http://jazzbluesybtt.blogspot.com/2010/07/el-camino-de-santiago-1-de-3.html
Solíamos salir en bicicleta los domingos que no trabajaba , dependiendo del cámping donde estuviéramos, tal vez en Sitges, Bagur, Lloret o en el Pirineo. No importaba. La cuestión era pasar el máximo tiempo juntos compartiendo experiencias y disfrutando con él .
Y como suele suceder, buscando algo navegando por Internet, una tarde aterricé en www.iespana.es/diariosdeperegrinos y empecé a leer. Había mucha gente que lo hizo y que, además, lo contaba. A pie, en bicicleta, a caballo... españoles, ingleses, belgas, norteamericanos, brasileños, argentinos, polacos, etc. Y me dije.... Porqué no nosotros?
Esperé unos dias, rumiando como planteárselo, hasta que una tarde, a la salida de la biblioteca del colegio, le paré y le dije: "Nos vamos en bici de Roncesvalles hasta Santiago".
La cara de incredulidad que puso fue mayúscula, pero no por que no se viera con fuerzas para hacerlo, si no por que no esperaba que yo, un carrozón de cuarenta y muchos se lo propusiera. Me dijo que Sí, por supuesto !!
Después de un mes preparándolo todo, facturando bicicletas, llenando alforjas y mochilas, comprando billetes, nos vamos a la terminal de autobuses de Sants. A las 11 de la noche sale nuestro autocar para Pamplona, llevándonos además de nosotros, un montón de dudas e ilusiones. Como será el Camino... Duro? Difícil?.
En esas estaba cuando llegamos a la capital navarra a eso de las 5 de la madrugada. Muchisimo frío a esas horas, todo cerrado y tuvimos que esperar en la terminal a que abrieran los bares para tomar algo caliente.
Tardaron en abrir la agencia para recoger las bicis, las montamos y nos fuimos a dar una vuelta, que más que vuelta fue un encierro por que hicimos el mismo recorrido, pero sin morlacos persiguiéndonos.
A las cuatro de la tarde, el autocar de Roncesvalles. Desmonta las bicis, porque enteras no cabian, sube los bultos, paga los billetes y acomódate como puedas. La guagua va hasta los topes. Llegamos 40 minutos después y vuelta a correr. Sella la credencial, busca alojamiento y después a cenar y a la cama tras 36 horas sin apenas dormir.
Nos levantamos tarde, y más tarde se nos hizo para montar las alforjas (como se notan los novatos...) Bajando rápidamente hasta el alto de Erro, donde el aire de cara nos dificulta notablemente la marcha, en un dia soleado, llegando a Pamplona al mediodia . Guille se está portando como un hombre. En las subidas empieza a sacarme tiempo y acaba esperándome.
A la salida paramos a comer en Zizur en un asador y en el Albergue nos indican no subir el puerto del Perdón pues hay mucha piedra suelta y sopla fuerte el viento. Damos una vuelta por pueblos navarros como Salinas, Biurrun y Adiós, saliendo al camino aragonés llegando a Eunate, maravilloso. Pasado este punto y antes de llegar a Puente la Reina donde nos indicaron que estaba prácticamente lleno, paramos en Obanos. Muy bueno, y además todo el Albergue para nosotros solos. Ducha, cena y llamada a casa dar novedades. Hacemos un poco de tertúlia con el dueño y un pipí y a la cama.
Nos levantamos oyendo llover, vamos a desayunar a un bar y salimos vestidos de buzo, por el agua. Pasamos Puente la Reina y Cirauqui, donde nos ponemos de barro hasta los ojos al pasar las ruinas del puente romano. Decidimos ir por carretera pues se va más rapido y además aunque vayas mojado, por lo menos llevas limpia la ropa y las alforjas. Guillermo marcha delante de mí y parece que disfruta del paisaje. A la hora de comer llegamos a Estella. Sellamos y llamamos a casa... una ruina, 6 euros por 4 minutos de llamada fuera del horario del contrato. Ya no llamaremos más a esas horas. Después pasamos por la fuente del vino !!. La verdad es que pasas delante de las Bodegas Irache y aparte de que hay una webcam a tiempo real
http://www.irache.com/webcam/index.html,
hay dos grifos. Uno da agua y el otro.. vino !!. Fotos de rigor, Guille alucinando y otra vez en marcha, esta vez sin llover, hasta Los Arcos donde descansaremos. Ducha, tender la ropa para que se seque, se secó poco y tuvimos que ponérnosla húmeda, comprar la cena. Hacérnosla, cenar con 50 personas más; una cremita de Radio-Salil por las piernas y una vuelta de rigor por el pueblo.
