http://www.atienza.info/camino/textos/Etapas32.htm
Hace unos diez años Paca y yo hicimos el Camino de Santiago en furgoneta. Vimos algunos pueblos del Camino y visitamos los lugares más famosos. Ni por asomo se nos ocurrió pensar que algún día nos propondríamos hacerlo andando. Los años pasaron y cada vez que cruzábamos el Camino en nuestros viajes hacia el norte, nos admirábamos ante los peregrinos que veíamos. ¿Qué fuerza movía a aquella gente? ¿Seríamos nosotros capaces de hacerlo?. La contestación a esta pregunta era siempre un NO con mayúscula. Sin embargo, pensar en hacer el Camino fue poco a poco convirtiéndose en algo recurrente. Cuando teníamos ganas de imaginar que nos metíamos en una aventura, en algo bonito, decidíamos, en un repente, hacer el Camino. No habían pasado más que unas pocas horas y desechábamos la idea con miedo, con prisa y casi con furia, ¿cómo se nos puede ocurrir pensar en eso?, ¡ni que estuviésemos tontos! ¡Menuda paliza!. La idea del Camino, en los dos años anteriores a hacerlo, se convirtió en un ave migratoria que venía de no se sabe donde a nuestras mentes y, una vez en ellas, apenas hecho el nido, era expulsada a escobazos. Pero tanto fue y vino, vino y fue, que el ave, con el tiempo, se hizo familiar. En Mayo de 1999 se asentó en nido fijo y a mediados de ese mes comenzamos a entrenar. La idea del Camino comenzaba a tomar cuerpo.
Como no teníamos ni idea de cómo hacer el Camino, nos pusimos a indagar y encontramos un página web en Internet que nos fue de mucha utilidad. La página por si a alguien le interesa es:
http://www.intercom.es/mediaint/santiago/tableiro.htm.
En esta página además de información y links con otras páginas nos ofrecieron la posibilidad de entrar a formar parte de una lista de correo sobre el Camino de Santiago. Los listeros nos informaron de cuanto necesitábamos saber: materiales, albergues, flechas amarillas, credenciales, compostela, etc. La lista, también por si a alguien le interesa, esta en:
http://www.egroups.com/list/camino-de-santiago.
En esta lista nos informaron de las guías más adecuadas, que, a juicio de los listeros (gente que en su mayor parte había hecho el Camino una o más veces) fueron la de El País-Aguilar y la de Everest.
También nos pusimos en contacto con la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Guadalajara, donde, el día 23 de Junio, nos entregaron nuestras acreditaciones o credenciales y donde se nos dio amablemente toda la información que pedimos.
Antes de empezar hemos de decir que Paca tiene 42 años y yo 47. Paca es delgada y no hace ejercicio habitualmente, pesa y pesaba 50 Kgs.. Yo suelo hacer ejercicio pero por Mayo del 99 andaba muy mal de forma física y con un sobrepeso considerable: 103 Kgs. para mi 1,80 de estatura.
Comenzamos a entrenar con zapatillas hasta que poco a poco, sobre todo cuando lo hicimos con mochilas, nos dimos cuenta que unas buenas botas de senderismo eran mucho mejor que las zapatillas.
