta una zona deportiva junto al río. Quiero hacer un paréntesis para reafirmar que lo peor de mis Caminos han sido siempre los desayunos tempranos. O no encuentras donde o sólo tienes a tu alcance el consabido café con leche y la pasta prefabricada, salvo honrosas excepciones que confirman la regla, siempre es así.

Recuperamos las flechas amarillas y poco después cruzamos a la derecha del Esla por el puente de El Mercadillo, curioso nombre debido al mercado que antaño se celebraba a su vera. El trayecto promete ser tranquilo y aunque es por asfalto, la carretera está con poquísimo tráfico y el paisaje de chopos es bucólico. Es aquí donde Jose toma, a mi entender, una de sus mejores fotos de este año que luego me regalará con otras tres montadas en un elegante marco.

Poco a poco, sin prisa vamos pasando los pueblos de la ribera: Santibáñez, Carvajal, Villacidayo (todos de Rueda) y Villanofar hasta llegar a Gradefes con su importante monasterio cisterciense de 1168 que ya visitamos el año pasado.

Por no desplazarnos más tomamos un tente en pie cerca del monasterio y nos disponemos a continuar a Cifuentes donde Pepe nos ha reservado cama en casa de su amiga Lara. El tiempo ha empeorado; sopla bastante viento de poniente y una ligera llovizna me obliga al chubasquero.

Cuando llego me encuentro a Jose perfectamente instalado y tomando café. Al poco llega la anfitriona, Lara, que resulta ser una simpática y jovencísima ama de casa. No quiero extenderme sobre el entorno pues es mejor ver las fotos. Sólo diré que nuestras habitaciones (una para cada uno!!!) eran muy originales y que la decoración sorprendería a la propia Marta.
Cuando tenga ocasión he de traerla para que lo vea con sus ojos.

Pepe ha venido a cenar con nosotros y aunque he dicho que no mencionaría la gastronomía tengo que hacer un inciso y decir que nunca había saboreado una sopa de ajo tan buena y con trucha incluida. Ni que decir tiene que la velada se prolongó considerablemente.

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Cifuentes - Mansilla de las Mulas

Etapa 6
34 Km.

La mañana se despierta fresquita y con amenaza de lluvia. Es 22 de Mayo, día de la boda del príncipe Felipe y Lara está ya delante del televisor. En Madrid llueve ligeramente.

Después de desayunar como señores ( la excepción) nos despedimos efusivamente de Lara tomamos la ruta que es por asfalto hasta San Miguel de Escalada, iglesia mozárabe del S. X.

El tiempo a mejorado y puedo prescidir del chubasquero. Llegando a Escalada hablo vía móvil con Ana Sanz quien me dice muy excitada que acaba de ver a su hermana en la tele en el rosario de invitados de la boda. Por lo demás su vida sigue con el objetivo exclusivo de cuidar de su marido, mi amigo Fernando. Qué hermosa aunque sacrificada simbiosis.

Visitamos Escalada a pesar de la funcionaria que cuida estos menesteres y por no tener no tiene ni un sello para estampar en la credencial de estos peregrinos.

A la salida del pueblo elegimos la variante mas larga, que abandona la carretera y por sendas de tierra debe de llevarnos hasta Santa Olaja de Eslonza. Al principio la señalización es correcta y el paisaje vuelve a ser el que nos tenía acostumbrado el Camino. En una loma levanto el vuelo de tres perdices pero algo más allá y en una bifurcación, no hay flecha y elegimos a suertes el ramal izquierdo. Seguimos hacia el N pero ni señales de la carretera que nuevamente al W deberá llevarnos hacia Mansilla.

Voy cabizbajo y eso hace que encuentre el móvil de Jose que por no sé que motivos se le ha caído. (Tengo aun que cobrarle la cerveza que me gané.) Cuando ya pensábamos estar completamente perdidos observamos a lo lejos y a la derecha, algo que parece la cima de un campanario. Rápidamente el ciclista se dirige hacia allí y poco después por el móvil recién recuperado me comunica: Objetivo alcanzado!!!. Vivan las nuevas tecnologías!!!

Pasamos el solitario pueble de Santa Olaja y ya en la carretera vemos las ruinas de lo que fue grandioso monasterio benedictino de San Pedro de Eslonza. Expoliado después de la desamortización de Mendizábal (1835). Parece mentira lo poco que duran las cosas cuando se abandonan.

El final de la etapa es aburrido y largo. A lo lejos se divisa la carretera que va de Mansilla a León y que hemos recorrido varias veces. Estamos casi como en "casa" pero no se llega nunca. Hace calor pero al final se nubla y ya llegados a Mansilla cae un aguacero que empapa a los peregrinos rezagados que en fila llegan procedentes del Burgo Ranero. Se acabó la tranquilidad por el momento.

Son las 17h cuando antes de instalarnos en La Alberguería tomamos unas tapas en un bar cercano. Se acabó La Ruta Vadiniense, primer objetivo de nuestro Camino de este año.

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Mansilla de las Mulas - León

Etapa 7
(en coche)

Esta etapa fue de trámite. La mañana desde La Alberguería se veía soleada y tras un buen desayuno llegó Pepe con el coche de José Mari. Lo acompañamos a Quintanilla y nos dirigimos a León no sin antes aceptar la invitación de Carmen para comer en su domicilio de la capital.

Dejamos el coche en un parking cercano al parador de San Marcos y regresamos al centro para instalarnos en el albergue de las Carvajalas que contra la opinión de José Mari y a pesar de lo avanzado de la hora, tenía bastantes plazas libres.

La comida en casa de Carmen fue muy agradable y estuvimos comentando nuestras experiencias en la ruta Vadiniense que acabábamos de finalizar.

Por la tarde nos llegamos a San Marcos donde la nueva guía indicaba que se iniciaba el Camino Primitivo a Oviedo. A pesar de preguntar, nadie nos informó en este sentido pues todos nos dirigían hacia el Camino francés. Por casualidad descubrí al pie de una farola una reluciente flecha amarilla con la indicación: A OVIEDO, lo que me tranquilizó y tomé buena nota mental de su situación para el siguiente día.

Sin más y tras apreciar el ambiente de un Domingo en León, nos dispusimos a ocupar nuestras literas en el multitudinario dormitorio del albergue.

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León - Vega de Gordón

Etapa 8
39.0 Km.

Inicialmente habíamos decidido partir esta etapa en dos pero al final cambiamos de idea y la recorrimos completa proyectando cortar la etapa de llegada a Oviedo, mucho más montañosa.

El despertar temprano de los peregrinos me saca del saco de dormir recién amanecido y emprendo el camino hacia la flecha amarilla localizada. Por las calles no hay ni un alma pero consigo tomar un café con leche en un bar.
José Mari saldría mucho más tarde; había comprobado la pérdida de su bomba de hinchar, elemento indispensable para la seguridad del ciclista, y tenía que proveerse de una.

Por mi parte fui siguiendo las flechas amarillas que eran pequeñas y poco evidentes por un barrio nuevo de León junto al río Bernesga primero y luego por campos hasta llegar a la N630 ya cerca de Carbajal de la Legua. Rápidamente informé de los detalles a Jose para evitar que se perdiese pero cuando nos encontramos bastante más adelante resultó que hizo todo el tramo por la carretera. Vaya confianza!

Carbajal en como una calle-carretera muy larga. Me costó 45min. llegar al final del pueblo donde bien marcado había un desvío a la derecha que poco después se transformaba en un camino de tierra por cierto en bastante pendiente. En esta subida recibo una llamada de Ina que me comunica que está "rodando" sus botas, lo que no sirve para amortiguar mis resoplidos. Al cabo de bastante rato llego a la parte alta para volver a bajar un trecho donde encuentro antes de una construcción abandonada, una fuente de agua fresquísima. Este hallazgo se transformará en factor común en todo el Camino hasta Galicia.

A partir de ahí sigo bajando y tras una curva descubro por casualidad que las marcas amarillas (ya no son flechas) me desvían por fuerte pendiente a la derecha. Llego a la parte alta de esta "trialera" y me instalo a descansar llamando antes a Jose para prevenirle del desvío de lo que como es lógico no se entera.

Mientras estaba oteando la parte baja de la senda veo aparecer a 10 ciclistas sin alforjas que llegan a mi altura empujando y sin resuello pero me dicen que piensan llegar aquella noche a Oviedo. Nosotros llegamos a los 5 días!!! Les interrogo sobre el auténtico peregrino ciclista con alforjas y efectivamente me confirman haberlo adelantado, cosa que me tranquiliza. José Mari se reúne conmigo al cabo de bastante tiempo después de haberse perdido dos veces. Decido no gastar más móvil en prevenirlo.

El Camino sigue bastante elevado por el lado izquierdo del río, que alcanzamos en Cabanillas y posteriormente en Cascantes coincide con el asfalto que no dejaremos hasta La Robla, población horrible con térmica de carbón incluida, donde llegamos con llovizna y nos disponemos a comer, por cierto bastante bien.
En este pueblo pasó Santi Vila los años de guerra civil. Ahora descubro por qué es tan neura.

