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Camino de Santiago
01. Ponferrada - Villafranca del Bierzo
02. Villafranca del Bierzo - O Cebreiro
03. O Cebreiro - Triacastela
04. Triacastela - Sarria
05. Sarria - Portomarín
06. Portomarín - Palas de Rey
07. Palas de Rey - Arzúa
08. Arzúa - Santiago de Compostela
09. El regreso

Ponferrada - Villafranca del Bierzo

Ponferrada, aquí empezó nuestro camino el día 20 de Agosto, lo elegimos así porque nos daba miedo hacer el tramo de carretera desde Toreno, apenas hay arcén y es mucho el trafico de camiones, además es la capital de la comarca, al decir que se sale de Ponferrada la gente te sitúa y no has de dar más explicaciones.
De Ponferrada podíamos comentar sus orígenes celtas, ciudadela romana destruida hacia el 456 por Teodorico etc. más el hecho fundamental en el crecimiento y evolución de Ponferrada fue el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela en el siglo IX y la rápida expansión del Camino Jacobeo, a fines del siglo XI, Osmundo, obispo de Astorga, ordenó la construcción de un puente que facilitase el paso de los peregrinos, le ponen barandillas y refuerzos de hierro lo que dará nombre al poblado que crece alrededor PONS FERRATA. Para poder controlar tan estratégico paso Fernando II de León repobló la villa y construyó un castillo a finales del siglo XII cuya custodia se confió a los monjes-guerreros del Temple en el 1.185, iniciando una importante evolución, en lo urbanístico se desborda el recinto amurallado y se extiende al otro lado del río Sil, en lo social y económico aparece una incipiente burguesía que impulsa el comercio, la pequeña industria artesanal y la actividad rural. Como los templarios además de ser monjes y guerreros eran banqueros, había peregrinos que no transportaban su dinero, llegaban con cartas de crédito de otras sedes templarias, algo parecido a las sucursales de los bancos actuales, el dinero es poderoso y genera envidias de otros poderosos, incluso reyes, por eso la orden del temple, acusada de múltiples herejías fue disuelta en el año 1.312, entonces Ponferrada pasa a formar parte del señorío de los Condes de Lemos iniciándose un periodo, que abarca los siglos XIV y XV, en que se ve envuelta en continuas luchas de intereses por parte de familias nobles, los Manrique de l Condado de Treviño, el Duqe de Arjona, los Pimentel como condes de Benavente etc. hasta que en 1.484 los Reyes católicos la incorporan a la corona.
El siglo XVI supone una fase de estancamiento que da paso, durante el XVII y XVIII a otra de mayor actividad, aspecto que se refleja en la arquitectura. de este periodo datan la Básilica de la Encina y el Ayuntamiento. En 1.882 llega el ferrocarril, al acabar la Guerra Civil Ponferrada capitaliza la salida de los minerales del Bierzo, Wolfram, antracita, hierro etc. lo que facilita su despegue económico.
Tiene pocos monumentos, destaca entre ellos el castillo donde se superponen elementos románicos, goticos y renacentistas, aunque a partir de 1.848 el ayuntamiento lo utilizaba como cantera gratuita, posteriormente, tratando de remediarlo se ha dado rienda suelta a la imaginación para restaurarlo. En su altiva torre del homenaje se conserva un salmo en latín que dice: "SI EL SEÑOR NO PROTEGE LA CIUDAD, EN VANO VIGILA QUIEN LA GUARDA."

La básilica de la Encina, templo renacentista, con planta de cruz latina, iniciada antes de 1573 sobre planos de Juan de Alvear, destaca la altiva torre, cuya construcción se inicia en 1614 y se prolonga todo el siglo XVII, en el XVIII se construye el camarín de la Virgen de la Encina, imagen hallada, según la tradición, por los templarios, en el tronco de una encina cuando construían el castillo. Sobresale el retablo mayor, de la escuela de Gregorio Fernández en madera policromada (1630-1640). El Ayuntamiento, edificio barroco construido entre los años 1692 y 1705 según proyecto del gallego Pedro de Aren, destaca en su fachada el monumental escudo heráldico en que figuran las armas y símbolos propios del imperio. La Torre del Reloj, emplazada sobre una de las puertas de la antigua muralla medieval, data del reinado de Carlos I, cuyo escudo de armas figura sobre el arco que da paso a la calle donde se encuentran el Convento de las Madres concepcionistas y el edificio de la antigua cárcel, hoy museo.
La escasez de monumentos la tratan de resolver los ponferradinos a marchas forzadas, levantándolos a sus ciudadanos ilustres, como el que han dedicado al berciano más celebre del momento: D. Luis Del Olmo, una impresionante cabeza, la de bronce del monumento, que han colocado en una moderna plaza, supongo que no es por llamarle cabezón a su paisano, debe ser por destacar su cerebro.
Bueno, salimos de Ponferrada por Columbrianos a las 8,30 de la mañana del 20 de Agosto con mucha ilusión y más incertidumbre, no sabíamos lo que podíamos aguantar, por la calle de las Eras y el Camino Real hacia Fuentes Nuevas, por primera vez nos encontramos con un grupo de peregrinos de Navarra, todos ellos excelentes personas, en los ocho días que tardamos en llegar a Compostela fuimos haciendo la misma ruta, llevaban su autocar de apoyo y, evidentemente, viajaban sin mochilas pero alguno tenia mas de 70 años y mas que caminar corría ¡qué marcha llevaba!, cada día designaban a uno del grupo para ir el ultimo, le daban una escoba como distintivo, cuando llegaba hasta donde estaba el autocar esperando el conductor arrancaba y esperaba otros 5 kms. mas adelante, así si alguien no se encontraba bien se subía al autocar y no caminaba. Llegamos a Camponaraya, cruzamos por un nuevo puente, enlosado, de la autovía en que están convirtiendo la Nacional VI, entonces empezaba a notar dolor en la pierna, mi tendinitis me decía que llegar a Compostela no iba a ser un paseo, por Cimadevilla entramos en Cacabelos donde Prada nos ayudaba a reponer fuerzas con un "vasico" de vino y un pequeño trozo de empanada. Esta villa berciana fue reconstruida por el mismo arzobispo Gelmirez, a quien le confirmó la posesión el rey Alfonso VII, el 22 de Febrero de 1.130, pasamos por la iglesia de Santa Maria, con su imagen de la Virgen orante, para llegar al parque, a la orilla del río nos tomamos el almuerzo y descansamos un rato, reanudamos la marcha después de vendar mi pierna, al lado del Santuario de la Quinta Angustia, iglesia del siglo XVII edificada sobre una ermita perteneciente al último de los cinco hospitales para peregrinos que había en Cacabelos, además de la imagen de la Dolorosa, se puede contemplar un relieve policromado que representa a San Antonio jugando a las cartas con el Niño Jesús. Subimos la cuesta hacia Pieros, aquí les intento explicar a los niños que el 3 de Enero de 1803 desde esta pequeña altura las baterias inglesas, del ejercito en retirada hacia Coruña, disparaban contra los soldados franceses que los perseguían, en la Batalla de Cacabelos, no está señalada en los libros de historia, pero a los bercianos de entonces les tocó sufrir los desmanes del los dos ejercitos, las bodegas y las iglesias eran sus objetivos, más que el respectivo ejercito enemigo. En cacabelos murió el joven general Colbert, uno de los preferidos de Napoleon. Ni que decir tiene que mis hijos no me dejaron terminar, no estaban nada interesados en esta historia, les tenía sin cuidado, cuando lean esto se enteraran. Carretera adelante Valtuille, a los niños les decimos que pueden ir a su paso y enseguida nos dejan atrás, por entre prados y viñas, arrastrando mi pierna izquierda, llegamos el albergue de Villafranca donde nos esperaban los dos. En el albergue nos dieron colchones de espuma para dormir en el suelo, satisfechos y contentos de poder disponer de la espuma, nos dimos una ducha y bajamos a disfrutar de la ciudad.
Villafranca tiene encanto, es la PERLA DEL BIERZO, su historia queda reflejada en sus casas solariegas, como las de Alvarez de Toledo o el palacio de Torquemada, asi como sus muchas calles de sabor medieval que se conservan. Considerada como el último lugar de paso en la ruta jacobea, en la confluencia de los ríos Burbia, que llega de los Ancares y el Valcarce que llega del Cebreiro, fueron creados dos hospitales dedicados a Santiago y a S.Lázaro, a más de un modesto monasterio cluniacense bajo la advocación de Santa Maria de Cluniaco. Muchos peregrinos franceses, favorecidos por Alfonso VI, decidieron afincarse en la que seria en el silglo XII Vico Francorum o Villa Francorum. A finales de ese siglo sería repoblada por Fernando II, al tiempo que se le otorgaban varios fueros, a partir de aquí pasaría a ser señorío de los Osorio, hasta mediados del siglo XV, creándose en 1.486 el Marquesado de Villafranca. En su famosa Calle del Agua nacieron el polígrafo Fray Martin Sarmiento y el romántico novelista Enrique Gil y Carrasco.
El castillo, construido en el siglo XVI por D. Pedro de Toledo, es una edificación fortificada, con macizos torreones coronados por almenas en sus cuatro ángulos, asaltado y desmantelado por franceses e ingleses en los dias posteriores a la batalla anteriormente citada, actualmente es residencia de D.Cristóbal Haffter, conocido director de orquesta. Tiene sus leyendas, como todos los castillos, la más conocida, cuenta la historia de unos amoríos ilegales, que terminaron en asesinato en el siglo XVII.

San Nicolás el Real, de estilo renacentista, fundado como colegio jesuita a principios del XVII, Desde1.913 lo regentan los PP. Paules, se utiliza como hospedería para peregrinos.
San Francisco, antiguo convento, dicen que fundado por S. Francisco de Asís a principios del XIII en su peregrinar a Compostela, ampliado con estilo gótico, de una sola nave, con artesonado mudéjar.
La Colegiata, construida sobre el antiguo monasterio de Santa Maria de Cluniato, entre los siglos XVI y XVII, es mezcla de gótico y herreriano.

La iglesia de Santiago, la más pequeña, la más hermosa, al lado del camino, de estilo románico del siglo XII erigida por el obispo de Astorga D. Fernando, muy bien restaurada y conservada, consta de una sola nave con techo de madera, y sólo dos contrafuertes en los puntos donde comienza la cabecera, cerrada por un ábside semi-circular, situada al norte la Puerta del Perdón, donde los peregrinos imposibilitados de continuar hasta Santiago conseguían el jubileo si comulgaban ante ella, está hecha de pizarra verdosa, con cuatro grandes arcos, archivoltas, y un guardapolvo abocinados que progresivamente van apuntándose hacia el interior, rodeados con un voltel con florones por adorno. Es frecuente ver peregrinos haciendo la siesta, a la sombra, en sus escaleras.
Está al lado del albergue nuevo y muy cerca del de la familia Jato, por cierto en periodo de renovación, la vez anterior que estuvimos alli estaba cubierto con plásticos, parecía un invernadero, pero el trato a los peregrinos es inmejorable, las entrevistas en televisión le han hecho famoso.
Nosotros bajamos por la Plaza del Campairo, con intenciones de comer algo, antes pasamos por la farmacia para comprar un tubo de vaselina, nos habían dicho que iba muy bien para las llagas, en el albergue habíamos visto a un muchacho que llevaba allí siete días a causa de ellas, tenia toda la piel del talón levantada, curada impresionaba, imaginarla ponía piel de gallina. A la farmaceutica le preguntamos por el centro de salud y allá nos fuimos antes de comer, aún había en la Plaza Mayor paradas del mercadillo matinal, me visitaron de inmediato, trataban de recomendarme reposo, yo les dije que iba a seguir, entonces me recetaron Dolo-Voltarem, me dijeron que le pusiese frío, que descansase con la pierna en alto y que efectivamente, era tendinitis. Atravesando La Alameda con su fuente romana, llamada La Chata, llevada allí desde Carracedo, antiguamente tenia unos negrillos grandiosos hoy han desaparecido solo quedan grandes plátanos, nos pusimos a comer en los soportales del Bar Sevilla, era curioso ver y oir a muchos peregrinos que pasaban, a los que empezábamos a conocer, decir que aquel era su bar, ellos eran sevillanos.
Después de comer subimos al albergue a por los bañadores y buscamos un pozo donde bañarnos en el río Burbia, así pasamos la tarde. Al volver al albergue habían llegado más peregrinos, un japonés que se había acomodado en recepción con dos colchonetas hubo de compartir una y sitio con otro peregrino, más tarde llegó una chica con el pié hecho una llaga, le dolía hasta de rozar, todo sangre, se lo habían mirado en el centro de salud y recomendado que se lo volvieran a mirar en la siguiente etapa, de aquella manera no podía seguir y, siguiendo las indicaciones de Carmen, sus compañeros la llevaron a la residencia de Ponferrada.
Después de cenar nos acostamos, es un decir, en las colchonetas que habíamos dejado en el suelo, como estábamos en el pasillo dormir, lo que se dice dormir, dormimos poco.

