http://www.galeon.com/lovolive/xacobeo.htm
Alberto Cruz, "el rubio"
José R. Torres, "el gafas"
Luis Pérez, "el guapo"
Oscar Cipriano, "el moreno y bajito con cara de cabreo"
6:45 am: Nos levantamos en Bilbao, era un fria mañana de verano, temprano nos echamos las mochilas, y demas elementos de viaje a las espaldas y nos poniamos en marcha hacia la estación de tren, que nos llevaria hasta la localidad leonesa de Ponferrada, ya no habria marcha atras...
Tras casi 9 horas de viaje, ¡¡ hay que ver como anda la Renfe... !!, llegamos y ya que estaba muy cansado por el viaje y en vista que en Ponferrada no existian "Corte ingleses" ni centros comerciales, me puse a buscar el albergue de Ponferrada, que dicho sea de paso, este fue el peor que nos encontramos en el camino, una cuadra con camastros en el piso superior, mal comienzo...
8:25 am: Primer día de marcha, nos levantamos temprano, desayunamos y salimos rapidamente en busca de los primeros kilometros que recorrer, tras encontrar el camino correcto leemos un cartel que pone: Peregrimos, la catedral de Santiago a 203 Km. Aquel primer día fue muy duro, durisimo, hizo mucho calor, sol intenso y pagamos la novatada, recorrimos en un solo día, lo que se suele recorrer en dos, 51 Km.
Al final de la etapa y tras llegar al albergue de Vega de Valcarcel (León) decidimos por unanimidad no volver a repetirlo... los cayos y las quemaduras empezaron a aflorar en las plantas de los pies...
8:50 am: Comienza una nueva jornada, el día parece salir bueno y hemos descnsado de la jornada anterior. a pocos kilometros nos encontramos con el único puerto que habría en el camino, montaña alta y con importantes desniveles, tenemos suerte pues la encontramos a primeras horas de la mañana, todavia teniamos fuerzas y empezamos a subir... casi hora y media despues, llegamos al punto más alto del puerto y tambien del camino, se llama Pedrafita do Cebreiro, 1.320 m. de altitud. Desde arriba el paisaje es impresionante, se puede divisar las dos comunidades que separa Castilla León y Galicia. La tarde sigue siendo soleada, pero en el descenso hacia Triacastela a 650 m. de altitud, el cielo amenaza lluvia intensa con oscuros nubarrones y a 6,7 km. de llegar al refugio, cae el diluvio, el descenso se hace a toda leche, de esta forma llegamos a las verdes valle que componen Triacastela. Ya en el refugio, por cierto, uno de los mejores del camino, ducha caliente, la cena y a la cama. El monito Oscar comienza a dar sintomas de cansancio, nos enteramos que su mochila pesa más de 20 kilos !! Sera animal ¡¡, con lo poquita cosa que es él...
7:45 am: El encargado del refugio nos despierta !! Vamos chicos, hay que levantarse...¡¡ La mañana es fría y lluviosa, típica mañana gallega y por las ventanas de las habitaciones del refugio, se pueden divisar valles y más valles llenos de intensos verdes, y pinares sin fín. Esa mañana decidimos acercarnos hasta una cafetería cercana para tomar un cafelito y un par de magdalenas. Tras reponer fuerzas, comenzamos de nuevo la marcha, de nuevo verdes prados y muchas vacas pastando en ellos, de vez en cuando algún paisano se nos cruza en el camino.
El camino esta perfectamente indicado y los cayos y heridas empiezan a hacerse notar, nos volvemos a acordar de la primera jornada, fue bestial...
Sarria era nuestra parada y fonda prevista para la jornada, pero tras llegar allí, todavía nos sentiamos con fuerzas y decidimos llegar hasta Barbadelo, 6 km. más alla. En este bonito Pazo Gallego, nos encontramos con otros peregrinos que como nosotros hacen el camino, franceses, ingleses, alemanes, nordicos, bresileños, gentes de todos los continentes, sin duda, esta es una de las cosas de las que guardo mejor recuerdo...
Esa velada la pasamos juntos al fuego de la chimenea, charlando amistosamente con unos "gabachos" muy salaos que nos encontramos en el refugio, y una chica funcionaria asturiana. Todos nos fuimos a la cama, cada uno a la suya, termina así la jornada.
