http://www.eusko-ikaskuntza.org/liburutegia/liburuak/csantiago/indexeu.html
Me quedé emocionado y mi sensación fue mucho más grata, cuando hace unos días Ricardo me hizo llegar el texto completo del viaje. Yo me dije, esto es bueno, hay que apoyar su publicación porque estos Apuntes de uuna experiencia europea a través de la Via Podiensis, llevada a cabo por nuestra Asociación es la prueba evidente del saber hacer de nuestra gente, del afán de aprender de nuestros asociados, de la calidad humana de todos ellos. Por eso, amigo Ricardo, te prometo y te aseguro que a través del pequeño fondo que yo gestiono del Consejo de Europa para estimular este tipo de experiencias, recibiréis una ayuda.
Os felicito a todos los que habéis vivido y gozado esta experiencia. Felicito muy cordialmente a Vicente Renedo, nuestro Secretario y organizador del viaje, por el éxito logrado. Felicito a nuestros amigos, Ricardo "el cronista" por su relato; a Ramón Campo por sus deliciosos dibujos ilustrativos; a Isabel Roa por sus fotografías tan logradas; a Paco Blanco por su maestría en escanear texto, dibujos y fotos. Os felicito a todos, porque así debemos seguir en la Asociación, haciendo cultura, caminando con salero, conviviendo todos. ¡Que bonita contribución al Xacobeo 1999 !
¿Recuerdas, Vicente, la ilusión que ponías meses antes de este viaje inolvidable en preparar la ruta, conectar con hoteles, establecer comunicación con Fr. Jean Daniel, premotratense de Conques, calcular los kms., precios, escoger menús, informarte culturalmente de todo?. Después, cuando contagiaste a los Amigos de tu pasión, te lanzaste tú y tu mujer, Rosa y su marido a conocer "in situ" cada lugar, los itinerarios. En fin, que ataste todos los cabos con meticulosidad y acierto. Un mes antes me invitaste a elaborar un folleto ilustrativo para que todos y cada uno de los peregrinos jacobitas tuviera a su alcance una información resumida de cuanto iba a ver. Algo más tarde contaste con la colaboración pinturera de Ramón "el artista" y salió una cosa bonita, que todos los participantes en esta ruta tan vigorosa por sus paisajes, tan enchida de historia y tan sugestiva por todo, es ya un recuerdo sabroso.
Y yo me pregunto, ¿para qué redactar estas páginas?, ¿qué sentido tiene escribir estos folios?. Mi respuesta es sencilla y clara al mismo tiempo. Quiero plasmar en mi relato lo mucho que he aprendido, lo mucho que he sentido, lo mucho que he gozado. Y me ha parecido en mi ingenuidad que podría, tal vez, ser grato ofrecer a cuantos hemos compartido esta experiencia este ramillete de vivencias de muy diversa índole: históricas, religiosas acaso, en una palabra, estos recuerdos de una convivencia. Por todas estas razones y otras muchas más, os ofrezco este relato plural, escrito a mi aire, sin más censura que un cierto gusto más o menos plausible, porque con la colaboración de todos ha sido un éxito y nos quedará buen recuerdo.
El despertador-carraca-levanta urracas nos arrancó del sueño a Isa y a menda a las 6'50 h. Después de las abluciones y lava arriba y abajo, a las 7'45 h. salimos de casa con nuestros bultos y bultas y otras bolsas al punto de partida, del lado del Edificio Europa de Vitoria-Gasteiz. A las 8'05 h. llegó el autobús con Eduardo el chófer. Rosa, inquieta, organizaba al personal para que tomara asiento. Faltaba sólo una cara donna y fue saludada con agrado a las 8'08 h. Vicente el guía contaba y contaba impaciente, no del todo satisfecho del bus. Corcuera decía con su habitual gracejo:"Oye, Vicente, arranca pronto que se van a ir los primeros de tanto esperar". El ambiente era distendido, no hubo comentario alguno de molestia. Aquello auguraba cosa buena. Y así fue.
A las 8'10 h. partimos. Eramos 46 los animosos peregrinos. En Agurain-Salvatierra subió Teodoro "el mozo". La mañana estaba entre grisácea y fresquiña, 14º. Veremos a ver si aclara. Vicente está como agitadico y preocupón por su bolsa de viaje, porque en ella llevaba los dinerones, pero poco después topóla y se le alegró el semblante. Antes, según cruzábamos Vitoria, atravesamos la Avenida del poder y mando, dejando a nuestra izquierda Eusko Jaurlaritza con su conjunto imperial y Lakua al fondo. El ambiente era muy majo, todo el mundo quería aprender. Isa, fatigadica, quiso echar una cabezada y bajó un poco el espaldero. Maribel, que iba detrás, al verse con menos espacio le dijo así, clarico: "Pues me ha tocado la lotería sin jugar". Pero en el instante todo quedó en un saludo y serenóse.
Poco después, Vicente "el timonel" nos saludó a todos haciendo un resumen del viaje que habíamos emprendido, recreándose en el recorrido que íbamos a hacer y pidió con acierto y cortesía la colaboración de todos. Corcuera que conoce bien los alrededores de Vitoria y mucho a Haro, aludiendo a esta villa y su coso taurino, nos dijo: "¿A qué no sabéis por qué la plaza de todos de Haro es la más grande?. Pues, porque no se llena nunca".
Se puso a llover al atravesar el valle del Oria. Y todo fue llover y llover y jarriar sin cesar. Pasamos por Tolosa, donde llegan las medias hasta la cosa y junto a Andoain con el empalme de la autopista de Leizarán, todo era ruido, tráfico, movimiento, prisa y agitación y cruce de carreteras. ¡Señor, qué pasillo!. En lo alto, a mano derecha, casas-baserri colgadas del monte. Corcu glosaba esta imagen diciendo: "Buena la hacen si se les olvida el recado o les falta sal". El valle se estrecha bloqueando el paisaje. Todo es un corredor de angustia bajo la lluvia. Al fin, ya cerca de Lasarte se abrió el horizonte, dejamos la cuenca del Oria y entramos en la del Urumea, que como reza su nombre, es 'río chico' que desagua en Donosti. A 6 kms. de San Sebastián vimos movimientos de tierras, más y más puentes y autovías, nuevos espacios para factorías, la modernidad acelerada y la industria. Estos giputxis, Señor, ¡qué activos son!. Vamos por una vía nueva para evitar el alto de Añorga.
Sigue lloviendo a gusto del campo, que no nuestro y ya tocamos Irún-la Villa. Las lomas con sus jugosos pastos se suceden, unos recién afeitadicos y otros esperando la guadaña con las metas junto al baserri. Son las 10 h. y ya estamos en la muga de Biriatou-Lehen Irteera. Entrada en Lapurdi-Labort-Labourd, en dirección a Bayona. La lluvia nos acompaña suave, suave y pertinaz, como txirimiri pausorik gabe, calando. Nos quedan 2 h. y media para parar, aliviarnos y tomar algo. Isa me dijo ante la lluvia envolvente: "Dios proveerá".
Dejamos la costa y la franja turística a nuestra izquierda, rumbo al interior. Las casas, los prados, los ribazos de la autopista, todo está cuidado, acicalado, como siempre. Por estas tierras se observa más reposo, sin las prisas enervantes de Rentería y Donostialdea. Elisa nos ofreció unos nísperos y Vicente en una inspiración de juglar, comentaba con humor:
Merche "la hospitalera" nos ha puesto una casette con música peregrina con sabor a gaita y acordeón y recitados con gusto a lo antiguo. Cerca ya de Bayona los gave pirenaicos bajan inchados, rebosantes. Y de pronto, el Adur anchuroso, potente, como río padre y allí en el horizonte las torres de la catedral y el colorido caserío de Bayona. 11'30 h. Nos adentramos en las Landas con sus interminables pinedas simétricas y de vez en cuando roturas en la arena blanquecina, campos de maíz que se riegan por aspersión por medio de ingenios móviles.
Belin-Beliet, Le Muret. La carretera es recta y se prolonga como día sin pan. Ya ha aclarado y las nubes todavía repletas de humedad como ubres de vaca preñada, nos dejan ver algo de paisaje. El personal dormita sin bostezar, sin ronquidos, a lo prudente y mesurado, como gente de bien, o charlando por lo bajo. La verdad es que no hay mucho que contar de estos pagos, debido a la monotonía del paisaje plano. Estamos cerca de Mont Marsan "mons Martianus" y a 60 kms. de Bordel-Bordeaux. Las casas de las granjas son de techo suavemente inclinado, como de país soleado.
