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Parece que siento la mochila sobre mis espaldas, como si un bagaje invisible quedara anclado en mi carne. La vieira rebotándome en el pecho a cada ritmo del paso, como llamándome desde una profunda significación que quisiera entrar con urgencia en mi cueva. El cayado golpeando rítmicamente el suelo, música y llamada continua que parece recordarnos el retorno intacto y que espera en cualquier recodo de nuestro camino diario. Evidencia de la futilidad, barro que va sobre el barro.
La vista casi permanentemente hacia el suelo. Gesto que me explicaba que asi deberia transitar mi existencia, mirando la venida del futuro y, no mirar hacia atras, solo recordar el pasado como leccion en este presente que será olvido.
Las estrellas vigilando mis pasos por la noche y el sol martirizando el ímpetu durante el día. Las siestas al amparo de una buena sombra. Los pies hirviendo y el poder mojarlos en alguna vía de agua si existía. Las moscas martirizando la bajada del Monte del Perdón. Recuerdo el Camino como una lección de humildad y una cura de soberbia. Los ojos mojarse, cuando en la soledad del tránsito se leen alguna paginas de la vida escritas con trazos dudosos e inciertos o evocas con fuerza la figura de aquellos que ya abandonaron el camino de la vida. El permanente aprendizaje de uno mismo, ese viaje interior que una vez empezado es tan evidente en sus análisis que te revuelves incomodo. El tomate abierto y la sal pedida comido al borde del camino, junto a una fuente de agua transparente como las evidencias acumuladas.Aquella fruta de cualquier árbol que se mostraba manjar. !Cuantas cosas sobran en esta vida de marketing¡ !Cuanta soberbia acumulo en mis actos diarios y aqui en el Camino no soy nada y soy todo¡ Vuelvo a la pureza de otras purezas. Entendí la parábola y confieso que fui feliz, feliz de estar allí, feliz de ser feliz. Entendí el mensaje e incluso que no estaba haciendo otra cosa que repetir una vida con una mochila a mis espaldas.
Tuve la sensacion machacante de que repetia algo, algo viejo y acumulado en las estanterias de mi tiempo. Pero, los limites estrechos de la memoria solo me dejaban ver pura teoria. Callaba mi expresion y mi explicacion para mi mismo. Demasiado positivismo y la necesidad torpe de evidencias cegaban la videncia. Sabe más el Camino y su mensaje.
Fui a él con una intencion: sufrir,en la medida que nuestra "civilizacion" nos deja y enseña. Se que es, por comparacion, un sufrimiento descafeinado. Me senti a gusto pues hice un viaje a mi interior, que creo, es una de la formas vitales de hacer el Camino. El resultado final del analisis fue la verguenza de vivir en un mundo donde todo es plastico, la suma de unas circunstancias donde se amontonan toda clase de promiscuidades, odios y violencias, envidias, desprecios, juntos se amontonan en un vertedero de lujo, o eso parece si asi se le puede llamar.
Sufrí y al mismo tiempo sentí verguenza. Como iba sentir sufrimiento si por un momento pensaba en aquellos seres que hace dos, tres, mil años habian hecho el Camino y me refiero, en particular, en sus origenes, a los discipulos de Prisciliano que cargando su cadaver desde Treveris lo llevaban a enterrar al castro donde hoy en dia esta la catedral (El Camino ya estaba hecho con el regreso de los celtas). Despues naceria la mayor mentira construida por la iglesia, pero bastante despues, y esta es otra historia, silenciada, callada, amordazada por quienes sintieron que su poder se tambaleaba ante quien predicaba el verdadero mensaje de Jesucristo.
Parece sentirse el ruido de cascos de los caballos templarios. El Caballero Templario en algun lugar de cualquier esquina de este Camino. Solo hace falta excitar un poco la imaginación, esa imaginación que a veces ponemos en marcha para otras cosas menos provechosas, solo un poco y sentiremos evidencias.Al lado de cuantas tumbas, sin verlas, hemos pasado. Al lado de cuantos huesos guardianes, esas entidades que tuvieron forma sobre un saber tan viejo como el propio mundo. Huesos que cedieron en su estructura por cansancio o inanicion o por el cuchillo de algún salteador de caminos. Que fe tan inmensa, que razón tan evidente movía a aquellos seres humanos a realizar tal titánico esfuerzo. Aquí no se trata de irse a comprar un melón a la vuelta de la esquina o hacer turismo cegato. Se trataba de subir caminos largamente solitarios y bajarlos en la misma condición, nada alrededor ni al frente ni atrás, todo lo más alguna venta perdida en la inmensidad de las llanuras de Castilla o en las inmensidades salvajes de Navarra, Leon y Galicia. Estremece pensar todo esto. Acompleja saber que unos seres lo hicieron movidos por un afán y por un imán desconocido. ¿Desconocido?.Prisciliano esta enterrado en el castro que hoy ocupa la Catedral.No voy a meterme en mas comentarios ni levantar costras en heridas que merecen mas extension narrativa.
