http://home.chello.no/~lwaaltor/e_sykkel2000.html
Este es el grito con que se saludan los cientos de peregrinos a lo largo del Camino de Santiago. Buen camino....peregrino! gritan también los que viven en los cientos de pueblos que se cruzan y buen camino! gritamos nosotros cuando con nuestras bicicletas adelantabamos a cientos de peregrinos que como un rosario interminable se extendía desde los pies de Los Pireneos hasta el corazón de Galicia.
Han sido 14 días inolvidables. Mayo, además del mes de las flores y de la Virgen, es sin duda también el mes del camino. Tuvimos la suerte de que el apostol Santiago nos premió con sol y cielos limpios. Solo el último día y cuando ya oliamos Santiago supimos lo que era pedalear bajo la lluvia. El resto de los días, sol y suaves brisas. El apostol soplaba siempre de espaldas.
Es esta una ruta donde se encuentra y se vive la verdadera España. La España frondosa de los bosques pirinaicos salpicados con una hilera interminbale de riachuelos. La que acoge a esa Rioja cubierta de una alfombra interminable de viñedos en flor sobre una tierra rojiza y limpia. Al fondo de los viñedos no se ven ni castillos, ni señorios sino una chabola blanca y limpia donde el paisano, unico dueño y señor, guarda los apeos. Allí los vimos limpiando con mimo sus cepas. Es esta la España que alberga su cuna: Castilla y Leon. Esta vez las colinas de Castilla no estaban calvas, como dijo Machado, esta vez estaban cubiertas de una espesa y colorida cabellera y a sus pies un oceano verde. La tenue brisa ondulaba los innmensos trigales que vestían un verde insólito y en las orillas siempre las amapolas. Ahora entendía lo bonita que tuvo que ser La Pantoja cuando su padre la cantaba aquello de "..la amapola entre los trigales verdes..". Y por fin es esta la España de esa Galicia verde, arrugada, bañada de sol, de nieblas, de lluvias y sobre todo cubierta de esos bosques oscuros y misteriosos. Se intuían las meiras y los lobos y siempre olía a mar, tierra y abono.
A lo largo del camino se cruzan algunas ciudades y cientos de pueblos. Desde el camino se divisan las torres de los campanarios y sobre las torres siempre las cigüeñas en sus nidos. Iglesias de un románico puro y duro. Compactas, solidas , pegadas a la tierra con sus fachadas adornadas de capitales y rodeadas por simples y bellos ajedrezados. En su interior se intuye el fervor del penitente, la penumbra que requiere el arrepnetido, el llanto gregoriano y, porqué no, los ecos de la Inquisición.
Iglesias y catedrales góticas que apuntan como lanzas hasta el cielo. Plagadas de un sinfin de detalles que el viajero no se cansa de contemplar. Som altas, hermosas, llenas de aire y de luz. Luz que entra en ellas colorida a través de immensas vidrieras saturadas de motivos.
No falta pan y no falta vino para andar el camino. En Castilla buen cordero y en Galicia mejor mero.
"codero de Burgos que quitas los pecados del mundo...." y por todas partes tapas suculentas, cazuelas de buenos guisos, ensaladas y verduras con sabor a huerta y de postre... arroz con leche. Pan blanco, blando y crujiente al principio y hogazas de pan moreno en Galicia. Vinos con sabor a roble en la Rioja, blanco de Verdejo en Castilla y Ribeiros y Albariños en Galicia.
Por las noches en los albergues. Peregrinos de España, Alemania, Francia, Inglaterra y sobre todo de Brasil. Muchos son pensionistas, otros son estudiantes y el resto somos los demás. Todos buscan algo que al empezar puede ser muy distinto: sosiego, tiempo para pensar, arte, cultura y quizás los menos son los que buscan la bendición del apostol. Pero al terminar todos encuentran lo mismo: así mismo. Cuando te acercas a Santiago, y ves las huellas centenarias de los miles y miles de peregrinos que movidos por su fé inquebrantable llegaron hasta la tumba de apostol, todos le dan un fuerte abrazo compartiendo la fe milenaria y sintidiendose un poco mejor personas.
El viaje tuvo su epílogo, no en bicicleta, por la España del norte. A un lado el mar Cantábrico, al otro los picos de Europa. Mar de poetas y pescadores, del percebe y del bonito , de galernas y costa abrupta y sobre todo mar de gente noble. No es este el mar de los turistas. Es esta la España que entonces ni romanos y moros pudieron conquistar y es esta la España que ahora se resiste a las castañuelas y al turismo fácil.
Y al final unas horas en Paris. El frenesí, la gran urbe, el otro mundo , el todos los días volvía a empezar...
La aventura empieza en el centro de Oslo a las 8.45 de la mañana. La calle donde yo vivo estaba cerrada porque la compañia de tranvias de Oslo celebraban su 125 años de jubileo.Toda la calle estaba llena de tranvias muy antiguos. Compramos un poco de comida ya que el avión no salía hasta las 12.40. El viaje en coche hasta el aeropuerto trancurrió sin ningún problema. En el aeropuerto tuvimos alguna dificultad para encontrar el mostrador de Air France. Después de mucho ir y venir con el equipaje y las bicicletas conseguimos facturar en el mostrador de Sabena. La facturación transcurrio sin mayor problema.Tampoco hubo problemas en los controles a pesar de que yo llevaba en el necesair unas tijeras cortauñas de gran calibre. Después de esperar una hora recibimos la noticia de que el avión tenía una hora de retraso.