A las 11'50 h. paramos en el Aire Liliane y encontramos el "mingadoiro"destartalado, cuasi inundado, de la primera guerra mundial. Quelle misère!, poco lujo, mucho abandono, como de marisma empantanada. Los mosquitos no acudieron a la cita, más vale. A las 12'30 h., como estaba previsto, volvimos a parar en el Aire Casetes y sentados en una banca de madera, bajo un arce y un roble, algunos con paraguas, dimos cuenta del bocadillet y la manduca. José Ignacio partió un meloncete y una amiga descorchó una botella de Rioja de año. Isa nos invitó a cerezas. Charlamos un poco de esta tierra gascona y de sus marismas.
A las 13'30 h. seguimos en dirección de Burdeos, dejando todo en orden. Gastamos poco y proseguimos nuestra ruta. El tráfico se fue adensando, apretando. Atravesamos el Garona a las 13'45 h., dejando la ciudad a nuestra izquierda y continuamos en dirección a Libourne y Perigueux. El paisaje se fue ondulando con colinas suaves. Artigues, tierra de viñedos sobre postes, arregladitos, con cepas en hilera, bordeados de bosque. St. Emilion, Pomerol, viñas y viñas, muchas viñas. La Dordogne. ¡Hermoso país del caldo bordelés!. A nuestra derecha un frontón a la vasca. Nos acercamos a Sarlat-la-Caneda . A ambos lados de la carretera, viñas-jardín, acicaladas como mocicas en flor. Poco después, sólo pastos y algún campó de tabaco. 24 kmts. Perigueux. Trigo, pastos, colinas boscosas, ya amarillea la mies. L'Isle. Nogueras, muchas nogueras. Las casas tienen tejados a 4 aguas, más puntiagudos y están hechos de un entramado de tablillas. El paisaje se viste de robles. La roca es caliza. Saissie du Tailhac, Montigu. Aquí la prehistoria dejó muchas huellas.
¡Qué belleza de casas, palacios y rincones con su piedra amarillenta y pavimentado empedrado!. En fin, un encanto, donde trobadores, como Bertrand de Borne, cantaron sus poemas y sirventeses a donas, doñonas y señorones, acompañados de vihuelas. Son las 18'30 h. y la lluvia nos acompaña, descampando de vez en cuando.
Descripción y comentarios.
Sarlat está situada en el corazón del Perigord, en una depresión rodeada de colinas boscosas. Antaño población galo-romana, alcanzó cierto poder a fines del s. VIII con Pepino el Breve y después con Carlomagno, entorno a un monasterio bendictino. En 937, ni un año más, ni un año menos, San Odón, conocedor del orden y amante de doblones agregó la primitiva abadía al grupo poderoso de Cluny, verdadera empresa bien organizada, con capacidad gerencial y dirigida por monjes muy capaces, y entre ellos, no pocos rapaces. Y así vivió rodeada de gentes con inicitaitva y mercaderes avispados hasta 1317, en que pasó la villa a los burgueses y el papa Juan XXII la erigió en episcopal, pasando la antigua basílica de monasterio a catedral.
La Guerra de los Cien años, con la acometida de las bandas de la soldadesca integrada por bandidos, guerreros profesionales y amigos de lo ajeno, la expolió, previo ordeño a conciencia, llevándose el queso y la leche, dejándoles sin una gota hasta que la teta no dio más. Unas veces inglesa con Eduardo III, otras veces francesa con Du Guesclin, al fin en 1453, vino una paz, no precisamente duradera.
Entre 1450 y 1500 soplaron nuevos aires y se alzaron edificios renacentistas, como La Boétie, donde nació Etienne-Esteban, gran amigo de Montaigne y alto cargo del Tribunal de Sarlat. La casa tiene un ático muy puntiagudo, con grandes ventanas encuadradas sobre pilastras con medallones. La Villa prosperó entre los siglos XI-XVIII, pero alejada de los centros económicos, se durmió durante unos 150 aaños -vaya siesta-, y gracias a la ley de 1962 con Malraux, la villa antigua limpió sus fachadas, cambió su pavimento, se puso guapa, que no chulapona, sin mostrar tetas y otras gracias, recatada cual moza de fina estampa, se limpió la cara y el cuerpo, luciendo el talle. Así es de hermoso el rincón de La Boétie.
Y pensar que allá por el año 1165 cuando se encontraron los restos de un eremita a quien pusieron el nombre de Amadour 'el enamorado', apropiado para un solitario rezador de cueva adentro, vinculado al culto mariano, se hizo tan famoso el lugar. A partir de ese momento, el hallazgo adquirió tal fuerza que 25 años más tarde los peregrinos procedentes de Le Puy, tras un desvío penoso por estos rasos y gargantas, pobres y desolados, acudían al santuario atraídos por la fama milagrosa de la Virgen Negra. Y así fue, porque la ruta se llamó La Romieu . Desde fines del siglo XII hasta el s. XIV el santuario y sus capillas atrajeron casi tantos peregrinos, como San Miguel en Normandìa.
Los quersinois que seguían la ruta hacia Santiago al llegar a Estella "La Bella"-Lizarra se quedaron entre nosotros y a fines del s. XII o comienzos del s. XIII levantaron una iglesia con su Señora de Rocamador, a la salida del barrio de San Martín y poco más tarde también en Sangüesa. Después en Palencia y en León. Esa fue nuestra cultura en el medievo. Yo me quedé contemplando la vista desde el Hospitalet y sus ruinas y ensismismado por tanta belleza compuse unas líneas que recité al, día siguiente ante la Virgen Negra, después de la misa. Al volver al hotel, Javi Corcuera y Maite señalaban los caracoles que veían en la carretera, distinguiendo entre machos y hembras y también a los okupas sin casa -las babosas-, que buscaban pasto tierno. Recordaban a Eloy.
Hotel Belbedere.
Situación y descripción
Rocamadour está situada en la región del Quercy. Es un país tradicionalmente pastoril con escasos recursos agrícolas. Los núcleos urbanos están situados generalmente sobre pequeñas alturas llamadas puech (< del lat. podium 'poyo') y datan de la Edad Media. La región está poco poblada y sus casas tradicionales son de piedra caliza, cubiertas de pizarra.
La villa y sus santuarios están edificados sobre el flanco de la gran garganta excavada por el Alzón, de 150 mts. de altura a 500 mts. sobre el nivel del mar. Se la considera como uno de los centros medievales más visitados después de Saint Michel. Se accede a la villa pasando por la Porte du Figuier del siglo XIII que da acceso a la calle principal de la población. Esta es una de las cinco puertas que todavía se conservan del recinto amurallado del siglo XIII. La villa tiene una sola calle estrecha, llena de restaurantes y tiendas de recuerdos. Pasada la Porte du Salmon se llega a la Couronerie -Ayuntamiento del s. XV, donde se pueden admirar dos tapices de Jean Luçat. Siguiendo la calle de la Cordonerie se pasa bajo la Porte Hugon y se llega a la Porte Basse, que da acceso a un barrio de casitas bajas, cerca de las cuales está el viejo molino fortificado de Roque-Frege .
A los pies del castillo llegó la guía. Nos contó que actualmente los visitantes al año son unos 1.100.000, sobre todo turistas, los que vienen a vistar el santuario. En el medievo fue edificado el conjunto presidido por la fortaleza de arriba, con objeto de proteger santuarios, casas y talleres recostados en la roca. La riqueza que se acumulaba en los santuarios y en las casas de comerciantes y artesanos que vivían de los muchos peregrinos, hizo que la villa semejara una gran colmena repleta de rica miel. Y, claro, atrajo a los amigos de tan dulce bien, los forajidos del Príncipe Negro y sus iguales los de Du Guesclin, que entre guerra y guerra acudían en años alternos para vaciar el panal, con orden y profesionalidad. Vivían del botín y robaban por su cuenta, sin pagar impuestos, vamos, como los que mandan en el ancho mundo y por doquier.
Actualmente sólo viven 40 personas en la villa que contó antaño con unas 8.000 personas. Y que conste que actualmente siguen igual de afanosos en su oficio, con buenos rendimientos. Sólo hay 7 personas por Km2. En la Edad Media acudían entre 30.000 y 40.000 peregrinos al año y se albergaban en iglesias y hospitales. Los que procedían del Norte, incluidos los de Riga (Lituania) en el Hospitalet y los del Sur en St. Jacques Majesté 'Santiago el Grande'. Otros muchos en cuevas y en el fondo del valle bajo toldos. En las casas vivían los artesanos. Sólo podían quedarse tres días, con objeto de dejar sitio a los siguientes. Hoy no se ven rebaños de ovejas por la competencia de precios de la carne de oveja procedente de Nueva Zelanda. El vino áspero de las Causes o tierras calizas sólo dejó su nombre en la toponimia y el cereal es de baja productividad, debido a la falta de tierra vegetal y a la altura.