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Villafranca del Bierzo - O Cebreiro

El 21 de julio salíamos del albergue sobre las 5,30 de la madrugada, bajamos a la calle del agua donde, a la luz de los faroles, se podían ver los blasones de las antiguas mansiones villafranquinas, cruzamos el puente sobre el Burbia, el mismo que han cruzado miles de peregrinos antes que nosotros, era noche cerrada y no nos pudimos entretener admirando el paisaje, abandonamos Villafranca por la antigua carretera, siguiendo el curso del Valcarce, cuando alcanzamos la salida del tunel el estrecho arcén se hizo peligroso, a trozos caminabamos por el sendero que hay entre el rio y el guardarrail de la carretera, cuando lo haciamos por el arcén teniamos que extremar las precauciones, los camiones eran los que más nos impresionaban.
A la altura del Km. 414 llegamos a Pereje, pueblo típicamente berciano cuyo aspecto no ha cambiado en siglos, conserva documentacion medieval de toda la comarca, en el Siglo XII por parte de O Cebreiro se crea en Pereje un hospital de peregrinos, muy beneficioso en los nevados inviernos, esto da lugar a querellas entre las casa de Cluny, Villafranca, y de Aurillac, del Cebreiro; despues de intervenir Doña Urraca, Alfonso IX, Urbano III, el obispo de Astorga, el arzobispo de Compostela, el abad de Samos, el obispo de Lugo, etc. la contienda se solucionó a favor de los del Cebreiro.
Continuamos caminando para llegar a Trabadelo, otro pueblo con historia, donado, puede que parcialmente, por el rey asturiano Alfonso III a la Iglesia de Compostela el 25 de Noviembre del año 895, confirma la propiedad su hijo Ordoño II, el 6 de Diciembre de 914. El 10 de Febrero de 1103 es Alfonso VI quien entrega al obispo compostelano Gelmirez la mitad de un burgo pernominato Tabuladielo, quod est in Valcarcer. El 20 de Marzo de 1178 el papa Alejandro III ratificará a Compostela la posesión del Hospital de los Ingleses, entre Las Herrerias y La Faba, con las villas de Tabladello et de Parata.
Divisamos el Castillo de Auctares, que fue guarida de bandoleros y asaltantes de peregrinos. Alfonso VI suprimió el derecho de portazgo que cobraba este castillo, eran abusivos y los peregrinos no tenian otro protector que el rey.
Con mucho esfuerzo y dolor por mi parte alcanzamos el hostal de Prada en La Portela, un café con leche nos reconforta un poco, aunque lo mejor fue el baño de agua fria que di a mis pies, quedaron dispuestos para otro tramo, saludamos a los padres de Geli y seguimos hacia Ambasmestas, donde se inicia la autentica ascensión al puerto, cruzamos el río Valboa, pasamos por Ambascasas y llegamos a Vega de Valcarce, en lo alto de las dos vertientes del valle, construidos para guarnecer el acceso al paso, dos castillos, el Castro de Sarracín y el Castro de Veiga. El 20 de Marzo de 1520, cena y pernocta en esta localidad el emperador Carlos I en su viaje a Compostela, desde el siglo VIII aparece ya explicito el patronazgo de Santiago sobre España y las ofrendas de los reyes son continuas al santo patrón.
Cuatro Kms. más arriba llegamos a Ruitelan, la mansion Uttaris del itinerarrio de Antonino con su iglesia románica dedicada a San Froilán, una tradición popular cuenta que antes de ser obispo de Leon, el santo hacía vida de ermitaño por estos solitarios valles, al lado de una cuidada fuente almorzamos y al terminar damos carta blanca a los niños para que caminen a su ritmo.
A 1 Km. encontramos Herrerías del Valcarce, el valle se abre en praderias surcadas de regueras, las laderas con castaños robles y helechos. A Domenico Laffi, clérigo bolonés, que hizo tres vecees el camino en el siglo XVII, le causó admiración el tamaño de los martillos con los que trabajaban en las herrearias que aquí habían, esta era la única ruta entre Galicia y el interior, monturas y transportes requerian fraguas y herreros. Proseguimos por la calle del Camino de Santiago, la única del pueblo, las últimas casas forman el barrio Hospital, así llamado en recuerdo de una casa de caridad abierta en los tiempos de la dinastia Plantagenet, claramente dedicada a los subditos del rey inglés, la citada bula de Alejandro III, del año 1.178, menciona esta localidad con el nombre de Hospital de los Ingleses, en el mismo documento se dice que tenía una iglesia, en la que según costumbre, se enterraría a los peregrinos.
Cruzamos un pequeño puente romano, de la calzada que partia de Astorga pasaba por el Castro de la Ventosa (Bergidum-Flavium), atravesaba por el Cebreiro, hacia Lugo (Lucus Augusti) y La Coruña (Brigantium), iniciando el trayecto hacia La Faba subiendo bajo grandes castaños por un zigzagueante y empinado camino empedrado, percibimos el fuerte olor que ya no nos abandonara hasta Compostela, el aroma a moñiga de vaca, para que la naturaleza nos inunde todos los sentidos, hacemos un alto para tomar aire y Carmen se da cuenta que ha perdido el sombrero, pasa una señora extranjera llevandolo en la cabeza y otro en la mano, dice que es de ella, Carmen vuelve unos pasos hacia atrás, le pregunta a otros peregrinos que suben si lo han encontrado, la respuesta es negativa, decidimos continuar enfadados, no por la perdida, si no por el trozo de camino hecho tres veces.
Llegamos a La Faba, la última parroquia de la diócesis de Astorga y provincia de León, se asciende por medio del pueblo (920 mts. de altitud), los árboles van desapareciendo, arriba, casi en el cielo vislumbramos la silueta del Cebreiro, hay una fuente con un cartel donde leemos "O CEBREIRO A 4 KMS." . Los peregrinos que subían delante nos dan el sombrero perdido, y nos preguntan: ¿ cómo lo han podido encontrar ellos si nosotros no los habíamos adelantado?. Sentada a la sombra estaba la señora que lo llevaba puesto y dijo que era suyo, creemos que se arrepintio y lo dejó en el camino.
Recibimos la llamada de los niños, ya han llegado, no hay sitio en el albergue y han tomado posesión de una tienda en la base de acampada. Continúamos el camino por una corredera entre castaños, pero la altura se hace notar y desaparece el arbolado, praderas retamas y helechos dominan la vegetación, ponemos helechos en el sombrero para que nos hagan sombra, el horizonte se amplía y los dominios de la vista se extienden sin cesar, al frente, el Texo dos Santos, y arriba, el monte Chao da Poza coronado de antenas y repetidores. A la izquieda, en la otra vertiente, la aldea de La Cernada, en el centro fijandose en nuestra mente, O Cebreiro. A la derecha en la ladera de enfrente, entre la vegetación restos de la calzada romana que, segun la costumbre de sus constructores, ganaba altura rápidamente para seguir por la misma curva de nivel el mayor espacio posible. El camino continúa despejado hasta la Laguna de Castilla, último pueblo de León. Solamente encontramos algún que otro roble o castaño aislados en el camino.
Atravesamos sus calles cementadas, hacia la mitad del pueblo un horreo de estructura de madera y techumbre de paja confirma el buen camino, a la salida la pendiente se va suavizando. Al rato encontramos un enorme mojón de piedra con el escudo gallego, señala el fin de Castilla-León y el comienzo de Galicia, el suave ascenso de poco más de 1 Km. nos permite recrearnos en el paisaje antes de llegar a O Cebreiro, coronamos el mons Februan, mons Zeberium a 1.300 mts de altura, "al cime le plus abrupte du chemin français". En el siglo XII Aymeric Picaud nos hace esta crónica: Llegado al monte Cebreiro, se encuentra la tierra de los gallegos. Abunda en bosques, es agradable por sus rios, sus prados y riquisimos manzanos ..., es rara en ciudades...Los gallegos se acomodan a nuestro pueblo galos, pero son iracundos y litigiosos".
Cuando alcanzamos la cima Elena y Roger salen a recibirnos, hace poco nos parecía imposible llegar ahora estamos satisfechos de haberlo conseguido, pero nos esperan sorpresas, lo primero es localizar el alojamiento, se nos cae el mundo encima, han instalado la base de acampada en las brañas donde solían pastar los caballos, el suelo inclinado lleno de hoyos, con aroma a estiercol y, lo peor, un enjambre de tábanos de impresionante tamaño se levantó al asomar nosotros por la puerta, evidentemente allí no podíamos pasar la noche. Fuimos al albergue por ver si nos daban alguna solución, solo conseguimos aprender algo de entomologia "los tábanos por la noche se van", esa fue la solución del personal del albergue, así que nos dedicamos a buscar hospedaje, suerte que los posaderos se apiadaron de nosotros y, después de mucho rogarles, nos alquilaron una magnífica habitación con dos camas y baño. Nos dimos una reconfortante ducha y salimos a comer y visitar O Cebreiro.
La aldea de O Cebreiro es uno de los lugares mas hermosos del camino, construido, osadía temeraria, donde más soplan los vientos, mirando al Oeste Galicia asoma inmensa y tentadora, llamándonos al descenso, abajo el pueblo de Barjamayor, más cerca Fontevedra, escondido más allá Fonteferreira y muchos pueblos y muchos montes de las sierras de Ancares y Caurel. Mirando al Este todo el Bierzo con la belleza de sus cumbres, la magnitud del paisaje compensa el esfuerzo de llegar hasta aquí, hay que tomarse tiempo y disfrutarlo.

O Cebreiro, de origen prehistórico debe conservar ocho o nueve vecinos, con las pallozas, autenticas viviendas de origen celta, probablemente las casas habitadas mas antiguas de Europa, de planta elíptica, muros de mampostería y alta techumbre de paja de centeno que semeja el casco invertido de un barco para salvaguardarse de los fríos vientos dominantes. La palloza era el arca de la montaña, la familia, que en algunos casos reunia a miembros de cuatro generaciones y hasta 20 personas, y el ganado siempre compartiendo casa con la familia, en los duros inviernos las vacas daban calor, la cuadra mayor para las vacas, los enseres, el telar, el horno de pan, las provisiones, las herramientas y aperos. El matrimonio mayor dormia en la alcoba, la unica habitación cerrada, donde también se colocaban las cunas de los bebés, el resto de la prole dormía en jergones de paja de maíz en la barra, un altillo de madera sobre la cuadra, de la que se aprovechaba la calefacción animal, El hogar era abierto, sin chimenea, sobre él pendía de una cadena el pote de cocinar, para iluminarse el ganzo, un palo de urz que se regulaba segun la inclinación, el humo del hogar era un inconveniente pero servía para impermeabilizar la cubierta de centeno, con su barniz de sarrio, para curar los chorizos y botillos y evitaba que anidaran ratones.
El último párroco de O Cebreiro, d.Elias Valiña, fue el revitalizador de este enclave jacobeo, convirtió algunas de estas pallozas en refugio para peregrinos y en museo etnográfico de la comarca. Asi transformó, en 1.965, los restos del antiguo hospital y residencia de monjes en la acogedora Hospederia de S.Giraldo de Aurillac. El antiguo hospital surge de uno de los primeros refugios, levantado para atender a los peregrinos que llegaban desfallecidos después de ascender el puerto, el cual Alfonso VI, en 1.072, pone en manos de los monjes de la abadía de S.Geraud d'Aurillac, luego anexionada a Cluny, para así mejor atender a los peregrinos extranjeros, sobre todo a los franceses. este hospital siempre estuvo regido por monjes benedictinos, hasta 1.854, fecha que lo abandonaron, como consecuencia de la ley de Desamortizacion de Mendizábal. En la actualidad solamente desentonan los parasoles de marcas de cerveza, que ponen a la entrada, podian tener más cuidado con el entorno.

O Cebreiro tiene una preciosa iglesia, Santa Maria la Real, de tipo asturiense con planta basilical de tres naves cubiertas con bóvedas de cañón reforzada con fajones y una torre-campanario maciza. La más definida y completa de las construcciones prerromanicas anteriores a lo mozarabe que se conserva en Galicia. El cáliz que se expone en la capilla meridional, el llamado Santo Grial gallego, es el cáliz del escudo de Galicia, el que inspiro a Warner su Parsifal, el del milagro eucarístico: En torno al año 1.350 , un domingo, uno de esos dias de crudo invierno del Cebreiro, cuando la nieve no solo cubre los caminos, tambien llega a tapar las casas y hasta la misma iglesia, un vecino de Barjamayor, llamado Juan Sentín, luchó contra vientos, nieves y tempestades, rompió a través de las nieves y como pudo llegó a la iglesia cuando el párroco había terminado de leer el evangelio, bien despreocupado de que con aquel tiempo pudiera nadie acudir a oir la Misa, ya consagraba la hostia y el cáliz cuando se fijó en el hombre, con su capa cargada de nieve, menospreciándole interiormente decía: "Pero cómo viene ése con un temporal semejante, tan fatigado, total para ver un poco de pan y vino". El Señor que en todo lugar puede obrar maravillas las hizo en aquella iglesia y enseguida la sagrada hostia se convirtio en carne y el vino consagrado en sangre, queriendo Dios abrir los ojos de aquel ministro que habia dudado y pagar la devoción que mostró aquel buen hombre viniendo a oir misa con tantas incomodidades. Ni que decir tiene que el monje lloró el resto de su vida el pecado cometido. La tradición afirma que monje y vecino están sepultados uno al lado del otro dentro de la iglesia. Cuando en 1.486 los Reyes Católicos peregrinaron a Compostela y, al pasar por O Cebreiro vieron las reliquias del milagro de la transubstanciación, donaron un relicario consistente en dos ampollas de cristal de roca engarzadas en plata, hoy dia se pueden venerar en la misma iglesia, a pesar de que otra reina, Isabel II, intentó llevárselas pero los caballos se negaron a pasar de Villafranca hasta que las reliquias volvieron a su lugar, se sacan en procesión el dia del Corpus y en las fiestas de nuestra señora de Agosto y Septiembre.
Cuando nosotros quedamos a oir misa, que oficiaba un joven sacerdote burgalés, también tuvimos nuestro milagro particular, al ir Carmen iba a comulgar la señora que iba delante resultó ser la que habiendo encontrado el sombrero lo dejó en el camino más adelante.
Nos acostamos cuando aún era de dia, las camas eran confortables y el cuerpo nos pedia descanso.