Salimos rápidamente de Los Arcos ( ya montamos las alforjas como profesionales), al poco tiempo... lluvia. Lluvia otra vez !!, la carretera sube, baja, sube, baja , hasta cansarse. En llegando a Logroño cruzamos el Ebro y en la fuente de Carlos V, Guille se descalza y se pone a escurrir los calcetines... pobre, sacó más agua que la que llevábamos en los bidones. Seguía lloviendo al salir de la ciudad. El Camino marcaba por el barro y nosotros seguimos por carretera, cambiandonos algunos frutos secos mientras camioneros españoles nos saludaban con el cláxon unos metros antes de avanzarnos rociándonos de agua una y otra vez. Paró de llover al llegar a Nájera (en Nájera, si peregrino... najerino), sellamos y comimos bien. Después hacia Azofra y Santo Domingo de la Calzada (donde cantó la gallina después de asada), a dormir en la casa del Santo. Mientras uno compra la cena el otro trata de buscar un radiador donde colgar la ropa mojada. Nos hacemos una sopa "toma ya !!" y una barra de ½ kilo llena de diverso embutido, que por aquí los hay muy buenos. Un peregrino alemán me pregunta si el bocata es para mí y la sopa para el nene, y le digo "nicht", la sopa para 2, la punta del bocata para mí y el resto para el "nene". Se le cambió la cara y más cuando Guille se lo acabó todo. Salimos después a comprarnos unas bambas pues las mías se habían abierto por delante y unas pastillas de frenos que tenía que frenar con los pies de lo gastadas que las llevaba.
A primera hora brillaba el sol y los caminos se encontraban secos, no volvería a llover hasta el viernes 18, pero ya no estaríamos en ruta. Salimos pues, con un ritmo tranquilo y sin forzar hasta Grañón famoso en el Camino por las sopas de ajo que prepara el mosén a todos los peregrinos cada noche. Seguimos por Tosantos y Villambista, paramos a almorzar y después , por Villafranca de los montes de Oca e Ibeas de Juarros. Parada obligatoria : nos comentaron que se comía de muerte. No se equivocaron: Lentejas con chorizo de primero y olla podrida de segundo. Un petardazo !!. Qué manera tan sonora de llegar a Burgos!!, y qué risas... Buscamos el parque donde esta el Albergue y allí que nos quedamos.
Sopesamos la posibilidad de hacer más etapas antes de volver a casa, pero el hombre del tiempo nos lo puso claro... Los pasos de Semana Santa en Castilla se harían con barca de lo que iba a caer. No quedaba mucho tiempo y debíamos facturar las bicis para Barcelona. Encontramos una papelería que colaboraba con Seur y después de un par de llamadas una furgoneta se las llevó. Teníamos 22 horas para descansar y visitar esa bonita ciudad y vaya que lo hicimos.
Volvimos a Barcelona el 17 de Abril.
Ya estamos otra vez en el Camino!. Salimos anoche en tren desde Sants y hemos venido durmiendo como angelitos en literas y con aire acondicionado. La historia se repite: facturación de bicicletas, billetes de tren, espera para recogerlas, total no salimos hasta las diez de la mañana y sin cambiarnos de ropa nos vamos por Tardajos, Hornillos, San Bol, por las ruinas del monasterio de San Antón hasta Castrojeriz, donde paramos a comer. Buena gente, muy acogedora. Un descanso antes de subir el Alto de Mostelares, para, seguidamente atravesar el Puente Fitero, entrando en Palencia por Itero de la Vega y Boadilla del Camino donde hicimos noche. El sol nos ha dado un buen repaso y nos hemos tenido que dar crema hasta en el paladar. Una buena cena, llamada a la central y a dormir.