Mientras esperabamos una monja se sentó justo a lado de nosotros. Al parecer se nos notaba ya el aspecto de peregrinos.... En el avión recibimos muy buena comida y bebida. El retraso no implicaba nada porque el vuelo Paris-Biarritz salía muy tarde. En el aeropuerto de CDG tomamos una cerveza (0.5 l: 26 ff). En el vuelo a Biarritz (1 hora) solo sirvieron un refresco. A nuestro lado se sentó un sacerdote!
En Biarritz estabamos muy pendientes de si equipaje y bicicletas llegarían en buen estado. La alegría fue grande cuando constatamos que todo había llegado. Empezamos a montar las bicicletas y tuvimos la primera sorpresa. Mi bicicleta tenía el cable de cambios muy dañado. A continuación pedaleamos hasta el hotel, donde Espen había encargado dos habitaciones via internett (310 ffr pr. pers.) Cenamos en el hotel un menú de tres platos y después fuimos a dormir con la mente puesta en los Pirineos que nos esperaban al día siguiente. El festival de Eurivisión era en esta ocasión irrelevante.
Después de desayunar en el hotel nos pusimos en marcha hasta Bayonne. Habiamos decidido tomar el tren desde Bayonne hasta Saint Jean Pied-de-Port. Al llegar a la estación y encargar los billetes me confirmaron que dependia del revisor si podiamos llevar las bicicletas en el tren. Afortunadamente todo salió bien El tren empezaba en Bayonne a las 09.03 pero lo hizo con retraso. Era un tren encantador, pequeño con dos vagones y un pequeño compartimento de 1. clase. Nosotros fuimos en 2 clase. Mientras Espen sufría las inclemencias del polen, el tren subía a través de unos valles idílicos en el corazón de los Pirineos.
Tras una hora de viaje y junto algunos turistas de pie llegamos a Saint Jean. Alli empezó de verdad el viaje en bicicleta. Tras unos kilometros de terreno ondulado llegamos a los pies del puerto Ibañeta (1057 m. altitud y 20 klm largo). El puerto era dificil, pero con el tiempo y el entorno tan hermoso, la cantidad de riachuelos y las piernas frescas todo resultó en una experiencia inolvidable. En la cima había un gran monumento a la memoria de Rollando. La derrota de Rollando se produjo aquí, tal como refleja la conocida obra de la canción de Rollando. Tras un leve descenso llegamos a Roncesvalles que era nuestra meta para la primera etapa. En la oficina de información recogimos todo lo que necesitamos. Roncesvalles estaba inundada de gente debido a una fiesta local. Era imposible comer en alguno de los dos únicos restaurantes
En un bar comimos dos deliciosos bocadillos de jamón serrano. Después nos registramos en la oficina de peregrinos donde recibimos las credenciales que nos autorizaba a utilizar todos los albergues de la ruta. Alli nos dieron habitación para doemir, gratis. Había 24 literas en una sala dentro de un viejo hospital en ruinas en cuyo interior volaban las golondrinas a su libre albedrio. En adelante vamos a catalogar los albergues con conchas, siendo 5 lo mejor. A este albergue le damos 1 concha. En el restaurante por la noche, ya libre de la muchedumbre, recibimos la cena del peregrino, precio 1000 pesetas por tres platos, pan y vino. Tuvimos de compañeras de mesas a dos simpatiquisimas chicas australianas, Lesley y Patricia. Después de una agradable velada nos retiramos a dormir. Los ¨ albuergues cierran a las 10 de la noche y a las 8 de la mañana tienes que estar fuera.
Después de una noche con muchos ronquidos y poco dormir nos levantamos a las 07 horas. Tras un peuqeño desayuno en el bar de enfrente (en España siempre hay un bar enfrente) nos pusimos en camino hacia Pamplona. A mitad delcamino Espen tuvo que parar a ajustar el cambio. A pesar de que ibamos descendiendo había mas cuestas de las que esperabamos, pero con poco tráfico y rodeados de una bella naturaleza.En Pamplona encontramos un taller de reparaciones de bicicletas donde una chica joven reparó el cable de los cambios de Joaquin y cambió una cubierta la cubierta de la rueda trasera de la bicicleta de Espen. Despuès de unas tapas en la parte vieja de Pamplona nos pusimos en marcha hacia Estella. Hacía un sol abrasador y tuvimos que subir cuestas muy pesadas, pero hacia las 15 horas llegamos a nuestra meta. El albergue de Estella era mucho mejor que el del día anterior. Costaba 500 pesetas por persona pero merecía la pena. Dedicamos la tarde a pasear por la parte vieja, plaza y visitar los monumentos más importantes. Una visita a la farmacia se hizo necesaria para comprar crema de protección solar y algunas medicinas contra la alergia. Por la noche cenamos un plato combinado por 1000 pesetas. Esta noche dormimos en una' habitación con 16 literas y Joaquín estaba muy contento ya que a su lado dormía una belleza brasileña.