Para no ser muy pesado resumiré cuanto pueda nuestros entrenamientos:
Fechas | Trayecto | Km. | Paca | Salva | Mochila |
15-5-99 | Taracena-Aldeanueva-Torija-Taracena | 30 | Sí | ||
16-5-99 | Taracena-Aldeanueva-Torija- Taracena | 30 | Sí | Sí | |
17-5-99 | Torija-Aldeanueva-Guadalajara | 21 | Sí | ||
20-5-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | ||
21-5-99 | Torija-Aldeanueva-Guadalajara | 21 | Sí | ||
25-5-99 | Guada.-Dar vista a Lupiana | 15 | Sí | ||
26-5-99 | Guada.-Lupiana-Centenera-Guada. | 25 | Sí | ||
28-5-99 | Guada.-Lupiana-Centenera-Guada | 25 | Sí | ||
29-5-99 | Guada.-Lupiana-Guada. | 20 | Sí | Sí | S |
30-5-99 | Guada.-Monte-Iriepal-Guada. | 20 | Sí | Sí | S |
31-5-99 | Guada.-Llanos-Iriepal-Guada. | 10 | Sí | S | |
2-6-99 | Guada.-Dar vista a Lupiana | 15 | Sí | S | |
4-6-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | S | |
6-6-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | Sí | S |
7-6-99 | Guada.-Dar vista a Lupiana | 15 | Sí | Sí | S |
9-6-99 | Guada.-Dar vista a Lupiana | 15 | Sí | Sí | S |
10-6-99 | Guada.-Dar vista a Lupiana | 15 | Sí | ||
11-6-99 | Torija-Aldeanueva-Guadalajara | 21 | Sí | S | |
12-6-99 | Guadalajara-Aldeanueva-Torija | 21 | Sí | Sí | |
13-6-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | Sí | S |
15-6-99 | Guada.-Centenera-Lupiana-Guada. | 25 | Sí | S | |
17-6-99 | Guada.-Dar vista a Lupiana | 15 | Sí | Sí | PyS |
18-6-99 | Torija-Aldeanueva-Guadalajara | 21 | Sí | S | |
19-6-99 | Guadalajara-Aldeanueva-Torija | 21 | Sí | Sí | |
20-6-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | S | |
21-6-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | Sí | PyS |
22-6-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | Sí | PyS |
27-6-99 | Atienza-La Miñosa-Cañamares-Atienza | 25 | Sí | S | |
28-6-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | Sí | PyS |
29-6-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | Sí | PyS |
1-7-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | Sí | PyS |
2-7-99 | Guada.-Centenera-Lupiana-Guada. | 25 | Sí | Sí | PyS |
3-7-99 | Atienza-La Miñosa-Atienza | 10 | Sí | S | |
4-7-99 | Cañamares-Prádena-Cañamares | 22 | Sí | S | |
5-7-99 | Guada.-Cruce Aldeanueva.-Guada. | 15 | Sí | Sí | PyS |
Anduvo Paca 302 Kms. en 17 días. Por mi parte fueron 648 Kms. en 35 días. A mi me vino mucho mejor que a Paca, puesto que ella estaba delgada y yo, que no lo estaba ni lo estoy, perdí 8 Kgs. quedándome en unos 95 Kgs. que si bien eran aún muy respetables se compensaban con una forma física bastante mejor que la que tenía.
Lo que, después de muchas consultas y dudas, llevamos fue:
*CADA UNO:
- 3 mudas
- 3 camisetas
- 3 calcetines de los que mantienen los pies secos
- 1 par de botas
- 1 par de sandalias
- 1 jersey
- 1 chubasquero
- 1 capa para la lluvia
- 1 sombrero
- 1 pantalón corto
- 1 pantalón largo
- 1 esterilla
- 1 saco de dormir ligero (1 kg. aprox.)
- 1 cantimplora de 1/2 litro Paca y otra de 1 litro yo
- 1 garrota
- 1 toalla pequeña
- 1 bolsa de aseo
- 1 mochila
*COMPARTIDO:
- 1 botiquín. (mercromina, tiritas, alcohol de romero, saltratos, aspirina)
- 1 navaja multiuso
- 1 caja de imperdibles grandes. (Muy útiles para tender, colgarse las prendas mojadas de la mochila, etc.)
- Agujas e hilo
- 1 linterna
- 1 cuerda
- 1 rollo de papel higiénico
- 6 sobres y cartas
- 1 guía del Camino (El País-Aguilar) y los mapas de la otra (Everest)
- 1 cámara fotográfica desechable
- 1 bolsa de plástico a prueba de agua
- La documentación y credenciales
- 1 cuarto de kilo de frutos secos, que reponíamos cuando se gastaban
Como la diferencia de fuerzas y tamaños era grande, Paca llevaba un macuto pequeño que pesaba unos 5 Kgs. y yo llevaba uno grande con mis cosas, todo lo que era compartido y además el saco y el calzado de Paca, con lo que el mío pesaba 12 Kgs.
Bueno, no somos grandes expertos como para aconsejar a nadie pero podemos decir que:
8 Julio A Santiago XXX Km.
El día 8 de Julio salimos en tren de Guadalajara a las 9 y media de la Salva (el de la mañana con destino a Pamplona.
