Este diario se encontraba en:

http://webs.ono.com/usr002/jojubeat/photo.htm

Camino de Santiago
01. León - Villadangos del Páramo
02. Villadangos del Páramo - Astorga
03. Astorga - Rabanal del Camino
04. Rabanal del Camino - Molinaseca
05. Molinaseca - Villafranca del Bierzo
06. Villafranca del Bierzo - O Cebreiro
07. O Cebreiro - Triacastela
08. Triacastela - Sarria
09. Sarria - Portomarín
10. Portomarín - Palas de Rei
11. Palas de Rei - Ribadiso da Baixo
12. Ribadiso da Baixo - Arca
13. Arca - Santiago de Compostela
14. Experiencias

León - Villadangos del Páramo

20,6 Km.

La salida de León se hace pesada, sobre todo por tener que ir por una carretera con mucho tráfico que da acceso a polígonos industriales. En realidad toda la etapa se hace caminado o por el arcén o por una pista acondicionada que discurre paralela a la carretera. El paisaje se hace monótono ya que hasta donde alcanza la vista se trata de cultivos de cereal sin ningún relieve orográfico destacable. En verano es recomendable madrugar los máximo posible para evitar las horas de más calor, ya que es muy difícil encontrar una sombra bajo la que cobijarse.

[subir]

Villadangos del Páramo - Astorga

29 Km.

De Villadangos se sale siguiendo la carretera que conduce a Astorga, y que será la que seguiremos hasta Hospital de Órbigo, donde nos desviaremos hacia Villares de Órbigo, a partir de donde seguiremos por un camino que discurre por un terreno ligeramente ondulado, en el que nos encontraremos con algunas rampas de fuerte pendiente pero no excesivamente largas. De nuevo, en verano, este tramo se hace pesado por el calor, y sobre todo por la falta de fuentes donde abastecerse de agua; por tanto es muy recomendable llenar las cantimploras en los pueblos, o comprar botellas de agua.

A la llegada a Astorga te espera la última rampa, ya por las calles de la ciudad. Como toda rampa al final de etapa se hace dura, pero las ganas de darse una buena ducha suele ser aliciente suficiente para acelerar el paso.

Por supuesto, esta es de esas etapas en las que hay que contar que por la tarde hay que dedicarla a visitar la Catedral, El Palacio Episcopal construido por Gaudí, el edificio del Ayuntamiento con su reloj con las figuras de los Maragatos. Y como no, ya puestos, degustar el cocido maragato.

[subir]

Astorga - Rabanal del Camino

21,7 Km.

Empezamos a encontrar una orografía más agreste. El camino discurre prácticamente en una continua pendiente, preludio de lo que será la etapa siguiente.

[subir]

Rabanal del Camino - Molinaseca

25,3 Km.

En un principio mi idea era llagar a Ponferrada, pero pese al madrugón y al buen ritmo que lleve en la primera parte de la jornada, me llevo a replantearme la etapa.

Nada más salir de Rabanal empieza la ascensión a la Cruz de Ferro, la pendiente es pronunciada y requiere de un buen esfuerzo, no en vano se considera a esta subida una de las emblemáticas del tramo León-Santiago. Pero quizás la mayor dificultad no es la subida, sino la bajada, ya que aunque la Cruz de Ferro no es el punto más alto y aún nos quedará como que una hora de subida, la bajada es más prolongada. Las rodillas sufrirán mucho con la bajada, y si toca día de calor más se sufrirá aún.

Por lo general se llega a Molinaseca a la hora de comer. Y ahí es donde un se replantea si hacer 7 Km más o recuperarlos al día siguiente. Aquí que cada uno opte según sus fuerzas. En mi caso la decisión de quedarme en Molinaseca fue debida en gran parte a las diferentes molestias musculares que había acumulado, sobre todo en la jornada anterior y en esta, recordad que los 4 o 5 primeros días suelen ser cuando más cansados y más molestias vamos a tener precisamente por la falta de costumbre.

[subir]

Molinaseca - Villafranca del Bierzo

30 Km.

Con esta etapa me ponía "al día" y recuperaba lo perdido el día anterior. Aunque el perfil seguía picando hacia arriba, era mucho más llevadero que al del día anterior. Como demuestra que a lo largo del camino fuese dando alcance a compañeros que habían decidido proseguir hasta Ponferrada el día anterior.