Después de un buen desayuno, salimos por el Canal de Castilla en dirección a Frómista, todo es llano y sin ninguna dificultad, largas rectas sin desnivel. Adelanto a Guille para más tarde, entrar en Población de Campos a sellar. Me giro y no lo veo tras de mí, por lo que doy media vuelta y retorno a Frómista por si ha pinchado o le ha pasado algo, pero sigue sin aparecer. Otros ciclistas se ofrecen a buscarlo camino adelante. Les doy el mobil para que me localice, y una hora más tarde me llama desde Carrión de Los Condes. No se habia perdido, simplemente no se paró.
Una vez aclarado el asunto, decidimos quedarnos en Carrión después de haber avanzado sólo 25 kms. de nuestra andadura. Comimos y paseamos por el pueblo hasta la hora de ir a dormir.
Esta madrugada ha llovido bastante y cuando hemos salido estaba nublado todavia. Almorzamos en un banco de la plaza, donde Guille se deja olvidadas las gafas de sol. El día mejora a medida que pasan las horas, acabaremos con muchos kilómetros y mucha calor. Sin prisas pero sin pausas vamos por el Camino que aquí es cañada real, la calzada esta descarnada. Sólo piedras sin apenas tierra. Los brazos agradecen las bicicletas con suspensión delantera, no así el trasero ya que todavia no tengo una doble.
Pasamos por Calzadilla de la Cueza, Lédigos y Sahagún por la ermita de San Nicolás. Comemos en Calzada del Coto y vamos a sestear a Bercianos del Real Camino, donde tomo unos cafés con el hospitalero, buena gente, mientras Guille descansa a la puerta del Albergue. Al despedirnos le hace un presente al niño... unas gafas de sol guapísimas !!.
El terreno es totalmente llano. Al norte , lejos, se divisan los Montes de León que nos separan de Asturias y Cantabria. El paisaje es magnífico, el día claro y el sol de espaldas, lo mejor para un fotógrafo, pienso.
Seguimos atravesando pueblos y pueblos...El Burgo Ranero, Reliegos y Mansilla de las Mulas, donde vamos al Albergue.... Completo!!!. Es fiesta mayor y hay una feria de la edad Media. Menos mal que a la orilla del Esla hay un cámping donde montaremos por primera vez la tienda de campaña. Duchita de rigor y a cenar con una peña que nos hemos conocido en el Camino. Hoy Guille ha hecho 82,4Km., la jornada más larga de todo el Camino.
Aunque estamos en pleno verano hemos pasado un poco de frío esta noche. El día ha amanecido radiante y vamos a hacer una de las etapas más interesantes de la ruta de la Vía Láctea, que es otro de los nombres que recibe el Camino, ya que está orientada de Este a Oeste. Salimos por la N-120, pues el camino bordea campos de labor haciendo cuadros y adelantamos más por carretera. Desayunamos en un bar y directos a León, por Villamoros, Villarente, Arcahueja, Valdelafuente y ... León !!... Directos a la Catedral. Qué maravilla, qué rosetón, qué vidreras, qué gótico, qué cara de tontos todos mirando hacia arriba con la boca abierta. Ni preocuparnos de las bicis que teníamos aparcadas y sin atar en plena calle.
Cuando llenamos de arte nuestras almas, salimos a la calle para seguir camino. Camino?... resulta que hay que dar una vuelta completa al barrio de la Catedral para retomar las flechas amarillas, y en un semáforo se me traba el calapié y caigo sobre mi brazo derecho.
Tardo algo en levantarme y pese a que lo puedo mover, el dolor es enorme. Tengo un flashback: me veo con el brazo vendado y con mi hijo en la estación de Renfe, esperando el tren nocturno que desde Galicia nos lleva a Barcelona. Lucho contra esa idea y vuelvo a montar en la bici en dirección a Trobajos del Camino donde comeremos. El dolor no sube pero es constante; seguimos por La Virgen, Valverde y San Miguel del Camino. El brazo lo llevo apoyado con el codo en el manillar, la mano ni para coger un vaso de agua. Pasamos Villandangos, San Martín y Hospital de Orbigo por el famoso puente de Orbigo sin descanso hasta adivinar a lo lejos Astorga. Cuesta llegar a lo alto pero llegar es una bendición. Paramos en el Albergue, que antes eran una escuela y después de la ducha y la colada de rigor nos vamos a visitar la catedral y el palacio de Gaudí. Cenamos de bocadillo. Mañana más.