Paca) y a en Santiago Vicente Pastor nos baja a la estación.
Ya en el tren conocemos a un peregrino ciclista, un gaditano que, en solitario, va a hacerse Pamplona-Santiago. Va equipado con un teléfono móvil y no para de comunicarse con su mujer y con sus amistades durante todo el viaje. Nos dice que lo que más aprecia en el Camino es vivirlo en solitario.
Cosas!.
Cuando a las 2 llegamos a Pamplona nos vamos al centro en autobús (95 ptas).
A pesar de ser los Sanfermines, comemos estupendamente en Casa Manolo, cerca de la estación de autobuses.
Después de comer y mientras esperamos la salida de 'La Montañesa' (el autobús que sube a Roncesvalles) tomamos un café en la plaza del Castillo y paseamos con nuestras mochilas por las calles más transitadas del casco viejo.
Bullicioso ambiente lleno de pedigüeños, revendedores de entradas, músicos callejeros, gente colocada, tamborileros de procedencia africana (que, sin duda, habrán hecho su 'camino' hasta aquí de un modo menos placentero que el que Paca y yo vamos a iniciar, por mal que se nos de) , mimos, chorizos, y gente de todo pelaje, vestimenta, edad y condición.
Los peregrinos con nuestras aparatosas mochilas nos desplazamos entre la multitud como unos obesos torpes que todo lo rozan a su paso.
Cuando sale 'La Montañesa', a las 6 en punto de la tarde, el autocar va a tope. Estamos saliendo de Pamplona cuando una abuelita, con pañuelo rojo al cuello, para el autocar en plena calle con mucha decisión y autoridad y 'ordena' al chófer que recoga a dos peregrinos en bici. Estos le acababan de preguntar en ese preciso momento de dónde salía el autobús de Roncesvalles.
Eso es civismo, sí señor. Valentía también, pues plantarse en mitad del tráfico a parar un autobús en plenos Sanfermines lo requiere. ¡Aúpa, abuela!.
Los peregrinos, que luego resultaron ser dos ciclistas de Lanzarote, meten en los bajos del autobús sus bicis y se incorporan al club de los 'pelaos'. (Los peregrinos que llenamos el autocar vamos todos como 'quintos')
Durante el viaje Paca y yo intimamos con un grupo de 5 sevillanos de 52, 40, 38, 19 y 16 años . La única chica es la de 19 años . Todos vamos nerviosos y más que nos ponemos al observar desde el autobús el camino que hemos de recorren en dirección a Pamplona. Es impresionante. Los nervios nos hacen hablar sin parar, como si nos conociésemos de toda la vida.
A las 7 y cuarto en Roncesvalles. Vamos a la abadía donde, con mucha ceremonia y misterio, un canónigo sella nuestra credencial, nos hace una encuesta sobre los motivos de nuestra peregrinación y nos dice, muy circunspecto, que el Camino está este año desbordado y los refugios abarrotados de gente .
Vamos, a las 8, a la misa cantada. Los canónigos hablan de la protección al peregrino por parte del Santo y de la que éstos han de recibir de los habitantes de aldeas y pueblos (¡Ay de aquel que le niegue ayuda al peregrino!), también hablan, ignoro con qué intención, de la importancia de la virginidad en la mujer. ¿Tenéis alguna noticia de que la moralidad se esté relajando en los refugios de peregrinos?.
Como me aburro un poco aprovecho el ' ..daos fraternalmente la paz ..' para, después de besar cariñosamente a mi mujer, hacer lo mismo con una robusta joven extranjera que tengo al otro lado. La guiri me sonríe complacida (debe pensar que son costumbres del país), y Paca me mete el codo en un costado. Algunos peregrinos se emocionan con la Salve.
En lugar de irnos a la 'campa' montada por el ejército (estilo Kosovo) conseguimos habitación en el Hotel La Posada. Allí cenamos también ...