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O Cebreiro - Triacastela

22 de julio
Tercera etapa

Ya hace rato que ha amanecido, es de día cuando nos despertamos y empezamos a recoger y preparar las mochilas, hablamos un poco con la buena hospedera que nos dio posada, nos cuenta los problemas que tiene con algunos vecinos, que a pesar de tener la cuadra de las vacas en el mismo edificio que las habitaciones de los huespedes, la denuncia a ella si hospeda a más gente de la autorizada en las habitaciones, o le hacen reservas telefónicas para luego no presentarse, en los pueblos pequeños la envidia es una caracteristica acusada.
Cuando salimos del hóstal la vista es impresionante, las nubes por debajo de nosotros, parece que podamos caminar sobre ellas, asoman las cimas de los montes como islas en mares blancos, nos quedaríamos a ver como se van desaciendo pero nos espera una dura jornada y tenemos que aprovechar el fresco de la mañana.
Despúes de desayunar en la Casa Celta, aunque lo parezca el nombre no es por los antiguos habitantes de estos castros montañeses, sino porque el dueño es un conocido hincha del Celta de Vigo; reanudamos el camino subiendo una pequeña cuesta por medio de un bosque de pinos, a estas horas el trinar de los pajaros nos acompaña un buen trecho, desde nuestra posicion podemos ver grupos de peregrinos que han decidido seguir por la carretera, hay momentos que parece una procesión. Iniciamos un pequeño descenso y llegamos a Liñares, el antiguo Linar de Regne que cita el Códex Calistinux, pequeño pueblo donde antiguamente se cultivaba el lino que surtía a los varios telares de los que salían los lienzos para el hospital de peregrinos de O Cebreiro. La parroquia es la de S.Esteban, anterior a 1.120, tiene una concha sobre la puerta, las casas, como en toda Galicia, de grandes bloques de granito, me llama la atención el bebedero de las gallinas que andan sueltas, al lado de la puerta de una casa, tiene todas las trazas de ser un antiguo molino celta de grano, le han encontrado utilidad. Cruzamos la carretera y nos adentramos en un espeso bosque de avellanos donde cortamos dos varas que nos sirvan de bordón, el camino se hace cuesta arriba hasta llegar al alto de S. Roque, donde hubo una capilla dedicada a este santo ahora han levantado un monumento al peregrino, el que se sujeta el sombrero para que no se lo lleve el aire, la panorámica es hermosa y merece la pena pararse un rato. Descendemos hacia Hospital da Condesa, nombre que alude a un albergue de peregrinos fundado por Doña Egilo, hermana del conde Gatón, el repoblador del Bierzo, a finales del siglo IX, tiene una enorme fuente con abrevadero para los animales. A 1 Km. pasamos por el casi abandonado Padornelo, que fue priorato de los Hospitalarios de S. Juan de Malta, tambien estuvo ubicado en este pueblo el templo de Santa Maria Magdalena, este pueblo tambien perteneció a la diocesis de Santiago, el obispo Gelmirez en su afán de proteger a los peregrinos y engrandecer la iglesia del Apostol se posesionó de muchas tierras a lo largo del camino. Frente a la pequeña iglesia está la Fonte da Pingela, el labrador que lleva las vacas nos dice que no se seca nunca, que el agua es buenísima, como en todos estos montes y que nos espera un tramo duro, tanto para nosotros que vamos a pie como para los ciclistas que salgan a la carretera, efectivamente suerte que no es muy largo porque duro si que lo es, hemos subido al Alto do Poio, donde antiguamente existía una ermita dedicada a Santa Maria do Poio, en la actualidad un par de mesones donde se puede sellar la credencial y comprar algo de fruta. Aquí paramos a almorzar, hay un grupo de Aranda de Duero que nos deleita con la Danza del Pollo, llevan en el coche de apoyo una chica a la que no tienen forma de bajar para que camine, el conductor, que además debe ser cocinero, les promete lentejas para comer cuando lleguen a Triacastela, ¡ con lo que le ha costado conseguir el laurel !, el encargado del grupo, con su melena larga y las barbas se nos parece a Jesucristo, así le llamaremos durante el resto del camino. Iniciamos un suave descenso, a la derecha en el fondo del valle, el rio Navia, a la izquierda iremos viendo las aldeas, lugares las llaman aquí en Galicia, de Pallarvello, Porfía, Valdefariña y Louzarela, este último acotado por el rey Fernando II, en 1.158. La carretera, paralela al camino, se va desviando hacia la izquierda, entramos en Fonfría del Camino, donde en el siglo pasado desaparecieron los últimos restos del convento de Sancti Spiritu de Melide, desde 1.535 llamado Hospital de Santa Catalina, en el que se obsequiaba a los peregrinos con luz, agua y cama con dos mantas; si estaban enfermos tenían derecho además a un huevo, pan y tocino, de propina. A la entrada del pueblo está la primera fuente, pequeña y usada para consumo de ganados, en el centro del pueblo nos encontramos otra de grandes dimensiones con agua rica y fría, debe ser el orígen del nombre del pueblo, el grupo que encontramos en el alto, está descansando aquí, como nos habiamos adelantado a Carmen y a Roger decido bajar hasta la palloza-cafetería que veo al lado de la carretera para que me sellen la credencial, le digo a Elena que me espere y bajo a sellar, lo hago muy deprisa y subo más deprisa todavia, no veo a Elena y pienso que ha seguido poco a poco, no la quiero dejar sola y aprieto el paso, salgo del pueblo y me parece raro pero más adelante veo un peregrino al que nosotros habíamos adelantado lo que me hace pensar que puede ir delante, por entre los arbustos veo mas gente a lo lejos, así mas de 2 km hasta que llego a la carretera y decido que no puede ser, entonces me paro y espero; mientras tanto la preocupación de los que han quedado atrás es mayúscula vueltas y mas vueltas por si me ha pasado algo, ha pasado casi una hora cuando decido volver atrás, a casi mitad de camino veo a Elena y a Roger, cuando Elena me divisa deja la mochila y se vuelve corriendo a buscar a Carmen, al cabo de un rato otra vez todos juntos reemprendemos la marcha, pero el suceso nos ha estropedo el dia, a partir de aquí cada paso que damos nos cuesta más que el anterior, el camino, cuesta abajo, se nos hace mucho más pesado. Llegamos a Biduedo, tiene una iglesia, bueno una capilla, diminuta, debe ser la más pequeña de todo el Camino, en el atrio, clavada en la puerta hay una nota donde se nos pide una oración por un joven que, en Granada, padece leucemia, extendemos nuestras oraciones a todos los necesitados, hacemos una fotografía y reemprendemos la marcha, al borde del camino brotan varios manantiales, por aquí no hay problemas de agua, a pesar de lo cual, por temor a alguna gastroenteritis no utilizamos mucho las aguas de manantiales, poco a poco llegamos a Filloval, las casas nos quedan a la derecha, cruzamos la carretera allá al fondo del valle se ve Triacastela, nuestro objetivo de hoy, en estos momentos Carmen lo está pasando mal y mi tendinitis me mortifica cada vez más, supongo que es la penitencia que he de añadir para que esto no sea un viaje de vacaciones, lo peor es que se cura con reposo y no lo voy a tener. Así nuestros pies nos llevan a As Pasantas, la carretera corta el camino a la altura de la primera casa, el aroma a cuadra es más acentuado, estamos deseando llegar a algún bosque de eucaliptus para ver si nos sirve de desodorante, Triacastela parece más lejos, la cuesta del sendero se hace más pronunciada lo que multiplica el dolor de mi pierna izquierda, no obstante me duele más el aspecto que veo en Carmen, lo está pasando mal, así que me adelanto poco a poco con Elena tratando de llegar lo antes posible al albergue para ver si conseguimos cama. A través de senderos cubiertos por grandes castaños y nogales pasamos por Ramil, el Ranimirus de documentos del siglo IX, llegamos a Triacastela por un profundo, sombrío, milenario y gastado Camino, a trozos hemos bajado corriendo, pero ha sido inútil, ya habíamos salido muy tarde y el tiempo perdido en Fonfría hacen que solamente llegemos a ocupar plazas en las tiendas de la base de acampada, nos dan una que, de momento, es para nosotros solos, alguien ha dejado cartones que colocamos bajo las colchonetas mientras esperamos que lleguen Carmen y Roger. Una vez que han llegado nos duchamos y vamos en busca de algún lugar donde poder comer, en el restaurante que hay al lado nos dicen que cierran la cocina a las tres, que hemos llegado tarde, así que caminamos hacia el centro del pueblo a buscar otro, también era algo tarde pero tenían sopa y carne para los niños y caldo de berzas para los mayores, a todos nos supo a gloria la comida, la carne estupenda. Al terminar de comer de paso que volvemos a la base de acampada recorrenos el pueblo. En el Alto do Poio estabamos a 1.337 mts. de altitud, en Triacastela a 665 , mi tendinitis da fé de ello, esta ciudad es de las pocas que ha conservado intacto su nombre latino, tres castillos. En el s, IX el mismo conde repoblador del Bierzo, Gatón, fundó aquí un monasterio-castillo dedicado a S.Pedro y S. Pablo en las faldas del monte Seiro. Ordoño II, en 922, hace donación de este monasterio a la iglesia del Apóstol, como ofrenda por el alma de su esposa Doña Elvira. El famoso obispo Gelmírez acompaña a la reina doña Urraca hasta Triacastela, en 1.112, en la campaña contra el rey Alfonso II "El Batallador". Alfonso IX fue el mayor benefactor que tuvo la ciudad a través de los siglos, pero la ciudad medieval que creyó iniciada no tuvo éxito, pasaron los siglos y continúa siendo un pequeño poblado rural. El Camino coincide con su calle principal y a su vera había varios hospitales y, también, una cárcel para peregrinos problemáticos con fuertes barrotes de madera. En su interior perduran varios "graffitis" realizados por los reclusos, entre ellos varios gallos, lo que puede ser interpretado como hecho por peregrinos franceses.
La Iglesia de Santiago, recostruida en 1.790 conserva su cabecera románica y en su torre permanecen los tres castillos heráldicos, encima está la hornacina vacía del patrón. En su interior puede verse la imagen de Santiago en el retablo mayor y en la cruz procesional siglo XIII.
En la base de acampada hay centro lúdico, Elena y Roger se entretienen haciendo papiroflexia, ambulatorio de la Cruz Roja y consulta de fisioterapeutas, así que despues de hacer un poco de colada y mojarnos en el riachuelo que pasa cerca, donde he visto truchas pero no he tocado ninguna, nos pasamos por la vieja casa donde visitan los "fisios", me recomiendan que siga tomando el Voltaren y me hacen un extraño vendaje en la pierna. Mientras cenamos nos divertimos viendo al grupo de "Jesucristo", está tan agobiado que se promete visitar al psiquiatra cuando vuelva a su casa, a última hora llegan cuatro ciclo-peregrinos del Pais Vasco que compartirán con nosotros la tienda. Una vez acostados nos dormimos enseguida pero por poco tiempo, dormir en el suelo no es para mi, además cuesta abajo, paso media noche tirando de Roger hacia arriba hasta que me doy cuenta que lo frenan las mochilas y el poste central entonces dejo que duerma tranquilo.