Los peregrinos procedentes de Lituania tardaban 6 meses en llegar y no precisamente frescos y obesos, sino ahítos de miseria y justo para endiñarla. Los hubo que procedían de Brujas (Países Bajos), especialmente en el siglo XV. Eran los malhechores que venían a redimir sus penas y después proseguir la marcha hasta Santiago. Como no eran, al parecer, la mejor compañía y gastaban poco, el obispo y los comerciantes no querían acogerlos, por aquello de que eran de su misma condición y evitaban así la competencia.
Originariamente la cueva donde se aloja la talla estilizada de Nuestra Señora, sería un lugar religioso dedicado a la fecundidad, para pasar más tarde a eremitorio. La mortaldad de los recién nacidos y la de las propias madres debía ser tan enorme que, habida cuenta de la corta vida de aquellos mortales -35 ó 40 años, no más-, las mujeres eran cubiertas casi niñas y su función sagrada, insustituible era parir bien pronto, con objeto de asegurar la descendencia y poder proteger al mozuelo o moza lo suficiente para seguir la especie. ¡Ah, la madre naturaleza, qué fuerte, qué estricta, qué tirana, qué póder el de la ley de la vida!.
A eso de las 11'30 h. acudimos a misa y el pater oficiante me preguntó si queríamos participar en el oficio. Así que salí a buscar a Merche que estaba visitando la capilla románica de San Miguel y un buen grupo de Gasteiz cantamos al comienzo. Los Kyries y el Sanctus fueron en latín. El Padre nuestro - Geure Aita en euskera. Les gustó mucho a los peregrinos normandos. Al final la Salve Regina . Nosotros los del Camino jacobeo pasamos al Santuario propiamente dicho y allí ante la talla estilizada, seria y recogida de Santa María del s. XII, recité mi
Desde el Betbezer-Belvedere-Ikusi eder,
mirando el risco de Rocamadour iluminado
en la noche quieta, refrescada,¡Qué paz!
Como una cascada hecha piedra
desde lo alto, agarrados a la roca
se suspenden santuarios y edificios
en torno a Nuestra Señora.
Recostados, recogidos, arropando
a la capilla que guarda a la Virgen Negra
a lo largo de los siglos se fueron construyendo
iglesias, eremitorios
acumulando arte y piedad.
El aire limpio, la noche calma,
la paz envolviendo al alma,
miramos y miramos
contemplando tanta belleza,
el arte y la piedad de antaño.
Gran Señora, Santa María,
que vuestro espíritu nos reconforte,
que estos sencillos sentimientos
vayan entrando en nosotros
en lo profundo del alma,
porque nos ayudará a vivir.
Que el hondón del alma
guarde esta visión de paz y de armonía,
para que rezume,
para que mane,
para que nos ayude
en los momentos de soledad y tristeza,
cuando perdamos la esperanza
y nos entristezca el vivir.
Que esta paz y contento
la sepamos trasmitir
a los nuestros y los ajenos,
a todos los que comparten nuestro vivir.
AMEN.
Villa mariana, comerciante y artesana vivió desde el siglo XII al s. XVI con cierta prosperidad, sirviendo de pasto y colmena de rica miel, primero al abad, después al obispo de Tulle y a lo largo de varias generaciones, a las compañías blancas y negras de bandidos de ocasión y pillaje. Jamás la destruyeron, simplemente vaciaban el panal hasta la próxima cosecha, en plan de recogida minuciosa y profesional. La población tan extendida, a lo largo de un km. se encerraba dentro de sus portones. Mas todo era inútil, sus habitantes sólo sabían trabajar y contar. No había bancos ni transferencias de fondos, por eso la rapiña fue siempre sabrosa, de mucho engorde, hasta que las guerras de religión dieron al traste con la diligente colmena. Después, con la Revolución vivió lánguidamente y se remató la faena. Sólo después de 1833 los obispos de Cahors reconstruyeron el lugar, se reanudó la peregrinación y se salvó.
Comida en el hotel:
Ya ven Vds. los invonvenientes de comer fuera. Como en casa, ni hablar. Otro día os contaré otra de nuestro amigo.
A la salida de Rodez, Vicente rifó 4 bolsas de viajes Halcón, pues los abrigos de pieles los dejó para la vuelta. A nuestra derecha una guapa vacada de color canela y cuernos abiertos pastaba en paz y sosiego y el macho-toro con testud doble que las hembras, las guardaba con dominio. Los tenía como de arroba y media cada uno. ¡Qué sereno rumiaba, sin prisas y a su tiempo que para todas habría cuando la urgencia y la estación lo pidieran!
20h. Col de Palisard, 1260 mts. Estamos a 70 kms. de Le Puy. Pastos de montaña, pinabetos, las vacas son blanquecinas con terneros de medio mes, mamones. Argomales en flor en las laderas de poniente. Por estas tierras nace el Tarn. Chadeyrac, Pierrefiche. A las 20'20h. iniciamos la bajada. Lagogne 800 mts y 13º. La montaña continúa con una vegetación casi alpina. Estamos en el corazón agreste de Rouergue-Auvernia, Depto. de la Haute Loire. 20'30h., 1240 mts. ¡Qué útiles por lo instructivas y precisas nos han servido las Guides Vertes de Michelin, especialmente para adentrarnos en esta bella tierra de la Auvergne! Nos han acompañado toda la ruta. Eso es hacer bien las cosas.
Una hora más tarde, a las 21'30 h. llegamos a Le Puy y después bajamos a cenar. Este fue el menú:
El maître estuvo simpático y atento. Ya os contaré lo del botellón con lentejas y otras intervenciones.
A las 23 h. un grupet de infantes y donas, entre los que estábamos Miguel A. Uriarte y dona, Mendívil "el del zacuto", Eduardo "el del clarinete", Agurtzane, Isa y el cronista, nos lanzamos a una marcha nocturna en dirección al gran santuario, siguiendo la Avenida Vals près Le Puy, el Boulevard Alexandre Clair, Avenue Cl. Cherbonnier y Rue Vibert.
Con objeto de tener una sensación vivida de las calles o carrieras medievales ascendimos a partir de la Rue Crozatier, siguiendo por la Rue du Bessat hasta la Place de la Platière y callejeando llegamos a la Place du For y l'Evêché. La subida la hicimos por calles estrechas empedradas en lava, escasamente iluminadas, sin tropezar con nadie. Y llegados al laberinto que envuelve la catedral, tuvimos la sensación de un fortín inexpugnable, de apariencia osca por la piedra oscura, casi negra. Le Puy à la nuit!. Quel spectacle, mon Dieu!. Descendimos y llegamos a la 1'15 h. de la madrugada al hotel. Valió la pena.
Llegada a Le Puy
Diana a las 7'30 h. y desayuno a las 8'30 h., para salir hacia el santuario a las 9h. El itinerario fue tomar la Avda. Vals près Le Puy y el Boulevard Alexandre Clair para girar a la derecha por la Rue Antoine Matin y así acceder al cuidado jardín Henri Vinay. Pasamos a la escalinata del Musée Crozatier, donde se exponen las dentelles-puntillas, especialidad tradicional de Le Puy. Desde dichas escalinatas se divisa la mole casi negra de la célebre catedral, el campanario-minarete soberbio por su altura y Notre Dame de France que domina desde su puy -poyo volcánico toda la ciudad. Reemprendimos la marcha hasta la Rue Porte Aiguière deteniéndonos en la Place du Martouret (<del lat. martoretum 'cementerio'), ya que en este espacio estuvo instalada durante la Revolución Francesa la guillotina, expeditivo instrumento para dar el billete sin retorno a los mal quistos. En esta plaza fue quemada la estatua primitiva, la milagrosa, de Nuestra Señora, que, según la tradición, regaló San Luis de Francia a Le Puy, a su vuelta de Egipto. Confortados por estos datos, admiramos la fachada del Ayuntamiento y llegamos a la Place du Plot, donde los cónsules o gobierno de la ciudad colocó un pilori -que no pirulín-, para aplicar los castigos a los ciudadanos pillastres. Allí se encuentra la bella fuente, llamada La Bidoire, de 1246 y restaurada en el siglo XV. Todavía sirve para abrevar al personal de a pie.
El ascenso suave que conduce a la Via Sacra y a la escalinata que lleva al Santuario, prosiguió por la Rue Raphael con edificios de antiguos comerciantes y burgueses de los siglos XVI-XVIII, para llegar a la Place de Tables con fachadas de los siglos XV y XVI y la simpática fuente que se llama Choriste, en honor de un guaperas juglar echizamozas que alegraba las penas del pueblo con sus canciones y ocurrencias. En esta plaza y cuesta colocaban sus tenderetes los artesanos para vender ex-votos y objetos piadosos a los muchos peregrinos que subían a la roca. Y así, delante de nosotros surgió la severa fachada de la catedral con sus tres campaniles románicos de piedra negra y amarilla, gigantesca, imponente. Hay que subir despacio hasta la arcada central.