Recuerdo etapas con una nitidez absoluta. Sus pedregales, sus campos,llanuras. La bajada del Monte del Perdon y las subidas de Castrojeriz y el Cebreiro. La primera de la subidas la recuerdo como un castigo del infierno. Se me dio por subirla, despues de comer, a las tres de la tarde con un sol que decian los lugareños se colocaba en el termómetro a 36 grados.La subida al Cebreiro fue en medio de una lluvia fria y penetrante, cerrado de niebla y con los cojones de corbata al hacerlo en medio de aquella salvaje naturaleza. Y otra vez pasaban por mi mente aquellos seres humanos..., lo que si es verdad es que los tenian bien colocados.Al llegar arriba, con los huesos calados, desorientado, sentí de nuevo y una vez mas la indiferencia humana, la pasividad y el muermo de algunas personas que transitan cegatas por este mundo.En un "meson" entré y solicité un vaso de leche caliente, circunstancia que tardaron en asimilar y en servir como quien tira paja a un caballo. Mi pinta no era muy buena, pero que coño le importaba a aquella mesonera. Ella estaba alli para hacer pasta al abrigo de pringados como yo. La solidaridad lleva numeros y ceros.
En Torres del Rio, reducto Templario,mandé a mi "bandullo" un desayuno que hizo historia junto a mi alma gemela del Camino,Robert D.Bureau. Una botella de vino y un queso capaz de resucitar a los difuntos que aun no lo son. O aquel vino de Rioja que en solitario tomé con un trozo de pan debajo de algun arbol de los que jalonan el Camino. Sencilleces tremendas, evidencias humildes. Lecciones para un subsconciente lleno de "ventajas civilizadas".
En Leon viví una pagina un tanto grotesca, mas bien decepcionante. El lugar donde me albergé pertenece a la iglesia y lo regentan (eso parece) unas monjas. A las 9'30 de la noche me encontraba sentado en un banco del patio interior fumando un pitillo y dándole vueltas a los conceptos de fe y religiosidad. Una monja se acerco a mi y sin preámbulos me dijo que a las 10 habia que ir a la capilla pero que antes no reuniriamos para charlar, que iba a ser todo muy rapido(¿?). En silencio acepte, me llamaba la atencion lo que allí se iba a desarrollar y encamine mis pasos a la hora prevista.
Me uní a un grupo de unas treinta personas en torno a la religiosa. Me dio un panfleto y me ordenó abrirlo en una pagina determinada al mismo tiempo que ella decia que ibamos a orar, ....en fin una serie de cosas impuestas dulcemente. No me contuve y despues de revisar el panfleto le dije a la religiosa que allí no hablaba de Santiago, no se hacia ni la mas minima alusion a su persona, que yo habia venido al Camino en busca de El (menos mal que no le dije de Santiago y.....de Prisciliano). Su mirada precisamente no fue tierna ni la de quien trasmite caridad a base del "ejercicio diario" de la "oracion". Me contestó (!¡)que no me sulfurara (¿?). Continuó con su verborrea como si no pasara nada. En un banco cercano a ella habia un hombre sentado, joven, vestido con ropa de paisano (no se quien era ni me interesa) con un libro entre las manos, levantó la cabeza y me lanzó una mirada de muerte al infiel (lease odio o mala leche) que si llego a ser jabón acabo en cualquier vertedero. Le mantuve la mirada hasta que él la bajo hacia el libro que estaba leyendo, me imagino que didáctico y lleno de ternura para los demas., Entré en la capilla y ya no me acuerdo de mas, mejor dicho no quiero acordarme. Me dió la sensación que ella ya daba por sentado nuestra obediencia, que alli habia un criterio preestablecido, que ya todos habiamos pasado por el aro hacia tiempo. Su labor "pastoral" ya estaba predefinida y alli no tenia por que haber opinion de ninguna clase.