He pasado la noche del loro, cada vez que me movía veía las estrellas. Al levantarnos y después de almorzar pregunto por el Centro de Asistencia Primaria donde me revisan el brazo: tengo un derrame que me cubre desde el bíceps a la muñeca. El médico me palpa cuidadosamente... no hay nada roto. Después me da un vaso de agua y me dice que lo sostenga... se me cae de las manos. Tendinitis postraumática. Debo dejar la bici, irme a casa y dar descanso al brazo por lo menos un mes. Ni pensarlo !!. Me quedan 250 kms. hasta Santiago y quiero acabar (nunca he acabado algo grande y no sería ésta otra vez más). Me da una pomada y me receta una venda compresiva para el codo. A la carretera !
Ah.. no he dicho que ésta es la etapa reina del Camino, subiremos hasta los 1600m. y dejaremos una piedra en la Cruz de Ferro, después bajaremos a Ponferrada y trataremos de hacer los máximos kilómetros posibles para llegar lo más cerca de la falda de los montes Ancares y el Cebreiro, pero poco a poco...
Salimos pues, de Astorga por carreterilla hacia Murias de Rechivaldo, en una suave subida que no dará respiro y se irá acrecentando poco a poco. Después por Sta. Catalina de Somoza, El Ganso y Rabanal del Camino . Guille se destaca del pelotón, que soy yo, y me lo encuentro frente al Albergue de esa localidad esperando el almuerzo. Saco de la mochila un paquete de sobaos pasiegos y otro con laminas de almendra y una botella de cacao, qué delicia; nos ponemos hasta las orejas y cogemos fuerzas para lo que queda (que es lo mejor). Dura subida hasta Foncebadón, donde vemos la primera palloza, y a partir de aquí la carretera se empina todavía más. Voy con el mínimo desarrollo posible, apenas rozo los 6 Km/h. y Guille hace rato que ha desaparecido. De donde sacará tanta fuerza ese crío?. En 4km. llego al punto más alto de todo el Camino, la Cruz de Ferro. Un montículo formado por infinidad de piedras, grandes y pequeñas, que han sido depositadas por peregrinos que las traen de tierras lejanas (en nuestro caso las cogimos al salir de Astorga) y en todo lo alto un simple poste de madera de unos 5 metros de alto y en la picota una cruz pequeña y oxidada, que posiblemente sea la más adorada de toda la ruta. Dejamos pues nuestras piedras, hacemos las fotos de rigor y bajamos hasta Manjarin, donde dicen que resta allí el último caballero Templario. Después vuelta a subir hasta una estación de radares y ya desde alli, todo bajada hasta Ponferrada, pasando por El Acebo, Riego de Ambros y Molinaseca. Llegando a la ciudad paramos a comer en un restaurante que está en un piso y que usa el patio interior como comedor. De diez !!. Después del café nos invitan a chupitos. Guille será la primera vez que lo prueba y no le hace ascos el pocavergüenza !
El sol está muy alto todavía y nos vamos a descansar a la estación de autobuses que tienen aire acondicionado. Pasado una hora montamos y pedaleamos hacia Columbrianos, Fuentes Nuevas, Camponaraya, donde otros peregrinos nos llamaban desde los bares para que paráramos, pero llevábamos puesta la directa y no paramos hasta Cacabelos donde haremos noche. Los chicos y chicas de este pueblo se tiran al rio desde el puente de la carretera, unos 4 o 5 metros de altura. Nos dan una habitación con dos camas !! una mesita de noche y un par de armarios. Muy chulo. Ducha, lavadora y tendedero antes de salir a buscar el pienso de cada día. Nos cruzamos con un cuarteto de Madrid que son la leche, siempre de broma, otro grupo, una pareja de Montesa y dos de la misma ciudad de Valencia y otra pareja de Sant Feliu de Guixols. Acabamos llenando el salon principal de un asador , nos bebimos el Miño , nos comimos el niño Jesús, y a la chita callando, es decir riendonos por lo bajini, cada vez menos por lo bajini nos colamos en las habitaciones.