En el s. XII una partida de aventureros, los Cotereux, asaltaban a los peregrinos, poniendo en peligro la seguridad y prosperidad de la ciudad, impidiendo el asentamiento de comerciantes del Poitou, de Provenza y de España. Ante tantos peligros, cuenta la leyenda, se apareció la Virgen a un carpintero llamado Durand y le ordenó declarar la guerra a los asaltantes, restableciéndose la paz.
Le Puy se hizo célebre por sus dentelles o puntillas hechas a mano y contó con un mercado muy importante. A principios del s. XVII, las mujeres decidieron no servir como criadas y dedicarse a la confección de puntillas. Ante las protestas de las gentes de bien, que se veían privadas de servicio prácticamente gratuito, el Parlamento de Toulouse prohibió en 1640 que se llevasen en los vestidos, ya que de otro modo no se diferenciaban las prendas de los ricos. La caída del mercado y la pobreza en que se vieron sumidas las artesanas de la puntilla, motivaron que el jesuita François Régis emprendiera su defensa obeteniendo la derogación de la orden y el resurgimiento de la puntillería, siendo así conocida por todo el mundo. Nuestro buen cura pasó a ser santo "puntillero"
Catedral de Nuestra Señora
Es un edificio maravilloso de estilo románico con influencias orientales. Tiene dos cúpulas de influencia bizantina, debido, sin duda, a los cruzados de Tierra Santa. No hay que olvidar que su obispo, Ademar de Monteil, fue el representante del papa Urbano II en la primera Cruzada en 1095. La parte más antigua corresponde a la cabecera, siendo ampliada en el siglo XII, cuando se añadieron los pórticos del For y de San Juan. Fue restaurada en el s. XIX. Inicialmente fue un sencillo oratorio (430), construido, según la tradición, por indicación de la Virgen. En verdad, ya desde el siglo X es el Santuario mariano más célebre de la Cristiandad, después de Santa María la Mayor de Roma y junto con la catedral de Chartres, el más famoso de Francia. Desde 1065 el papado otorgó a este santuario el privilegio del Jubileo, cuando coincidiera en domingo con la festividad de la Anunciación de María.
Gran Pórtico
Se asciende por una larga escalinata hasta llegar al gran pórtico del s. XII con tres puertas. A la izquierda está el edificio de los Machicoulis de los Estados de Velay, que formó parte de las fortificaciones de la catedral y del Palacio episcopal del s. XIII. A nivel del segundo tramo hay dos puertas que cierran dos capillas laterales, cuyas esculturas de los ss. XII y XIII narran la vida de Jesús. A la derecha, la capilla de San Martín con restos de frescos de los siglos XII y XIII. En el tercer tramo se ven dos frescos bizantinos del s. XII. Pasada la puerta dorada encuadrada por dos columnas de pórfido rojo, se accede a la catedral propiamente dicha, dentro de la cual se puede contemplar la llamada Peyra de les febres, restos de un dolmen, sin duda de la época de los druidas galos. Dicen las guías antiguas que "se entra en la catedral por el ombligo y se sale por las orejas".
El altar mayor, donde se muestra Nuestra Señora la Virgen Negra, impone por su extrema sencillez y suma austeridad. Su talla moderna, como se sabe, data del siglo XIX, ya que la anterior fue quemada por los contrarrevolucionarios de Luis Guyardin en 1794. La crítica moderna sostiene que anteriormente a la Virgen Negra regalada por San Luis, existió otra, ya que está documentada en un manuscrito de la catedral del siglo X. La pieza más importante del Tesoro es la biblia de Teodulfo del s. VIII. Yo me extasié contemplándola.
Mendívil "el sabio del zacuto" nos deleitó con las historietas del obispo San Jorge, pretendido discípulo de Cristo -por lo visto eran 72 y yo, en mi ignorancia, los confundía con los 12 apóstoles y, claro, me hacía un lío-. Bueno, de todas maneras, no me negaréis que en esta Dulce Francia no hay santos bastante raros, como San Façon, San Ceremonies y San Compliments. Total que a dicho San Jorge lo había mandado San Pedro a Auvernia con su cayado para convertir a los galos, acompañado de Front "el cogotudo" y al morir Jorge, nuestro amigo, al verse solico, retornó a Roma para devolver a San Pedro el bastón o makila. El apóstol le dijo: De eso nada. Vuelve otra vez y deposita el cayado sobre la tumba del muerto y ¡ala!, pasico a paso y a veces a la patica coja, llegó y ¡Oh milagro!, nuestro Jorge resucitó y junticos los dos se dedicaron a predicar. Mendívil nos dijo que el dichoso báculo se los repartieron San Front o Frontispicio y San Paulino, obispo por esas fechas de Le Puy. ¿Y dónde está la segunda mitad?, pregunté curiosón. Ese es el problemón, respondió Mendívil. Nuestro amigo revolvió Roma con Le Puy. No sé si logró localizarlo. Otro día será.
Nosotros, recogidos, ensimismados y con seria devoción cantamos la Salve, que se compuso precisamente aquí, hace 1000 años, en tiempos de Godescalco. Rezamos una Ave Maria recordando a nuestra amiga Milagros que sufrió un cáncer cerebral y está muy dolida. Guardamos un minuto de silencio por los muertos, las mujeres violadas y el absurdo sufrimiento de todas las víctimas de la guerra de Kosovo y Serbia. Y allí, delante del altar donde se yergue Santa María con la cabecica del Niño:
Recité lo que sigue:
Después recité las bellas palabras dirigidas por el rey Salomón a una bella dama morena, que la Liturgia aplica a Santa María:
Yo recordé a aquellos duros y listos trajinantes, unos en mula y los más andando que hacia 1076 vinieron precisamente de aquí para asentarse en Estella, Puente la Reina y Pamplona, en búsqueda de pan y libertad, trayendo por todo bagaje sus conocimientos, la lengua occitana y la devoción a Santa María del Puy. Gracias a todos ellos Navarra se europeizó entonces. ¡Bendito sea este injerto de pueblos y culturas, de lo románico con lo vasco, porque sólo así surgió la cultura y el posible bienestar!.
Antes de salir, más de una dama peregrina se reposó sobre la Piedra de las fiebres y yo, coitadiño, puse mi patica izquierda y la rodilla con el menisco estropiciado, a ver si se aliviaba. Así lo hice y ya veremos. Por ahora sigue igual. La visita se prolongó con el claustro que presenta una decoración de influencia musulmana, como la catedral de Amalfi y posee algunos capiteles carolingios ¡Decidme si no es maravilloso, ver ante nosotros más de mil años de historia cuajada de piedad y arte!.
Terminamos en la Roca Corneille, a cuyo acceso se llega, previo pago, por las escalinatas de piedra. Sólo está libre de peaje san mingadoiro y el chorro de agua fresquiña. Bueno, menos da una piedra. Allí arriba les expliqué un poco el culto a la patria de la Douce France y a título de contraste, el confuso folklore de la cosa en la nuestra. Se trata del resto de un volcán, coronado por una estatua de bronce pintado de rosa, de 16 mts., que pesa 110 Tm. y que representa a Ntra. Señora de Francia y fue fabricada fundiendo 213 cañones tomados por los franceses en Sebastopol durante la Guerra de Crimea en 1855.
Complacidos y ligeramente cansados, fuimos bajando, cada uno con sus propias sensaciones, camino del hotel, donde nos esperaba una recia y cumplida manduca a la "auvergnate". Miguel A., su esposa, otra amiga, Isa y menda repostamos en una taberna y el anfitrión "con sumo gusto y fina libertad" nos invitó a un blanquito "gewirstraminer" alsaciano y a comer. 13h. Comida. Este fue el menú:
Iniciamos la subida peldaño a peldaño la cresta de San Miguel. Antes de comenzar, yo me decía:
Inútil empeño, pardiez, surtout en France. Quelle erreur!. A los 11 peldaños una moza cara-cabra nos espetó: " A 10 frs. del ala cada uno por venir en grupo. Sino a 13". Y allí veríades soltar y contar los txirenes cada quisque para no darlos por triplicado. Y cogidicos del varandal Elisabeta y el cronista dimos a la caza alcance.
Capilla de San Miguel
Se trata de la chimenea de un volcán en cuya cumbre se halla la capilla de S. Miguel, mandada construir por el obispo de Le Puy, Godescalco en el año 952, después de su vuelta de la peregrinación a Santiago, y que se terminó el 962. Se sube por una escalera de 286 peldaños y alcanza 80 mts. de altura. El campanario tiene la forma de un minarete y la capilla seguramente sustituyó a un antiguo templo dedicado a Mercurio. La portada trilobulada es de inspiración oriental, así como los arabescos y mosaicos de piedra negra, gris y blanca. El interior es irregular y su planta se adapta a la roca. La bóveda está decorada con frescos del s. XII de inspiración bizantina. A la derecha se puede ver dentro de una vitrina un pequeño Cristo del s. XI. Las vistas son muy hermosas.