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Triacastela - Sarria

23 de julio
Cuarta etapa

Sobre las 6 de la mañana comenzamos a preparar la marcha, al ir a los servicios nos encontramos con que no hay agua, y todo atascado de los que han madrugado más que nosotros, bajo a lavarme a la presa que pasa al lado del local de la Cruz Roja, el agua está helada pero hace que espabile. Procurando hacer el minimo de ruido posible, pues los ciclo-peregrinos aún no se han levantado, recogemos y dejamos la tienda. Queríamos salir pronto pero en el bar donde vamos a tomar algo de leche caliente están desbordados y además son gallegos, no tienen prisas, en resumen salimos de Triacastela pasadas las 7,30, no hicimos como aquellos antiguos peregrinos que cogían una piedra de caliza, abundante aquí pero escasa en el resto de Galicia, y la transportaban a Castañeda donde estaban los hornos que proveían la cal para la construcción de la Catedral de Santiago (Codex Calixtinus). Salimos por un tramo asfaltado que conduce a Balsa, por un angosto y fértil valle, al lado de verdes y frescos prados, el rocío de la mañana parece lluvia y nos hace llevar los chubasqueros puestos, a Elena y Roger le damos carta blanca para que caminen a su ritmo, enseguida los perdemos de vista, a menudo miraré al suelo buscando las incofundibles huellas de Roger en el polvo del camino, así sabré que han pasado por los lugares donde las veo; delante de nosotros caminan algunos de los muchachos del grupo de Burgos, alegres y contentos no paran de cantar y dar voces, unas navarricas que nos adelantan comentan que no está bien, pero cuando cantan una canción navarra ellos la tararean y no les parece tan mal, verdaderamente debe ser delito romper los ruidos naturales del bosque con los berridos de esta gente que, según cantan, van y vienen a Salamanca.
Pasamos ante la capilla de Nuestra Señora de las Nieves, en Balsa, y unos 2 Kms. por una corredoira, especie de tunel de castaños, robles, abedules y matas de arándanos muy pequeños por el suelo, al salir de nuevo a la carretera nos encontramos la Fonte dos Lameiros, hermosa fuente que mana de un caño arropado por una enorme vieira, a 600 mts San Xil, poblado de caserios disgregados, donde se inicia la subida al alto de Riocabo.
El sacerdote burgalés le dice a las chicas de su grupo que encuentra sentadas en el camino asfaltado que son suaves repechos, pero mi tendinitis me dice que lo de suave no es el adjetivo más apropiado, y Carmen todavia está peor. Ascendemos por las estribaciones de la sierra de La Meda disfrutando de los hermosos paisajes y la vista del valle del rio Ouribio, seguimos el Camino Real en continuo y suave descenso, a la izquierda Montán, con su Iglesia-cementerio, algo característico de todo el camino, los cementerios no dejan ver toda la belleza de sus iglesias, las rodean como si los muertos las protegieran de nosotros y de nuestras miradas, o quizás, en una zona tan supersticiosa como esta, para proteger a los vivos que entran en ellas. El pueblo tiene hoy 13 hogares, se sale por donde el camino se encajona entre dos altas paredes, atravesamos unos prados y llegamos a Fontearcuda, que recibe el nombre de una fuente preciosa, solaz para el peregrino y que no seca nunca, continuamos bajando hacia un arroyo, sobre el que se tiende un rústico puente constituido por una sola losa, avistamos Furela donde encontramos "A Fonte da Pinguela", que en realidad son cuatro, la primera para el consumo humano y el resto para animales.Se conserva una capilla dedicada a S. Roque, a la vera del Camino. Sobre la capilla, un caserio con piedra heráldica. A la salida de Furela volvemos a caminar por la carretera, esta zona se llama BREA, que quiere decir "vereda, ruta". Así iniciamos el descenso hacia el frondoso valle de Sarria, cruzamos el pueblo de Pintín, el descenso se hace más pronunciado y la carretera se aparta del camino, hay letreros que nos señalan exposiciones de artistas locales de obras hechas con silex, verdaderos mosaicos hechos con diminutas piedras de colores, de nuevo la carretera se fusiona con el camino, estamos en Calvor con su templo parroquial dedicado a S. Esteban, levantado sobre un prehistórico castro, el paisaje desde aquí es hermoso, merece la pena recrearse en él. En el s. VII el presbítero Adilán funda en esta localidad un monasterio bajo la advocacion de S. Pablo y S. Esteban, solo quedan algumos vestigios de la primitiva construcción románica. Llegamos a A Guiada donde el camino pasa por medio del pueblo, la última casa, a la izquierda, todavía se le conoce con el nombre del "Hospital", como recuerdo de uno antiguo. Desde aquí el camino se fusiona con la carretera, han hecho un arcén especial para peregrinos, casi siempre más alto que el nivel de la carretera. Pasamos por S. Mamede do Camiño, con una ruta casi cubierta por el ramaje de un espeso bosque de robles. Continuamos por S. Pedro do Camiño, es un solo caserio, más adelante Carballal, que son dos casas un poco aisladas, llegamos a Vigo de Sarria, encontramos a los que iban y venian a Salamanca descansando en un jardin, a la sombra de unas encinas, esta poblacion ya está fusionada con Sarria, es un barrio nuevo con su zona escolar, por la izquierda vemos peregrinos que van en otra dirección, nos indican que se dirigen a la base de acampada, cruzamos el rio Ouribio por el puente llamado "Ponterribeira", reformado, según indica su correspondiente placa, por D. Manuel Fraga Iribarne, en 1.981. Pasado el puente hemos de subir por una gran escalinata, es la parte alta de la ciudad, que conserva un fuerte carácter medieval, con sus casas blasonadas de mamposteria de granito. Hemos llegado a la puerta del albergue Elena y Roger hace rato que han llegado, les ha dado tiempo de hacer amistad con un grupo de gente joven que viene de Sevilla, son muy simpaticos y alegres, mientras esperamos que abran el albergue circula el rumor de que hay peregrinos que llevan coche de apoyo y están de los primeros en la fila, entre ellos un matrimonio navarro con dos niños de corta edad, entre 7 y 10 años deben tener, lo que hace pensar que no puedan llevar un ritmo tan rápido como parece por su situación en la fila, tambien hay otra familia que la señora va con tacones y vestido largo, lo que no parece muy apropiado para caminar, Carmen entra en el albergue para reclamar ante el personal del mismo, le dicen que no pueden hacer nada, pues realmente nadie los ha visto con coches, lo cierto es que a la familia de Navarra la continuaremos viendo por los albergues pero a la del vestido largo ya no la veremos en ellos hasta Compostela. Mientras esperamos Roger intenta hacer alguna fotografia de los cansados peregrinos, al practicar con el zoom presiona el boton de rebobinar, como el carrete no está terminado la maquina se bloquea, ya no hay manera de hacer fotografias. Aún nos queda un buen rato y he visto cerca la torre de la moderna iglesia de Santa Marina, mártir gallega, con su esbelta torre chapitelada, que ha sustituido al primitivo templo románico, asi que decido ir a sellar las credenciales, aunque es cuesta arriba y mi pierna no me lo cesa de recordar. En la puerta de la iglesia está el parroco con un ayudante rellenando credenciales de los 55 peregrinos navarros, muy amable me indica que el antiguo convento de La Magdalena esta habilitado para acoger peregrinos, hay un pero: está a 800 mts, no obstante decido subir, a Carmen no le iría nada bien dormir esta noche tambien en el suelo. En el suave ascenso por la calle, uno de los rincones más evocativos del camino, imagino las riadas de peregrinos que han podido contemplar estas pétreas casonas, el ruido de sus bordones al golpear las losas del pavimento y el saludo universal "DEUS, ADIUVA, SANCTE IACOBE".
Al final de la acera izquierda encuentro la iglesia parroquial de El Salvador, románica de planta rectangular, puerta principal gótica, puerta lateral norte de archivolta algo apuntada, tímpano con Pantocrátor y abside de sección rectangular. Se hace mención de este templo en 1.094, hay en él una bula extendida por Juan XXII desde Avignon, en 1.332, por la que se conceden indulgencias a los que ayuden a los peregrinos con cama o limosna. Frente a esta iglesia, en lo que hoy son los juzgados, estuvo el hospital de S. Antonio, fundado por un marqués de Lemos, fue su gran protector el clérigo Dionis de Castro y Portugal, hijo del marqués de Sarria, como se deduce de su testamento de 1.588. A los peregrinos se les obsequiaba con cama, luz y asistencia de cirujano.
Sigo subiendo he de doblar a la derecha al lado de un abandonado depósito de arrestados hay un "cruceiro" bastante descuidado, rodeo los muros del castillo medieval, la fortaleza que corona la parte más alta de la ciudad, de las cuatro torres que tenía solo se conserva un torreón protegido por una muralla, su origen parece remontar al s. XIV, sufriendo en 1.467 un demolador ataque de los Irmadiños (*), ahora es un parador. LLego al convento de La Magdalena, fundado por clérigos italianos de la regla de S.Agustín, bajo cuya protección estuvo hasta la desamortización de Mendizabal del siglo pasado, posteriormente se hicieron cargo de este histórico conjunto los padres de La Merced, tradicionales acogedores de peregrinos, que lo restauraron. Tuvo un hospital que funcionó hasta 1.896, los ábsides y algunos sepulcros del interior son gótico-floridos al igual que la portada del lado Sur, el resto de la iglesia es de transición del gótico al Renacimiento, con un claustro de arcos apuntados, lo demás del convento es renacentista, en la puerta nordeste en el dintel se conserva una inscripción: CHARITAS AEDIFICAT. En el patio veo un moderno fraile en chandal, que me atiende amablemente para explicarme que abren la recepcion a las 4 de la tarde, que han habilitado el polideportivo para que los peregrinos podamos extender las esterillas en el suelo, le digo que Carmen no se encuentra bien, que no está para dormir en el suelo, me contesta que si alguna persona llega verdaderamente mal tienen la enfermeria a su disposición, le doy las gracias y vuelvo en busca de la familia. Al llegar de nuevo a la Calle Real, en un bar veo un letrero que dice Comidas y Habitaciones, entro a preguntar, me dicen que las habitaciones ya las tienen ocupadas pero me encaminan hacia una casa particular donde se dedican a alquilar habitaciones, allí me ofrecen unas camas y cocina para poder hacer comida o cena, acepto le doy una señal de pago y contento por haber encontrado alojamiento vuelvo a la puerta del albergue donde me esperan, recojemos las mochilas y regresamos todos a la "pensión", allí ha llegado la señora de la casa y al ver que eramos familia nos coloca en otra habitación con una cama grande y un colchón en el suelo, más que en el beneficio de la señora pensamos en la necesidad de otros peregrinos y nos acomodamos en la habitación, así que después de arreglarnos fuimos a comer al bar que nos había indicado la casa donde dormir, por cierto los de la pension nos indicaron tambien el bar para comer bien y barato, se hacen servicios recíprocos. En el bar comemos al lado de la familia "peregrina" del vestido largo, por 750 ptas. el cubierto comemos muy bien, esta gente no abusa de los peregrinos, con la comida, porque con las bebidas refrescantes es otra historia. Después de comer nos fuimos a bañar a la zona de baños que han hecho en Sarria, con piscina y playa fluvial, aproveché para dormir un poco a la sombra de unos sauces, a medida que se fue llenando de gente ya no era posible conciliar el sueño, al otro lado del rio veiamos la base de acampada, no parecia tan cutre como la del Cebreiro y Triacastela. Al caer la tarde nos vamos a buscar un cajero automático, necesitamos fondos, y una casa de fotografía donde nos reparan la máquina, salvando la mayoria de las fotografías del carrete que había, hay que darle gracias a la señora que tan amablemente nos atendió. Aunque Sarria no figure en el "Codex Calixtinus" está muy vinculada al Camino, reflejo de su importancia es que en ella hubo tres hospitales para acoger peregrinos, el de A Magdalena, la leproseria de S. Lázaro y el de S. Antón. Vinculado a las peregrinaciones está Alfonso IX que, de camino a Compostela, fundó la villa y murió en ella en el año 1.230. Patria chica de Fray Luis de Granada y del escultor Gregorio Fernández, fue cabeza de marquesado, en la Edad Media comenzó su importancia, en el S. XII Gutierre Ruiz de Castro adquirió el señorío de Lemos y Sarria, por su matrimonio con Elvira Osorio, momento en que quizás se construyó la fortaleza, que sería destruida por los "irmandiños" en 1.467. En el año 1.543 se convirtió en marquesado, en el que se suceden los Castro hasta 1.777, cuando pasó a la casa de Alba.

(*) A la muerte de Alfonso IX su hijo, Fernando III de Castilla, se proclamó rey de Galicia y Portugal, este monarca, preocupado por su política expansionista en el Guadalquivir, desatendió la vida política y cultural de Galicia, durante su reinado se entró en un periodo de decadencia, a la vez que se agudizaban las tensiones entre el poder de la corona y la nobleza gallega. Alfonso X aprovechó el rechazo compostelano al nombramiento regio de Gonzalo Gómez como arzobispo de Santiago para hacerse con el poder administrativo municipal. Con Alfonso XI se concretó la política de castellanización, de forma que en el año 1.348 Galicia se vio privada de su voto en Cortes y tuvo que delegar su representación en la ciudad de Zamora. Entre la nobleza y los miembros de la administración gallega se hizo hegemónico el uso de la lengua castellana.Tras la muerte de Enrique IV se produjo una nueva disputa sucesoria que dio lugar a nuevas expectativas de liberación entre los nobles gallegos que, encabezados por Alvarez de Sotomaior y Pardo de Cela, apoyaron a Juana la Beltraneja en su litigio con la futura Isabel la Católica. Paralelamente a la rebelión nobiliaria, en el siglo XV, se desarrolló en Galicia un movimiento de carácter popular y antiseñorial, conocido como la rebelión de los Irmandiños, auténtico precedente de los concejos populares. Tras los conflictos del siglo XIV surgidos en Santiago entre el monarca, el arzobispo y los habitantes de la ciudad, se constituye una "Irmandade" de vecinos en 1.418, dirigidos por Rui Sánchez de Moscoso. Las tensiones del siglo XV desembocaron en las guerras irmandiñas, en las que participaron fundamentalmente nobles, clérigos y parte del campesinado, son dos guerras que se producen: la primera denominada "Irmandade Fusquenlla" y la segunda "Gran Guerra Irmandiña". La primera se formó en tierras del señor Andrade en 1.431 y la Gran Guerra Irmandiña se desarrolló entre los años 1.467 y 1.469, sus iniciadores se situaron en diversos concejos como Betanzos, A Coruña, Ferrol o Lugo, se configuró como una auténtica guerra civil, con un ejército de más de 50.000 hombres que asolaron cerca de 130 fortalezas. El movimiento irmandiño solo se pudo sofocar con una nobleza unida a cuyo frente se situó Pedro Madruga. El proceso de desarticulación de las instituciones gallegas se produjo durante el reinado de los Reyes Católicos que impusieron su justicia y persiguieron a los nobles que, como Pedro Madruga, se habían declarado contra Isabel en la lucha sucesoria, derribaron sus fortalezas y los obligaron a ausentarse de Galicia.

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Sarria - Portomarín

24 de julio
5ª etapa

El 24 de Julio a las 7 de la mañana salíamos de Sarria, de nuevo pasamos ante los restos del castillo, desde el Convento de La Magdalena, bordeando un cementerio, hay una pequeña cuesta que hube de bajar zigzagueando, como suben algunos puertos los ciclistas, de lado a lado, Roger me decía que bajase de espaldas, tampoco daba resultado, empezábamos a caminar y mi tendinitis avisaba de su molesta presencia para decirme que no me hiciera ilusiones, no me dejaría en todo el dia. Cruzamos el rio Celeiro por "a Ponte Aspera", un bonito puente medieval de un solo arco, cerca de la ermita de S.Lázaro, antigua leprosería, el camino continua paralelo a la vía del tren hasta llegar al paraje de S.Miguel, ladera arriba cruzamos un arroyo por un rústico puente de madera y un roble centenario nos indica que hemos de seguir por la izquierda.