Hasta el final de etapa nos quedan unos 12 Km. que iniciamos con tiempo inseguro y en subida. Pasamos la ermita del Buen Suceso y por un desvío abandono durante algún tiempo la calzada asfaltada lo que es una delicia. Se nota que Asturias está cerca. Cuando recupero la carretera recibo una llamada de Jose con la mala noticia de que en Pola de Gordón no hay alojamiento con lo que me aconseja que no tome el desvío y siga por la general hasta pasar dos túneles donde se ha instalado en una fonda de carretera de lo más cutre. Finalmente llego después de 3 Km. más que a estas alturas ya son mucho y compruebo la exactitud de sus informaciones. El baño no tenía desperdicio y la bañera era de un modelo que en su día debía de ser muy fashion. Lástima de fotografía.
Estamos en la entrada de Vega de Gordón, no hay nada que ver ni que hacer por lo que cenamos a hora temprana y nos retiramos a nuestra suite.

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Vega de Gordón - Puerto de Pajares

Etapa 9
24.0 Km.

Esta etapa prometía ser bonita después del asfalto. En Pola de Gordón se tomaba una senda de montaña con el atractivo nombre de Camino de los Arrieros que nos dejaría en Arbás, final de etapa donde por cierto no hay donde hospedarse y forzosamente hay que subir al parador del Puerto de Pajares que afortunadamente está a un tiro de piedra.

Dos motivos nos obligaron a cambiar los planes: Había que retroceder 3 Km. para coger la senda y además los del lugar, al vernos "mayores"?? nos hicieron desistir alegando la lluvia de la noche anterior, el barro y no sé cuantas cosas más.

Moraleja: Una etapa por la N630, que a pesar de su llegada a la Real Colegiata de Arbás y del bonito paisaje, no tuvo nada de interesante más que formar el carácter del peregrino.

De todas formas el tiempo acompañó a pesar de que llegamos al puerto con niebla. Comimos y cenamos en el Parador y tengo la ligera sospecha que fuimos los únicos que pernoctamos allí aquella noche, incluido el personal del establecimiento.

No Importaba nada. Estábamos ya en Asturias y las vistas sobre la bajada eran de lo más atrayente.

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Puerto de Pajares - Pola de Lena

Etapa 10
32.0 Km.

Amanece con niebla. Desayunamos en el Parador e iniciamos la etapa por carretera. Al poco las señales nos desvían por una senda a la izquierda. La bajada es fantástica alternándose tramos vertiginosos con casi llanos. La niebla va y viene jugando con el paisaje que uno reconoce como lo que se había imaginado de la Asturias profunda: Valles cerrados, húmedos, muy verdes y sobre todo super frondosos. Es una maravilla; las fotos no paran y a José Mari, que me va esperando según los tramos, le pasa un corzo por delante con el consiguiente sobresalto.

Llegamos al fondo del valle tras un descenso de más de 700 m. y en San Miguel del Río fotografío las madreñas (zuecos típicos asturianos) de un nativo. Al seguir por carretera no veo la señal de desvío de Santa Marina pero poco después y en fuerte subida una señal desvía el Camino a la izquierda y a media ladera. Interpreto que es un atajo y tras avisar a José seguimos por el mismo. Al principio la senda es aceptable pero a medida que avanzamos se estrecha y hemos de pasar algún árbol caído con la btt que dificulta la maniobra. Pensamos que hemos errado el camino pero en este momento nos aparece un precioso mojón con concha y todo que nos hace seguir adelante. Las dificultades aumentan y ya vamos cubiertos de barro hasta que llegamos a una valla que nos impide el paso. Decidimos santamente volver sobre nuestros pasos y al llegar de nuevo a la carretera compruebo que lo que había identificado como desvío era en realidad una anulación y la nueva flecha estaba más arriba.

Seguimos pues subiendo por la pequeña carretera con la idea que hemos equivocado la variante que habíamos elegido cosa que se confirma al alcanzar nuevamente la N630. Descansamos en un mirador y al haber despejado aprovecho para sacarme los pantalones de agua que estaban completamente embarrados.

Seguimos por la N630 con muchos camiones y al llegar a la ermita de la Virgen de las Nieves las flechas vuelven a indicar montaña arriba cosa que cumplo. Jose Mari, más precavido, decide no abandonar el asfalto lógicamente pensando en el incidente anterior.

Voy subiendo y subiendo siguiendo señales imprecisas hasta llegar a Romia de Arriba donde decido regresar a la carretera para evitar nuevos despistes. Al llegar a ella mi sorpresa es grande al encontrar a Jose Mari arreglando un pinchazo en la cuneta. Decidimos continuar hasta Puente de los Fierros y almorzar allí.

He pasado Novedo cuando por móvil Jose me comunica que en Puente no hay donde comer ya que solo hay un bar de dudoso aspecto. Malhumorado sigo caminando y esquivando camiones.
Normalmente nunca tengo hambre, pero desgraciadamente hoy es la excepción. Llegando ya a Puente veo el bar sobre la carretera y decido preguntar. Subo hasta él y encuentro al dueño, como no, viendo la tele. Como peregrino viejo y veterano que soy consigo convencerle para que nos dé algo de comer y para cuando recupero a Jose ya tenemos unos huevos fritos con chorizo que no desmerecen en nada a los de Ventosa. Será una de las mejores comidas en ruta.

Tras el consiguiente descanso decidimos apurar los 12 Km. restantes hasta Pola de Lena donde llegamos por carreteras secundarias sin más inconveniente que no poder visitar Santa Cristina de Lena por estar algo separada de la ruta.

En Pola hay el único albergue de la zona. Es muy amplio y nos acomodamos como siempre en solitario.

El amable encargado nos busca alojamiento para la etapa de mañana que deberá acabar en Mieres ya que en Olloniego, algo más allá, no hay donde hospedarse.

Después de la consabida y reconfortante ducha nos ofrecemos una buena cena en una sidrería de la zona y personalmente consumo una botella entera.

Difícilmente olvidaremos esta fantástica etapa

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Pola de Lena - Mieres del Camino

Etapa 11
15.0 Km.

Amanece despejado. Esta es una etapa de trámite. Después de desayunar en un bar de la plaza Jose Mari se instala al sol para leer la prensa del día y yo tomo la carretera a Ujo que a pesar de secundaria tiene bastante tráfico y es molesta. En Ujo y mientras espero a Jose, un jubilado me cuenta entristecido que la reconversión minera ha dejado a los jóvenes sin trabajo y se ven obligados a dejar el pueblo. De todas formas lo que ve el caminante no coincide demasiado con esta situación pues el entorno se ve cuidado y bien mantenido.

Otra prueba de ello es que llegaremos a Mieres por un moderno paseo peatonal que durante 10 Km. transcurre siguiendo la orilla derecha del río Caudal.

No paramos en Mieres mas que para comprar unas gafas que había roto. Lástima que el peregrino Víctor, que conocí por Internet al recabar información del Camino primitivo, no esté en su domicilio aunque el motivo se debe a estar celebrando sus bodas de plata en Lanzarote,
lo que no está nada mal. Casualmente llegamos a la plaza de Requexu, catedral de la sidra asturiana con fuente y todo. Decidimos almorzar allí y en un ambiente muy típico despachamos una buena comida y dos botellas de sidra.

Hace calor. La pensión que tenemos reservada está a la salida. Es de camioneros pera la habitación es muy aceptable y con TV. Después de la siesta Jose Mari regresa al centro y yo por el calor paso el resto de la tarde viendo la tele. Cenamos correctamente en la misma pensión. La eterna televisión nos augura buen tiempo para los próximos dos días.

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Mieres del Camino - Oviedo

Etapa 12
18.0 Km.

Decido madrugar para evitar el calor. Desayuno con los primeros camioneros y ataco las primeras curvas de subida a Padrún. De momento la ligera niebla ha refrescado el ambiente y sigo con el forro. Fotografío el primer hórreo asturiano que encuentro más bonito que los gallegos ya que los primeros son de madera.

Desde el alto la bajada por atajo es vertiginosa y pasando por Casares llego a Olloniego donde me encuentro con Jose Mari. Pasado el puente sobre el Nalón el Camino toma un desvío a la izquierda. Al ser muy empinado Jose decide seguir por carretera hasta Oviedo que según la guía está sólo a 10 Km.

Yo tomo el desvío que efectivamente y en un tramo corto gana mucha altura. Están limpiándolo para los peregrinos y doy las gracias. Mas allá paso por una calzada empedrada y con hierba que me lleva hasta Picu Llanza y Venta del Aire para volver a bajar luego hasta Caxigal. Todo ello por el campo. Se agradece la ausencia de asfalto y sobre todo de tráfico. Este tramo ha sido francamente bonito.

Llego luego a El Caserón y entro en Oviedo, como buen peregrino, por la Iglesia de Santiago de la Monjoya (Castellanización de la palabra francesa Montjoie que quiere decir hito). A partir de aquí me pierdo pero tras preguntar varias veces consigo dar con la plaza de Santo Domingo donde Jose está esperando que le den las llaves del albergue en el que al final nos instalamos en solitario.