9:10 am: Esa mañana nos levantamos un poco más tarde de lo normal, hubo peregrínos que aprovecharon las primeras horas de la mañana para partir. Desayunamos y salimos al camino en busca de nuestro destino Compostela. Gran parte de la mañana la realizamos en compañia de un entrañable y veterano peregrino, se llamaba Miguel, y era de Almería aunque parecía de Bilbao porque presumia de haber dado la vuelta al mundo andando, nos enseño diversa documentación que corroboraban las historias, aventuras y demás anecdotas que salían de su boca.
Aquel día comimos en Portomarín, bonita localidad Lucense, situada a la vera del embalse de Portonovo de cuyas agúas se nutre el rio Miño. Yo decidí comerme mi bolsa de patatas, que tiene muchos hidratos... a estas alturas del viaje, ya había perdido la cuenta de las bolsas de estos deliciosos tuberculos me habia comido ya.
y con las patatas, que mejor que un litro de sidra asturiana, calentorra, la sidra me sento como un tiro, tras esto echamos una pequeña siesta en un parque cercano, el sol apretaba, y más tarde volvimos a la ruta en busca de Ventas de Narón, allí pasamos la quinta noche de camino, fuimos los únicos en el albergue aquella noche. Aquella noche empiezan haber las primeras tiranteces en el grupo de tres que viajabamos y el monito Oscar, ...hay mucho gracioso y bobo en el grupo, en fin...
9:45 am: Nos volvimos a quedar dormidos y nos desperto la encargada del albergue, escoba en mano, mal presagio para el día que nos iba a deparar la jornada, pues tan solo andariamos 18 km. y el calor ese día fue fortisimo é impecable. Tras levantarnos, nos vestimos y salimos rapidamente, ya que "la posadera" nos "amenazaba" con cerrarnos en él. Ya en el camino, el calor se hacia insoportable según se fue aproximando el medio día. En el camino empezamos a ver grandes grupos de peregrinos, de medio mundo ¿De donde salían? era lo que nos preguntabamos ya que no les habiamos visto en etapas anteriores.
Tras cruzar por múltiples aldeas, típicamente norteñas, decidímos terminar la jornada en Palas de Rei. En el refugio de Palas, hacemos amistad con otros caminantes, que como nosotros, se hospedarían aquella noche en aquel Albergue. Allí conocimos a Raquel Baquero (La de Toro, Zamora) una chica enrrollada que no nos la quitariamos de encima hasta el final del camino, en Santiago.
7:35 am: Esta mañana madrugamos, el albergue estaba lleno y las lucha idem de idem. tras recobrar fuerzas en el desayuno, volvimos a la rutina díaria, ya estabamos acostumbrados y las ampollas de los pies... ¡¡ ni se sentían !!. A mitad de jornada entramos en la provincia gallega de A Coruña, cada vez más cerca de nuestro destino. Las etapas a partir de ahora, serían más amenas pues viajabamos con amigos que nos echabamos en el camino, el paisaje bello como el que solo puede ofrecer Galicia...
Por la tarde llegamos a Melide, nada más llegar nos enteramos que el pueblo estaba de fiestas, que hay mucha gente allí y que tiene unos de los albergues más acogedores del camino... decidimos quedarnos. Yo aprovecho la tarde-noche para buscar un TelePizza y darme "un pequeño banquete" y cenar algo decente despues de ocho jornadas de comer patatas fritas, embutidos, quesos, y de beber coca-colas, ...me sintio muy bien. Por la noche un poco de fiesta y a la cama.
8:20 am: A la mañana, nos dirigimos al comedor-salón del albergue, allí nos encontramos con grupos de franceses, belgas y alemanes que como nosotros, se aprovisionan ante el día que nos esperaba. En el desayuno nos cruzamos con una linda chiquita francesita, de cara dulce, mirada seductora y andares... !! Que te cagas ¡¡. La pobre niña, 17, 18 añitos la echabamos, tenia los muslos y los hombros abrasados por el intenso sol de los días anteriores, pobre gabacha, "un angel en la tierra" Fabrie, se llamaba. Joserra, uno de los nuestros, se nos enamoró, pobrecillo, yo también, pero solo un poco !! ...ehh ¡¡. El monito Oscar, que días antes habia enviado parte de la mochila para casa, se cabreo porque la bella francesita, Fabrie, le había ignorado por completo... pero que esperabas, !! So Moro ¡¡.
Este tema (la bella Fabrie) y el que Santiago lo teniamos a tiro de piedra, apenas 54 km. nos elevo la moral. Salimos de Melide camino de Arzúa, bella y tipica aldea coruñense, el cansancio hacia mella en los rostros de los tres, Jose Ramón (Txerra), Alberto (el rubiales) y yo mismo ... !! Ahh ¡¡ se me olvidaba, y el monito Oscar ya estaba a estas alturas hasta los cojones, !! Bah ¡¡, que asco de hombre.