Llegamos a Barbadelo por un sendero asfaltado, después de pasar por Vilei, El templo de Santiago, es un bello ejemplar del románico gallego, con un frontis y lateral norte junto a un tímpano de mucho interés, con capiteles de cuadrúpedos afrontados y animales fantásticos e impostas con veneras jacobeas y rosetas, junto a esta puerta la torre-campanario de tres cuerpos, los panteones adjuntos mutilan este hermoso monumento jacobeo. El lugar del templo y caserío adjunto se llama "Mosteiro", restos de un antiguo monasterio que se anexionó a Samos en el año 874. Tras pasar al lado del albergue de peregrinos, donde a esas horas no hay nadie que nos selle la credencial, continuamos hasta Rente donde en la casa de turismo rural de Esperanza Iglesias si nos la sellan.

Pasamos Mercado da Serra, pequeña aldea donde solían acudir los judíos de Portomarin para negociar y proveer a los peregrinos, después de las primeras casas se llega a una estrecha carretera asfaltada y a un kilómetro, más o menos, hay una bonita fuente, tiene el frontis del pelegrin y un aviso de que el estanque es profundo, hacemos una fotografía pero ha salido movida.

Cruzamos el arroyo por "O Real", hay un bosque de robles antes de llegar a Leimán para seguir a Pena, que tenemos de paso a Peruscallo con su Fonte da Bica y cerca del templo parroquial de Belante, otra humilde pieza de románico rural. Entramos en una zona de camino muy interesante pues caminamos por un trozo que no sabemos si es camino o regato, hay que caminar sobre piedras, parecen de bordillo, puestas en fila, para no pisar el agua que baja por entre las piedras de lo que también me parece restos de una antigua calzada romana, nada más acabar este trozo nos adelanta un peregrino con una marcha que parece que haya tomado Red Bull, enseguida lo perdemos de vista, en cambio a la chica canaria que va pelando la pava con su pareja, no hay manera de pasarla, no se querían apartar para dejarnos paso.

Varios robles centenarios sirven de antesala de Cortiña, solamente cinco viviendas, pertenece a la parroquia de Biville, de la que se hace mención en un documento del año 1.118, el templo conserva vestigios románicos, queda a unos dos kilometros. Un enorme castaño nos despide y casi sin darnos cuenta, estamos en Lavandeira, que tiene una fuente coronada por una cruz. Descendemos por un camino muy pedregoso con viejos muros y vestigios de calzada. En el arroyo Chelo se inicia un buen ascenso a Brea, atravesamos por un sendero asfaltado que se prolonga hasta Morgade, con una sola casa a la izquierda y a la derecha una fuente con frontal en forma de boca y mas adelante ruinas de una capilla.

Al fin hemos llegado al mojón del Km.100, nos ha costado pero ahí está, con sus grafittis de gente de Cantabria, mientras estamos haciendo fotografías pasan peregrinos que se quejan de las pintadas en las fitas, cuando leen que están hechas por sus paisanos de Colindres no les sabe tan mal, deben añorar el terruño. Aprovechamos que hemos descargado las mochilas para echar un trago, descansar y comer algo de fruta, mientras tanto continúan pasando peregrinos. Descendemos por una estrecha y peligrosa corredoira al pequeño arroyo Ferreiras con prados a los lados y, luego, suave ascenso hasta Ferreiros, donde a la entrada hay una fuente y encima una viña, la primera que encontramos desde el Bierzo. Es pueblo de buenas casas, citado en algunos libros como "Ferrere". Aqui estuvo ubicado el templo parroquial, trasladado hacia 1.790 a Mirallos, localidad más céntrica para los pueblos de la zona, pasamos por delante del refugio de peregrinos, hay gente en las ventanas de los dormitorios pero no vemos a nadie que nos pueda sellar las credenciales y lo dejamos.
Cruzamos un robledal hasta la colina "Do Cruceiro", así llamada por coincidir en el cruce de caminos del mojón Km. 98, hay un pequeño bar donde algunos del grupo de Navarra están haciendo el almuerzo, tenía buena pinta, aquí si nos sellan las credenciales mientras comentamos detalles del camino con nuestros amigos navarricos, de repente aquello se convierte en un hervidero de gente, han llegado cinco autocares de Asuncionistas con gente de toda España, los han dejado aquí para hacer los 100 Kms. mínimos necesarios para ganar el jubileo, intentamos salir antes de que empiecen a caminar pero no podemos, ya es tarde, han tomado el camino para ellos, es entonces cuando grito "A VER, LA CABEZA, EN FILA DE DOS", es curioso pero se empezaban a apartar hasta que alguien se dio cuenta que no eramos de su grupo, mis hijos pusieron una cara como si quisieran que los tragase la tierra, y es que hoy día la juventud no tiene sentido del humor.
Como se dice vulgarmente paso a paso, llegamos a Mirallos, con su pequeño templo románico, en su portada tres finas arquivoltas, tímpano bilobulado y mochetas con cabeza de león. A la salida del pueblo hay una piedra con un relieve para marcar el itinerario de la procesión del Corpus. Al cabo de poco rato llegamos a Pena, nos dicen que hay una fuente, llamada "Fonte da Virxen", donde los peregrinos suelen dejar velas y ofrendas, desde aquí se llega a Rozas, tiene una fuente con una pila de piedra redondeada. Al salir hay que volver a ascender la colina de a Pena do Corvo.

Como la neblina que nos está acompañando no nos deja ver el paisaje nada más que unos cientos de metros, vamos comentando que es mejor así, pues no nos pasará lo que en la etapa de Triacastela pues desde que divisamos el pueblo hasta que llegamos a él se nos hizo interminable, tiene el inconveniente de que no podemos otear la iglesia parroquial de Paradela, con su cementerio adosado, hay que conformarse y, como dice el refrán, al mal tiempo buena cara, en este caso no es que el tiempo sea malo incluso podemos decir que para caminar es excelente.
El descenso lo hacemos por un buen camino de carros, ahora que los nombro, los he echado mucho de menos, antes, hace años, en las aldeas de Galicia era típico el chirriar de los ejes de los carros arrastrados por las parejas de vacas, parecía la música de los caminos, hoy en día todo son tractores y desbrozadoras mecánicas, los ruidos que se oyen indican que también en Galicia los tiempos han cambiado. Yo recordaba a sus mujeres con los pañuelos negros a la cabeza y las corrizas para aguantar los baldes en la cabeza, los zuecos con sus clock clock en las piedras del suelo, los labradores con sus azadas o guadañas al hombro, de todo eso ya no queda nada, todo está mecanizado, es el progreso. A la izquierda tenemos la depresión del río Loio, pasamos por Moimentos, Cotarelo que es una solitaria y humilde casa con las gallinas escarbando el suelo de la entrada del pajar de la derecha, hay un corto y pronunciado descenso hasta Mercadoiro por un camino ancestral con restos de calzada. Encontramos Moutrás en una fértil vega, no creo que este tramo sea el original del camino, mas bien parece adaptado a la ordenación territorial surgida tras la concentración parcelaria. En Vilacha una ermita en cuyos muros percibimos algunas piedras con relieves. Parece que el antiguo camino descendía, por medio del pueblo, recto hasta el barrio de San Pedro de Portomarin, el pantado "encoro", de Belesar ha modificado los accesos al pueblo por lo que hemos de seguir por el camino asfaltado que sale casi frente al puente que cruza el pantano, es un pronunciado descenso, no muy largo, Roger nos hace un alarde de facultades, baja la cuesta corriendo, cuando llegamos nosotros al puente, él ya está en la mitad, vemos que al llegar al otro lado pregunta algo a unas personas que hay sentadas y, mi mente se resistía a creer la que veían mis ojos, mi tendinitis aún me dolía más, subió corriendo las escaleras de acceso que hay al otro lado para sentarse a esperarnos. Ascendemos contemplando a nuestros pies el embalse donde alguien navega en una canoa dejando una recta estela a su paso. Llegamos al albergue y parece que hemos tenido suerte no hay muchas mochilas haciendo cola, los primeros son el matrimonio navarro con sus dos hijos pequeños, han colgado un papel en la puerta invitando a todos los que ponen en duda su "honradez peregrina" que salgan a las 4:30 de la madrugada con ellos para verificar el hecho de que van sin coche de apoyo, nosotros no tenemos intención de viajar en su compañía.
Mientras esperamos que abran el albergue repaso un poco la historia de este pueblo, famoso por su aguardiente, cuya fiesta se celebra el Domingo de Pascua de Resurrección, destilando en alquitaras que se instalan en la plaza culminando al caer el día con una queimada popular, era el "Pons Minius" de los romanos, estratégico lugar del que nos hablan las crónicas de los siglos IX y X, Iocum Portomarini, fue encomienda de los caballeros del Temple, los caballeros Sanjuanistas erigieron un hospital, el Domus Dei de los documentos medievales, y, hacia 1.120 reconstruyeron el puente que había derruido doña Urraca de Castilla en sus luchas contra su ex-marido Don Alfonso el Batallador. La población se expandió por ambos lados del río, el barrio de San Pedro a la izquierda y el de San Nicolás a la derecha. En sus inmediaciones, sobre la desembocadura del río Loio, cerca de Santa Cruz de Loio hubo un monasterio donde tradicionalmente se coloca la cuna de los Caballeros de la Orden Militar de Santiago, hacia 1.170. Tan histórica villa quedó anegada por las aguas del embalse de Belesar, en 1.962, alzándose la actual en una colina de su orilla derecha. Previamente, se habían desmontado sus principales monumentos, iglesias de San Juan y San Pedro, así como pazos de los siglos XVI y XVII y la capilla de la Virgen de las Nieves, que estaba sobre el puente medieval, del que se desmontaron sus arcos rotos, que se atribuye al Maestro Mateo, y ahora se encuentra a la entrada del moderno, esta reconstrucción estuvo dirigida por el eminente arquitecto Pons Sorolla; otros muchos monumentos no tuvieron tanta suerte, dicen que cuando el embalse baja se ven, alucinadamente, las viejas casas, los troncos de los árboles y viñedos, el roto arco del puente romano, como fantasmas que nos recuerdan el pasado.
La nueva villa con sus calles rectas, blanco y cuidado caserío donde se intercalan los monumentos trasladados. En lo alto de la calle principal destaca la recia fábrica de la iglesia de San Juan, hoy parroquia de San Nicolás, iglesia fortaleza, de la Encomienda de San Juan de Jerusalén, con sus muros almenados, cuya misión era guarnecer la villa y atender el hospital que entonces existía. Es una sólida construcción románica, fines del S. XII, de ámplia y elevada nave de cinco tramos y el característico ábside semicircular, con un gran rosetón encima de él. En los ángulos y sobre el tejado hay cinco garitones unidos por camino de ronda cubierto, se cierra con bóvedas de cañón apuntado sobre arcos adosados a los muros. Son muy interesantes sus tres portadas, con abundante decoración escultórica en los capiteles, archivoltas y tímpanos. La portada principal tiene encima un enorme rosetón, casi de su mismo tamaño. Es obra de influencia compostelana, una de las más características del románico gallego, en lo escultórico se delata la influencia del Maestro Mateo. Por necesidades de instalación, se le ha variado la orientación, al colocarla en su nuevo emplazamiento ha perdido luminosidad.

Algo más al fondo, en un parque público, han reconstruido la iglesia de San Pedro, antigua parroquial de su barriada homónima, el viejo burgo de San Pedro de Portomarin, al que se refieren las crónicas medievales. De su primitiva fábrica románica sólo queda la interesante portada de los pies, de tres archivoltas abocinadas sobre columnas con bellos capiteles y tímpano liso, una inscripción indica que fue consagrada en 1.182 por el obispo de Lugo Don Rodrigo.

Esta vez conseguimos plaza en el albergue, junto a otras 32 personas, a la entrada estaba el consultorio de la Cruz Roja, donde me quitan la venda y me recomiendan que vaya al Centro de Salud a que me visite el medico de guardia. Continúan llegando peregrinos que no encontraran más acomodo que el duro suelo del polideportivo local.
Una de las chicas sevillanas se encuentra mal y llega en coche, la gente ayuda a los peregrinos necesitados, es algo que nos ha llamado mucho la atención en todo el camino, creo que son costumbres adquiridas a lo largo de los siglos, también hemos visto coches de la Guardia Civil recorriendo los caminos y las pistas con su letrero de AYUDA AL PEREGRINO.
Después de comer pasamos a dormir un rato, apenas consigo cerrar los ojos cuando Carmen me da un codazo para que no ronque, sin embargo el que roncaba era el de la litera de al lado, ¡ vaya nochecita nos dio el tal Nico !.
Cuando pasamos por el Centro de Salud, resulta que al ser sábado no había nadie, estaba cerrado, con letreros en las puertas que indicaban los teléfonos donde se debía de llamar en caso de urgencia, cuando llamamos tuvimos suerte pues el facultativo era una buena persona, que, no siendo su obligación se personó para atender al grupo de peregrinos que nos habíamos reunido en la puerta, me dijo que continuara tomando las pastillas y que me pusiera una tobillera para caminar, así que antes de ir a misa pasamos por la farmacia en la que había más peregrinos haciendo acopio de tiritas, vendas y demás elementos del "botiquín del peregrino". La misa estuvo muy entretenida y amena, estaba el grupo de Aranda de Duero, el de los Asuncionistas y otro que no recuerdo de donde era, sus cánticos hacían que me olvidase del dolor de mi pierna, al salir organizaron una pequeña juerga, cantando y bailando a corro en la plaza. Allí vimos como entrevistaban a un personaje, ataviado con una capa y un sombrero, entre otras cosas decía: " A los que iban a Jerusalén les llamaban palmeros, a los que iban a Roma romeros y a los que iban a Compostela peregrinos" fue entonces cuando una ráfaga de viento le llevó los papeles y el hombre perdió los suyos, despotricaba como un carretero en medio de la plaza, mientras yo les ayudaba a recoger y le insinuaba a la entrevistadora que lo filmase en aquellas circunstancias.
Decidimos pasar a comprar una de las famosas tartas de Portomarin, en la puerta de la pastelería un niño pequeño nos cerraba el paso diciendo "Tá Pechao", ¡ cuántos años hacía que no oía esa expresión !,luego se enganchó a mi dolorida pierna y me hizo ver las estrellas. Había en una pared una antigua fotografía del pueblo en su anterior emplazamiento, donde destacaban las almenas de la iglesia de San Juan.
Nos fuimos a cenar al lado de la iglesia de San Pedro, donde un gato también cenaba una cría de mirlo que había cazado, el dramático piar de los padres no consiguió que llegásemos a tiempo de quitarle la cena, al aullentarlo le privamos del postre.
Después de unas llamadas telefónicas, para dar nuestra situación a la familia, nos fuimos al albergue a meternos en los sacos y dormir lo que pudiéramos.