En los bajos del peñasco, hay unas salitas y en una de ellas un rótulo reza así: Ancienne porcherie o sea 'pocilga'. Es el mingadoiro à la lavande. Y en otra: Endroit où on ferrait les boeufs . Atención a los varones, que no se astillen. Antes de abandonar el lugar, leí en un panel la leyenda de San Miguel y Satán. Os la refiero a mi aire:
Según íbamos hacia Saint Laurent, próximo a la roca, pasó una ambulancia, que decía: "Blessés et axfixiés". Yo me pregunté, ¿no pensáis que falta algo? Pues, "cornus, blessés et axfixiés". ¿Cómo, pues? Y respondí: ¿Es que el cuerno no causa dolor o pensáis que la herida de cornada no emponzoña o deja huella?. Y así en la lengua de Corneille (mejor sin traducción) dije así:
Que vous ayez,qu'à même,
de la consolation".
Amen.
En Saint Laurent visitamos el templo dominicano, construido a mediados del s. XIII, después de la escabechina de los cátaros. Es de planta languedociana, amplia como lonja de mercaderes, para la predicación al pueblo. En el ábside poligonal, a mano derecha, en el coro, la tumba del condestable Bertrand Du Guesclin, muerto el 13 de julio de 1380. Aquí reposan sus tripas que digirieron de todo, menos de lo propio. A la izquierda, el sepulcro de un dominico, general de la Orden. Nos sacamos una foto a la entrada de poniente.
Retornamos al hotel y éste fue el menú de la cena:
Nos levantamos a las 7 h. para arrancar a las 8h. Subimos al Aubrac, corazón de la Auvernia, atravesando las altas planicies del Velay, expuestas a tormentas sin cuento, los montes desolados de la Margeride y los barrancales del Segala rourgués, siguiendo, en parte, la antigua vía romana que procedía de Lugdunum-Lyon en dirección a Rodez. Después seguimos por Mende, les Gorges du Tarn y el Pays de Guevaudan, bajando a 700 mts. Pinabetos, roca caliza, La Canourgue y la Vallée du Lot. Y de pronto, Vicente nos señaló el castillo roquero de Mont Severac. Son la 10'30 h.. Ante nosotros se alzaba sobre el montículo escarpado la mole de sus torres y murallas y en la ladera izquierda el caserío de piedra blanca con tejados puntiagudos. Un espectáculo, vamos.
En los baños del lugar, ¡qué curioso!, unos espejitos para comprovar la cadencia del chorrico. Yo recordaba aquel diálogo tierno entre el General De Gaule y su ministro Pompidou. ¿Sabéis lo que pasó? Pues, nada, que ambos jerarcas asistían a una ópera y en el entreacto, fueron al baño para aliviarse. Y claro, también había esos espejicos. Nuestro menistro, que no menisco, dirigiendo con reverencia su vista al General, le dijo cortesmente:
Y el General respondió:
Después vino el Varés y en un muro vi la primera pintada recatada en solitario: Independencia Oc . Pues, estupendo. Los hay para todo, como en botica. En todas partes se cuecen habas y en mi casa a calderadas. Rosa leía a Ramón el relato de Santa Fe y su tesoro guardado por las gentes del lugar durante el Terror de la Revolución y después restituido. Al ser las tierras más llanas, ya no se ven pinabetos, hayas y robles. Las vacas son charolesas.
Vicente, su esposa, Ramón y la suya fueron indicando al chófer cómo llegar al punto en que debíamos iniciar la marcha a pie, para entrar en Conques cual peregrinos.
Comienzo de nuestro descenso a Conques desde S. Marcel.
El lugar en que se encuentra Conques es un locus secretus que cautiva por su soledad y la extensión de sus bosques. Está en una concha, de donde el nombre de Conques, casi cerrada, de fuertes laderas y en el fondo el río-torrente. El bosque estaba hermoso con abundantes robles y castaños, cerezos silvestres y nogueras. Arrancamos cerca de San Marcel a través de un sendero pedregoso con bajadas bastante pronunciadas, hasta que al fin de un recodo apareciron las tres torres de la basílica y la aldea de Conques en su entorno.
El tímpano de la basílica, la iglesia, los restos del claustro, las callecitas de la población, la capilla de S. Roque, el castillo de Humières, la torre de la muralla y la puerta románica de la Vinzelles por donde salían los peregrinos y sobre todo el tesoro de Sainte Foy son dignos de ver. En fin todo hace que la visita sea un encanto.
Historia
El origen del Santuario se remonta al s. IV destruido por los francos, vuelto a reconstruir y nuevamente asolado por los árabes en 730. Fue reedificado por Luis el Piadoso en la época carolingia (s. IX). Adquirió celebridad gracias a las reliquias de Sainte Foy, procedentes de Agen, sin duda debido a la ocultación de las mismas ante el terror de los normandos en la costa atlántica a través de los ríos. La tradición del robo de las reliquias en Agen por el monje Arivistus parece una leyenda. Las reliquias de Santa Fe, cien años después de su traslado a Conques alcanzaron fama milagrosa, especialmente en la curación de los ojos y en la liberación de los cautivos, por lo que se inició un período de prosperidad económica gracias a las generosas donaciones en joyas y tierras.
Fue en el s. XI cuando se levantó la basílica, inspirada en las de S. Martín de Tours, S. Marcial de Limoges y de S. Cernin de Toulouse. Fue dotada de un ambulatorio dispuesto para la veneración de las reliquias. En el s. XV se transformó en colegiata y fue saqueada por los protestantes en 1561. Abandonada a su suerte, fue objeto de una sabia restauración gracias al empeño de Prosper de Merimée en el s. XIX, dos años después de que el claustro fuera destruido como cantera para las casas.
Su construcción se inició a mediados del s. XII, de acuerdo con un planteamiento plenamente románico, propio de las iglesias de peregrinación. Es de tres naves y está dotada de una linterna que se alza en la intersección del transepto con el crucero. La cabecera está formada por un amplio ábside, a cuyos lados se abren diversos absidiolos.
Según el Liber miraculorum Sancte Fides, nuestra heroina de nombre Fides, de 12 ó 13 añicos de edad, todavía casi niña, fue martirizada quemada sobre una parrilla de bronce, como S. Lorenzo y después decapitada, siendo emperador Diocleciano y su pretor, Decio, el año 303. El obispo de Agen, S. Caprasio, retiróse a una cueva a orar, por prudencia, pero llevado por su heroísmo acudió al lugar del suplicio y mereció el martirio, no sin antes reprender a sus verdugos por la lentitud de su oficio. A mí me recordaba la copla oscense que se canta con remango en la fiesta del santo:
El caso es que por virtud de ambos surgió una fuente, cuyas aguas se hicieron milagrosas, como después lo fueron las de Lourdes o de Fátima. En Conques, donde las fuentes surgen como en coqueto jardín, cerca mismo del santuario hay una de aguas frescas y los relatos de los peregrinos dicen de ellas, ensalzando sus virtudes miríficas: "Son muy buenas, mucho más de que se pueda decir". Yo me tomé buenos tragos, así como Elisabeta y me traje una botellica a casa.
El tímpano del pórtico
A los pies de la iglesia por el lado de Oeste se alza un soberbio tímpano flanqueado por dos torres restauradas en el siglo pasado. Es uno de los mejor logrados de la escultura de Auvernia y fue realizado en el siglo XII, representado el Juicio Final. Stéphanie, una joven encantadora, nos lo explicó con todo detalle y todos nos quedamos encandilados escuchándola. A mí me hacía gracia cuando pronunciaba [timpáno]. Lo hizo muy bien.
El tesoro
El tesoro de Conques conserva el conjunto más valioso de la orfebrería religiosa de Francia de los siglos IX al XVI: relicarios, obras del taller de la propia abadía el relicario de Pepín del s. IX, recubierto de numerosas piedras preciosas y sobre todo la estatua relicario de Santa Fe, que es la pieza más importante de todo el conjunto. Está recamada de joyas, camafeos antiguos, etc. Contiene parte del cráneo de la Santa. Es muy interesante el cofre relicario de Santa Fe con medallones de esmalte y el altar del abad Begon, etc.
Según Marcel Durliat en su obra Des barbares à l'an mil (París 1985), las estatuas-relicario datan de los últimos carolingios (s. IX) y están asociadas al poder real. Así se sacaron las reliquias de los sarcófagos para encerrarlas en una efigie como si fueran emperadores de Roma, realzando el poder del santo que gozaba de la felicidad celestial; es decir se les colocaba sobre un trono en señal de poder.