Después de la consabida ducha recorremos el casco antiguo con la sana intención de alimentarnos, cosa que hacemos al aire libre y en una plaza muy típica. Caen algunas gotas pero todo queda en nada.

La tarde la dedicamos a recorrer Oviedo, visitar la Catedral, con la famosa talla policromada románica de El Salvador y su Cámara Santa. Con ello invalidamos el antiguo refrán que dice en bable:

QUIEN VA A SANTIAGO
I NO VA AL SALVADOR
VISITA AL CRIADO
I OLVIDA AL SEÑOR

La corta visita a la ciudad de Oviedo, me ha confirmado lo que mi hija Marta ya me había dicho: Es una ciudad bonita, limpia y bien mantenida. Me ha llamado mucho la atención el color de las fachadas de los edificios del casco antiguo. Parece que se pusieran de acuerdo con el fabricante de pinturas de intemperie para utilizar toda su carta de colores. También me han impresionado sus frondosos parques con todas las especies vegetales de su zona y otras.

Regresemos al albergue y mientras comentamos temas peregrinos con el responsable, llega puntualmente Ina para comenzar su primer contacto con el Camino.

Aquí abandono el relato de las etapas y remito al lector al "Diario de Ina" , que he leído ya dos veces. Espero haber estado a su altura en mi redacción.

Las etapas del 13 al 20 corresponden pues a su diario y yo reemprendo en la 21, en la que ya sin compañía caminante me dirijo a Lugo.

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Oviedo - San Juan de Villapañada

Por Ina Jackson - Introducción

RECUERDOS DEL MI PRIMER CONTACTO CON EL CAMINO DE SANTIAGO DEDICADOS A JAIME FIGUERAS Y JOSÉ Mª MARISTANY QUE ME HAN SOPORTADO DURANTE 8 DIAS

Etapas de Oviedo a Cadavo Baleira
28 de Mayo / 6 Junio de 2004

Queridos Jaime y Jose,

Esta mañana en el Albergue de Cadavo Valeira me he sentido muy sola. Mis amigos se han ido muy pronto, primero Jaime y luego Jose. Cuando he salido de la ducha no quedaba ni el "correcaminos". Creo que casi me hubiera hecho ilusión uno de sus monólogos. He salido del acogedor albergue y al llegar al bar Sosu aun estaba cerrado. El pueblo parecía abandonado. El día era limpio y a las 8.30 am hacía un maravilloso fresco para andar. Pero mi plan era muy diferente. Se habían terminado mis vacaciones y poco a poco tenía que ir tomando contacto con la realidad. Mientras esperaba el autobús para ir a Lugo he ido repasando lo "sentido" durantes estos días en el Camino con vosotros...

El choque más importante fue la inmediata falta de stress. Eso lo experimente ya al salir de mi casa cuando Manolo me llevo al aeropuerto, (que por cierto es una de las cosas con la que más disfruta ya que así se asegura de que me voy). A partir del momento en que llegue al albergue de Oviedo ya no me tenía que preocupar de nada. La meta era el próximo momento: caminar, comer, beber, dormir, ver, hablar y sentir esta libertad que nos negamos a disfrutar siempre pensando que dentro de 5 minutos tenemos que estar haciendo otra cosa imprescindible. No todo ha sido positivo, las malditas botas me han dado bastantes problemas y me ha sobrado el móvil, pero todo eso se olvidará y quedaran solo lo agradable. Si no la vida sería invivible.

También querría agradeceros haberme invitado a ir con vosotros, aunque como Jaime dice "los amigos no se dan nunca las gracias"

Voy a intentar hacer un pequeño recordatorio de esta parte de Camino que he hecho.

Etapa 13
30.0 Km.

El primer recuerdo que tengo es un agradable paseo por Oviedo visitando la Catedral con boda incluida y recorriendo el núcleo histórico con un elegante palacete renacentista adosado donde los novios se fotografiaban. Unas sidras escupiendo en el suelo y una buena cena de pescado en un restaurante muy agradable. Mas tarde recuerdo estar durmiendo en el albergue soñando que estaba en mi cama y que alguien pasaba a mi lado y estaba de pie delante de mí. Me desperté al incorporarme en la cama preguntándole: ¿que haces aquí?. No se que debió pensar el pobre peregrino que supongo se disponía a echarse en su cama. Yo me di la vuelta avergonzadísima.

Al día siguiente vi por primera vez las vieras y demás señales del Camino. Finalmente, después de un largo recorrido por asfalto, llegamos al campo y empezó la caminata.

Nuestro Jefe de Peregrinación, Jaime "Vero" hace unos años, que actualmente se ha convertido en Jaime "Camino" se llevó una gran decepción ya que no había traído mi cámara fotográfica. Mi explicación de que había conseguido que mi mochila pesara 6.8 kg y que con la cámara habría pasado a casi 7kg no le convenció en absoluto. Tengo que aceptar que en varias ocasiones me arrepentí de mi decisión.

Tenemos 28 Km de recorrido hasta nuestro objetivo del día: El refugio de San Juan de Villapañada. Pasamos por el pictórico puente medieval de Los Gallegos donde paramos ha hacer unas fotos. Después de 10km de caminata Jose y yo aprovechamos para "estirar" con gran horror de Jaime que dice que esto es malísimo... Después de subir al alto del Escamplero y atravesar Premoño llegamos a Peñaflor donde comemos en Casa Aurina lugar indicado en la guía. Ensaladilla y chuleta de cerdo con patatas fritas. Esta comida especialmente la ensaladilla y las patatas se repite en muchos sitios y es realmente exquisita. Mis botas empiezan a molestar. Aprovecho para cortarme las uñas de los pies, ya que no lo había hecho antes de calzarme las botas en Barcelona. Este olvido imperdonable para caminar por la montaña se suele pagar caro. Jaime me pregunta si me he puesto Vicks Vaporux. Le comento que compré vaselina ya que el bote me parecía mas ligero. Se enfada un poco. "¿Has traído alcohol de romero?" contesto que no. Me siento un desastre de peregrina. "¿Jaime, llamamos el taxi?" pregunta Jose Mari. Esta observación la he seguido oyendo en varias ocasiones. ¡Pensaban que sería facilísimo enviarme a Barcelona!

Sobre las 5 de la tarde llegamos a Grado. El pueblo estaba de fiesta mayor y nos deleitamos con sendas cervezas al son de unas rumbas. Había un vistoso mercadillo con toldos de rayas de colores blancos y rojos donde vendían productos comestibles típicos de la zona. El cielo comenzaba a nublarse y decidimos que Jaime y yo empezáramos a andar y Jose comprara provisiones para la cena y desayuno ya que íbamos a pernoctar en un albergue en medio del campo. Al cabo de 20 minutos empezó a chispear y sacamos nuestros impermeables. En poco tiempo aquello era un diluvio. Llegamos a una doble señal con una viera hacia cada lado. La miramos un rato y nos sentimos muy orgullosos de lo bien que interpretábamos las direcciones. Comentamos que el paso por la universidad se nota... Empezamos a andar en la dirección que indicaba "albergue". Vimos un edificio blanco bastante mas alto que tenía una increíble pinta de refugio. El estrecho camino asfaltado cada vez subía más. Pasamos ese edificio ya que había sido una percepción equivocada. Vimos otra viera que nos tranquilizó. Mas arriba había otra casa con humo que salía de la chimenea. "Mira Jaime será aquello, que simpáticos, han encendido la chimenea para secarnos y a lo mejor nos harán costillas a la brasa" comenté. Pero también pasamos esa casa y ni rastro del alberque. Cuando ya llegamos al punto mas alto llamamos a la única casa que había para preguntar. Nos miraron muy extrañados diciendo que por ahí no había ningún albergue. Entonces nos dimos cuenta de que nuestra interpretación de las direcciones había sido errónea.
Habíamos hecho la subida que estaba prevista para el día siguiente. Deshicimos el camino. Al lado del albergue encontramos un burro que rebuzno a nuestro paso. Se debió sentir muy identificado con nosotros. Encontramos a Jose Mari muy preocupado por nuestro paradero. Con nosotros llegó una pareja alemana en bicicleta que dedujimos que eran padre e hija. No sabemos porque pero llegaron acompañados por un policía. Allí conocimos a Javier, un peregrino madrileño que vive en Oviedo y trabaja en Ferrovial. Después de ducharnos cenamos todos en conjunto. La pareja alemana nos ofreció sidra.

Duermo como un tronco. Había metido en mi mochila unos tapones para los oídos por los ronquidos de los peregrinos pero no los use ni una noche. Lo que no puedo asegurar es si no roncaban o si mi sueño era demasiado profundo.

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San Juan de Villapañada - Salas

Etapa 14
18.4 Km.

Desayunamos los restos de la cena y empezamos el camino. El sitio era formidable. Estábamos en plena montaña. El día parecía fresco y con algo de niebla al principio.