El díaempezó bien para Joaquín. Estuvo hablando con su bella durmiente y la ayudó a echarse crema en los pies. Después de desayunar (platanos y bollos) comenzamos la etapa camino de Logroño. Este día transcurrio por un ondulante paisaje cubierto de viñedos y campos verdes. En Logroño vimos su catedral y tomamos unas tapas. Después continuamos hacia Nájera. Afortunadamente las cuestas y el calor eran mucho más suave que el día anterior.
En el albergue de Najera (Pueblo de los muebles!!) los ciclistas tienen que esperar hasta kas 20 horas para poderse quedar. Nosotros decidimos alquilar una habitación doble con ducha en un hostal (4500 pesetas) ya que habiamos llegado a las 13 horas. Nájera es un bello pueblo. Tiene una parte vieja con su linda plaza y todo el pueblo está a la falda de una montaña saturada de cuevas con ventanas hacia la ciudad. Por la tarde fuimos al albergue a sellar las credenciales de peregrinos y pudimos comprobar que había sitio para nosotros pero ya estabamos instalados en el hotel. Cenamos en un restaurante centrico. Joaquin comió chipirones en su tinta mientras que Espen disfrutó de un bacalao a la Riojana. Con la comida tomamos un vino de la zona, es decir un rioja.
Es la primera vez que hemos celebrado el 17 de Mayo, fiesta nacional de Noruega, en bicicleta. Por desgracia no teniamos ninguna bandera de Noruega, pero Joaquin entonó al comenzar la jornada el himno nacional. Después de desayunar en un ba, comenzamos la aventura del dia. El día estaba un poco cubierto lo que era una ventaja para evitar quemaduras de sol. Despues de 20 kilometros llegamos a Santo Domingo de la Calzada. Aquí vimos una hermosa catedral románica y comimos unos platanos. Junto a la catedral hay un parador de turismo cuya recepcion está situada en medio de arcos mediavales
Después continuamos pedaleando entre viñedos en plena flor. Por desgracia estabamos en periodo de abono, algo que comentó uno de nosotros que iba detras... Todo el tiempo adelantabamos peegrinos que iban a pie y todos gritabamos !!buen camino!!. Tras pasar la frontera entre la Rioja y Castilla y Leon lleganos a Belorado. Este es un típico pueblo castellano, donde a las afueras hay mucha industria pero en su centro tiene su parte vieja y su bella plaza. En la plaza nos tomamos un merecido descanso, comiendo unos pinchos de tortilla y contemplando como una cigüeña daba de comer a sus polluelos en lo alto del campanario
Todo el día habiamos estado subiendo, pero ahora empezaba lo peor. El puerto de Piedras Luengas es corto (3 klm) pero muy duro. Sobre todo por el enorme tráfico de vehiculos pesados (N120). Fué un alivio llegar a la cima, 1150 metros de altitud Al descender recibimos viento de espalda y el tiempo empezó a mejorar, saliendo un agradables sol. De todas formas hacia solo 16 grados cuando llegamos a Burgos.
En Burgos encontramos el albergue (3 conchas). El albergue tenía 66 literas en una habitación. Era gratis, limpio comodo y confortable. Nosotros dimos un donativo de 500 pesetas cada uno. Después de una ducha nos fuimos al centro. Tras un primer contacto con la catedral fuimos a navegar un poquito por internett (500 pesetas por una hora). Comp teniamos previsto un día de descanso en Burgos, alquilamos una habitación para el dia siguiente ya que en los albergues solo te puedes quedar un dia. Pos la noche cenamos en un pequeño restaurante justo a lado del albergue que se llama casa Gloria. Por 900 pesetas comimos sopa de entrada, pollo de segundo y helado de postre además de vino y pan. Bien comidos y satisfechos como iban las cosas nos acostamos a dormir. Esta noche dormimos bién. Afortunadamente había pocos peregrinos en la habitación.
A las 8 ya estabamos fuera del albergue buscando un sitio para desayunar. Elegimos un bar justo enfrente de la catedral. Desayunamos un croissant recién hecho, pan tierno, mantequilla, mermelada, zumo y café. Por esto pagamos 1800 pesetas, es decir lo mismo que por toda la cena de ayer. Como de costumbre tuvo que mandar la bicicleta a un taller, esta vez se trataba del eje de los pedales que estaba ya gastado. Aparcamos las bicicletas en el lujoso salón del hotel y decidimos marchar cada uno por nuestro lado. Joaquin fué a visitar la familia Combarro. Fuéron dos horas muy agradables compartiendo con Elpidio y Remedios recuerdos y esperanzas. Espen se fué a dar una vuelta al Castillo, una muralla que esta situado en lo alto de una colina donde se divisa toda la ciudad. Por el mediodia comimos en buen restaurante el menú típico de Burgos: Morcilla y lechazo acompañado de un buen Ribera de Duero.