9 Julio A Santiago 749 Km.
(Longitud 27 Kms. // Tiempo empleado 7 horas y 15 minutos)
Son las 6 del día 9 de julio. Está amaneciendo. De los valles que convergen sobre la abadía se descuelgan velozmente nubes ligeras y deshilachadas. No parece el amanecer de un día de verano. Impone verlo.
Paca y yo salimos a las 6 y media al Camino, ¡al fin comenzamos!. Nunca hemos experimentado una sensación tan bonita y extraña, es una mezcla de felicidad y miedo.
El paraje fantástico. Comenzamos a seguir las flechas amarillas. Tenemos la sensación de iniciar una nueva relación entre nosotros, con los demás y con lo que nos rodeaba. Ni los parajes ni las sensaciones son para ser descritos. A quienes lo hayáis vivido no hay nada que deciros, a los que no , tampoco. Ya veis los límites de mi capacidad de comunicación en la década de la telemática.
Físicamente la etapa es muy dura, de los 60 peregrinos que estábamos en Roncesvalles la noche del 8, sólo los cinco andaluces, dos más, que no conocíamos, además de Paca y yo, llegamos al refugio de Larrasoaña el día 9. Hubo otros que llegaron más lejos, los que iban en bici. Pero éstos no pudieron hacer el camino verdadero (a trozos casi intransitable andando), sino que se tuvieron que contentar atravesando la zona por la carretera. Otros, la mayor parte de los que salieron andando, se quedaron 7 kms. atrás en el refugio del pueblo de Zubiri.
La chica andaluza (la de 19 años) ha terminado hoy el Camino, se ha hecho un esguince y tiene que volver a Sevilla mañana. Al menos eso es lo que le ha dicho el médico.
El Albergue de Larrasoaña está muy bien atendido. Santiago Zubiri, su hospitalero, y su ayudante, una chica joven, se comportan de maravilla. En el refugio hay un ordenador con una pegatina del Jacobeo 99, pero aún no esta conectado.
Dicen que lo van a conectar el domingo próximo.
Paca se ha echado la siesta. Hemos comido por 1.350 ptas.
Bien, muy bien, en el único bar-tienda-fonda del pueblo.
Está situado a la izquierda, al final de la calle principal en dirección a Pamplona. Tiene un ambiente familiar.
Mientras Paca duerme, Santiago, el hospitalero nos sella las credenciales, nos pide que escribamos en su libro de peregrinos y nos regala a cada uno una cinta amarilla del Camino de Santiago. El precio del albergue, 400 ptas.
Mientras tanto la niña andaluza, de 19 años, está muy triste. '¡Otro año será, guapa!'. No contesta. Se le caen dos lagrimones en silencio. ¡No tiene consuelo!
Cuando esa noche vamos a dormirnos entra en la habitación Santiago Zubiri, el hospitalero. Todos estamos en la cama: 'Ya sabéis donde me tenéis. ¡Qué llegéis todos a Santiago y le dais recuerdos a mi tocayo.' Me informan de que en UTERGA hay un albergue nuevo con 14 camas
Paca se ha echado la siesta. Hemos comido por 1.350 pts bien, muy bien en el unico bar-fonda del pueblo situado a la izquierda de al calle principalen direccion a Pamplona.
Tiene un ambiente familiar
Mientras tanto la niña andaluza, de 19 años, esta muy triste Otro año será, guapa . Dos lagrimas se le caen.
No tiene consuelo !
10 Julio. A Santiago xxx Km.
(Distancia = 20 Kms ; Duración : 5 horas y media.)
A las 6 y media del día 10 dejamos Larrasoaña. Otra bella etapa no tan abrupta ni tan indescriptible como la anterior, pero también muy bella.
Enseguida un grupo de 5 jóvenes que van juntos nos adelantan. Van todos muy contentos, golpeando con sus bordones rítmicamente el suelo . Paca y yo les bautizamos como 'Los 5 Alpinos'. Poco después, pasado el tunel que atraviesa bajo la carretera junto al Monte Miravalles, encontramos a otros dos peregrinos, hombres maduros que caminaban ayudándose con altísimos báculos. Están sentados en unas piedras curándose las ampollas. Les decimos que si necesitan algo. Dicen que no.
Paca, la 'copiloto' Seguimos.