Volvemos ha hacer el camino de ayer, unos 150m de desnivel y llegamos al alto del Fresno. Javier empieza a andar con nosotros. Después de 8.2km llegamos a Cornellana, una población importante comparada con las demás. Allí encontramos a Jose, que siempre llega antes, cosa que al final nos exaspera, leyendo la prensa. Visitamos el monasterio de San Salvador de Cornellana con potentes signos de arquitectura románica. Esta es una muestra mas de las muchas implantaciones de iglesias y hospitales que los monarcas hicieron construir para dar seguridad al camino primitivo. Entramos en el momento en que empezaba la misa de 12 con primera comunión múltiple incluida. El sacerdote era entrañable. Aconsejo a los niños y sus padres que pasaran un día muy feliz ya que así recordarían siempre el día de su primera comunión. Un recuerdo muy importante de la suya era aproximación al altar con unos zapatiños de charol.

Comimos en un bar en la carretera viendo las carreras de coches en la TV. Este es un aparato ineludible. Siempre esta explicando algo con un considerable volumen aunque nadie haga caso ni le importe un pito. El dueño de un bar que se precie, lo primero que hace al abrir el establecimiento es encender la luz y poner en marcha la TV. Lo más curioso es que aunque no la veas miras la pantalla. Tiene una atracción parecida a la del fuego en la chimenea.

Pasamos por Llamas y Casazorrina donde saboreamos las consiguientes cervezas y llegamos a Salas, donde tenemos previsto pernoctar. La guía define el albergue como mínimo y espartano con seis camas una mesa y seis sillas de plástico. Un baño con agua fría. No es para dar saltos de alegría. Delante de nosotros esta el casco antiguo compuesto por zonas aterrazadas a distintos niveles en los que se sitúan la iglesia de San Martin, la torre del castillo y el palacio de Valdes Salas hoy convertido en hotel. Tiene un aspecto maravilloso. Convencemos a Jaime para pernoctar allí. Tenemos ciertas dudas sobre si nos dejaran entrar con nuestro poco distinguido aspecto. La directora del hotel nos acoge encantada debe estar muy acostumbrada al peregrino. El centro del edificio de piedra esta ocupado por un patio al que da el pasillo de acceso a las habitaciones en el piso superior. En la planta baja esta situado el comedor donde invito a cenar a Jose y Jaime. Estaba dentro del programa una invitación por todo lo alto ya que me soportaban ocho días. Decidí que este era el sitio adecuado. Todo es muy elegante y agradable. En la habitación hay secador de pelo. Estoy emocionada. Al irme a acostar pienso en nuestro amigo Javier que estará en el albergue espartano.

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Salas - Tineo

Etapa 15
19.1 Km.

Empezamos la ascensión. Como cada día las etapas definidas en la guía del país empiezan en subida. Es un descanso para mis pies. Las bajadas son dramáticas para mis uñas moradas. No me las puedo apretar en el tobillo por que tengo ampollas. Calzarme es un drama, a medida que voy andando el dolor desaparece. Debe ser un milagro de Santiago.

La primera etapa es una lenta y descansada subida hasta Porciles. Al llegar a la carretera desayunamos croissant y café con leche en un pequeño restaurante.

Algo habitual en esta zona y en esta época es la tierra humedecida por las abundantes lluvias y la exuberancia de la vegetación. A menudo veíamos las huellas de las inconfundibles botas de Javier que eran aproximadamente de la medida de las mías. Esto ha ayudado a Jose en su decisión de coger la carretera y no meterse en líos y a que Jaime le llame "maricón de playa". En los tramos sin pendiente la humedad se convierte en barro que los peregrino de a pie vadeamos con nuestra habitual pericia. Pero en esta zona avanzamos por un sendero de barro. Comprendo la advertencia de Jaime de no calzar bambas. Yo llevo mi bastón telescópico en la mano, ya que desde que Jaime lo abrió en la subida a San Juan de Vilapañada ya no es telescópico y no me cabe en la mochila. Pero Jaime tiene una terrible pereza de sacar su bastón. En algún momento esta a punto de perder el equilibrio y caer de bruces en el barro. Gracias a Dios me pide que le saque el bastón de la mochila y podemos continuar más tranquilos. Lo que más rabia da es que vemos la carretera esta a 30m. Pero bueno, estas cosas forman.

Al poco rato suena el móvil y es Jose que dice que ha llegado a Tineo y esta bebiendo cerveza: El maricón... Finalmente hacia las 4pm llegamos a Tineo, una población importante y con calles con gran pendiente. Buscamos un bar con la bici de Jose en la puerta y nos regalamos una excelente comida. A la hora del café nos trajeron una botella con orujo a cuentagotas. De esta forma podíamos fabricar un carajillo. Consideré que esto era estropear el café y el orujo. Por lo tanto decidí tomar el orujo solo como Dios manda.

Buscamos a un amigo de Jaime propietario de una mercería que nos indica una pensión para dormir ya que el albergue no es aconsejable. El mismo propietario de la pensión tiene un bar donde recogemos las llaves. La habitación es agradable. Es la primera vez que tengo la sensación de estar en una ciudad con coches y edificios delante.

Nos duchamos y nos ponemos el traje de noche. No he comentado aun el equipaje del camino. Es evidente que el primer objetivo es reducir peso. Para mí eso es muy difícil pues tiendo a llevar un amplio "básico", bastantes "por si acaso" y un inmenso necessaire. Para desprenderme de mi secador de pelo necesito unos cuantos días de meditación. Llegado este punto lo mejor seria que no existieran espejos. Pero sabes que encuentras muchos... El traje de noche consiste en unas mallas de gimnasia y una camiseta (solo para noche). Si hace fresco la chaqueta es el mismo polar que usas durante el día y el calzado son la katanas que sirven como zapatillas de ducha y para salir a cenar. Durante el día la variación esta en pantalón largo o shorts y tres camisetas. La elección de cada mañana es emocionante. Esta simplicidad no deja de tener sus ventajas. Facilita la vida y es otro de los muchos problemas que eliminamos durante el camino.

Cenamos en el bar de Ángel, En la mesa de al lado hay un grupo de 10 hombres que no sabemos en que idioma hablan. Decidimos que son portugueses. Encontramos a Javier saboreando unos huevos fritos. Al salir del restaurante esta chispeando.

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Tineo - Peñaseita

Etapa 16
28.5 Km.

Ayer se me ocurrió lavar mis dos pare de calcetines y como era predicible no se me han secado. Tengo que ponerme unos calcetines finos de salir de noche. Veremos que pasa con las ampollas.
Desayunamos a las 8 en la pensión. Estos locales tienen habilitada una pequeña zona desayunos en una barra en el vestíbulo. Puedes tomar café con leche y unas magdalenas de plástico.

El primer Alto de esta jornada es el de Piedratecha para luego descender hasta el Monasterio benedictino de Obona. Vemos el complejo del monasterio de lejos ya que no nos compensa la perdida de altitud que supone llegar hasta él. Mis uñas me obligan a restringir las bajadas si no son totalmente necesarias. Seguimos una senda y después de cruzar Vega del Rey llegamos, muertos de hambre, a Campiello. Bueno, muerta de hambre llego yo ya que Jaime nunca tiene hambre. Encontramos la bici de Jose aparcada en una tienda bar que resulta ser el de Herminia, que indica la guía. No nos defrauda. Herminia es una asturiana gordita, despierta y extremadamente sociable y comunicativa que sale a recibirnos con una gran sonrisa. Nos sienta en una mesa y sin hacer demasiado caso de lo que pedimos nos trae una fuente llena de chorizo picante, jamón y cecina. Todo ello acompañado de pan y cerveza a discreción.

Me pongo las botas. Como colofón orujo casero. Salimos en éxtasis. Jaime va dando traspiés. El DIA se empieza a nublar y una señora nos aterroriza diciendo que viene "el trueno". No sabemos que hacer pero se nos ocurre seguir andando. En nuestro estado el trueno nos importa un pito. En la Mortera volvemos a repostar esta vez solo Coca Cola y agua. Jose sigue por su alternativa bicicletas y nosotros aparecemos en Porciles donde la guía anuncia la tienda bar Boto donde Jose Manuel te explica cosas del camino. Después de la experiencia de Herminia paramos con gran ilusión. Esta cerrado pero un letrero indica que abren a las 4 y son las 4.30. Esperamos un rato y sobre las 5 se abre la puerta. Vemos un hombre de unos 40 años, todo el muy atildado, que mas bien parece una habitante de La Escala que de estos parajes. Inevitablemente su primer gesto es encender la TV a todo volumen. No nos da ni las buenas tardes.

Suponemos que no es Jose Manuel por lo que nos damos media vuelta y reemprendemos nuestro camino muy decepcionados.

Subimos al Alto de Lavadoira y iniciamos una larga bajada hacia Pola de Allande. La bajada es cruel para mis pies. La gran compensación es que siempre sigue una subida. Esta vez empieza en Pola de Allande y nos dirige hasta el refugio de Peñaseita. Suena mi móvil y Héctor me devuelve a la realidad comentándome un problema del despacho. Lo veía todo tan distante... pero en un momento reaparece.