La estancia mañanera con la bonita Fabrie, hizo que las ampollas saliesen donde no lo habian hecho hasta el momento... !! estaba tan buena la jodía ¡¡.
La jornada fue corta, pero todos ibamos ya muy justos de fuerzas y a primeras horas de la tarde llegamos al final de la ante-última etapa Arzúa, a 39 Km. de Santiago de Compostela.
7:50 am: Nos levantamos esa mañana a sabiendas de que esta seria otra etapa durisima tan dura como 39 km. que nos separaban hasta el macro-hospedaje de Monte do Gozo, ya en el municipio de Santiago (a penas a 2 km de la Catedral). Despues de repostar fuerzas salimos de nuevo, camino de cubrir esta última etapa. El cansancio volvia a hacer mella y las mochilas ya parecian ser un mienbro más de nuestros cuerpos, aquella tarde llegariamos a Monte do Gozo a eso de las 7:30 horas, las tres últimas horas se me hicierón eternas. Monte do Gozo es el más grande, confortable y espacioso de todos los que hay en el camino, cuenta con piscinas, restaurantes, amplias zonas de esparcimiento, salas de curas, etc. En las caras de los peregrinos, podemos encontrar claros gestos de ilusión, de satisfacción por haber llegado al final al destino tan deseado.
Aquella tarde, la situación en el grupo de los tres, más el monito Oscar se hacia insostenible, a si que yó, aproveche, y en O Pino, a 17 Km. de nuestro destino, me adelante a los demas que dejaría atras y no volveria a ver varias horas despues en el afamado albergue santiagues, por lo tanto fui el primero en llegar y el primero en ver las inigualables torres de la Catedral de Santiago que que desde allí se podrían divisar. Pese al cansancio acumulado que tenía en las piernas, decidí aquella misma tarde dejar mis pertenencias en mi habitación del albergue y bajar hasta la cuidad centenaria, una vez allí pasearía por las calles de la ciudad, por la Plaza do Quintana, por la Plaza Praterias y por fin en la Plaza do Obradoiro y ante ella... la catedral, grandiosa, sublime.
Más tarde me perdí por las callejuelas del casco antiguo de la ciudad, en busca de un TelePizza que alimentase mi sufrido estomago. Ya de noche volví a la plaza por excelencia en Santiago y allí contenple anodado durante 15 ó 20 min. el bello panorama que desde allí se divisaba, más todavia de noche con la iluminación encendida.
Tras unos minutos de atenta contenplación, de aquella plaza y catedral, destino de tantos y tantos miles de peregrinos que durante todos los tiempos y desde todos los lugares del mundo habia recibido; decido volver para el albergue eran ya las 11:50 pm. Cuando llege a Monte do Gozo, y pese a que se habian montado diversas atracciones, verbenas, y demas para los peregrinos que habiamos llegado aquel día a aquel lugar, yo decido poner final a aquel día y me retire a mis aposentos.
9:40 am: Hoy era día festivo para nosotros, tras tantos días de esfuerzo y caminatas incesantes, este sera el día de la última etapa oficialmente; el día de la victoria final y es que la Catedral y la ciudad la teniamos en la palma de nuestra mano, a escasa media hora...
Nos afeitamos, nos pusimos la escasa ropa limpia que nos quedaba y salimos a cubrir los últimos metros. Nos adentramos los tres afamados peregrinos en Santiago... bueno, y el monito Oscar, los mismos que tan solo 10 días antes partían de Bilbao, !! Objetivo Conseguido, al fin llegamos ¡¡. lo primero que hicimos fue buscar la catedral, como manda la tradición. Y una vez allí solicitamos la Compostela (Titulo nominativo que te acredita como peregrino) que ha hecho el camino, ...al menos los 100 últimos kilómetros. Y con la Compostela en la mano, recorrimos la ciudad, visitando hasta la última de las plazas.
La última noche en Galicia, la pasamos en el seminario menor del convento de Belvis. A la mañana siguiente cogimos el tren expreso que nos devolveria de regreso a la ciudad de que partimos, así pusimos fín a 10 días de viaje, de aventura, de aprendizaje que sin duda, recordaré el resto de mi vida.
Solo que esta vez espero ír mejor preparado y mejor acompañado...
Lo MEJOR del Camino...
Lo PEOR del Camino...