Tomamos un café y un brandy (magno) en una terraza donde comtemplabamos la grandeza de la catedral. Se sentó junto con nosotros una peregrina de Suiza con quien Joaquin pudo practicar su francés. Había llegado elmomento de ir al interior de la catedral. El interior consta de 5 naves y 16 capillas. Cada una de estas capillas sería monumento nacional en cualquier pueblo de cualquier pais. Hay tal cantidad de detalles que se necesitaría toda una vida para poderlos analizar con detalle. Sin embargo lo que más interesaba al público era el papamoscas (un reloj con una figura que abre la boca al son de las campanadas...) Después de haber navegado un poco por internett hicimos una ronda por la zona de los vinos tomando distintas tapas ("cojonudos" que es una tapa de huevo de perdiz sobre chorizo picante)
Después de pagar el hotel comimos el desayuno en un bar en el centro del Espolón (880 pesetas). Al principio estaba el día un poco nublado pero poco a poco fué apareciendo el sol. El viento soplaba todo el tiempo de espaldas. Compramos platanos y agua en un pequeño pueblo. Después de algunos kilometros nos salimos de la carretera principal Burgos-León. A partir de este momento el viaje transcurría entre arboles, rojas amapolas, enormes trigales verdes que se ondulaban como un oceano. Era la etapa más bonita hasta ahora. Tuvimos una pausa en Castrojeriz antes de continuar hasta Frómista. Por el camino pasamos un sitio que se llama Matajudios... En Fomista recibimos la litera en un albergue (1 concha) que estaba a punto de cerrarse y ser sustituido por otro nuevo. En Fromista recibimos la visita de Tinín y su familia. Juntos visitamos la iglesia romanica y nos sentamos a tomar un café comtemplando las cigüeñas. En ese momento Espen recibió la noticia de la muerte de su abuela. Por la noche comimos el menú del día: ensalada, carne guisada y helado. Esta noche compartimos la habitación con una guapa brasileña. Espen estuvo cambiando impresiones con ella.
Después de desayunar (platanos) en el pequeño jardín del albergue, empezamos el pedalear de todos los días. A pesar de que había sol hacía bastante frio (5 grados). Este día seguiamos marchando por la llana meseta castellana. Llegamos a Carrión de los Condes. Allí vimos varias pequeñas iglesias por el exterior y nos sentamos en un bar a esperar la visita de la familia de Joaquin desde Santander. Metimos las bolsas en su coche y ahora que ya habiamos recuperado calor y con el viento de espalda marchabamos de maravila hasta Sahagún. El paisaje hacia Sahagún era cada vez más seco. Algunas veces pasabamos por lagunas donde oiamos el canto (o lamnento) de cientos de ranas.
Tras instalarnos en el albergue de Sahagún (4 conchas, 500 pesetas) que estaba en una vieja iglesia nos fuimos a buscar un sitio para comer. Comimos junto a Epi y Cheli el menú con café y copa. A Espen no le gustó el orujo en el café. Después nos fuimos a ver viejas iglesias y ruina romanas. La parte vieja de Sahagún no está tan bien organizada como Estelle y Nájera. Sin embargo su plaza seguía teniendo el encanto de todas las plazas castellanas. La arquitectura en Sahagún está caracterizada por el uso del ladrillo y de la arcilla al contrario de lo que habiamos visto hasta ahora donde la piedra dominaba el ambiente. Las iglesias estaban influidas de la arquitectuta mozárabe y estban pintadas de blanco en el interior.
Como ya sabiamos que en León había mucho que ver habiamos decidido empezar pronto desde Sahagún. Tras desayunar (platanos y madalenas) en el albergue nos pusomos en camino a las 8. También este día hacia un poco de frio, pero no tanto como el día anterior. La carretera seguía siendo llana y como era Domingo había muy poco tráfico. A la mitad del camino paramos a tomar un cafè. A medida que nos ibamos acercando a León divisabamos las montañas en el horizonte. Cerca de León adelantamos a un peregrino de Uruguay que tras intentar seguir nuestra marcha tuvo que ceder diciendo: "llevais buén ritmo".
A las 1130 llegamos al albergue, que estaba situado en un convento de monjas que sobre su campanario tenía 3 cigüeñas vigilando sus polluelos. A causa de la misa tuvimos que esperar hasta las 13 horas para podernos alojar. El albergue era muy limpio y gratis (se aceptan donaciones), pero las literas estaban demasiado juntas (3 conchas). Después de una ducha nos fuimos a comer. Tras la comida estuvimos vagabundeando por las estrechas calles de la parte vieja de León (León gótico)y fuimos hasta la catedral. La catedral es sin duda el monumento más importante de la ciudad. Sus vidrieras de colores son únicas en todo el mundo. León ha sido una sorpresa muy agradable. Aconsejamos a todo pasajero de disponer búen tiempo para visitar esta ciudad. Habiamos planeado ir a ver la otra estrella de León, el Parador de San Marcos, pero a causa de la lluvia elegimos ir a ún mesón a comer un poco. Allí tomamos dos especialidades de León, cecina y pimientos rellenos de bacalao. A las 2130 nos acostamos, las monjas cerraron las puertas y apagaron las luces
Espen no pudo dormir esta noche. Estaba completamente rodeado de roncadores profesionales, entre ellos Joaquin. Aquello parecía una jaula de leones... A las 0630 vinieron las monjas y ofrecieron gratis desayuno a todos los peregrinos. Este detalle bien vale una concha, así que le damos 4 en total. El viaje hasta Astorga resultó sin problemas. Algunas cuestas y bastante tráfico. Por el camino tomamos la tapita de todos los días.