A las 9 y cuarto, estamos desayunando en una cafetería de Burlada con varios pamplonicas que, a fuerza de vino y pinchos de bacalao frito, intentan apagar sus resacas y espabilar sus cabezas.
La entrada en Pamplona es bellísima.
Adornada, eso si, con miles de visitantes tirados por doquier, bien durmiendo la mona o bien recuperando fuerzas para la nueva jornada. Muchos durmiendo en los coches y otros tirados en cualquier lado. Las murallas de Pamplona se nos abren acogedoras, y en una de las puertas de la muralla se lee: 'ETA LES DESEA FELICES FIESTAS'.
Ya dentro de las calles principales de la ciudad la amalgama de gentes diversas, el bullicio, los punkarras, la policía, los músicos, los mimos, los borrachos, las vomitonas, los servicios de limpieza, los orfeones espontáneos .. y que sé yo qué más gentes y cosas mezcladas.
¡GORA SAN FERMIN ! ¡VIVA ! ¡VIVA SAN FERMIN ! ¡GORA! ¡QUE A SANTIAGO NO SE VA POR AHI! ¡QUE OS VAIS A LOURDES! ¡QUE AL QUE NO LLEVA LA CONCHA NO SE LE PERDONAN LOS PECADOS Y ADEMAS SE PIERDE ...!
¡Vale tíos, se lo diré a mi padre !
Llegamos a Zizur el Menor a las 12 y el patrón del Bar Kaioba, que es quien lleva el refugio nos tiene reservada una habitación. Paca y yo somos felices. Al menos a la mañana siguiente no se levantará contra mi el dedo acusador de ningún peregrino que, en lugar de dar los buenos días con su mejor sonrisa, afirme categóricamente :'¡Ese tío ronca!'.
Comemos en Zizur en el asador 'El Tremendo' y cenamos en 'La Sidrería' , ambos buenos pero carillos.
La niña andaluza, la de 19 años, ha hecho la etapa en el autobús con su padre, Miguel, el sevillano de 52 tacos. Ha tomado antiinflamatorios. La chica dice que continua sea como sea . Ya veremos qué pasa. El padre intenta disuadirla pero la niña que ella no se va y que no.
En Zizur encontramos también a dos mujeres extranjeras que van caminando con dos niños, uno es negro y tendrá 5 años y el otro es un bebé al que transportan en una sillita de ruedas. No entran en el albergue y asientan sus reales en una sombra a la salida del pueblo. ¿Hay quien entienda esto?.
Por la tarde vemos a un maestro de Guadalajara, Santiago. Se queda sorprendido de vernos, pues vive por nuestro barrio.
Santiago está acompañando a su hijo, que hace el Camino en bici, con un coche de apoyo.
11 Julio. A Santiago xxx Km.
(Distancia= 20 Kms. ; Duración= 4 horas y 45 minutos)
Un orfeón improvisado estuvo cantando jotas a la puerta del Bar Kaioba, hasta las 3 y media de la madrugada:
'COMO LA PERDIZ HERIDA QUE VIENE A MORIR AL SOTO...' 'DEJALA QUE SE JODA Y SE MUERA....' 'SI TE HA PILLAO LA VACA ...' 'NO ME JODAS EN EL SUELO COMO SI FUERA UNA PERRA Y CON ESOS COJONAZOS ME ECHES EN EL COÑO TIERRA ..' etc.
Como se ve el folklore del país no escatima tiempo ni imaginación a la hora de proporcionar diversiones sanas y viriles en época de fiestas.
Paca y Salva dejan su habitación del Kaioba a las 6 y cuarto y se encaminan, con toda la humildad que da el no haber pegado ojo, hacia el Alto del Perdón.
Aproximadamente a las 9 y media estamos allí.
En la subida al Alto del Perdón nos encontramos con un hombre muy obeso, casi como un luchador de sumo, sentado en una piedra del camino. Está acompañado por una mujer. El hombre respira pesadamente y parece incapaz de seguir adelante. Al saludarles de cerca, por su acento y por la bandera que el hombre lleva en su camiseta, nos damos cuenta de que son brasileños. Da la sensación de que el hombre se ha metido en una aventura imposible. Es tal la imagen de impotencia que dan que, por pudor, nos alejamos.