Me pregunto, por qué esta insistente manía de querer llevarte al redil por cojones. Por qué la mirada y la contestacion de quienes se supone deberian tener el oficio de convencerte con otros argumentos. Por qué tanta necedad y marketing de fe. Allí no se preguntó cuales eran nuestras creencias o al menos nuestra forma de sentir. En el Camino he visto y he hablado con musulmanes y con protestantes, por nombrar algo del ancho y largo arco de creencias., Si yo fuera protestante lo que sí esta claro es que nunca mas se me ocurriría pisar una iglesia católica. Precisamente hay está el encanto del Camino, el misterio de su atraccion que engloba a seres de todas las creencias y estamentos sociales. Te venden un mueble sin uniones ni tornillos que se cae en cuanto lo pones en pie. Yo no soy quien para tener nada contra Jesucristo, asi se lo hice saber a aquella "señora". Muy al contrario, creo en Su mensaje, rotundamente.
Aquella noche me acosté y conversé con Prisciliano y ví en mi imaginacion rodar su cabeza sobre el cadalso en Treveris. Una vez mas y, y tantas otras, se cumplia la imposicion de un razonamiento y de una fe en manos de quienes recurrian a lo que hiciera falta a fin de no ver tambaleados sus cofres.
De todas formas no es mi intencion molestar a aquel que cree, la fe tiene demasiadas ramificaciones y cada uno se pone a la sombra de la que mejor la haga. Lo importante es creer, sobre todo en uno mismo.
Una vez llegado a Santiago encaminé mis pasos a la Catedral o mejor dicho al lugar otrora un castro celta y en donde hoy esta la tumba... recé lo que supe rezar y mencioné para mi adentro lo que supe mencionar, tambien pedí perdon por todo,por esto y por todo lo demas. Aquel día aprendí que la verdadera oracion esta dentro de cada uno y que allí y que en ese interior estan todos los Santiagos, todos los Priscilianos... y Jesucristo. No hace falta dar mas vueltas buscando lo que se tiene dentro. Delante de Su tumba hice la promesa de visitarle una vez al mes durante toda mi vida. La hice por que gracias a El mis parpados se abrieron un poco y un poco de luz pude ver.
A quien lee e interesa este mensaje y esta interesado en hacer el Camino, que lo haga, jamas se arrepentirá. Podra hacerlo solo o en compañía. Si lo hace en solitario y con un poco de fe en si mismo; dandole vueltas a aquellas preguntas que a veces bullen en nuestra memoria y queriendo llegar al interior del "yo", o al menos intentarlo, que lo haga, repito, no se arrepentira. Si lo hace en grupo es un buen momento para dar suelta y entender la solidaridad, es una forma distinta pero no por ello menos efectiva y vital. Por hacerlo hasta de juerga !por qué no¡
Tambien si alguien quiere mi modesto consejo u opinion, al principio de esta web esta mi email, tendre el gusto de darselo y contestar a lo que sea. SUERTE y al CAMINO. Al llegar a Santiago de Compostela entrar directamente a la tumba, orar o estaros callados o simplemente hablar con vosotros mismos, guardar unos minutos de total silencio y despues iros a descorchar una buena botella de Albariño y brindar por la vida y por todos aquellos que dejaron la suya en el Camino. Despues, dejar que la ciudad de Santiago sobre todo su parte vieja, os entre en la venas del recuerdo definitivamente. A partir de ese momento llevareis "algo mas" con vosotros. Y recordar que hace siglos, muchos, el pueblo gallego seguia a un hombre que la intransigencia abatió, era de alli cerca, de Iira Flavia y entre otras cosas fue Obispo de Avila y a quien el Papa creia y apoyaba, pero los mastines...
La ruta desde Roncesvalles o desde el lado frances, es bonita, pero la de Somport no se queda atras.
Hice el Camino,desde Roncesvalles,entre el dia 1 y el 22 de Septiembre del 2000, una buena paliza, sobre todo los ultimos 200 kilometros. El total de ellos, entre pitos y flautas, son casi 800 kms. Por suerte, no tuve ningun contratiempo asi como tampoco ampollas en los pies, lo principal, es que ciertas ampollas y ciertos callos del alma, desaparecieron.
Proyectos: En el 2002 Sevilla-Santiago de Compostela. 2003 Treveris (Alemania)-Santiago de Compostela.
¡¡SUERTE PEREGRINO!!
Jesus Hermida Gonzalez