Eso sí, como precio pague quedarme sin visitar el castillo templario de Ponferrada... pero para eso siempre puede haber otra ocasión.

Lo único que recuerdo como reseñable de esta etapa fue lo mal señalizado que me parecio estar el último tramo de esta etapa. Discurre por un camino entre viñedos, y el único consejo que se me ocurre es decir que ante la duda siempre recto, ya que la flecha amarilla solo aparecía en los giros.

[subir]

Villafranca del Bierzo - O Cebreiro

28,5 km.

Si de alguna etapa se oye hablar en el camino es de esta, en concreto de la subida a O Cebreiro. Y aquí, yo también aviso, toda la etapa vamos a estar subiendo, pero será sobre todo a partir de Herrerías. De aquí en adelante la etapa se pude considerar como una etapa de pura montaña.

De Herrerías a La Faba afrontaremos el tramo más penoso, una fuerte subida, por una senda en zig-zag, rodeada de frondosa vegetación. Lo que todo unido en realidad nos impide ver si en el próximo giro se acaba o no la subida. El consejo es tomárselo con calma y filosofía, cada uno a su ritmo, y aprovechar la fuente de La Faba para recuperar energías, agua y, como no, a los compañeros que se hayan quedado atrás.

Los kilómetros que restan hasta O Cebreiro siempre serán cuesta arriba, pero mucho más llevaderos que estos. Aquí solo las ganas de llegar serán las que nos angustiarán. Pero en buena compañía y con una amena conversación se hace muy llevadero.

[subir]

O Cebreiro - Triacastela

21 Km.

Considerada como una etapa de recuperación, por su distancia menor de la media. Pero aun con todo etapa un poco rompe-piernas. Se inicia con un breve descenso que luego hay que recuperar para subir el alto de San Roque, para bajarlo y subir a continuación el Alto del Poio, a partir de donde empezaremos el descenso hacia Triacastela. Este descenso no se presenta tan complicado como el de la etapa 4.

Aquí fue donde empezamos, entre todos los que nos habíamos juntado, a hacer números y a organizar las etapas de una forma que nos parecía más coherente, ya que ninguna de las propuestas de las guías que llevábamos nos convencían. Las etapas que vienen a continuación fueron el resultado de intentar no sobrepasar los 25 Km, distancia que a estas alturas nos parecía más que suficiente.

[subir]

Triacastela - Sarria

18,5 Km.

La etapa empieza con un buena subida a la salida de Triacastela. Y por lo demás es una de esas etapas sube-baja, pero sin mayor dificultad. Tan solo la entrada en Sarria se hace un poco pesada por lo larga que es al haber un buen número de chalets al borde de la carretera.

[subir]

Sarria - Portomarín

22,6 Km.

La etapa empieza con una salida un poco mal marcada de Sarria, en la que es fácil despistarse. Para continuar con el típico paisaje gallego entre carvallos y con la orografía ondulada que caracteriza a esta parte de Galicia. En Portomarín destacar la iglesia-fortaleza románica, visita obligada.

[subir]

Portomarín - Palas de Rei

24,8 Km.

Realmente, todo el paisaje va a seguir una misma tónica de aquí en adelante. La sucesión de colinas, nos obliga a ir subiendo y bajando. Por lo general, sin excesiva dificultad, pero tampoco es recomendable tomárselo con excesiva alegría. Simplemente, lo mejor es tomárselo como excusa para ir admirando el paisaje.

[subir]

Palas de Rei - Ribadiso da Baixo

26 Km.

Lo de las subidas y bajadas ya es reiterativo. En esta etapa lo más relevante, a parte de discurrir el camino entre bosques de eucaliptos, todos ellos de repoblación forestal; es el albergue de peregrinos de Ribadixo, hay quien asegura que es el mejor del camino, y lo cierto es que no hay otro como este, eso seguro. Yo recomiendo hacer parada en él.

[subir]

Ribadiso da Baixo - Arca

22 Km.

Esto ya huele al final, y la impaciencia empieza un poco a hacer mella; los hitos kilométricos parece que no pasan tan deprisa. Si se hace muy pesado, lo mejor es hacer esta etapa en buena compañía. El sendero sigue pareciendo una montaña rusa, en la que se está deseando ver el albergue.

Hay quien opta por seguir este día hasta Monte d'o Gozo; pero desde aquí, con solo esforzarse un poco en adelantar la salida se puede llegar tranquilamente a la misa del peregrino en Santiago.