La primera mención que tenemos de esa técnica data de 879-885, cuando Boson, rey de Provenza, mandó realizar la efigie de S. Mauricio recubierta de oro para su iglesia de Vienne. Queda sólo la de Sainte Foy, contempóranea suya y se ejecutó en el s. IX, pero al juzgarse perfecta, se rehizo en el s. X, con objeto de hacerla más viva y efectiva. Cuando el clérigo Bernart la vio a comienzos del s. XI, le produjo viva impresión y nos describe cómo los peregrinos y campesinos se sentían cautivados al verla cubierta de oro y piedras preciosas y reconocían en su esplendor si les otorgaba las gracias que le pedían, al mirar su rostro. En verdad, causa una vivísima sensación.
Vicente el guía se emocionó y plasmó sus sentimientos en una composición muy bella, cuya lectura y disfrute os lo brindo:
"Entro en Conques un tanto impresionado,
empequeñecido quizás por tanta historia
y al ver tus recios muros me imagino
tu acogida, tu abrazo y tu memoria.
Después de seguir mil vericuetos
por las sendas, atajos y caminos,
después de caminar por estos montes
¡Qué paz, Señor, nos ofreces en tu Oasis!
Miré tus piedras y tu arte
y aunque no sé muy bien qué es lo que veo
soy feliz sólo con verlo, con mirarte.
Hoy quisiera, Señor, no tener sueño
y pasar la noche al puro raso
y sentir de mí tus mil estrellas
y revelar allí mis sentimientos
y separar el grano de la paja.
Hoy quisiera, Señor, hacer Gaupasa."
En el s. XVI los hugonotes quemaron la iglesia, pero no pudieron llevarse el tesoro, porque los habitantes del lugar lo escondieron en sus casas. Otro tanto hicieron durante la ocupación alemana. La finalidad de toda esta maravilla era:
Yo recordaba una anécdota que me contó Teodoro "o vello peregrino". Os la cuento:
Jesús amado
mejor que con éste vendido
conmigo robado.
Claro, aludía al cura. Al atardecer un grupo numeroso acompañado de peregrinos de Canadá, Alemania, País Vasco y Normandía, cantamos las vísperas, dirigidos por Fr. Daniel, monje premostratense de la abadía y al final se cantó la Salve, Ultreia, et Sus deia. Deus adjuva nos. Algo más tarde se celebró la misa de peregrinos en la gran basílica, acompañados del órgano. Cenamos todos juntos, los de Vitoria, los peregrinos que salían mañana temprano y unas monjicas de Saint Esprit.
Antes de ir a la cama, hacia las 21 h. hubo un espléndido concierto de órgano que duró más de una hora. Y después, Isa y yo nos fuimos a dormir, cansados, repletos de ver arte, admirar cosa bellas, con los ojos como chiribitas por el paisaje y la hermosa convivencia. Nos alojamos muy bien en una habitación del torreón de la abadía. Otros lo hicieron en una sala común con literas y por lo que me contaron hubo concierto de ronquidos, que no de órgano. Teodoro, que es un registro de anécdotas sabrosa, aunque un poco gruesas, me contó la que sigue, a propósito de remedios para bien dormir:
A las 9'30 h. dejamos Conques, sus bosques y el río Dourdon con su Pontromain de los peregrinos, el hotel Cambelong 'patalarga' y nos dirigimos hacia el Quercy. El sol era espléndido y a través del valle del Lot llegamos a Figeac a las 10'45h. Allí nos esperaba una linda damisela, de nombre Natalie, que había sido contratada por Vicente.
Figeac (<del lat. Fidiacus) fue primero una villa romana, de donde le viene el nombre, emplazada en la vía Agrippa, procedente de Lyon. En el siglo IX alzanzó cierta categoría de población con Pepino I de Aquitania, quien fundó una abadía, dando lugar al núcleo que se fue organizando en torno suyo. Situada en el Camino de Santiago procedente de Le Puy y Conques, albergó a comerciantes y artesanos que atendían a los peregrinos. Por eso cuenta con bastantes casas de los siglos XII-XIV, siendo su casco medieval una pocholada.
Iniciamos la visita delante del edificio que alberga el Ofice du Tourisme, que se sustenta sobre dos arcadas góticas y sobre ellas una bellísima galería de 6 arcos del mismo estilo y está coronado por el soleilho de piedra. Se trata de una mansión de ricos comerciantes que traficaban con paños y el vino de Cahors. Nos explicaron diversos edificios, como el pPalacio de Balena en la carriera del Grifol . El soleilho es un granero abierto, unas veces de madera y ladrillo -el popular-, y otras de piedra -el de los ricos-. Allí secaban el lino, conservaban las castañas, los frutos y la leña. Sus edificios conservan torres, puertas y escaleras de época. Son muy dignos de ver.
Plaza de las escrituras o de Champollion.
Está enmarcada en el conjunto medieval y en el pavimento se halla una reproducción inmensa de la piedra Rosetta (14. x 7 mts.) en granito negro. Junto a la plaza está el Museo Champollion, donde se guardan documentos de la vida del célebre egiptólogo, nacido en Figeac en 1790. El gran sabio conocía el griego y el latín a la tierna edad de 9 añicos y aprendió hebreo, árabe, caldeo y siríaco entre los 13 y 14. Toda una monada. Más tarde pasó a París, donde aprendió el copto y descifró el texto de la piedra Rosetta, escrito en caracteres jeroglíficos, demóticos y griego el año 191 a. C. por los sacerdotes egipcios, consignando decretos religiosso, normas administrativas, preceptos civiles, etc. Champollion fue el primero que llegó a leer la escritura jeroglífica figurativa. A partir de su hallazgo se avanzó mucho en la interpretación de los textos sagrados. En 1831 ocupó la cátedra de egiptología del College de France, muriendo en 1832. El edificio que se encuentra en esta plaza fue una encomienda de los Templarios y posee una escalera del s. XV, sala de espera, sala capitular y capilla. El segundo piso es el dormitorio de los caballeros.
A las 14'30 h. fuimos al Restaurante Marinette y nos dieron de menú:
Situación
Capital del departamento del Lot. Su casco antiguo forma una península cercada por el curso del río Lot, y está cerrada por la muralla y rodeada por colinas rocosas.con mucho arbolado. Durante la Edad Media fue una ciudad floreciente debido al comercio, actividad bancaria y a la importancia de la Universidad. Está a 123 metros de altitud.
Historia
Durante la época de los Galos se llamó Divona Cadurcorum y durante el dominio romano Cardurca, de donde le vino el nombre de Cahors . Su origen se debe a la famosa fuente de Chartreux, manantial que suministraba de agua potable a la población -lo continúa haciendo-,y que fue considerada sagrada -se han encontrado muchas monedas que lo atestiguan-. De la época romana conserva restos del foro, el teatro, las termas, templos y sus murallas. En el siglo IV tuvo obispo en la persona de San Genulfo. Fue saqueada por los normandos y pasó a dominio de los condes de Toulouse (Siglo X). En el siglo XII fue tomada por las tropas de Simón de Monfort, durante la guerra de los Albigenses.
Debido a la llegada de comerciantes y banqueros lombardos, conoció un periodo floreciente y la ciudad pasó a ser una de las plazas más importantes de la banca en Europa y sus banqueros tuvieron sucursales en toda Europa, prestando dinero a usura a papas, reyes y comerciantes, desde Noruega hasta el Mediterráneo. En 1332 Juan XXII, oriundo de Cahors, fundó la Universidad, que siguió funcionando hasta el siglo XVIII. Gracias a sus muros y el río, se vio libre de la peste. Por el tratado de Bretigny (1360), pasó al dominio del rey de Inglaterra, integrándose en el reino de Francia en 1450, a partir de cuya fecha inició su decadencia. Con motivo de la Guerra de Religión sufrió el asedio y toma de los Hugonotes, conducidos por Enrique de Navarra (1550). Entre los nacidos en Cahors, destacan el papa Juan XXII, los poetas Clement Marot y Olivier de Magny y sobre todo León Gambetta.
Descripción de la ciudad
El puente Valentré.
Fue construido entre 1308 y 1380 y se conserva casi intacto. Se le considera como una obra admirable dentro del arte militar. Tiene tres torres arpilladas con parapetos almenados, siete arcos ojivales y se alza 40 m. sobre las aguas. Su construcción, según la leyenda, se atribuye al diablo.y obedece a un plan militar. Fue restaurado en 1879. La torre central tenía la función de vigilancia y las otras dos de defensa del puente y de la ciudad, con control de sus habitantes y protección. Junto al puente hubo un molino, Molino a nef, cuyas ruedas se movían gracias a la corriente del río.