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Portomarín - Palas de Rey

Domingo, 25 de julio de 1999
Etapa 6

Aún era noche cerrada cuando, después de tomar unos cafés con leche y pastas, salíamos de Portomarin, tuvimos que ponernos los chubasqueros porque el calabobos era algo impertinente, bajamos hasta la pasarela para cruzar el brazo del pantano por ella, detrás de nosotros venía el grupo de Asuncionistas, no se les oía, caminaban en un silencio ofensivo, menos mal que decidieron cruzar por el puente y no por la pasarela que nosotros no habíamos acabado de pasar. Comenzamos una ligera ascensión al lado de un pinar hasta una gran fábrica de cerámica donde alcanzamos la carretera cuando ya se hacía de día, los niños no querían caminar junto al grupo que venía detrás, así que les dimos carta blanca para que lo hicieran a su paso, enseguida se alejaron, es un espectáculo verlos caminar sobre todo en tramos de ascenso; entonces empezamos a oír los golpes de silbato, no sabíamos que significaban pero al volver la vista lo descubrimos, los Asuncionistas lo utilizaban para cruzar la carretera al oírlo, era un espectáculo impresionante, si alguien nos hubiese podido ver desde un avión le hubiera parecido una gran fila de hormigas gigantescas, todos con nuestras mochilas como obreras cargadas, los peregrinos que llevábamos delante y los de detrás, como el tramo era en cuesta podíamos ver la fila de delante y el grupo trasero, era digno de tenerlo filmado. El grupo no nos pasó hasta que llevábamos 7 Kms. lo que nos indicaba que teníamos un buen ritmo. Por carretera llegamos a Toxibó, tiene tres casas y solamente habitada una, pasamos por medio de las casas y entre un pinar y la carretera ascendemos al alto de Torros, por la carretera con vestigios de camino a ambos lados llegamos a Gonzar, donde sellamos las credenciales en el albergue de la Red de Albergues do Camiño, en medio de una arboleda. Camino adelante encontramos casas y granjas hasta llegar a Castromaior, que recibe el nombre de un gran castro existente cerca del poblado, conserva un sencillo templo románico en medio del pueblo, como los niños llevan la cámara de fotos en esta etapa los monumentos no nos los llevaremos para recordar. El camino continúa en ligera ascensión hasta llegar a Hospital, cuyo nombre procede de un antiguo hospital, llamado de La Cruz. El camino a partir de aquí se hace más suave, a lo lejos oímos los pitidos del grupo de Asuncionistas lo que nos indica que hemos de volver a cruzar la carretera, estamos en la zona de Ventas de Narón que probablemente sea la "Sala Regina" del Codex Calixtinus, por el año 820 tuvo lugar una encarnizada batalla entre tropas cristianas y árabes, actualmente la ermita está reconstruida y tiene un sencillo cruceiro de madera, supongo que la casualidad lo ha dispuesto así para resaltar el que encontramos un poco mas adelante, en una bajada cubierta de robles y abedules, de granito tallado por algún maestro cantero, una Virgen románica con el Niño en brazos y la imagen del Crucificado, a los pies una calavera. Ligonde era importante en la mayoría de itinerarios de peregrinos, sede de un importante hospital que acogió a Carlos I y a Felipe II cuando se detuvieron aquí en sus peregrinaciones a Santiago. Vemos un cartel que indica café gratuito para los peregrinos, lo que nos anima un poco, al llegar a la puerta del local está cerrado con una nota que dice: "ESTAMOS EN SANTIAGO", se han ido a celebrar el día del Patrón a la plaza del Obradoiro, ¿ les habrán invitado como al resto de autoridades ?. Esta población disfrutó de derecho de asilo, los delincuentes, incluso homicidas, quedaban exentos de pena si lograban alcanzar las puertas antes de ser detenidos. Bajamos un poco más por un sendero y llegamos a Eirexe, pequeño pueblo que celebra especialmente la festividad de la Santa Cruz, con gran concurrencia de romeros que dejan en la pequeña iglesia románica todo tipo de ofrendas, velas, exvotos, embutidos, lino, panales de miel o el peso en grano equivalente al de la persona oferente, la citada iglesia conserva un relieve con una figura humana que aparta de su lado dos fieras con aspecto de león y un pájaro de pico largo y curvado, lo que me hace suponer que representa al profeta Daniel. A la salida hay una fuente con lavadero y abrevadero, ascendemos hasta la carretera para volver a bajar hasta un caserio con una frondosa vega, hay un letrero indicándonos que a la derecha está Vilar de Donas, se que es un enclave cultural digno de visitar pero no estamos en condiciones de hacer kilómetros de más, ni siquiera por ver este magnifico pueblo declarado monumento nacional, Carmen hace rato que no marcha nada bien. Llegamos a la iglesia-cementerio de Lestedo, dedicada a Santiago en su modalidad de peregrino, hace rato que vemos gente "endomingada" con trazas de asistir a misa mayor, este cementerio es de lo más curioso, los nichos los tiene en el camino, por el lado de fuera de la valla, como algún coche venga con exceso de velocidad entra directamente. Al llegar al mojón del Km.70 pensé que estaba cerca, error, los niños se habían equivocado, no estaban a la altura del 69, después descubrimos que era el 66, justo en el crucero de delante del albergue de Palas.

Después de pasar por un par de caseríos llegamos a una taberna con buen aspecto, nos tomamos un refresco y descansamos un poco, hay una pareja que ya habíamos visto otras veces, ella habla por el móvil y está poniendo verde a su pareja a través del teléfono, a la fuerza nos enteramos de que también tiene tendinitis, el culpable parece ser el chico que no ha comprado en alguna farmacia lo que ella necesitaba, le doy una pastilla de Voltaren de las mías para que le empiece a hacer efecto hasta que lleguen a Palas y puedan comprar. En la televisión del bar están retransmitiendo la misa desde la catedral de Compostela, con los reyes, gobierno y demás, me emociono un poco al escuchar aquello de : "TU HAS VENIDO A LA ORILLA, NO HAS BUSCADO NI A SABIOS NI A RICOS, TAN SOLO QUIERES QUE YO TE SIGA", es la canción que más me gusta, pienso que es como un mensaje para que aguante. Reanudamos la marcha tratando de encontrar las pisadas de Roger en el polvo del camino, de vez en cuando se distinguía alguna lo que nos quitaba algunas preocupaciones pues sabíamos que por allí habían pasado. Pasamos por un tramo, no recuerdo el nombre del lugar, donde no había alcantarillado ni pozo negro, pues el fregadero desaguaba al camino, y lo que es peor, los orinales también, sería curioso de ver algun peregrino con este tipo de recuerdo encima. Después de un trecho Carmen me dice que está muy cansada entonces le quito la mochila y la cargo yo, le paso el bastón por debajo de los tirantes y la llevo bastante equilibrada, es entonces cuando suena el teléfono, a la altura del Km.72, son los niños, han llegado al albergue y cuando lo abran necesitaran las credenciales que tengo en mi bolsillo, le digo a Carmen que se adelante pero no puede, así que decido ser yo quien apresure el paso, no hay peor cosa, pues vas pensando en los de delante y en la de atrás, si llegarás a tiempo y como seguirá Carmen, pienso que es poco trayecto pues han dicho que están a la altura del Km. 69, procuro ir lo más deprisa posible, un peregrino con aspecto de nativo sudamericano camina delante, lleva una extraña bolsa por mochila, en cada fita va depositando un pequeño guijarro, hay más gente que lo hace pues en algunas ya no cabe piedra ninguna, aunque sentía curiosidad no le pregunté cual era el sentido de ir dejando allí las piedras, parece que se mosquea un poco conmigo que llevo dos mochilas y él no consigue separarse, más adelante encuentra un grupo al que conocía y cesó la silenciosa competición que llevabamos.

Antes de llegar al albergue se pasa al lado de la iglesia parroquial de Santo Tirso, ya mencionada en el año 873, románica del S.XII, solo conserva su portada principal, con dos archivoltas de medio punto sobre dos parejas de columnas con capiteles de estilizada decoración vegetal y tímpano liso. Cuando llegué al albergue allí estaban los pequeños esperando, les había pasado como a mí, que preguntaba por el albergue y no sabían decirme donde estaba, ellos le preguntaron a un borracho que no sabía distinguir la mano izquierda de la derecha, mi pierna ya estaba como un botijo así que me senté en el suelo y quité la venda mientras esperaba a que abriesen el albergue, aprovechamos el rato para que nos sellaran las credenciales en la parroquia.

Cuando nos tocó el turno de entrar ya no había literas nos concedieron un trozo de suelo, eso sí, éramos los primeros en escoger sitio, así que nos acomodamos lo mejor que pudimos, Carmen escogió un lugar con vistas, pues se acomodó en la repisa de la ventana, verdaderamente era un lugar privilegiado, hasta se lo quisieron cambiar por una litera. Los compañeros de suelo eran andaluces y uno de ellos ya estaba marcado en los albergues por roncar, había también un señor con su hija, más o menos de la edad de Elena, que hablaban mucho en francés.

Después de ducharnos y arreglarnos un poco pasamos por un restaurante cercano a degustar unos platos de "Pulpo a feira", estábamos en Galicia y había que saborear los platos típicos. Esta localidad, que se cita en documentos medievales como "Pallatium Regis", era el punto de confluencia de los peregrinos del Camino Francés y los del Camino del Norte a través de Lugo. Por aquí pasaba la vía Lucus Augusti a Iria Flavia. Ya en el S.VI esta zona constituyó el condado de Ulliensis, tomado el nombre del rio Ulla y fue un prospero burgo medieval. Cuenta la tradición que el rey Witiza (701-709), estableció aquí su residencia. Es un término municipal con una extraordinaria riqueza monumental, destacando el castillo de Pambre ( S. XIV), uno de los pocos que no consiguieron rendir Os Irmandiños, otro castillo es el de Felpós, cuyos hombres atacaban y robaban a los peregrinos. Estamos en la comarca de la Ulloa, la de los pazos que inmortalizó la escritora Emilia Pardo Bazán, la que se precia de no tener ni una parroquia sin su templo románico. Encontramos al grupo sevillano a los que la encargada de recepción les ha echado una buena bronca, llegándoles a decir que no eran buenos cristianos, hay tantos andaluces que pensaba eran de un grupo más numeroso, por lo que no les dejaba utilizar el albergue, estos, que eran catequistas, lo de malos cristianos les sentó verdaderamente mal, hasta el punto que se fueron a ver al párroco, quien les dejó utilizar un piso suyo detrás de la parroquia. Nos dijeron que iban a cantar en misa, era una gozada oirlas cantar en el camino, pero en la iglesia estaba el grupo de asuncionistas y cantaron las canciones que traían preparadas. Al salir de misa nos fuimos a cenar y dar un paseo, había que acostarse temprano, lo de madrugar en los albergues es obligatorio.