[subir]

Arca - Santiago de Compostela

22,1 Km.

Este fue el día que más deprisa nos vestimos, recogimos y tomamos el primer tentempié. Y yo aún me sigo haciendo cruces sobre el paso que llevamos, sobre todo si tenemos en cuenta que entre el desayuno en el primer sitio abierto que encontramos y la parada en Monte d'o Gozo perdimos más de una hora. Y a pesar de todo llegamos a la plaza del Obradoiro con un cuarto de hora de adelanto según lo previsto.

Simplemente, parece que el llegar te aligera el peso de la mochila y te da fuerzas para ir más deprisa.

Y como Santiago de Compostela necesita para ella solita una página web entera, perdonadme, que no diga más.

[subir]

Experiencias

Julián Beatobe (Zaragoza)

Es complicado resumir que han supuesto para mí estos días. ¿De qué hablar? ¿De la gente maravillosa que conocí? ¿De la extraña sensación de no temer a lo que iba a encontrar allí a pesar de la decisión de hacerlo solo? Realmente resumir todos los sentimientos acumulados durante esos días y los previos es difícil. Y más sin caer en los tópicos que se oyen por ahí sobre el Camino, tópicos que por otra parte son auténticas verdades que resumen la experiencia de muchos peregrinos.

Yo lo hacía por cumplir con una vieja promesa con el Santo, que hacía mucho tiempo llevaba retrasando. Y también por que, después de un temporada dura, necesitaba algo mezcla de vacaciones y tiempo para reflexionar.

Y me encontré con personas encantadoras, y otras no tanto; me encontré con actitudes y sentimientos míos que la vida en la ciudad había aletargado y ahora volvían a desoxidarse.

Sobre todo, esa faceta mía que era capaz de echar un manita a alguien en cualquier circunstancia, y estar pendiente de los demás de si van bien, les va a hacer falta algo...; aunque por regla general esto lo hace cualquiera en el Camino. Recuperé solidaridad, humanidad, todo eso que en la ciudad, un ritmo de vida muy alienante me había ido quitando.

Buen Camino

José Mª Villegas (Cartagena)

Hoy, tres meses después de esa magnífica y grandiosa aventura que realizamos un grupo de amigos, empiezo a recordar ya con perspectiva de lo sucedido, de lo andado, de lo vivido, empieza a brotar en mi una sensación de agobio, algo que me ataca y no se como defenderme. La nostalgia de esos momentos, de las nuevas y fuertes amistades que nacieron en ese recorrido, se soporta como cada uno bien puede, pero entonces, aparece la esperanza de que posiblemente en el próximo y lejano verano, pueda volver a repetirse aquella experiencia que ahora solo puedo recordar con fotografías que emprenden una cruzada en contra mía y de mi bienestar anímico. Podemos decir que esto es como una droga sana, que la pruebas y no te conformas con una sola, necesitas más. Esto es, a grandes rasgos, mi impresión de las circunstancias que acontecieron en el Camino de Santiago.

Buen Camino.

Franqui (Granada)

Qué bonitos días fueron los del camino de Santiano, aunque yo tuviera que dejarlos a la mitad...

En realidad fue toda una experiencia, muy distinta de todos los viajes que yo antes había hecho. En realidad, yo ya había estado dando vueltas por España desde los trece años, desde viajes de estudios a Madrid, Santiago de Compostela y Extremadura hasta Cataluña y Andorra, pasando por los viajes con el coro por toda Andalucía. No es que quiera fardar, como se dice, de todos los viajes que he hecho. Es que el camino de Santigao fue el mejor.

Y en el que conocí a la gente más maravillosa que se puede conocer en un viaje.

El cansancio al llegar, el drama de por las mañanas, el breve (y paradójicamente ajetreado) reposo de las tardes en los pueblos y los albergues, la gente, los dolores, las vistas, la alegría de ver que llegas, la tristeza de saber que te vas... (por que desgraciadamente me tuve que ir antes de lo que pensaba).

Son un montón de cosas que te ocurren mientras llevas tu vida a cuestas, se podría decir; mientras recorres trescientos kilómetros con todas tus pertenencias a la espalda, con tesón, como un caracol. Como un conjunto de caracoles. Porque en realidad es la gente la que te da fuerzas y ánimos para quedarte. Para seguir. Para no caerte. Para mirar al final.

jojubeat@ono.com