'¡Qué bien que hayan puesto ventiladores para evitar que los peregrinos se fatiguen subiendo la cuesta !' ' ¡Pero, señora, si son generadores de energía eólica !' '¿Qué además producen electricidad?
¡Pues aún mejor me lo pone usted!'
Al coronar el Alto del Perdón unos ciclistas nos piden que les fotografiemos. Uno de ellos es el hijo de Santiago, el vecino al que saludamos el día de antes.
A la salida de Uterga nos encontramos con dos chicas jóvenes que, vestidas con una especie de hábito color palo de rosa, van haciendo el Camino en plan mendicante. Llaman a las casas de los pueblos y piden limosna. Son extranjeras.
Algunos peregrinos nos dicen que las han visto también y que les han bautizado como 'las pastorcitas'.
En Muruzábal adelantamos a otra peregrina que anda a paso de tortuga. La peregrina del lento caminar lleva mochila, bolsas de plástico atadas por todas partes y en una de sus manos un bordón rematado en una cruz con la concha y la bandera de España. ¿Quién da más?
Cuando sobre las 11 llegamos a Puente la Reina nos quedamos en el albergue del Hotel Jakue(500 ptas. por peregrino).
Paca y yo nos aseamos tranquilamente, en solitario, pues somos los primeros peregrinos en llegar a este albergue. El albergue es privado y nuevo. Está en la planta baja de este hotel, en el que por dormir en una habitación doble con baño nos piden 17.000 más IVA.
Al poco de llegar nosotros aparece, en el albergue del Jakue, una mujer de luto muy gruesa que arrastra un carrito con ruedas. Le acompaña un hombre unos veinte años mayor que ella. Dicen que están haciendo la peregrinación, pero que ellos van por la carretera. Paca y yo es la primera vez que los vemos. Desde luego la mujer es tremenda y ni ella ni él tienen pinta de haber hecho un solo kilómetro andando.
Al albergue del Jakue llega, poco después, un hombre de unos 60 años que estuvo descansando en su cama sin quitarse de sus oídos los auriculares de un transistor. Se llama Pepe y viene desde Jaca, por el camino aragonés. Cuando, ya lavados, subimos a tomar un refresco al bar del hotel Jakue, nos encontramos a la peregrina del lento caminar y la bandera de España. Está sentada en una mesa tomándose una ensalada de tomate con anchoas y un vaso grande de vino tinto.
Una hora después los colegas peregrinos aún esperan a que se abra el otro albergue, el municipal, que, por cierto, tiene un ordenador que aún no ha sido conectado, como el de Larrasoaña . En el refugio municipal tienen literas de tres pisos y, según nos dijeron, hay mosquitos.
A la entrada del albergue municipal saludamos a los sevillanos, a los 5 alpinos, 'al obispo y al arzobispo' (mote con el que bautizamos a los dos del bordón tipo báculo) y a otros peregrinos conocidos.
Tomamos un vino de Navarra en un puesto de degustación que hay a la puerta del albergue municipal. Las dos extranjeras con el bebé y el negrito también han llegado. ¿Cómo?. Ellas sabrán. Nadie les ha visto caminar. Todo el mundo intenta ayudarles. Ellas aceptan la ayuda pero rehuyen las preguntas. Desaparecen como habían aparecido.
Comemos el menú dominical porque hoy día 11 es domingo. El menú dominical del hotel Jakue, vale 2.500 ptas. pero comes muy bien, os lo aseguro. Como los domingos es pecado trabajar nos echamos una buena siesta. Luego paseamos por el pueblo y visitamos sus iglesias donde nos enseñan, a todos los peregrinos, el Santiago Beltxa y la Virgen del txori.
Unos vinos y un plato combinado en una tasca ponen fin a la jornada. Paca y yo dormimos totalmente solos en un pabellón para doce del refugio del hotel Jakue, que, maravilla de las maravillas:. TIENE HASTA SAUNA POR 500 PTAS. !!!!
12 Julio A Santiago xxx Km.
(Distancia= 20 Kms. ; Duración: 4 horas y 20 minutos)
Tras una buena noche , Paca y yo salimos de Puente la Reina a las 6 y 10. Habíamos estado antes en Puente la Reina y habíamos soñado con atravesar alguna vez su calle principal y su puente como peregrinos. Esta mañana lo hacemos.