Empieza a llover un poco. Llegamos hasta el refugio que consiste en un gran espacio dividido en dos zonas cada una con su baño. La cubierta es inclinada a dos aguas con estructura vista de madera. Me instalo en la zona con grandes ventanas hacia las montañas arboladas. Abro las ventanas de par en par. Tengo una inevitable tendencia a buscar sitios ventilados. La vista es magnifica con la amenaza de "el trueno". Hace fresco. Averiguo la razón por la que los chicos han elegido la otra zona. Tienen una estufa y en un momento han puesto su ropa lavada a secar. Si tendrán cara... .
El único restaurante del pueblo esta en la carretera a pocos metros. Bueno, en realidad las cuatro casas que forman el pueblo están en la carretera. La cena es opípara: Chorizo, huevos fritos y patatas pan y vino. En mi vida cotidiana como mucha proteína, hidratos y vegetales pero rara vez incluyo grasas y especialmente fritos. Esto es un desmadre pero ¡qué bueno está!...

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Peñaseita - La Mesa

Etapa 17
19.7 Km.

Javier se despide de nosotros muy pronto ya que quiere hacer en una las dos próximas etapas. Salimos del refugio hacia el bar de la carretera para desayunar. Mientras hacen los cafés con leche curo mis ampollas con alcohol y un liquido rojo que me deja Jaime. También recorto las plantillas de las botas dejando unos espacios estratégicos para ampollas. A esta hora hace fresco. Como siempre empezamos con el polar puesto.

La subida de hoy es la mas fuerte unos 450m ya que tenemos que subir al puerto de Palo 1.146 m. Después de unos kilómetros por asfalto empezamos a subir por un sendero casi imperceptible. Recuerda la subida a cualquier montaña del Valle de Aran antes de llegar a la tartera. Hay planteles entre las rocas con el mismo tipo de flores. Se ven molinos eólicos por todas las crestas. Jose ha tenido que dar bastante mas vuelta y llega orgulloso de su subida por carretera. Nos paramos en la central eólica situada en el punto mas alto. Todo esta muy nuevo y limpio. El material esta reluciente. Hacemos fotografías y hablamos por teléfono. Hasta ahora no teníamos cobertura. Héctor esta más tranquilo. Me como una barrita energética. No podemos tomar cerveza ya que no hay ni bares ni nada. Empezamos a bajar siguiendo un tendido eléctrico y tras una senda muy cómoda llegamos a Montefurado. Este pequeño pueblo se compone de unas cuantas casas de piedra algunas de ellas semiderruidas y con las vigas de madera quemadas, situadas en una
cresta donde solo vive una persona con sus vacas. Según la guía es un antiguo hospital para los peregrinos. Nos saluda un perro muy simpático. El único poblador saca un momento la cabeza pero se esconde enseguida. Me parece extraño ya que todo el mundo que nos encontramos nos saluda afablemente y nos desea Buen Camino. Estamos, como siempre en Asturias, rodeados de montañas verdes de esos intrusos: los aerogeneradores, que quizás algún día llegaran a formar parte del paisaje.

En el camino que baja de Montefurado vemos algunos troncos quemados. Parece que ha habido un incendio y sobre él están brotando cantidades de pequeños arces. Paramos en Lago y comemos y nos encharcamos de cerveza. La capacidad de Jaime para absorber cerveza y Coca Cola me asombra. Terminamos la comida con café y orujo.

Después de 7.8 km por una amplia senda llegamos a La Mesa. Jose nos telefonea diciendo que el refugio es estupendo. Al entrar en la pequeña aldea pasamos por una casa rural donde sirven comidas bajo encargo y nos aseguramos la cena. En el refugio estamos los tres solos. En los últimos rayos de sol ponemos a secar la ropa que traíamos mojada de ayer. Al día siguiente al ponerme la camiseta tenia un caracol pegado.

La cena se compone de sopa, ensaladilla, chuletas de cerdo y una inmensidad de patatas fritas. Bueno, en general todas las raciones son inmensas. Si pedimos cosas diferentes traen raciones para los tres de todo. Si uno pides manzana de postre te traen un cuenco con 8 manzanas. Todo ello muy bien servido y en un ambiente muy casero. Estamos contentos y no paramos de hablar. De vez en cuando nuestra maestresa nos interrumpe explicándonos historias. Nos vamos a dormir pronto como siempre. No hay discoteca...

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La Mesa - Grandas de Salime

Etapa 18
14.9 Km.

Hoy es otro día emocionante ya que llegamos al embalse de Salime bajo el que esta enterrado el pueblo con el mismo nombre. Tengo ganas de ver la presa y el cambio de paisaje. Temo el descenso de casi 600m pero ya veremos...
Empezamos con una subida para salir del valle de Mesa. Se oye el movimiento de aire creado por los aerogeneradores. Pasamos por Buspol que es solo una casa de campo, ultimo vestigio de un hospital. Los alrededores están llenos de vacas. Un ternero esta mamando. Jaime y yo estamos dudando sobre la dirección que debemos seguir una vez pasada la casa, cuando vemos a Jose
salir por la puerta de entrada en bicicleta. Nos ponemos a reír. Había entrado a preguntar nos dice. Normal. El paisaje cada DIA mejora. A pocos metros en una bifurcación hacia la izquierda entramos en un pinar muy denso donde empieza el descenso. El camino es empinado. Jaime en las bajadas pone el turbo. Mis uñas y ampollas me hacen difícil seguirle. En este momento agradezco el bastón telescópico que Rafa me ha dejado. Incluso cojo una rama para la otra mano. A mitad de bajada empezamos a ver agua entre los árboles. Nos introducimos en un bosque de castaños que es el que nos acompaña hasta la carretera. Desde allí vemos la presa en su totalidad. Es inmensa y de construcción anticuada. En la montaña del otro lado del río se ven unas ruinas de las edificaciones que sirvieron para su construcción. Es una pena que no lo derriben en su totalidad. Nos metemos en un túnel de hormigón que da a un mirador sobre el río. Desde allí vemos a Jose pequeñito sobre la presa. Decido que mis pies no aguantan mas y cambio las botas por las katanas y las cuelgo en la mochila. Siento un gran alivio. Jaime me dice que hago mal que tendré tendinitis pero en ese momento paso de tendinitis.
Me preocupan mis las uñas, ¿Qué voy ha hacer en verano con las uñas negras? Jaime me dice: "Lo más posible es que no se te caigan y si están negras te las puedes pintar" Sus sabias palabras me tranquilizan mucho, aunque no se me había ocurrido que se me pudieran caer.

Encontramos a una pareja de australianos que están estudiando español en León. Él intenta explicarse en castellano pero debe ir a una escuela muy mala pues no entendemos una palabra. Ella habla directamente en ingles.

La guía marca un hostal en la subida una vez pasada la presa. Tenemos hambre y sed. El agua se nos ha acabado. Al acercarnos vemos que no hay coches en el aparcamiento. Debe estar cerrado vaticina Jose. Jaime y yo le miramos indignados. Pero Jose no estaba equivocado. No tenemos mas remedio que subir los 6 km que nos quedan hasta Grandas de Salime, por asfalto y con un sol de justicia sin comer ni beber. Es la primera vez que veo a Jaime desmoralizado. La verdad es que yo sin botas soy feliz. (Solo me acompleja que se les ocurra fotografiarme así. Jose empieza a pedalear a nuestro paso pero poco a poco nos pasa. Al cabo de 4 km encontramos una fuente y bebemos y nos remojamos hasta saciarnos. Igual que en la montaña, esta es una de las mejores sensaciones que se pueden experimentar. Finalmente llegamos y Jose nos explica por teléfono donde esta. Comemos en la pensión Arraigada.

La descripción del refugio en la guía es deprimente, el único mobiliario es una silla. Decidimos buscar pensión. Son las 4 y no abren hasta las 6, por lo que decidimos hacer la siesta en la plaza del pueblo donde hay una hierba muy apetitosa. Sacamos la ropa lavada el día anterior y la extendemos al sol sobre la hierba. Nos descalzamos y nos dormimos a la sombra de unos castaños.

A las 6 nos instalamos los chicos en una pensión y yo en otra ya que no encontramos dos habitaciones en ninguna. Desde mi habitación veo un labrador recogiendo berzas bajo unos rayos de sol dorados. Después de una excelente ducha voy a dar una vuelta por el pueblo. El único punto de interés es la colegiata de San Salvador. También hay un museo etnológico pero ya esta cerrado. A las 8 habíamos quedado en un bar en la carretera para tomar unas sidras. Jaime y Jose se habían encontrado a Carlos Casanovas, Gonzalo Comella y otro amigo que hacían el camino en bicicleta. Aquí apareció un personaje que nos perseguirá de hoy en adelante: El correcaminos. Nosotros creímos que era amigo del grupo de ciclistas y ellos que era amigo nuestro. Por lo tanto fuimos muy educados y todos nos presentamos. Durante la hora que estuvimos en ese bar solo habló él. Nos agoto. Y al irnos al restaurante entendimos que nos había conocido a todos en ese momento. Cuesta creer que la gente pueda ser tan pelma y creerse tan interesante. Cenamos de nuevo en la pensión Arraigada. Un caldo con patatas y berzas muy sabroso y truchas fritas muy pequeñas. Buenísimo. La cena fue muy animada. Me pareció impresionante el parecido de Carlos con Juanin.