A las once llegamos a Astorga. A causa de los ronquidos del día naterior decidimos alquilar dos habitaciónes en un hotel barato (3500 pesetas por habitación). Las bicicletas fueron alojadas en un rincón de un viejo comedor.... Después de la ducha fuimos a comer el menú del día (sopa de pescado albóndigas y flan (Espen) y leche frita (Joaquin). Después fuimos al albergue a sellar nuestras credenciales. Estaba bastante lleno, así que hubieramos tenido problemas para quedarnos allí ya que los caminantes tienen preferencia. Astorga està dominada por dos hermosos edificios, su catedral y el palacio episcopal de Gaudi. Este es unpalacio que el pueblo quiso construir para su obispo, pero al terminar fue tan lujoso y ostentoso que el obispo nunca se atrevio a vivir alli. Ahora, junto a la catedral, es sede de una gran exposición de mucho prestigio en España. No la pudimos ver porque los lunes es día de descanso en todos los museos de España. Tras navegar un poquito por internett nos fuimos a comprar un poco de ropa ya que nuestras reservas se iban terminando.
Esta iba a resultar sin duda la etapa más bonita de todo el camino. Después de dormir bien a gusto y de haber tomado un suculento desayuno empezamos nuestra ruta. Al principio tomamos una carretera equivocada, pero pronto corrigimos el rumbo. Nos encontramos de nuevo con nuestro amigo el uruguayo que había sido alojado en un albergue después de Astorga. El uruguayo había decidido volver a Madrid y continuar su camino hasta Roma. Después de unos kilometros empezaron las verdaderas cuestas.
Como siempre habiamos tendido una tendencia a ir demasiado deprisa, nos decidimos a ir por separado para así poder relajarse y disfrutar del entorno sin tener que sufrir para seguir el ritmo del otro. Así que Espen tomo un descanso de 15 minutos mientras Joaquin marchó adelante. Había poco tráfico y el entorno era idílico. Empezamos a subir La Cruz de Ferro. El puerto es largo pero no demasiado duro. Empezamos a subir a 870 de altitud y poco a poco el paisaje fúe cambiando recordandonos los mismos tonos de las montañas Noruegas. Había restos de nieve en la cima y muchos arbustos con tonos rojizos, amarillos, azules. Por el camino hacia la cima adelantamos varios ciclistas. Espen tuvo oportunidad de practicar su español con una pareja de Barcelona. Cerca de la cima (1515 metros de altitud) el terreno era más duro. La vista era fantástica. En la cima Joaquin estaba esperando a Espen. Después de un pequeño paseo por la cima comenzamos el descenso. Adelantabmos a decenas de peregrinos que envidiaban nuestro confort. El descenso era muy pronunciado. Pasamos varios pueblos, unos habitados otros abandonados.
Tras descender a 500 metros de altitud nos encaminamos hacia Ponferrada. Alli comimos un poco de tortilla y un bocadillo. Vimos un viejo castillo y continuamos nuestro camino. Habìa mucho tráfico ya que era justo la hora de comer. Poco a poco se calmó el tráfico y fuimos acercándonos hasta Villafranca del Bierzo, una pequeña ciudad situada entre montañas. Aqui nos dieron sitio en el albergue sin problemas. Esta vez intentamos algo nuevo para evitar los ronquidos. Espen cogío una litera en el pasillo y Joaquin cogió un colchón y se acomodó el solo en uno de los salones. Tras una ducha (con agua muy fria, Joaquin parecía que le estaban torturando) fuimos a dar una vuelta a la ciudad para comer. Alli encontramos un noruego que llevaba dos meses de camino desde Francia. Había comido algo que le había hecho daño y se vió obligado a coger dos dias de descanso. Para Espen resultó un alivio poder compartir opiniones con un compatriota. Por la noche, antes de acostarnos, estuvimos dialogando con una dama inglesa y con un joven irlandés. El joven irlandés había andado el primer día 52 klm!. No tenia experiencia sobre andar así que no sabía lo que era normal. Logicamente allí estaba curandose las llagas de sus pies y sufriendo de dolor de espaldas.
Cuando nos ibamos a acostar creiamos que nos esperaba una noche tranquila. Por desgracia para Espen mucha gente usaba el servicio por la noche así que el pasillo que el ocupaba estuvo bien traficado.