Hasta Mañeru el pelotón de peregrinos mide sus fuerzas , a partir de allí se comienza ya a deshilachar el grupo. La etapa, contra lo que dicen los manuales, resulta peor que la ayer. Además una buena tormenta, la noche anterior, nos ha dejado los caminos con una capa de barro como chocolate resbaladizo.
¿Por qué hay agricultores que labran los caminos impunemente? Las autoridades no deber de saberlo, pues si lo supieran lo castigarían como se debe, ¡tal es la naturaleza de nuestras leyes!. ¡Atreverse a labrar el Camino de Santiago!. Pero claro, hay que pensar que si con el de Santiago se atreven, ¿qué no harán con otros sin advocación celeste?.
Llegamos a Estella a las 11 y media, el albergue es bueno pero enseguida se llena. Tienen un ordenador similar al de otros albergues (o sea, que no funciona) , pero aquí le dan más utilidad pues, sobre él, tienen un gran reloj y un cartel de 'no fumar'.
A Paca y a mi unos vinos con torreznos bajo los soportales de la Plaza Mayor de Estella nos dejan el cuerpo como un reloj. Luego comemos en el Casanova. Después siesta, colada y unas pocas letras.
Se me olvidaba decir que Cirauqui es un pueblo muy bello. Lo atravesamos por la mañana y ,aunque en vasco dicen que Cirauqui significa 'nido de víboras', fuimos allí bien acogidos y tuvimos donde desayunar. Salimos de él por la bella calzada romana que va cuesta abajo hasta la carretera.
En Navarra parece que la gente tiene dinero, pues los bares de los pueblos están cerrados a la hora de paso de los peregrinos, así que los peregrinos para mayor gloria de Dios desayunamos, como los monos, fruta y cacahuetes la mayor parte de los días.
En el albergue de Estella se reparan las ampollas, se ponen pomadas, se curan cojeras, se cocina y se hacen amistades.
Por cierto, además de a los peregrinos conocidos, hemos vuelto a encontrar aquí a la mujer gorda de luto del Jakue y a su acompañante. Los dos, frescos como lechugas, sostienen que han venido andando por la carretera. Eso no hay quien se lo fume.
Da la impresión que son dos 'caras' que se dedican a hacer turismo barato. Además, para más espectáculo, la gorda y el otro, se acuestan juntos en una litera del refugio, en la que una persona sola no se encuentra ancha, y se dan de besazos a la vista de todos. La fuerza del cariño.
Por la tarde llega una chica. Le ha correspondido una litera de arriba. La chica pesa lo suyo y tiene un culo considerable. Cuando intenta subirse a su litera repara en que, además de su volumen, se le han agarrotado los músculos por la caminata y le es imposible levantar las piernas.
Empujando el culo de la Chelo, que así se llama la chica, un montón de peregrinos solidarios la izamos a su litera.
Perece que todo está tranquilo cuando va la Chelo y dice: '¿Y si me tengo que levantar a orinar?'. '¡Chelo, cuenta con nosotros!', dijo el coro de peregrinos.
En Estella se prepara, por la tarde, una tormenta tremenda.
La cantidad de agua y granizo que cae asusta a los peregrinos. Todos pensamos lo mismo: 'Mira que si nos coge una como ésta en campo abierto'. Sin ponernos de acuerdo la reacción de todos es la misma: Hay que comprarse una capa para el agua. Al rato todas las tiendas de la localidad donde puede encontrarse este artículo están llenas de peregrinos.
Tenemos dificultades para cenar en Estella, pues es lunes y cierran todos los restaurantes menos uno. El que no cierra está lleno de extranjeros que, como cenan a las 7, han ocupado todas las mesas. A cenar bocadillos o al refugio, no hay más.
Paca y yo estamos felices y tocamos madera: No estamos extenuados, no nos hemos lesionado, no nos duele nada y no nos han salido ampollas. Las botas nuevas, que he usado diariamente, no me han mordido. ¿Puede un peregrino pedir más felicidad?