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Grandas de Salime - Fonsagrada

Etapa 19
27.2 Km.

Salimos pronto. Yo, descaradamente, calzo katanas. Por el momento no tengo tendinitis. Desayunamos también en la Araigada. Tarta de Santiago con orujo y café con leche. El orujo ya se extiende a todas las horas del DIA. La verdad es que solo paso ese día. Encontramos a Carlos Casanovas. Jaime y yo empezamos a andar. Atravesamos las ultimas poblaciones de Asturias: La Farrapa, Cerrejeira, Castro, Gestoselo casi todo por carretera. Llegamos con ilusión a Peñafuente donde podremos repostar agua de una fuente con dos caños de distintos manantiales. Hacemos catas y discutimos sobre cual es mejor. Optamos por hacer un blend. La fuente esta al lado de la iglesia que tiene un curioso tejado de pizarra vieja llena de frondosos planteles. Pasamos el Alto del Acebo de 1.030m de desnivel que es la frontera geográfica entre Asturias y Galicia. El paisaje pierde su color verde fresco y se vuelve mas gris y reseco. Es una impresión que no esperaba y me decepciona. A partir de la frontera la señalización cambia la dirección de la marcha que esta indicada por la viera colocada en sentido contrario. Aparece otro tipo de viera naif que junto con la inequívoca flecha es lo que mas abundará a partir de este punto. Jaime telefonea al Coronel y como cada vez que lo hace se queda algo triste y melancólico.

Llegamos a Acebo que es una población en la que la única edificación es un bar tienda. Comemos y bebemos. A 1.9 km encontramos otra población bar. Jaime no puede evitar pararse a beber una Coca Cola. La carretera nos lleva a una señal hacia la derecha donde se inicia una amplia senda de barro seco con roderas de 4X4. Nos llevan hacia una gran subida que luego hemos de bajar en su totalidad. Creemos que nos hemos equivocado y que la señal estaba mal puesta. O quizá hemos pasado alguna sin verla ya que casi siempre nos enrollamos charlando sin parar. Finalmente cogemos un correidoro, el único que haré en mi camino, que nos refresca del calor que hemos pasado en la ultima subida y que nos lleva hasta Fonsagrada. Jose, que ha llegado hace rato, ha hablado con el párroco quien le ha dicho que el albergue estaba cerrado. Antes de buscar alojamiento nos vamos al bar Demetrio a comer unos bocadillos de atún y ensalada con pan de molde. Es un bar de diseño que no tiene nada que ver con los que estamos acostumbrados. Hay una musiquilla infernal pero la comida es buena y nos quedamos mucho rato charlando. Hacemos repaso de amigos comunes... Nos instalamos en el Hostal Cantábrico. Jose lucha por convencer a la patrona para entrar la bici en el vestíbulo. Finalmente lo consigue. Nos encontramos a los australianos en el restaurante Cantábrico. Cenamos un lenguado exquisito con Alvariño y tarta típica de Fonsagrada.

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Fonsagrada - Cádavo Baleira

Etapa 20
22.7 Km.

Desayuno en el bar Demetrio un croissant y medio y café con leche sin orujo. Hoy empezamos bajando 1.5km hasta Padrón, donde está situado el refugio "cerrado". Al coger la senda encontramos un coche de Seguridad Civil. El conductor baja enseguida a saludarnos y se interesa por nuestras impresiones del camino. Le preguntamos como esta la senda en la que estamos entrando ya que según nuestra guía esta llena "de zarzas y espinos". Nos explica que hace muy poco la han limpiado. Comenta que si tenemos cualquier problema llamemos al 112. Jaime comenta Si tenemos hambre nos traerán un bocata. Es guardia encaja la broma con gran sentido del humor.

Andamos un largo tramo por carretera. En una curva encontramos al Correcaminos echado en el arcén escuchando la radio. Nos explica que ahora vienen a buscarlo en coche. El y sus cuatro amigos hacen un camino muy raro. Uno va en coche mientras los otros andan. Luego se turnan. Así no van cargados. Es increíble la variedad de combinaciones que busca la gente para no llevar una mochila como es debido.

Nuestro próximo objetivo el Hospital de Montouto punto mas alto de la jornada. Pequeño desnivel de unos 150m. Al acercarnos vemos a Jose de pié hablando con una persona aparentemente subida a una piedra y con un manto tipo Bin Laden. Al llegar vemos que se trata de un vasco de unos 2m de altura, con una camiseta en la cabeza y que se llama Fernando. Nos parece muy agradable. Paseamos por las ruinas del hospital y de un dolmen situados en un paisaje verde que los hace resaltar con una extraordinaria belleza y soledad. Tenemos unos ventiladores muy cerca y ya que voy sin botas aprovecho para acercarme y hacerme una idea de su dimensión real. Se trata de unas bases cilíndricas compuestas por módulos de 3 m de altura unidos entre sí y con un total de 15 por molino. Esto da la altura de 45m es decir un edificio de 15 plantas. De lejos nunca hubiera dicho que eran tan altos. Curiosamente hoy todos están quietos. No se que fuerza de viento necesitan para moverse. Jose me hace una foto en la puerta de acceso al interior. Nos sentamos un rato en el porche de una mínima expresión de ermita encantadora, con Fernando y Jaime y este nos explica el funcionamiento de los ventiladores. Nos dice Están llenos de negros que hacen girar las aspas. Hoy debe ser su día de fiesta por lo tanto están parados. Después de contar unos cuantos chistes de vascos Fernando empieza a andar.

Encontramos un bar tienda en Paradavella. La bici de Jose esta allí y vamos directos a la cerveza. Fernando se esta engullendo una empanada gallega y una inmensa fuente de tomate rojo precioso. Pido un chusco de pan y chorizo picante, añado tomate que me ofrece Fernando. Esta magnifico.

Andamos hacia Lastra a 4.8 km. El sendero sigue la carretera pero sube y baja sin parar. Fernando se pone delante, a pesar de sus larguísimas zancadas lleva paso de guía. Jaime esta encantado, dice que así no suda y no me deja pasar delante.

Al llegar a Lastra encontramos a Jose haciendo la siesta del perro en un pequeño parterre en la carretera a la sombra de un árbol. Lo recogemos y vamos a comer a Casa Casoa tienda, bar y restaurante. Después de "estirar" con un sol de justicia entramos en el comedor y encontramos el grupo del correcaminos en la mesa de al lado (solo hay dos mesas). Hacemos ver que no los vemos. La comida consiste en caldo gallego, embutidos, queso y pan y tomate cortado, vino, café y orujo. Cuando estamos acabando de comer se levanta el grupo de al lado. El correcaminos no lo puede remediar, viene directo hacia nosotros. Lo peor es que resulta que la mujer de Fernando es gallega y tienen conocidos comunes. La conversación parece imparable, buena, la conversación no, el monólogo. Nos levantamos y le dejamos hablando.

Fuera hace un calor terrible. Nos metemos en una senda a la izquierda de la carretera. Jaime y yo nos paramos a hacer la siesta. Me despiertan unos golpes en el suelo y el ruido de movimiento de hojas. Al mirar hacia arriba veo dos caballos observándome. Están intrigadísimos. Nos ponemos en marcha y en una hora encontramos a Jose y Fernando echados en el suelo y al correcaminos de pie delante de ellos, hablando sin parar. Jaime y yo pasamos corriendo. Nos miran con desespero.

En 2.2km llegamos a Cadavo Baleira. Son mis últimos pasos en el Camino. Empiezo a sentir nostalgia. Suerte que el albergue es tal, como lo define la guía, de 5 estrellas. Es una nueva construcción proyectada como albergue. Habitaciones de 5 literas, baños modernos bien equipados. Ventanas amplias en esquina y incluso baño para minusválidos. De todas formas no están resueltos los problemas de siempre: faltan colgadores, el agua se sale de las duchas y el pavimento del baño es peligrosamente resbaloso con el suelo inundado. Como siempre hay un cubo y una fregona para recoger el agua. Todo muy "high tech".

El grupo del correcaminos duerme en la habitación de al lado. Fernando ha seguido hacia Castroverde.

Después de asearnos damos un paseo por el pueblo. Es una implantación moderna solo en un tejado vemos pizarra vieja. El resto son edificios de apartamentos.

Cenamos en el Hotel Moneda. Hoy me invitan los chicos.

Jaime hace el recuento de subidas y bajadas que hemos hecho durante las ocho etapas que he compartido con ellos. Da la increíble suma de 4.855m de subida y 4.305m de bajada y una distancia de 174Km.. ¡Nunca lo hubiera imaginado!. Entonces, no se como, Jose llega a la conclusión de que no es así. No recuerdo exactamente cual era el objetivo de la apasionada discusión. Solo se que llegamos a la conclusión de que Jaime y yo habíamos subido y bajado pero Jose no. El había cogido un atajo sin pendientes.