Después de una noche de poco dormir, nos levantamos pronto y empezamos la etapa del día. También este día habiamos decidido subir por separado los puertos que nos esperaban: Piedrafita y Alto del Poio. Después de los dos platanos de todos los días Espen se dispuso a afrontar la etapa, 15 minutos más tarde empezó el calvario para Joaquin. Hacía, como de costumbre, muy buén tiempo aunque los valles estaban cubiertos de una espesa niebla. La subida a Piedrafita es dificil debido al enorme trafico.Además había una enorme actividad debido a la construcción de la nueva autopista que va a unir Madrid con Galicia. Todo esto hizo que la escensión fuese un poco desagradable. Subimos desde 500 m. de altitud hasta 1100 m. A partir de esa altitud comenzamos a subir hasta alto del Poio por una carretera secundaria
A partir de aquí la pendiente era enorme. La subida era dura, muy dura ya que llevabamos cerca de dos horas subiendo sin cesar. Sin embargo el tiempo y las vistas eran formidables. Cuando llegamos a una altitud de 1300 m. creiamos que la cima de 1315 estaba ya al alcance. Pero no fue asi.... El camino iba para abajo y para arriba mucha veces antes de llegar al Porto de Poio. Afortunadamente había un bar en lo alto donde pudimos calmar nuestro hambre y nuestra sed.
En la cima se acercó un viejo paisano con una manada de perros. Iba tras la caza de dos peregrinos que según el le habían robado un perro. Los peregrinos habían sido amenazados con una azada que el viejo llevaba en la mano y habían sido obligados a abrir la mochila para comprobar que el perro no estab dentro.........Después de descansar empezamos el descenso, entre una niebla espesa y nada de teafico. Al llegar al valle seguimos unos kilometros con un suave subir y bajar hasta llegar a Sarria (440 m). Aquí nos quedamos en una pensión para poder dormir mejor y para poder ver la final de la copa de Europa entre el Real Madrid y el Valencia ya que los albergues cierran a las 22 horas. Después de comer el menú del día (pasta, solomillo, postre y café) Joaquin se acostó una siesta y Espen fue a buscar un sitio para navegar por Internett.
Despues de dormir como dos lirones, tomamos dos cafés en el bar y comimos dos platanos. La habitación solo costó 1500 pesetas por persona. Por separado empezamos la etapa desde Sarria. Nos habiamos esperado un terreno llano y fácil pero no era así. Era un constante subir y bajar un auténtico rompepiernas. Un poco antes de Portomarin la cosa se cumplicó más porque encima empezó a llover. Poco a poco fuimos teniendo mucho hambre ya que por esta parte del camino apenas se cruza sitios habitados. Despues de 50 klm. encontramos un pequeño bar donde comimos pan de hogaza con un poco de chorizo casero. El camino continuaba por un ondulado paisaje, decorado de arboles, vacas y abono.
La etapa terminó en una larga cuesta que llegaba hasta Melides. Allí habiamos recibido una oferta de Jesús (conocido de Joaquin a traves de sus maratones). Fuimos a hasta una autoescuela donde recogimos las llaves del piso que ocupamos. Después fuimos a sellar las tarjetas del peregrino y comimos unos deliciosos pasteles. Por la noche recibimos la visita de Jesús quien nos invitó a cenar en un restaurante tipico gallego donde nos sirvieron pulpo a la gallega y un estupendo vino servido en unas enormas tazas. Jesús nos contó detalles de la zona y sus gentes muy relacionadas con el mundo del ganado. Tras la cena fuimos a dormir pudiendo roncar a gusto ya que dormiamos en dormitorios muy separados.
Después de muy dormir desayunamos, como no!, unos platanos. Este era el último día y por desgracia no cesaba de llover en todo el camino. Después de una hora en bicicleta paramos un momento a descansar y nos tomamos unas madalenas con zumo de naranja. En este momento estabamos ya empapados de agua asi que decidimos continuar el camino antes de que nos quedaramos frios. El viaje resultó bastante duro. El terreno seguía siendo un rompepiernas. Entre lluvia y viento recibimos varias veces la ayuda y los buenos deseos de la chica que trabajaba en la autoescuela que estaba practicando con algunos de sus alumnos. En los sitios donde había riesgo de equivocarse, allí estaba ella para orientarnos.
Por fin llegamos al Monte del Gozo, desde donde deberiamos haber divisado la catedral de Santiago por primera vez. Sin embargo, a causa de la niebla, Espen tenía problemas para ver a Joaquin que iba 2 metros delante... Til slutt kom vi til Monte del Gozo, der vi skulle kunne se katedralen i Santiago de Compostela for første gang. På grunn av skydekket hadde Espen heller problemer med å se Joaquin to meter foran.... Al fín llegamos al centro y bajamos hacia la plaza entrando en ella de una forma triunfal: Lo habeis conseguido, chavales!!, exclamó un transeunte. Fue un momento feliz. Inmediatamente buscamos un hotel justo a lado de la catedral donde pagamos 4200 pesetas por habitación. Después de una ducha rápida fuimos a la misa del peregrino y visitamos la tumba del apostol. La catedral es grandiosa y ha sido construida a lo largo de distintas etapas. En su interior es románica pero su fachada es de un barroco delicioso.
Después de comer tipica comida gallega vagabundeamos un poco por la ciudad, merendamos chocolate con churros. Mientras Espen fue a comprar una chaqueta de sport, Joaquin se dedicó a visitar distintos monumentos. Mas tarde nos encontramos enfrente de la catedral y fuimos a sellar las tarjetas y a recibir la "Compostela" que es un certificado en latín para documentar que has realizado el camino. Espen puso deporte y cultura como unicos motivos del viaje pero esto no era suficiente ya que la peregrinación debe tener un componente religioso. Despues de arreglar este problema (motivo: espiritual) surgió la dificultad de como se escribe Espen en latín. Como Espen viene de Asbjørn que se dice Osborne en Inglés el resultado fué: Osbornium Soerensen....