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Palas de Rey - Arzúa

Etapa 7
26 de julio

Hacía rato que estaba despierto cuando empezaron a levantarse los compañeros de rellano, antes ya había sentido ruido en el piso de abajo,así que cuando se van los de Granada decido despertar a los niños, Carmen ya está despierta, nos arreglamos, preparamos las mochilas y de nuevo a emprender el camino, salimos a la calle y en el trayecto no encontramos ningún bar abierto, no podemos tomar nada caliente, echo de menos un café con leche para entonar un poco el cuerpo. Antiguamente los peregrinos, al amanecer, se reunían en el llamado Campo dos Romeiros para iniciar la etapa 13 del Codice Calixtinus, nosotros salimos por la carretera hacia Aldea de Riba y Gaiola de Riba, por el camino que ahora circulamos, ascendiendo entre robles, han pasado miles de peregrinos antes que nosotros, ¡ si estos troncos de carbayos nudosos pudieran explicarnos la vida y sentimientos de las gentes que nos han precedido !, los sucesos que han presenciado, despúes de s. Xulian do Camiño se vislumbra la silueta almenada del castillo de Pambre, antigua guarida de "nobles" saqueadores de peregrinos, estos lugares fueron escenario de batallas entre los Trastamara y D. Fernando de Castro, conde de Lemos, que huye a Inglaterra, estamos cerca de el Pazo de Ulloa, que dio título a la célebre novela de Emilia Pardo Bazán, meditando sobre ésto llegamos a un lugar interesante: ABREVADOIRO DA FRONTEIRA, una parada obligada, nos tratan muy bien, aprovecho para colocar de nuevo el vendaje y tomarme la parva, una copa de orujo, ahora si que caminaré en condiciones, tomamos un café con leche y pastas y de nuevo a caminar, este lugar tiene este nombre por estar situado en el limite de las provincias de Lugo y Coruña el pueblo se llama O Coto y el sello de la credencial es de los más originales del camino: unos pies calzados con abarcas.
Por encima de antiguas calzadas, a través del "campus Leporarius" (Campo de Liebres) del antiguo Codice, entre eucaliptus, descendemos hasta Leboreiro, bastante rehabilitado, de aspecto medieval, cuidado e interesante, aún podemos ver el antiguo hospital de peregrinos, en uso hasta el siglo pasado,y frente a él una hermosa iglesia románica,con una portada ojival, de dos archivoltas y una moldura sobre dos columnas, su tímpano, con una serena imagen de la Virgen con el Niño entre dos ángeles, descansa sobre dos ménsulas con imágenes.
Cuentan los vecinos una leyenda sobre esta imagen de la Virgen: Cerca del lugar, un buen dia, una fuente comenzó a manar agua con la especial caracteristica de emitir luz durante la noche y un suave aroma durante el dia, sospechando que se trataba de un milagro, los aldeanos, comenzaron a cavar en el sitio aquel y dieron con la imagen de Nuestra Señora, evidentemente se apresuraron a llevarla a la iglesia pero la Virgen volvía cada noche a la fuente hasta que algún artista tuvo la idea de esculpir su imagen en el tímpano, desde entoces no se ha movido del lugar.
Descendemos al lado de un curioso canasto, tipo primitivo de horreo, hasta el rio, vemos peregrinos que acortan por un sendero entre las huertas, nosotros no nos hemos fijado y seguimos por el camino, pasamos sobre un curioso puente de aspecto medieval, restaurado en 1.984, con un solo arco de medio punto, aparece en todos los folletos del camino, así que no resisto la tentación de fotografiar a Carmen y Roger, que caminan delante, cuando están sobre él.
Pasamos por un grupo de casas, y hemos de caminar por la carretera hasta entrar en un hermoso y antiguo camino que parece excavado en la tierra, gastado por tantos peregrinos como nos deben haber precedido, con abundante sombra de robles y eucaliptus, hay tramos que son para disfrutarlos y este es uno de ellos, aunque Carmen parece que va sufriendo más de la cuenta y no parece estar disfrutandolo.
Salimos de este paraje topándonos con el Rio Furelos, que da nombre al pueblo del otro lado, lo atravesamos por un bonito puente de origen medieval, restaurado, con cuatro arcos de medio punto.
Este pueblo parece que todavía vive en otra epoca, su casas y calles, por donde pasa el camino, son de aspecto completamente medieval, espero, por el bien de estas gentes, que interiormente sean más comodas de lo que representan externamente. Lo hermoso de Furelos no son las casas ni el puente, es la imagen del crucificado que conservan en la iglesia, con su mano derecha desclavada tendiéndola hacia nosotros, da la impresión de querer darte la vida que se escapa de su cuerpo. Dentro de la iglesia el párroco nos atendió con una amabilidad exquisita, demasiada, pues si no cortamos despidiendonos creo que todavía estaríamos allí con él, le ayudaban unos seminaristas a atender a todas los peregrinos, pero él quería ser el que atendía a todos, para explicar que tenía solicitado el sello de las credenciales con la figura del Cristo y citas de los Evangelios. Este pueblo tuvo hospital de peregrinos, se cree que estuvo al lado de la iglesia.
Salimos de Furelos comenzando una pequeña ascensión, por trozos de antigua calzada, paralela a la carretera, hasta llegar a Melide.
De lejos divisamos el autocar de nuestros amigos de Navarra, están visitando la iglesia de S.Pedro reconstruida en este lugar llamado Campo de S. Roque, con su hermosa portada románica de cuatro archivoltas de medio punto muy abocinadas y una moldura envolvente decoradas profusamente, soportadas por tres pares de columnas con capiteles de cogollos, estando en Galicia, evidentemente, realizada en granito. Al lado de la iglesia vemos caballos de algunos peregrinos que utilizan este medio de transporte para ganar el jubileo.

Junto a la iglesia, como si estuviese haciendo guardia, el que está considerado como el cruceiro más antiguo de Galicia, donde Elena aprovecha para hacerse una fotografía que deje constancia de su paso por este lugar. Melide es el centro geografico de Galicia, era la villa a la que acudía el cabildo de Santiago a recibir a los nuevos arzobispos cuando llegaban de Roma, aqui confluian el Camino Real y La Ruta de la Costa que venía de Ribadeo, el centro ofrece calles estrechas que deben ser curiosas de ver en días de mercado.

Abandonamos Melide por la calzada empedreada que pasa al lado de la hermosa iglesia de Santa María, con cementerio dentro de su atrio y dos jovenes cipreses, tiene una puerta románica con dos archivoltas decoradas, soportadas por dos pares de columnas y un tímpano sujetado con ménsulas, flanqueada por otros dos arcos cerrados, estaba cerrada y no pudimos visitarla, nos quedamos sin ver las pinturas murales que recubren la capilla, nos habían dicho que merecía la pena dedicar un poco de atención a esta iglesia. El parroco se quejaba, bastante enojado, del escaso sentido religioso con el que la mayoria de peregrinos realiza el camino, creo que tiene bastante razón pues mucha gente lo hace por pasar unas vacaciones diferentes, otros por turismo barato, poca gente lo hace buscando, o haciendo, su propio camino interior, claro que muchos de aquellos peregrinos de hace cientos de años lo hacían como penas impuestas por haber cometido alguna falta, no obstante creo que la Iglesia, como entidad, se ha desentendido de todo lo que está alrededor del camino, supongo que debe de venir de epocas en que se perdieron prerrogativas y privilegios, si no había apoyo financiero no se trabajaba por "amor al arte". Cuando paramos a reponer fuerzas nos pasa un grupo de scouts francesas que cantan alegremente, poco tiempo después nos alcanza el grupo de catequistas de Sevilla que nos deleitan con su divertida versión del "gusano relajao".
Por entre un frondoso bosque de pinos y eucaliptus descendemos al río Raido, que salvamos pasando sobre un rústico y megalítico puente que debiera ser considerado monumento ecológico, construido con grandes piedras colocadas sobre otras a modo de pilares parece que te invite a cruzar.

Pasamos Parabiso y entre bosques llegamos a Boente donde nos encontramos a nuestros amigos navarros, el Sr. Manuel, podíamos llamarle jefe de expedición, nos recomienda hospedarnos en el albergue de Ribadiso, pues lo han arreglado y es de los mejores que podemos encontrar en Galicia, le decimos que depende de las fuerzas, pero intentaremos llegar a Arzua. Bordeamos la iglesia, dedicada a Santiago, hay una bajada hasta el rio Boente y ascenso de nuevo, así llegamos a Pomariño y a Castañeda,donde hubiesemos tenido que dejar las piedras calizas que traeriamos desde Triacastela, si fueramos peregrinos de hace ochocientos años, aqui sitúa Aymeric Picaud los hornos de cal para la construcción de la catedral de Santiago.

Bajamos a Pedrido y después Río, por entre eucaliptus hasta llegar al río Iso y Ribadiso donde nos dicen que hubo una fortaleza con señores feudales dedicados a la "noble" tarea de robar y desvalijar a peregrinos, al pasar el puente está el albergue, hay un gentío enorme, en los alrededores y en las ventanas, sacamos bebida de la mquina que han colocado al lado de la puerta, esto si que es un atentado al medio ambiente, pues a la casona restaurada le sienta la maquina expendedora como a un santo dos pistolas; continuamos caminando y subiendo pues hay una larga cuesta hasta el grupo de casas que se ve a lo lejos, en la carretera, para cruzarla, algo increible, a quien se le haya ocurrido señalar el camino en este punto debieran darle la jubilación anticipada, hay que bajar más de 100 metros y luego subirlos con más pendiente para llegar al otro lado de la carretera, algo demencial, hemos cruzado tantas veces carreteras que una más no debería tener importancia, pero te señalan el camino en una dirección y lo sigues porque no lo conoces. Más o menos a tres kilometros está Arzua, Roger se nos adelante con ese paso tan elástico y dificil de seguir que tiene, tambien nos pasan dos peregrinos, sin mochilas, han encontrado alojamiento en el albergue de Ribadiso pero como no hay tiendas ni lugar donde hacer acopio de alimentos han de desplazarse hasta Arzua y regresar, por lo que harán este trayecto tres veces, está el cuerpo como para estos alardes. En Arzua hay alojamiento en el polideportivo y nos indican que el albergue está a la salida bajando una larga cuesta, decidimos arriesgarnos pues dormir en el suelo no nos apetece a ninguno. Pasamos a sellar por la iglesia, dedicada a Santiago, donde el parroco nos atiende amablemente, al lado están construyendo un nuevo albergue, en una antigua casona, la proxima vez buscaremos alojamiento en él, esta vez hemos tenido suerte aunque separados, como si jugasemos a las esquinas, encontramos literas, Elena la cambia con otra chica y dormirá al lado de Carmen. Junto al albergue hay un lavadero, techado, con abundante agua, como los servicios y duchas están bastante mal me baño en el pozo de salida del agua, que está verdaderamente fría y le viene estupendamente a mi hinchada pierna.

Depués de arreglarnos un poco vamos a comer a un restaurante cercano, tiene buen aspecto, en el exterior le han puesto un cruceiro y un horreo, espejismo, comemos bastante mal, tarde y con compañia no deseada, un enjambre de moscas revolotea a nuestro alrededor mientras comemos, además tienen un loro que no sabe volar, se cayó del pedestal tratando de picar a los de la mesa de al lado. Al acabar volvemos al albergue a estirarnos un rato mientras espero que llegue la doctora y me eche un vistazo a la pierna, también una uña está para el arrastre pero no me molesta ni me duele.

No pudimos descansar mucho pues hubo una acalorada disputa entre dos peregrinos,uno de ellos francés, al que acusaban de haber robado una mochila, despúes del incidente pasaron la visita médica, como le dije a la doctora que había tenido la pierna en el agua del lavadero lo consideró apropiado y, a falta de hielo, recetaba a todos el mismo tratamiento. Todavía llegaban peregrinos en busca de alojamiento, a una chica regordeta que llevaba la mochila sobresaliendo más de 50 cms. de su cabeza e inclinada hacía atrás, le dije que hablara con la encargada para que le dejase dormir en la camilla donde hacían las visitas médicas,le pareció bien y se quedó, tuvo suerte pues se marchó otro peregrino y pudo dormir en litera. Luego subimos hasta la población a pasear y conocerla, nos sentamos en un banco de la plaza analizando el itinerario que nos faltaba, fue entonces cuando decidimos hacer el resto de camino en una sola etapa, nos preocupaba un poco su longitud, pero teniamos muchas ganas de terminar y descansar, sobre todo yo que llevaba la pierna izquierda como un botijo, así que nos fuimos pronto a intentar dormir, digo intentar porque cada grupo de peregrinos tenía su tertulia particular y hasta bastante tarde no pudimos conciliar el sueño, aparte de los nervios que teníamos al ver tan cerca el final.

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Arzúa - Santiago de Compostela