Cadavo Baleira - Barcelona

El trayecto en autobús hasta Lugo ha transcurrido por parajes iguales a los que había pateado desde Oviedo. El día era espectacular y estaba pendiente encontrar a Jaime o a Jose. Era raro estar en un vehículo. No podía evitar estar atenta a las vieras o flechas amarillas. A partir de Lugo todo fue diferente. Los pueblos por los que pasaba la carretera eran mas grandes y se veían manadas de peregrinos caminando. El camino primitivo había terminado y confluido con el Francés. La verdad es que no sentía muchas ganas de andar por ahí. Creo que me seduce mas la soledad y frescura del que he hecho.

La entrada en Santiago andando desde la estación de autobuses me ha parecido caótica. Todo era gente moviéndose de un lado a otro. Había un grupo de Fonsagrada bailando algo parecido a la jota. Los turistas extranjeros les aplaudían como locos y les filmaban y fotografiaban encantados.

Me he comprado un pin flecha amarilla. Luego he ido a la catedral. Eran las 12.30 y Domingo y estaban celebrando misa. He ido muy cerca del altar y he dejado mi mochila junto a la de un grupo de peregrinos. En el momento de dar la paz todos se han abrazado casi llorando. La verdad es que me he sentido acomplejada. Ellos habían llegado a Santiago andando y no se habían duchado. Yo había llegado en autobús, duchada y con mi traje de noche...Pero ¡así es la vida, otra vez será! No he dudado en ir a comulgar, cosa que hago en muy pocas ocasiones, y me he sentido realmente emocionada. Se me han saltado algunas lagrimas. Han encendido el botafumeiro. Al salir de la iglesia he ido a la oficina del peregrino donde, depuse de presentar mis credenciales, me han dado una hoja muy importante.

He ido a comer a un restaurante del parador. Tenia ganas de que llegara ese momento pues podría pedir papel y mientras degustaba mi ultima comida en Galicia regada con media botella de Alvariño plasmaría, a vuela pluma, mis recuerdos de estos ocho días.

Un abrazo muy fuerte para los dos

Ina Jackson

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Cádavo Baleira - Lugo

Etapa 21
28.3 Km.

Me levanto temprano en el moderno albergue de Cádavo. Jose Mari duerme pero Ina está ya despierta y me vuelvo a despedir de ella. Su decisión de tomar aquí el bus para Lugo y luego a Santiago, pasar el día allí y tomar el avión por la tarde a Barcelona me parece muy acertada dada la distancia de la etapa. De todas formas me he de acostumbrar a andar de nuevo en solitario.

Tras la subida al alto de la Vaqueriza el Camino discurre por una zona muy bonita mejorada si cabe por la ligera niebla. En un prado veo a un zorro que me observa. Yo hago lo mismo y sigue quieto hasta que vuelvo a caminar. En Castroverde decido desayunar pero como es Domingo está todo cerrado. En la gasolinera de enfrente me dicen que el bar abre a las 9h. con lo que me espero, desayuno y me encuentro finalmente con Jose Mari.

A partir de aquí el Camino discurre siempre por sendas sin casi tocar carretera. El trayecto es sin embargo tedioso a pesar de las muchas aldeas con sus casas de granito. Sin más que contar voy quemando Kms. hasta llegar a la autopista donde con gran horror encontramos al "correcaminos" que afortunadamente se despide pues allí tenían previsto el final de sus etapas.

El tramo hasta Lugo es bastante horrible. Ina me habla exultante desde Santiago. Ha llegado a la Misa del Peregrino, ha conseguido el diploma y está comiendo en el Parador de los Reyes Católicos. Todo un éxito del que me alegro de corazón. Finalizada la conversación vuelvo a la realidad: Hace un calor terrible, no hay nadie a la vista y estoy completamente desorientado.
Sigo caminando y encuentro una flecha del Camino que me envía a ninguna parte pero luego llego a una casa donde el propietario, después de amordazar al perro, me indica el camino de entrada a Lugo. Tengo que bajar, cruzar el río y luego subir hasta la muralla. Fácil de explicar pero largo de recorrer. Cuando llego a la muralla muerto de calor y pregunto por el albergue me llevo una alegría cuando me entero que estoy a 100m. del mismo. Allí me dirijo y mientras me inscribo, llega Jose Mari que no se había perdido???.

Tomamos un vegetal en un bar de la Plaza Mayor y me bebo dos jarras enormes de sidra a presión. Buenísima!!!

Nuevamente en el albergue y tras la tradicional ducha me quedo haciendo la siesta hasta la hora de misa y Jose va a recorrer las murallas para fotografiarlas.
Tras la misa vespertina nos reunimos con Elvira y su hija menor Raquel que amablemente han venido desde Sarria para pasar la velada con nosotros. En la plaza Mayor mientras tomamos un refresco, saludamos a la pareja de peregrinos ciclistas de Australia que hemos encontrado durante varias etapas desde Salime.

La cena fue muy agradable y la conversación muy amena. Supongo que a Raquel le gustó el changurro. Volvemos a recordar nuestro casual primer encuentro en Sarria, hace ya cinco años y nos despedimos hasta la próxima. Esta vez nos hemos quedado sin queimada pues su artífice, Jorge no ha podido venir a Lugo por temas de trabajo.

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Lugo - San Román da Retorta

Etapa 22
19.O Km.

Salgo de Lugo con niebla y desayuno en un bar de la plaza Mayor después de esperar que acaben la limpieza. Paso las murallas por la puerta de Santiago y dejo la ciudad por el puente Romano. La salida es mucho más agradable que la entrada y además la niebla ha refrescado el ambiente.

Tras pasar el hito de los 100 Km. sin verlo, y en un cruce de carreteras encuentro a los ciclistas australianos. Nueva despedida y Roger me da su e-mail y dos pins de canguro australiano que agradezco. Llegado a Barcelona le he enviado un mensaje y cosa rara me ha contestado.

En Burgo do San Vicente me alcanza Jose Mari, fotografiamos la bonita iglesia de granito y tomamos unas cervezas en el bar de al lado. Sigue la niebla. Faltan unos 10 Km. para finalizar la etapa que recorro sin más casi siempre por la pequeña carretera vecinal.

Llegado a San Román me encuentro con uno de los lugares más simpáticos de este tramo gallego. Tal como indica la guía verifico que el pueblo (no más de 4 casas) es acogedor, su iglesia románica magnífica y el pequeño albergue inmejorable. Sus propietarios Clara y Jaime, que también lo son del bar, son unos enamorados del Camino y nos acogen divinamente.

Esperamos que acaben la limpieza para instalarnos. Esta vez no estamos solos ya que también esperan los tres finlandeses que conocimos ayer en Lugo donde empezaron su Camino.
El bar no puede despachar comidas pero ello queda bien suplido con la tortilla, embutidos y queso que nos preparan y a la que se apuntan también los finlandeses.

La tarde pasa placenteramente visitando la iglesia y el miliario romano que marca la calzada romana que mañana seguiremos prescindiendo del itinerario oficial señalado con mojones.
Para cenar repetimos el mismo numero que a mediodía y además adquirimos provisiones para el desayuno del día siguiente a fin de no hacer madrugar a los propietarios.

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San Román da Retorta - Melide

Etapa 23
30.8 Km.

Esta es la última etapa desconocida. Por la tarde estaremos en Melide donde habré estado por quinta vez y la tranquilidad del Camino Primitivo se habrá acabado al juntarse al tramo francés.

El día es bueno con algo de niebla que refresca el ambiente. Llevo a los finlandeses por delante y ya no los volveré ver, incluso en Santiago. Cosas de Camino. El tramo de calzada romana es muy bonito pero sin llegar a la belleza del de la ruta Vadiniense. Pasado Burgo Negral (de casas oscuras como parece indicar su nombre) me alcanza Jose y en el siguiente pueblo consumimos el desayuno junto a la iglesia y al lado de unas lápidas. El lugar esta al amparo de la brisa reinante y no puede ser más tranquilo!!!

Pasamos el puente romano sobre el arroyo Ferreira, lo que autentificamos con las correspondientes fotos. En San Xurxo de Augas Santas dejamos a la izquierda el desvío a Palas de Rei y seguimos adelante entre asfalto y corredoiras hasta Hospital das Seixas. Nadie consigue aclararme el significado de "seixas" que existe igualmente en el Valle de Aran.
Subimos al puerto, la parte más alta de la sierra de Careón y donde empieza A Coruña la última provincia de las muchas recorridas en mi caminar. La nostalgia se hace notar.
En el puerto acabamos de consumir nuestras provisiones y empezamos la bajada. Jose directo por la carretera y yo aprovechando al máximo los caminos hasta acabar en el consabido asfalto que no me abandonará hasta Melide. Es agradable reconocer los sitios.
El calor aprieta y cuando llego al Hostal Xaneiro II y antes de subir a la habitación me cepillo dos cañas seguidas lo que me produce un sopor muy adecuado para preparar la siesta después de la ducha (por orden de Jose que teme a mis pies). No sé por qué será.
He olvidado decir que para evitar problemas de alojamiento, desde Melide a Santiago tenemos ya plazas reservadas. La logística hotelera funciona a pesar de no disponer de un Manuel.

Nos acercamos al albergue para sellar las credenciales y comprobamos que está abarrotado.