Catedral de St. Etienne-San Esteban.
Tiene forma de fortaleza y fue construida como defensa de la ciudad. Se eleva sobre una iglesia del siglo VI. En el siglo XI se comenzó a construir la actual por el obispo Géraud de Cardeillac. La puerta sur tiene un arco trilobulado del siglo XII, así como la puerta norte, la más importante. El resto fue realizado en los siglos XIII y XIV.
Portada Norte. Es de estilo románico. Posee un hermoso tímpano realizado en 1135 de estilo languedociano. En el centro, Cristo de pie en su ascensión a los cielos, en su mano izquierda tiene el libro de la salvación. A los dos lados un ángel explica el milagro a los discípulos (parte inferior). En la parte superior cuatro ángeles salen de las nubes para recibir al Señor resucitado. En los extremos la vida de San Esteban. La fachada occidental está formada por tres torres yuxtapuestas y la del centro sirve de campanario. El primer piso comprende un hermoso rosetón. Las ventanas son germinadas. La impresión sigue siendo de fortaleza.
Interior. Al entrar por la puerta occidental se pasa por el nártex y se penetra en la nave, coronada por dos cúpulas románicas de 18 m. de diámetro y 32 m. de altura. El ábside y el coro son góticos, así como el claustro. Las capillas son flamígeras. Los frescos de la primera cúpula narran la vida de San Esteban.
Claustro. Data del 1509, de estilo renacentista, contiene una rica decoración y sus galerías están cubiertas por bóvedas estrelladas. Del claustro se accede a la capilla de Saint Gausbert, antigua sala capitular decorada con pinturas del siglo XVI. Alberga el tesoro de la catedral.
Vale la pena pasear por las calles viejas. Siguiendo el Quai de Regourd, se puede visitar la Torre del Castillo del Rey, la torre de Juan XXII y la Torre de San Juan con la muralla. Es muy interesante la torre de los Pendus o de los Ahorcados, que domina el río, la casa de Roaldés del siglo XV y la torre octogonal del siglo XVII. La torre de Juan XXII de 34 m. es lo que queda del palacio de su hermano, el banquero Pierre Duese. Junto a la Torre de Juan XXII, antigua iglesia de San Esteban de arriba del siglo XIII.
El itinerario que seguimos fue: Por el puente, que recorrimos en ambos sentidos y les expliqué su construcción, Rue du Président Wilson, Hôtel de Ville, Rue St. James, Catedral, Palais de l'Evêque, la Cancillería, donde Felícitas nos dio una precisa explicación del renacimiento francés y de la heterogeneidad de la catedral, que por cierto está muy malica en sus muros, que presentan heridas protegidas como por esparadrapos y sensores. En unos canecillos de la cabecera de la catedral románica se veían un cagaire y un tathapalha muy expresivos y al natural. Allí nos paramos ante la Maison Henri IV y yo les hablé de los tres Henri de la monarquía navarra, Henri I (†1274), Henri II (1516) y Henri III el Borbón, gascón y doñeril, el de "París, bien vale una misa", casado primero con la Margote y después con Catalina de Médicis. Siguiendo los consejos de Merche, llegamos hasta el otro puente y el barrio de Soubirons o de arriba, para retornar por el casco viejo hasta la ribera del Lot, donde estaba el autobús.
Cenamos a la paz del Señor y consuelo del bandujo A los postres, el amigo Vicente, que está prendado de estas tierras del Midi y que tan sugestivamente nos las ha mostrado como buen guía, me invitó a que comentara a los amigos peregrinos unas palabras sobre la Lengua d'Oc, los cátaros y los trobadores. ¡Vaya rato les hice pasar! De un cuarto de hora me prolongué a media hora. ¡Que no hay para tanto, amigos! En todo caso, pudistes oír unos versos en lenga d'oc de los trobadores Folquet de Lunel, Reyna, maire piussella, Folquet de Romans, Quan be me suy apessatz - que alude a los peregrinos - y Guiraut Riquier, Jhesus Critz, Filh de Dieu viu, en el que cita al de rey de Castilla, Alfonso X el Sabio; y para terminar me referí a los "perfectos" y a la sociedad medieval de las tierras del conde Raymond VII de Tolosa, poniendo punto final con el epitafio a la muerte de Simón de Monfort, cuyas huestes sembraron el terror en este país, durante la Cruzada contra los Albigenses (1206-1218).
A las 7 h. tocaron diana y hora y media más tarde salimos con buen tiempo, atravesando el valle del Lot, dejando atrás la fortaleza, la muralla y el puente San Miguel. En la plaza de la ciudad se alza orgulloso Gambetta, hijo de la localidad y personaje de la mayor influencia. Cruzamos el puente, dejando atrás la iglesia de San Bartolomé y el barrio Soubirons para adentrarnos en un paisaje de robles, pinabetos y sauces en las riberas. Se veían anuncios del vino Atrium, caldo de Cahors. Las colinas bajas con pastos ofrecían un paisaje suave y luminoso. Las granjas son de tejados inclinados y los trigos amarilleaban. Dejamos las Gorges de l'Aveyron y Caussade (lat. CALCEATA). Todo es llano, el maíz ya tenía casi un metro de altura. Nuestro jefe-guía, don Vicente, me señalaba las plantaciones de frutales, melocotoneros, manzanos, cerezos. Yo les dije que estábamos en el corazón del Lengadoc y Corcu me apostilló: "Claro, patatas en flor". Escasea la piedra y en su lugar se ven casas de ladrillo. Santa Liberada. En un panel, a la entrada se leía: "Moissac, jumelage avec Astorga". Estamos en el Camino francés de la Via Podiensis.
Moissac
10 h.
1.-Está en la confluencia del Tarn y el Garona. Las crecidas pueden ser terribles. El 4 de marzo de 1930, con motivo del deshielo en el Pirineo y las lluvias, Moissac quedó inundado, hubo 120 muertos y 617 casas destruidas. En 1853 se construyó un canal de 183 kms. que une Toulouse con la Reole, donde se unía el de Toulouse-Montpellier. Actualmente sirve para el turismo. Otro canal conduce hasta Agen.
Abadía
El 506 Clodoveo, después de vencer a los visigodos quiso edificar un monasterio y para señalar el lugar arrojó su lanza, que se clavó en una zona anegadiza. Por ello se levantó sobre pilotis . Es una leyenda. La Historia es otra. Primero existió una villa romana y más tarde, el 680, un propietario de nombre Nizetius y su esposa, Ermentrude, donaron 14 aldeas a unos monjes para construir un monasterio entre el Garona y el Tarn. En 732 fue destruido por los árabes y más tarde por los normandos y los hunos. En el año 1047 la propiedad fue adquirida por S. Odilón para la Orden de Cluny en la ruta de Santiago procedente de Le Puy.
En 1212 la abadía fue saqueada por Simón de Monfort por su fidelidad a Raymond VII de Tolosa. A lo largo de su historia experimentó diversos pillajes debido a las guerras franco-inglesas, de religión, etc. En el s. XVIII exprimentó una época de relativa riqueza por la construcción de los canales, pero la abadía decayó por estar sometida a los comendadores nombrados por Mazarino. Con la Revolución pasó a ser cuartel y sufrió grandes destrucciones. Estuvo a punto de ser destruido el claustro en 1853 con la construcción del ferrocarril y se salvó gracias a Violet-le-Duc.
El campanario data del s. XI y fue fortificado en 1180. Comprende un camino de ronda, un parapeto almenado y una galería con defensas. Tiene dos parte, una de piedra caliza de estilo románico y otra superior de ladrillo, del s. XV.
Pórtico
El pórtico fue realizado en 1130 y se considera uno de los más bellos de estilo románico. Destaca por su majestuosidad de composición y la armonía de proporciones, así como por la amplitud de las escenas, no carentes de cierta rigidez. El tema del conjunto trata de la visión del Apocalipsis de S. Juan:
En el centro (1) tenemos a Cristo en Majestad coronado, en su mano izquierda tiene el libro de la vida y con su derecha está bendiciendo. Destaca por sus trazos fuertemente marcados, ojos brillantes, la barba y los cabellos divididos en mechones simétricos. Le rodean los cuatro Evangelistas (2-3-4-5). A ambos lados dos serafines (6). El resto del tímpano (7) está ocupado por los 24 ancianos del Apocalipsis que miran a Cristo. El dintel (8) está decorado por ocho motivos rosáceos encuadrados en una cuerda que sale de la boca de dos mostruos situados en cada extremo. El parteluz (9) es un mágnidico bloque de piedra adornado de tres pares de leones cruzados en X que se sobreponen. Completan la decoración dos figuras longitudinales (10) de San Pablo a la izquierda y de Jeremías a la derecha. En las jambas (11-12) San Pedro y el profeta Isaías con motivos decorativos de influencia hispano-morisca, debido a la situación de Moissac en el Camino de Santiago.