Desde Masilla, todas las mañanas son frescas, muy frescas y hoy no ha sido diferente. Temblamos un poco hasta que nos da el sol y vamos a ritmo lento hacia Villafranca del Bierzo donde almorzaremos hoy y los demás días ora con los de Valencia, ora con los de Montesa. Salimos por la antigua N-6 en dirección a Pereje, Trabadelo y Ambasmestas, donde Guillermo sin gran esfuerzo me abandona, poco a poco, a mi suerte. Voy subiendo piñones y al poco tiempo los llevo todos metidos. No hacen piñones más grandes, sino ya los hubiera comprado. La nueva Autopista del Atlántico pasa muy por encima mío y despuésde 35 kilómetros habremos invertido las posiciones. Paso lentamente por Ruitelán, Herrerías y Hospital y me salgo del Camino en dirección a Piedrafita donde Guille hace rato que me espera, su cara me lo dice todo; sin dejarme recuperar el aliento, sale disparado al Cebreiro tras los ciclistas madrileños. Sólo son 4 kilómetros, pero de subida constante. Los de Madrid son amateurs y corren muchísimo, pero Guille les aguanta muy bien y llega con ellos arriba, mientras yo no he acabado el primer km.. Horas me parecieron hasta legar a la cima. Nos paramos a comer mientras los madrileños desaparecen hacia Triacastela. Después nos hacemos una merecida siesta, tras la cual montamos y tras un sube baja, llegamos al Alto del Poio y, desde allí en una maravillosa bajada nos plantamos en Triacastela. Nos surge una duda: Por Furelos o por Samos... por Samos, a ver el monasterio. Parada y fonda en las caballerizas, donde dormiremos. Lo de siempre, lavar y buscar para cenar. Cenamos en un parque tremendos bocatas de atún. En eso que pasan los de Valencia y descaradamente nos copiaron y henos aquí, cuatro menesterosos comiendo a dos carrillos sentados en un parque público. Después los de Montesa se nos unieron para tomar café y, a la cama.
Es curioso, en acabar las etapas del Camino, sueles tropezarte con las mismas personas, ya que más o menos todos tenemos la misma resistencia, unos van más rápido pero descansan más tiempo, otros van más despacio pero las paradas son más breves, coincidiendo casi siempre. Por ejemplo los cuatro de Valencia coincidimos en todos los finales de etapa desde Samos.
Digo esto porque Guille y yo salimos de los primeros de Samos, con una niebla "meona", que aquí se les llama así, en dirección a Sárria con unas pastas y un cacao para desayunar. De allí a Barbadelo, Ferreros, Mercadoiro, Parrocha y Vilacha.
Guille va con la directa y no lo puedo seguir; le grito que vaya con cuidado pero parece que no me oye... un par de minutos más tarde veo en la gravilla del asfalto un ocho dibujado entre la grava y después un recto hasta una huerta... donde estaba mi niño, de bruces !!., se habia dado un guarrazo, pero habia caído en blando, no sin algun que otro rasguño. Tardó unos minutos en superar el subidón de adrenalina. Cuando se le pasó el mareo bajamos hasta Portomarin donde nos alcanzaron los valencianos y todos juntos.. a almorzar. Bocatas, cervezas y cafés y tambien comprar Betadine para los rasguños.
Al salir me da una pájara y tengo que hacer unos 4 km. andando hasta que me recupero. Tranquilamente pasamos Gonzar, Castromayor, Venta de Naron, Ligonde, Portos, Lameiros hasta Palas de Rei donde comeremos. Hacemos un descanso en un pinar cercano y nos ponemos en marcha con el sol todavía alto, pero hay que seguir. Por Carballal, Casanova, Coto, Lebuleiro, Furelos y por una trocha recta y larga entramos en Mellide, donde pernoctaremos.