Terminamos la jornada invariablemente en Casa Ezequiel. Comiendo Pulpo a feira y cachelos. Estos últimos gracias al buen hacer de la Sra. Mercedes ya que habían terminado. Tanto es así que me fotografío con ella. Fotos que ya le he remitido en agradecimiento. Me pongo tibio de vino turbio que a Jose no le gusta porque es muy fino y solo entiende los Ribera del Duero (preferiblemente reservas)

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Melide - Santa Irene

Etapa 24
30.4 Km.

Esta es la última etapa larga y el buen tiempo reinante ya no nos abandonará hasta nuestro regreso a Barcelona.

Es la quinta vez que recorro estas etapas por lo que me son tan familiares como si pasease por el pasillo de mi casa. Desayuno en el mismo bar que hace dos año y también chocolate con churros. En el bar entablo conversación con tres parejas de Alicante y empleo mis artes de peregrino veterano para impresionarlos. Adivino que han iniciado su Camino en Sarria por el color de su piel y así me lo confirman.

De todo este largo trayecto quiero destacar la gran cantidad de peregrinos a la que no me acostumbro, las paradas en Ribadiso da Baixo y Bar de la plaza de Arzua, la comida en A Esquipa (por fin lo logramos) y sobre todo la inmejorable siesta a la sombra que ha sido inmortalizada por Jose Mari con ciertos aviesos comentarios al orujo que indudablemente no son ciertos.

Llego con cierto retraso a Santa Irene. El albergue está lleno y gracias a Jose Mari me conservan la plaza. Impensable dormir en el altillo. La cena, con el menú de siempre es muy agradable por la compañía de un matrimonio maño, una vasca y un austríaco. Este último es un "correcaminos" de cuidado que ha hecho trekkings por todo el mundo según nos explica. Viaja tan pertrechado que los 16 Kg. de peso los lleva repartidos en dos mochilas: Una delante y otra detrás!!!

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Santa Irene - Lavacolla

Etapa 25
12.4 Km.

Las dos etapas que nos quedan son de "descompresión". Somos los últimos en levantarnos, en despachar el buen desayuno (con zumo incluido) servido por la amable propietaria Esther y en abandonar el albergue no sin antes despedirnos efusivamente. He pernoctado aquí tres veces y esto, para el Camino, es ser un cliente muy fiel.

El tramo hasta Lavacolla es corto y recuerdo que al pasar por Cimadevilla, la última corredoira del Camino, tomo una foto-bodegón a mi mochila (es decir, la de Jose Mari) como homenaje a sus servicios (los de la mochila, se entiende). Luego la interminable subida entre eucaliptos hasta la cabecera de pista del aeropuerto en compañía de uno de Madrid que alardea que ha hecho etapas de 40-50 Km. No digo que no sea cierto, pero lo que si es cierto es que como único equipaje lleva un termos con agua fría. No me lo saco de encima hasta que el último mojón gigante me encuentro a Jose Mari y le digo al madrileño que aquí me quedo.

Después de tomar una cerveza en San Paio llego a Lavacolla bajo cuatro goterones que no sirven ni para refrescarme.

Tarde de descanso en el hotel San Paio y soberbia cena, Como el año anterior con Antonio Biosca; rodaballo a la plancha regado con buen albariño de Martín Codax.

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Lavacolla - Santiago de Compostela

Etapa 26
10.2 Km.

Con el fresquito de la mañana y la niebla, la subida al Monte del Gozo se me hace cortísima. Por mi mente pasan las etapas recorridas y compruebo su gran diferencia con mis otros Caminos. De todas formas, creo que este Camino era más adecuado al caminante que al ciclista , lo que Jose Mari seguro que confirma. Pero ya estamos otra vez los dos a las puertas de Compostela y en perfecto estado a pesar de las dudas que tenía el ciclista por su rodilla.

Doy gracias a Dios por todo ello y recuerdo en este momento a los amigos que por cualquier motivo no pueden hacer lo que yo. No olvidéis que os llevo a todos en mi corazón y a algunos en la mochila, les digo con el pensamiento y así me reúno con Jose en el Monte del Gozo.

Estamos decididamente en la Civilización. El largo tramo hasta la Rua de San Pedro es insulso pero ha mejorado mucho desde que pasé en el 2000 con Alex, que iba protestando.

A partir de aquí el mismo ritual no programado: Cruceiro de San Pedro y sidra en el bar de en frente. Llamadas telefónicas, Rua de San Pedro, Porta del Camiño, Rua de Casas Reais, Plaza Cervantes y finalmente el paso el Palacio Gelmírez y la Plaza del Obradoiro. Me muevo como flotando y quiero pensar en tantas cosas que no pienso en nada.

Los trámites para obtener la Compostela son rápidos y al salir me apresuro a plastificarla, con gran horror por parte de Jose Mari. A continuación Jose lleva la bici al Hostal y yo voy a instalarme en la Catedral. Por experiencia me sitúo el pie de una de las columnas del crucero con lo que a pesar del gentío, cuando empieza la Misa del Peregrino estoy a un tiro de piedra del Arzobispo.

A pesar de las veces que he asistido a esta ceremonia la emoción me embarga y lo mismo me ocurre al escribir estas líneas. Que le vamos a hacer si uno es así y además tiene que hacer honor al título que inmerecidamente le ha otorgado Jose Mari: PEREGRINO JEFE.
A la salida de la Misa consigo que el arzobispo de Santiago bendiga la concha de plata que regalaron mis hijos y nietos cuando cumplí los '70 y entrego la Despedida Celta que me ha acompañado durante todo mi Camino, a la monja responsable de los cantos.

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Paseando por Santiago

Sin etapa
0.0 Km.

Nos levantamos tarde. ¡Qué tarde amanece en Galicia! La mañana la destinaremos a visita cultural con lo que cuando Alex lea estas líneas quedará muy satisfecho de nosotros.

Visitamos El Claustro de Piedra del Maestro Mateo, El palacio Gelmírez y el Museo Episcopal.

Se ve que la Cultura abre el apetito pues cuando terminamos nuestro largo recorrido nos dirigimos a Casa Elisa en la rua do Franco para tomar tapas. Recién instalados suena mi móvil. Son Merce y Carlos Recolóns a los que pasé información para su Camino en coche que acaban de llegar a Santiago con sus amigos, han asistido a la Misa del Peregrino con el consiguiente botafumeiro y están entusiasmados. Los dirijo hacia Casa Elisa y todos nos ponemos "morados" de tapas, Ribeiro y orujo. La reunión es muy animada y simpática ya que nadie pensó que coincidiríamos en Santiago. A pesar de los esfuerzos del tesorero Jose Mari no hay posibilidad de pagar la cuenta.

Nos despedimos ya que ellos van a Pontevedra y Cambados y para nosotros la tarde acaba plácidamente con las consabidas compras y recuerdos. Nos despedimos de Antonio y María ya que mañana madrugaremos para tomar el bus de León.

Nuestra despedida gastronómica la hacemos, para variar, en Casa Camilo.

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Regreso a León y Barcelona

1200 Km.

A las 7h. estoy ya de camino hacia la estación de autobuses. Por la calle, ni un alma. Solo de cuando en cuando algún rezagado de la juerga sabatina. La rua de San Pedro, que recorro al revés está también desierta y sólo al desviarme para la estación me cruzo con un peregrino madrugador a quien deseo ¡Buen Camino!

El trayecto hasta León parece más bien un recorrido turístico. Pasamos por A Coruña, Lugo, Piedrafita del Cebreiro y no sé cuantos lugares más hasta llegar a destino sobre las 14h30.

Jose Mari recoge el coche, este año sin incidentes y poco después regresa a la estación de autobuses donde lo he esperado guardando nuestros enseres. Comemos en la misma estación y salimos para Barcelona. Con la mejora de carreteras el trayecto, por lo demás largo, se nos hace llevadero y sobre las 12 pm estamos frente a mi casa de la calle Muntaner.

Desconozco si este año Jose Mari tuvo algún pensamiento Jacobeo para 2005 durante el trayecto. Reconozco que yo estuve con la mente en blanco, pero durante las horas que he pasado redactando este escrito me he ido aclarando mis ideas.

Creo que en la tranquilidad de nuestro Valle de Aran y después de que Jose Mari lea estas líneas podremos cotejar nuestros puntos de vista.

No quiero acabar sin agradecer a Ina y Jose Mari, mis compañeros de este Camino, que me hayan aguantado todos estos días con la sonrisa en los labios. También a todos mis familiares, amigos, gente del Camino y peregrinos del Mundo entero que me acompañaron con el pensamiento -a todos- incluyéndome a mi mismo:

EL SEÑOR Y EL APOSTOL NOS GUIEN EN NUESTRO CAMINAR
POR LA VIDA, MUCHO MAS DIFICIL Y COMPLICADO QUE ESTE
CAMINO DE SANTIAGO QUE ACABAMOS DE RECORRER.

¡ ULTREIA E SUSEIA!

JAIME, el peregrino
Festividad de Santiago Apóstol, Barcelona, 25 de Julio de 2004