Mas tarde por la noche dimos una vuelta por la plaza delante de la catedral dusfrutando de una panoramica idílica. Después comimos una vieiras y un lenguado y nos fuimos a la ruta de los vinos que estaba muy animada. Había mucha gente joven, sobre todo estudiantes. El centro de la parte vieja de Santiago es uno de esos sitios llenos de encanto y tradiciones.
Nos levantamos muy temprano por la mañana y empaquetamos todos nuestras ropas que estaban bastante mojadas. Fuimos hacia el centro a las ofocinas de SEUR para facturar las bicicletas. Espen facturó la suya hasta Bilbao y Joaquin hasta San Sebastián. El precio era unas 5000 pesetas por bicicleta Después vino Jesús a recogernos en su coche y nos llevó hasta Oviedo. Esto fué muy bien porque tuvimos la oportunidad de ver la costa del norte de una forma rápida y comoda. En Oviedo, Jsús, nos subio a ver la iglesia de Santa Maria de Naranco, una iglesia preromanica del siglo IX. Desde la iglesia se divisa una hermosa panoramica de toda la ciudad. Despues de comer el menu del día cogimos el autobus hasta Torrekavega (1750 pesetas). Si hubieramos cogido las bicicletas hubiesemos pagado 500 pesetas de suplemento. Durante el viaje teniamos a un lado el mar y al otro los Picos de Europa (picos hasta 2600 metros de altitud). En Torrelavega nos recogió Epi (cuñado de Joaquin) y nos llevó a Vispieres donde Joaquin nació. Joaquin se quedó a dormir en casa de su madres y Espen prefirió alquilar una habitación justo al lado.
Este día lo pasamos en el pueblo de Jaoquin. Hicimos una ronda de vinos blancos y fuimos a ver el deporte local que son los bolos. Por la tarde Espen se fue a Santillana a dar una vuelta mientras Joaquin se fué a Santander con un viejo amigo. En Santillana había dos exposiciones, una sobre instrumentos de tortura en la inquisición y otra sobre ornamentos de origen asiatico. Espen había visto ya la exposición sobre tortura en su visita de 1995 y recordaba que era bastante desagradable. Es increible hasta donde ha llegado la sagacidad y crueldad del ser humano sobre estos temas. Por la noche Espen cenó en casa de Joaquin y tuvo su oportunidad de practicar su español con la madre de Joaqin.
Este día fuimos en autobus a Santander para visitar la ciudad y a un tio de Joaquin, Jesuita misionero que Espen ya conocia de su visita anterior. Las paginas de internett fueron puestos al día y por la tarde paseamos a lo largo de las playas de Sardinero
Este día Espen tomó el autobus a Bilbao. Joaquin se quedó unos días más con su familia en Vispieres. Habiamos acordado encontrarnos el viernes 2. de junio a las 14 horas delante del ayuntameinto de San Sebastián. Espen iría en bicicleta hasta San Sebastian y juntos afrontariamos la ultima etapa hasta Biarritz. Por el camino en autobus adelantamos un cortejo de coches antiguos de Inglaterra, Rolls Royce, Bentley osv. En Bilbao Espen se alojó en un hotel tras visitar el museo de Guggenheim y pasear un poco por la ciudad. Bilbao es una gran ciudad llena de industria pero como tantas otras ciudades en España tiene su parte vieja de calles estrechas y sus bonitas plazas.
Espen fué directamente del hotel a recoger su equipaje en la estación. Después se fué en taxi hasta SEUR para retirar la bicicleta. SEUR estaba aproximadamente 5 km. a las afueras de Bilbao en plana zona industrial. Después de andar 500 metros pinchó su bicicleta. Lo que había pasado era que la cubierta que había comprado en Pamplona tenia una raja por donde se había salido la goma. No quedaba otro remedio que andar hacia Bilbao y encontrar un sitio para reparar la bicicleta. Estuvo andando, arriba y abajo, preguntando por un taller y nadie sabía nada. Tuvo que andar cerca de 10 klm, para encontrar alguien que supo orientarle. Compró una nueva cubierta y la cambió. Era medidodia y hacia un calor sofocante. La salida de Bilbao era dificil. Una cuesta con un 7% de desnivel y con mucho tráfico. El aire no se movía y era casi imposible poder respirar. Después de pedalear casi 20 klm consiguió salir del trafico y marchar por un terreno con bosques y largas cuestas. Por fín llegó a Lekeitio. Este pueblo tiene una bonita playa y un pequeño puerto pesquero en una isla en un pequeño golfo. El pueblo tiene calles muy estrechas y un ambiente muy agradable. Después de alquilar una habitación Espen cenó un buén plato de pescado.