27 de Julio
Octava etapa

Cuando los compañeros de sala se van decido levantarme, no lo hago antes porque no hay espacio entre las literas para todos, voy a despertar a Carmen y ya la encuentro levantada así que despierto a los niños, recogemos con las linternas y antes de las 7 subimos de nuevo hasta el pueblo y, siguiendo las indicaciones, salimos de Arzua por la calle del Carmen, descendemos hasta llegar a la capilla de San Lázaro, delante de nosotros, durante un trecho, camina la familia que el dia anterior se quedó en Ribadiso, la madre estuvo también en el ambulatorio de Portomarin cuando yo esperaba que me visitasen. Pasamos por Ponteladron, ya su nombre lo indica, donde nos enteramos que antiguamente asaltaban peregrinos, entre un espeso bosque de eucaliptus, pinos y robles que de momento se han salvado de los incendios forestales, llegamos a Tavernavella, nos alcanza Felix, uno de los responsables del grupo de Burgos, como lleva buen paso y ya vamos conociendonos caminamos en grupo de ese modo nos enteramos que es el presidente de la Peña Barcelonista de Burgos, suele venir a ver al Barça alguna vez cada temporada, está un poco "mosca" con los holandeses de Van Gaal y espera ganar la euroliga esta temporada, trabaja en la farmacia de un hospital privado en Burgos que es del mismo grupo de empresas que el de San Juan de Dios de Barcelona, anda preocupado porque están cambiando el programa informatico y han de referenciar todos los aticulos, con el problema que tiene de tamaños, pesos y medidas de todos los articulos y fabricantes, le espera una árdua tarea a su regreso de vacaciones. Pasamos por Calzada, Outeiro, Casal y Ferreiros donde suponemos que antiguamente había buenos herreros, hay casas con articulos de hierro en las fachadas que así lo atestiguan, atravesamos un bosque y pasamos por Boavista, llevamos un buen ritmo y la conversación sobre el Barça da mucho de sí, pasamos por varias aldeas, Alto, Salceda, donde está la "Fonte do Curro", Xen, Ras y de nuevo otra Brea, descendemos por un arroyo hasta pasar Rabina, por la carretera llegamos a Empalme, donde hay una cafetería y aprovechamos para tomarnos un café con leche y pastas, dejamos a Felix esperando a su grupo y reemprendemos la marcha, encontramos a un caminante extranjero orando en el lugar donde una placa indica que falleció un peregrino, habrá llegado a Compostela a lomos del caballo de Santiago, este señor, que viaja solo y sin mochila, ha hecho el camino DOCE veces, nos dice como estaba antes de que arreglasen la carretera, lo dejamos haciendo fotografías a un grupo de turistas que se han bajado de un autocar, poco tiempo despúes pasamos por las casas de Santa Irene al lado de la capilla dedicada a la santa, donde, dice la tradición, fue sacrificada. Hay dos albergues, al lado de la carretera, no hay peregrinos y vemos unas chicas haciendo limpieza. Por camino cubierto de árboles descendemos a Rua, cuyas casas viejas conservan un aspecto medieval muy acentuado, cruzamos un arroyo y nos damos de narices con otro disparate, hay que bordear un campo de futbol y un colegio que han construido, parece que para fastidiar a caminantes, lo que podian ser 50 mts. se convierten en 500, estamos en Arca, entro en el albergue pero no veo el sello por ningún lado así que continuamos a través del bosque a San Antón. Nos adelanta el primero del grupo de nuestros amigos navarros, quiero hacer una prueba y le digo a Roger que tire a su aire, enseguida nos deja atrás y lo perdemos de vista, otra vez a buscar sus huellas en el suelo.
Después de pasar Amenal vemos que faltan 15 Kms. ahora hay que bordear el aeropuerto, pasando un trozo al lado de la autopista, mientras bordeamos hay un tramo que me desorienta, ya no sé si camino hacia el Oeste o hacia el Este, nos hacen dar la espalda a nuestro objetivo durante un buen trecho. Llegamos a Lavacolla, Roger nos está esperando echado a la sombra, encontramos el autocar de Navarra y bajo a sellar al bar donde están, el navarrico me dice que ha visto a Roger sentado a la entrada del pueblo, lo que me confirma quien ha llegado antes.
Antiguamente en el rio que cruza el pueblo era costumbre que los peregrinos se lavasen y quitaran la suciedad de su cuerpo, hoy el estado de las aguas hace que no sea nada recomendable dicha practica, nosotros vemos a un muchacho con dos sacoas de papel repletos de barras de pan haciendo la siesta bajo unos árboles y continuamos nuestro camino deseando ver el Monxoi, pasamos por elpublecito de San Marcos y seguimos por camino asfaltado, ante los estudios de la Televisión Gallega se me ocurre que podian salir a entrevistarnos pero no sale nadie a recibirnos asi que paso a paso, la pierna me sigue doliendo pero siento que estamos cerca y el dolor es más llevadero, este trayecto se me hace interminable hasta que por fin !ULTREIA¡ vemos o Monxoi, el Monte do Gozo.
Al llegar me invade la emoción, siento un nudo en la garganta y apenas puedo articular palabra, tanto tiempo esperando llegar a este lugar, tantas lecturas sobre peregrinos que se emocionaban al divisar desde aqui las torres de la catedral, nosotros ahora, con mucho esfuerzo, las localizamos tras unos árboles lejanos, siento deseos de gritar pero no digo nada, hacemos unas fotografías y entro un instante a la capilla que alli hay, estoy solo, lo que me ayuda a recuperarme de la emoción, y aprovecho este instante para dar gracias por haber llegado hasta aqui.
Hay peregrinos de otros grupos, unos han llegado corriendo y se han puesto a gritar la antigua exclamación ULTREIA, ULTREIA ...., a ver quien lo hacía más fuerte, se quitan los sombreros unos a otros para lanzarlos al aire, es divertido verlos. Nos queda poco trecho hasta el gigantesco albergue que han montado aquí arriba, durante el curso es residencia de estudiantes, a nosotros nos atienden estupendamente, la primera noche es gratuita, para los peregrinos, las siguientes 1.250,- ptas. por persona, como no esperamos quedarnos más de una nos importa poco el coste de las siguientes, nos acomodan en una habitación de 8 plazas, si tenemos suerte y no hay avalancha no pondrán a nadie más con nosotros, nos instruyen sobre el funcionamiento y normas del albergue y de la poca calidad de la comida en el self-service, las horas de la misa de peregrinos y horario de autobuses, un plano de Santiago y la llave de la habitación. Tras darnos una confortable ducha nos arreglamos, y, ya relajados, decidimos bajar a Santiago después de comer y completar el camino sin las mochilas y aseados, debemos presentarnos ante el ápostol con buen aspecto. En el restaurante la comida no es muy buena y el trato peor, además lo de self-service es solamente para recoger la mesa, pues la comida has de ir pasando por el mostrador, te la ponen en la bandeja, sin repetir ni echar más de lo que los camareros creen conveniente, cuando nos levantavamos para irnos una camrera nos advirtió que teníamos que recoger los platos y las bandejas que aquello era un self-service, yo le pregumté qué pasaría si no lo hacíamos, si nos devolvería el dinero, ella se lo pensó un poco para contestar que si no lo recogiamos nosotros lo tendría que hacer ella, le evitamos el trabajo y recogimos nosotros, mientras comiamos vimos llegar a la familia que salía de Arzua cuando nosotros, por la noche nos los encontramos en la misma habitación, completaron las plazas del cuarto.
Salimos del albergue y en el indicador de la entrada dejamos un mensaje por ver si alguién conocía a Catherine, despúes de haber visto su nombre escrito en todas las flechas amarillas del camino teníamos curiosidad y deseos de conocer su persona, al llegar a la carretera los niños hicieros algo con lo que soñaban hacía unos dias: UNA FOTOGRAFÍA BAJO EL INDICADOR DE SANTIAGO.
Aunque nos parcía que ya estaba todo hecho todavía hay un trecho hasta la catedral, y a estas alturas mi pierna me insinuaba que estaba dando más pasos de los aconsejables, pasamos ante la iglesia de San Lorenzo donde, según la tradición, se guardan los restos de un monje de Lorena que el mismo ápostol trajo hasta aqui en su caballo, después de que sus compañeros lo abandonesen. Barrio de San Lázaro con su multiusos, por la avenida de Lugo y la Rua de San Pedro llegamos a la "Porta Francigena", la Rua das Casas Reais, la capilla das Animas, la Plaza de Cervantes nos emboca a la Azabachería que conduce directamente a la Catedral, ahora si, ¡HEMOS LLEGADO!, estamos ante el Ápostol.
A pesar de todo parece que el Ápostol se apiada de mi, a las 6 de la tarde hay misa de peregrinos, la oficia el obispo de Cuenca, nos da tiempo a recoger las compostelas antes de que empiece la eucaristia, yo me quedo sentado con Roger en la catedral mientras Carmen y Elena van a recogerlas, necesito unos instantes de intimidad, aunque lo que menos abunda en este lugar es el silencio, me viene a la memoria la escena de la expulsión de los mercaderes del templo de Jerusalén, ¡en cuantos haría falta hoy en dia algo parecido!, el jolgorio que se monta cuando sacuden el botafumeiro es impresionante. Al acabar la misa, aunque no se cite en los textos medievales, pasamos a abrazar al Ápostol, es una manera de darle las gracias más directamente, Hay gente aguardando en una larga fila para dar con su cabeza unos golpes en el Santo dos Croques, verdaderamente si piensan que asi les va a mejorar la intelegencia deberan darse muchos, pues les debe escasear bastante

"En el año de la Encarnación del Señor de 1188, de la era 1226, en los dias de las calendas de abril, los dinteles de los pórticos principales de la iglesia de Santiago fueron colocados por el maestro Mateo, que ejecutó las obras desde los fundamentos de estos mismos portales". Estamos en el Portico de la Gloria donde podemos ver plasticamente uno de los principios de la reforma gregoriana: "Porque lo que se lee en la escritura los ignorantes perciben a través de las imágenes, en ellas ven lo que deben seguir, en ellas leen los que desconocen las letras". Aqui nos situamos en el centro de una visión de la Gloria divina, ante nosotros se desarrolla una imagen de la majestad de Dios, inspirada en Juan y Mateo, que resume la historia de la redención e invoca el Juicio Final, la recompensa y el castigo, de una manera que impresiona. Itenté que los niños observasen detenidamente las imagenes, me prestaron más atención cuando les comenté que el profeta Daniel tiene una cara muy risueña que antiguamente se atribuia a la contempación de los prominentes senos de la reina de Saba, situada enfrente, oportunamente mandados rebajar por algún prelado pudibundo.

Bueno, ya está, hemos conseguido la Indulgencia Plenaria, la satisfacción es grande, parece que el cuerpo nos quede más relajado, sin embargo tenemos la sensación de que hemos pasado muchos tramos del camino sin verlos, ha habido paisajes, edificios, incluso personas que no hemos sabido disfrutar, al darlo por terminado, mientras paseamos por la plaza del Obradoiro, creo comprender mejor al peregrino que lo ha hecho doce veces, este hombre lleva la esencia del camino en su interior, además camina lentamente, sabe donde detenerse y a quien hablarle de su camino, no tiene prisa, sabe que el Ápostol lleva muchos años esperando la llegada de gente como nosostros y continuará esperando que lleguen muchos más. Este ultimo Jubileo del milenio ha tenido un gran despliegue de medios publicitarios, creo que enfocados bajo el punto de vista turistico nada más, de ahi la gran afluencia de peregrinos y visistantes que ha tenido Compostela este año, deberían dedicar más espacios al arte, la cultura, la naturaleza etc. de cada región por la que atraviesa esta antigua ruta, ayudar a la gente a conocer mejor a otras gentes, ojalá estas paginas sirvan un poco para esto además que para agradecer a todas esas personas anonimas que tanto ayudan a los peregrinos desinteresadamente, y darte las gracias a ti por la paciencia que has tenido para leerlas.

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El regreso

28 de julio

Hace rato que hemos subido al tren que desde Santiago, después de cambiar en Orense, nos lleva a Ponferrada, relajados y con sueño, cansados pero con la autosatisfacción que produce el haber superado una dura prueba, hemos intentado hacer crucigramas pero nos vence el sueño, Roger y Elena se han quedado fritos, ¿estarán soñando con el camino, o pensarán en contar a sus compañeros los avatares de estos dias ?, nosotros estamos de vuelta en un moderno medio de transporte, pero aquellos precursores de hace mil años no volvían así, ellos también hacían el camino de vuelta, verían las caras de los que seguían sus pasos, en las posadas y hospederías del camino relatarían los milagros del apóstol, como llevaba en su caballo blanco hasta Compostela a los peregrinos que fallecían en el camino, testimonios de curaciones personales, historias de bandoleros y asaltantes, cuentos de lobos y meigas de los bosques gallegos.

Si están soñando, como yo, les contarán que vieron un grupo de peregrinos franceses lavarse en el arroyo de Lavacolla, gran sacrificio en honor al apóstol, pues le tenían más miedo al agua que a los árabes, que corrieron como locos para ver quien llegaba primero a la cima del Monte do Gozo, que al primero que llegó le proclamaron rey de la peregrinación, de ahi proviene el apellido Rey o Roy y Leroy, que el que quiso llorar lo hizo, que hablando con un tal Aymeric Picaud les contaba las trampas que hacían algunos posaderos de Santiago, que algunos hacían el camino en penitencia o castigo por injurias o insultos, que los franceses gritaban al divisar las torres de la catedral " MON JOIE, MON JOIE " o el Canto del Ultreia, que Gelmirez ha mandado edificar una capilla en esta colina, muchos se descalzan para hacer el resto del camino, el grupo de mercaderes de Lorena que venían en cabalgaduras lo harán a pie. Contaran que entraron en Santiago por el barrio dos Concheiros, sus calles de granito estan repletas de artesanos haciendo conchas de plata y de latón, que en la Via Francigena abundaban los cambistas y mercaderes, en el cruceiro de Bonaval han ahorcado a un peregrino, dicen que en el ultimo momento invocó a la Virgen y esta le concedió una muerte súbita y sin padecimientos, que por la Azabacheria llegaron a la Puerta Santa cuando ya se ponía el sol, que velaron toda la noche en la Catedral, cantando himnos y escuchando toda clase de instrumentos (violas, liras, cítaras, tímpanos, ruedas galaicas, salterios, zanfoinas), que allí se hablaban y oían toda clase de lenguas, que había frailes confesando en toda clase de idiomas, que antes de la primera misa del dia se entregaban las ofrendas, que después oyeron misa mientras el gigantesco botafumeiro amortiguaba el olor a humanidad, que recibieron la absolución mientras abrazaban al apóstol, que como era año santo se les perdonaron todos los pecados, de haberlo hecho en otro año solamente se les habrían perdonado la tercera parte, que al salir un grupo de bardos y juglares franceses cantaban en su lenguaje provenzal en la plaza del Obradoiro. Contar cosas así a los compañeros de colegio debe impresionar, o si no, simplemente que digan que vuelven de abrazar al Apóstol, que no han dejado nada para ellos, eso quizás les empuje a venir. Podemos pensar que muchos peregrinos jamás regresarían a su lugar de origen, unos por desfallecer en el camino, otros por culpa de bandoleros y asaltantes los más porque los reyes concedían franquicias y privilegios a los repobladores y colonos para que se instalaran en tierras reconquistadas, los primeros en acomodarse serían los artesanos, especialmente maestros canteros para labrar las piedras de los templos, el arte románico entraba por el camino haciendo abandonar el asturiano y el mozárabe, más tarde el gótico también entrará con acento francés para asentarse en toda la geografía, una completa integración de culturas, pueblos y lenguas. Pensar, a las puertas del tercer milenio, en toda la influencia que ha podido tener el Camino, con mayúscula, en la forma de ser de las gentes, sobrecoge e impresiona, y creo que tienen razón quienes reivindican su importancia en la construcción del inconsciente colectivo que ha dado lugar al sentimiento europeo, una idea de vida en común, acumulando huellas, compartiendo esperanzas, asumiendo juntos las diferencias, volvemos más convencidos de que formamos parte de una gran familia, sabemos que las tierras que hemos cruzado, de alguna manera, también son las nuestras, son una realidad compartida por miles de personas, que antes y después de nosotros, desde las tierras boreales de Suecia y Finlandia, desde las riberas del Danubio, desde los polders holandeses, desde las orillas del Sena o desde las ciudades del Rhin, sin olvidarnos de nuestra Mediterrania y resto de la península, el camino es un itinerario por donde pasan en paz con una fe común gente de todos los rincones de Europa, un camino lleno de diferencias donde lo distinto enriquece. Es curioso como al darlo por acabado casi todos pensamos lo mismo: "VOLVERÉ, HACIÉNDOLO MÁS DESPACIO".

valopez@teleline.es