En las archivoltas (13) se observan motivos vegetales y escenas historiadas. A la derecha (14) la Anunciación, la Visitación, Adoración de los Magos, etc. A la izquierda (15) escenas de condenados, como el avaro, la mujer adúltera, serpientes y sapos, Epulón y Lázaro. En las columnas que flanquean el pórtico se pueden ver las estatuas del abad Roger que dirigió las obras del pórtico y la de un monje.
Felícitas nos explicó durante una hora minuciosamente el pórtico y su tímpano, con mucha calidad y acierto. Las jambas de mármol decoradas con flores y trenzados, son de un lujo ornamental tan exigente, como las de la Puerta de las Platerías de Santiago. A mí me chocaron mucho los bajorrelieves representando al pobre Lázaro y el banquete del rico Eúlón, los del avaro con su bolsón al cuello, como otro Roldán, de la Rosa y tántos y tántos truhanes de nuestra democracia reciente y futura. También los que representan el castigo de la dama lujuriosa con el sapo que le come el c. y le sorbe la leche de sus pechos, así como la danza del diablo delante de la gran p. En el parteluz, a ambos lados unos bajorrelieves de personajes ya citados, que son casi de un Greco.
El claustro
Se accede a través de la Oficina de Turismo. Es de fines del s. XI y destaca por la elegancia de sus arcadas y columnas simples y geminadas, la armonía de sus mármoles blanco, gris, rosa y verde y la riqueza de su decoración.
Tiene cuatro galerías abovedadas que descansan sobre 76 arcadas, reforzadas en medio y en los extremos por pilares recubiertos de mármol procedente de antiguos sarcófagos y decorados por bajorrelieves que representan a nueve apóstoles. En el pilar de la galería Este figura el abad Durand de Bredon que ordenó su ejecución, vestido de pontifical, de mucho mando y poder. Son dignos de admirar los capaiteles que representan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, con episodios de la vida de Cristo, sus milagros, las paráboles evangélicas y el Apocalipsis. También la vida de los Santos de la abadía. Los demás están decorados con motivos geométricos y con hojas. La visita puso fin a las 12'30 h. A la salida topé con un peregrino de pocas carnes y tostado por muchos soles, sin un gramo de grasa, todo fibra. Le pregunté en francés de dónde venía y medijo que había salido hacía un año de su casa en Bélgica y que venía de Roma para proseguir hasta Santiago y volver. Todo andando. Ahí queda eso.
Varias amigas se dirigieron al mercado de frutas y compraron cerezas rojas, muy sabrosas, llamadas cerezas-pezón, por su forma y gusto, con que obsequiaron a los peregrinos, como colofón a esta visita de Moissac. Yo probé un par de ellas y en verdad que respondían a su nombre.
A las 13 h. llegamos al Restaurante Laujol, cuyo nombre me explicaron sus dueños basándose en una etimología popular, 'el agua que se hiela'. El significado es otro El abuelo (< lat. aviolus).
El menú fue el siguiente:
Entre plato y plato, alguien, tal vez Vicente, dijo así:
Y si no a Lavacolla.
Fernández de Gamarra, alias "el chantre", le comentó a Vicente: "Si fregamos tendremos la comida pagada y así nos quedamos un día más", pero Vicente el vivo, recoge pesetas, procedió a unas consideraciones bursátiles diciendo que los vinos habían mal inclinado el presupuesto y no sé cuantas cosas más. El caso es que no se sabe si para equilibrar el peso del autobús o para aligerar la carga, el caso fue que nos vació el bolsillo sin pestañear. ¡Que el Señor le recompense con el purgatorio!
A la hora de los brindis, los amigos Emilio Para, Lola Gómez, Encarnación y Puri Pascual pronunciaron éste que os recuerdo:
Bebió nuestro padre Adán
Bebió nuestra madre Eva.
¡Cuan borracha era ella!
El que bebe se emborracha,
El que se emborracha, duerme,
El que duerme, no peca.
El que no peca, va al cielo.
Puesto que Dios nuestro Señor,
borrachos nos hizo,
Bebamos arriba
abajo, al centro y adentro".
Un bardo gasteiztarra y babazorro, valenciano y mandrilado, que vive en Pozuelo, recitó en català-valencià lo que sigue, aludiendo a mi merced:
Y esta fue la troba:
En el letrero del restaurante se leía:
Le ventre d'abord.
Ohí un palabrica castiza que me gustó mucho: "Eres como una chirrisquila. Se dice de las chicas traviesas y movidicas. Es bonito.
En las viñas que dejamos hace una hora se veían rosales al comienzo de cada hilada de vides. ¡Vaya preciado viñedo, prefumado! Otros pensaban que era para evitar el pulgón. Que sea como os guste. A mí me pareció bonito. A ambos lados de la recta, en los calveros, maíz y maíz, cercados por la inmensa pineda. El sol recalentaba el ambiente haciendo vibarar el aire de la tarde a lo largo de Las Landas, Sur abajo. Vamos a 110 kms. a la hora. Los cultivos se ven ya adelantados, anunciando buena cosecha. Estamos a 32 kms. de Dax y 84 de Bayona. El cielo se abochorna por la fuerte evaporación del caluroso día, anunciando, acaso, tormenta para más tarde. Pasamos La Midouze y el boscaje natural debía ser de robles, ya que de vez en cuando, se advertían algunas manchas vegetales de ese modo. La dilatada pineda estaba alfombrda de helechos y a ambos lados, los perezosos cursos de agua de la antigua marisma estaban guardados por chopos, como disciplinados vigilantes del humedal.
Los paneles indicadores sólo decían: Saint Sébastien. Paramos en el Aire Labenne, donde Vicente nos obsequió con vino dulce valenciano y una botella de vino "per capita"-blanco y tinto- de Monterrey (Ourense) de la vega del Támega,. También hubo pastetas. A las 20 h. reemprendidmos la marcha. La flota de camiones, de varias decenas, con matrícula de Murcia volvían a sus lugares de origen, en búsqueda de más fruta para los mercados de Francia, Alemania, Dinamarca, Bélgica y Holanda. ¡Qué de millones moverán! 20'10 h pasamos el Adour, dejando Bayona a nuestra derecha con las agujas de su catedral. Lapurdi-Labort-Labourd. El tráfico se adensa y se agita. Lomas suaves, boscosas y la costa a la derecha. La casa vasca se nos muestra cauta y prudente poco a poco y ya los letreros anuncian en euskera la toponimia autóctona junto con la francesa. La muga-raya, que no frontera, está al alcance y los camiones-bisontes poderosos van uno detrás del otro sin interrupción, porque mañana domingo, no podrán continuar y tienen que cruzarla hoy mismo. Esto parece un puerto de atraque de barcos que se acercan al dique.
20'20 h. Aire de La Negresse, Aire de Bidart, Donibane Lohitzun/Saint Jean-de-Luz, Getaria/Guetary. El caserío se apiña en los núcleos urbanos de las villas costeras. Ciboure, Urrugne, Donostia y las lomas del Jaizkibel a nuestra diestra. Un poco más adelante, Rentería con sus adustas conejeras humanas es fiel reflejo de la violencia urbana del paisaje, en contraste con la suavidad de las colinas a nuestra izquierda. La especulación devora cuanto ocupa. Ya no hay estética, sino a retazos. ¡Hau da geure herria! Hori egia da. Estamos en el valle del Oria, colmatado de casas e industrias, patrimonio de Euskadi. A la bajada a Alsasua se recupera el paisaje y reaparece un cierto equilibrio. En Salvatierra bajó Teodoro y el resto llegamos a Vitoria-Gasteiz seis días más tarde, con media hora de anticipación, a las 22'30 h.
Vicente antes de parar definitivamente tuvo un pequeño speech, recordando las actividades llevadas a cabo durante este año, la feliz llegada a Santiago los días 3-4 de abril, las muchas marchas por los caminos alaveses, las conferencias y sobre todo estos seis días a través de la Via Podiensis . Agradeció a todos y a cada uno que se han destacado a lo largo de las etapas santiagueras, por su colaboración, como organizadores, animadores culturales, a todos aquellos que están siempre dispuestos a echar una mano discreta y siempre eficaz y al final agradeció con verbo preciso y muy educado a todos por la deliciosa convivencia de que han hecho honor y gala estos días, del 7-VI-99 al 12-VI-99. Bravo, Vicente, compaña y amigos, por lo bien que lo habéis hecho.
Vitoria-Gasteiz, 23-VI-99
Ricardo Cierbide
"El cronista"