Después de desayunar en el hotel, Espen pudo encontrar la dirección hasta la próxima ciudad. Después de circular algunos kilometros pudo comprobar que el sol le daba por el lado "equivocado". Tras volver al letrero indicador comprobó que estaba colocado al reves. Por el camino correcto fue pedaleando a lo largo de toda la costa, por un camino poco traficado y con mucho bosque al otro lado del mar. El tiempo era maravilloso y a pesar de que el terreno era dificil era este uno de los mejores sitios para ir en bicicleta.
Despues de algunos kilometros llegó a Deba donde de nuevo se encontro con una cuesta (6 klm con 7% de pendiente) saturada de trafico. Despues de bajar de nuevo hacia el mar continuaba el camino a lo largo de la costa. En Zarauz comió lasaña antes de continuar por un terreno plagado de subidas y bajadas. Después llegó hasta Lasarte. Según el mapa tenía que entrar a esta ciudad para evitar la autopista Bilbao-San Sebastian. Despues de subir y bajar 4 veces por la calle principal y no encontrar salida alguna de la ciuad no tuvo mas remedio que circular ilegalmente por una autovia. Después se pudo percatar de que entre las autopistas siempre había caminos preparados para circular en bicicleta. Asi llego hasta Hernani.
Con mucho trafico fue acercandose hasta San Sebastian. En algunos sitios era casi imposible leer los letreros. Todos los nombres españoles estaban tachados y corregidos al vascuence. Por fin llego hasta San Sebastian. Esta es una bella ciudad con playas muy largas y largos paseos al lado La "Parte Vieja" es algo muy especial con sus bellas fachadas y la gran cantidad de restaurantes que exponen enorme cantidad de tapas de lo mas coloridas y variadas que te puedes imaginar. Lo primero que hizo Espen fue encontrar un sitio para dormir. Tras varias vueltas en bicicleta por la ciudad le sorprendio una tormenta y se tuvo que refigiar debajo de un balcón. Al terminar la tormemta fue a la oficina de turismo y desde alli reservo una habitacion.
Despues de una ducha se fue a la ciudad a cenar. En el restaurante entablo una coversacion muy interesante con dos parejas americanas.Habian oido hablar de una forma muy especial de preparar el bacalao que solo existe en Noruega.
Después de desayunar y pagar el hotel, el bueno de Espen se fué a dar una vuelta por San Sebastian. A las dos nos encontramos de nuevo tal como habiamos planaedo. Despues de una ronda de tapas nos encaminamos hacia la frontera con Francia Hacia buen tiempo pero demasiado trafico. Asi que al cruzar la frontera de Francia preferimos seguir un camino justo a la Costa. Tambien había bastante tráfico pero el entorno era mucho mas apacible. Pasamos por varios centros de verano, Hendaya, St.Juan de Luz... También vimos restos de las bunques que Hitler mandó construir. En un pueblo costero y a causa del trafico nos perdimos uno del otro pero como ibamos al mismo hotel y ya habiamos estado antes no cundio ningún pánico.
Tras encontrarnos en el hotel y una ducha rapida nos fuimos a dar una vuelta a Biarritz ciudad de casinos. También tiene Biarritz una hermosa playa pero le falta el sabor que tiene la parte Vieja de San Sebastian. Cenamos copiosamente para celebrar el fin de la aventura. Despues volvimos en bicicleta al hotel siendo estos los ultimos kilometros en bicicleta de esta inolvidable aventura.
El ultimo dia de vacacinoes....Nos levantamos a las 0530 ya que el avion salia a las 0720 desde Biarritz. En el aeropuerto tuvimos alginos problemas con las bicicletas. Según Air France es necesario empaquetarlas bien por lo que tuvimos que comprar dos cartones especiales. Toda esta historia nos tomo bastante tiempo. LLegamos a Paris y como teniamos casi 8 horas libres nos fuimos al centro de la ciudad. Despues de desayunar en una plaza de Chatelet fuimos paseando a lo largo del Sena hasta que cogimos un autobus de dos pisos que recoorre los sitios mas importantes. Para salir un poco de la zona puramnente turistica cogimos el metro hasta Port de St. Vinncent. Aqui comimos y nos tomamos en cafe en una pequeña terraza. Cuando ibamos hacia el centro y justo enfrente de la opera de la Bastille una chica en patines llevo por delante a Jaoquin, tirandole la camara con tan mala suerte que se abrió desvelando todas las fotos que se habían tomado en Paris.
A las 5 de la tarde cogimos el tren hacia el aeropuerto y a las 1855 ya estabamos en ruta hacia Oslo. En Gardemoen recibimos la sorpresa mas desagradable del viaje: la bolsa de la bicicleta con un montón de cosas dentro de Joaquin no llego (cuando escribo esto, 21 dias mas tarde tampoco ha llegado). Tuvimos que usar bastante tiempo para hacer la corres- pondiente reclamación. De vuelta a casa pudimos reflexionar un poquito con lo hermoso que habia sido toda la experiencia
Si alguien que lee estas letras dispone de dos meses de vacaciopnes y no sabe que hacer con ellos, la ruta del Camino de Santiago es una gran alternativa. Además de los motivos individuales de caracter religioso es un hecho que no cuesta nada el alojamiento y que se puede comer por poco dinero. El viajero puede disfrutar de unas experiencias que nunca va a olvidar.