Por supuesto, en la ducha nos encontramos con los valencianos, los de Montesa y los de St.Feliu de Guixols. Luego por el pueblo, fuimos a cenar al que posiblemente sea la pulpería más famosa de toda España, casa Ezequiel. Unas tablas de pulpo y unas cazuelas de vino turbio bien frío y después en la Plaza Mayor unos cafés y tranquilamente a descansar.
Se nota que llegamos al final del Camino, el cansancio hace que las tertulias sean más distendidas, con mucho humor y menos ironía. El personal se borra bastante pronto y la tranquilidad del Albergue sólo se ve alterada por los ronquidos de muchos de los que allí descansan.
Hoy es la última etapa !. Desayunamos juntos los que juntos cenamos. Queremos hacerla rápidamente y por eso iremos por carretera. Sube, baja, sube, baja... bufff., esto no acaba nunca; pasamos por Castaneda, Arzúa, Boavista, Salceda, Santa Irene... Bufff, estoy pasándolo mal; Guille va haciendo la goma, ahora atrás, ahora delante, dándome ánimos. A Rua, Amenal, y la subida al aeropuerto de Lavacolla. Una vez pasado, me bajo de la bicicleta totalmente fundido, a sólo 9 kilómetros de Santiago. No valgo llegar... la gente que pasa por nuestro lado sólo hace que dar ánimos pero el bajonazo es terrible. Posiblemente se deba a una bajada de azucar, ya que padezco hace tiempo de diabetes tipo II. Es la primera vez que me pasa, pero siempre llevo un sobrecito de azúcar por si las moscas. Me lo echo al coleto, un buen trago de agua y a esperar. Al cuarto de hora estoy recuperado. Pasamos por la TV.Galega y casi sin darnos cuenta... El Monte de Gozo !!. Ya está !! Allá al fondo se ve la fachada del Obradoiro !!. Hemos llegado. Podriamos ir andando incluso, si fuera necesario. Fotos de rigor, sellamos y bajamos por inercia al Albergue del Monte do Gozo, donde almorzaremos. Luego y con toda la solemnidad llegaremos a la Plaza del Obradoiro donde nos dimos un abrazo. Nos cruzamos con los valencianos y nos fuimos a buscar la Compostela y a encontrar alojamiento. En el Seminario Mayor nos encontramos con una pareja de ciclistas que nos ayudaron en Carrión de los Condes cuando Guille se extravió. Les volvimos a dar las gracias. Luego bajamos las bicis a facturar y seguidamente a visitar la catedral, abrazar al Santo y dar los croques correspondientes al Maestro Mateo arquitecto del edificio y a pasarnos por Renfe a reservar billetes para Barcelona. Evidentemente el tren sale de A Coruña por lo que mañana tomaremos en regional Vigo-Santiago-Coruña para coger por la tarde el nuestro. Hicimos alguna compra y despues a cenar y a dormir, que el cansancio nos comía las piernas.
Con las mochilas y alforjas bajamos a la estación de Renfe a esperar el regional, mientras desayunábamos. Luego, cómodamente nos dejamos llevar hasta A Coruña. Dejamos los bultos en consigna y nos vamos a voltear la ciudad. Camina que caminarás, paseamos por la playa de Riazor para ver el estadio... cerrado. Luego en el centro pudimos ver el Trofeo Teresa Herrera de plata en una joyería. Revelamos unos carretes en el Corte Inglés y allí mismo comimos alguna cosa.
A las 18h. sale nuestro tren y nos instalamos comodamente, pues la azafata del vagón nos indica que hasta Burgos (02.00) no subirá nadie a nuestro departamento y el resto subirá en Logroño (04.00).
A la media hora, Guille se queda dormido a todo lo largo de la litera... cómo ha crecido este último trimestre. Es ya todo un hombre. Ha ganado como persona y se muestra más comunicativo conmigo. Espero que esta experiencia nos sirva como ese gran recuerdo que salta a la memoria cuando alguien te falta.
Estas notas se acabaron de escribir la noche del 2 al 3 de Agosto de 2003
* La tendinitis tardó en remitir algo más de dos meses.
** Doce meses después de acabar esta aventura, Guillermo dejará de ir en bicicleta... no volverá a cogerla