13 Julio A Santiago xxx Km.
(Distancia = 21 Kms. ; Duración = 4 horas y 50 minutos) De Estella y su albergue hay que añadir que todos los días por las tardes, desde hace años, un hombre mayor cura los pies a los peregrinos de modo gratuito. Dios se lo pague.
De este mismo refugio hay que mencionar que el hospitalero dejó sin cenar a los peregrinos sin 'posibles' pues, ayer noche, la cocina no funcionó por falta de gas y este hombre, además de no resolver el problema, despachó a los hambrientos peregrinos de modo inadecuado. Quedaron éstos con sus patatas peladas y cortadas y sus huevos sin freír, amén de otras viandas que omito, también necesitadas de cocción. Dios se lo demande.
Paca y yo salimos a las 6 y 10 minutos de Estella por la vieja calle que a su vez es camino. Entre la penumbra del amanecer ladran los perros y caminan los peregrinos como si aún no estuvieran despiertos del todo. Canta un gallo. Enseguida cruzamos la general, como zombies, camino del Monasterio de Irache.
En Irache, la 'Fuente del Vino' es símbolo para el caminante, pero Paca y yo, que tanto amor tenemos a este néctar, apenas lo besamos con unción. No queremos despreciarlo, pero no es hora ni ocasión para beberlo a gusto. Si que bebemos agua en la fuente de Azqueta y, mejor aún, nos detenemos en Villamayor de Monjardín para desayunar en el albergue o refugio de peregrinos. Está éste regentado por unos holandeses políglotas que, desde las horas más tempranas, tienen mesa puesta y dispuesta con café, leche, mantequilla, mermelada, bollería, queso, embutido y pan para que los peregrinos desayunen. El desayuno completo 400 ptas. Una vez más han de ser gentes de fuera las que traten amablemente al peregrino, parece que a los de aquí Dios les dio el dinero por castigo. Paca y yo, en lo que llevamos de Camino, es la primera vez que a horas tempranas (las 8) conseguimos desayunar decentemente.
En el albergue de Villamayor coincidimos, al olor del desayuno, casi todos los peregrinos conocidos. Los 5 alpinos desayunan como lobos y al terminar piden agua para las cantimploras, como los holandeses no les entienden, el más decidido dice, alzando su cantimplora y poniendo cara de hombre de mundo : ¿Agua cantimplor? (El cachondeo es general.).
Dejamos Villamayor de Monjardín y, casi a la salida, vemos a dos peregrinos. Cuando les alcanzamos la sorpresa es grande. Son los brasileños, el luchador de sumo y la mujer menuda. ¿Cómo habrán llegado aquí?. Misterios del Camino.
Una agradable pista rodeada de campos de cereal recién segados (cosechados debería decir), lleva a los peregrinos a lo largo de unos 13 Kms. hasta Los Arcos. Alguna codorniz canta todavía, despistada, su 'buen pan hay'. Aparentemente menos rico que el resto de Navarra, el pueblo de Los Arcos es solícito con los peregrinos. Paca y yo, después de sellar en el refugio de peregrinos, nos vamos al Hostal Ezequiel y comemos en el Mavi. Todo bien.
Algunos peregrinos, los sevillanos y los 5 alpinos entre ellos, quieren continuar. Paca y yo somos más modestos y no nos atrevemos a tentar a la suerte sobrepasando nuestras fuerzas. Cada día trae un afán. Después de la siesta, vemos la iglesia, tomamos unos vinos y cenamos en el Ezequiel.
Mañana será otro día.
Algunos peregrinos, como el que viene de Jaca, comieron en el Ezequiel. Nos saludamos.
Desde Los Arcos llamamos a Ales. No estaba y la señora que atendió nuestra llamada nos dijo que le díría que le habíamos llamado.
14 Julio A Santiago xxx Km.
(Distancia = 28 Kms ; Duración = 6 horas y media.)
Son las 6 y cuarto cuando los peregrinos dejamos atrás el cementerio de Los Arcos y por una apacible llanura nos vamos hacia Sansol.
Ni en Sansol ni en Torres del Río hay quien le dé de desayunar al caminante. Paca y yo, que confiábamos en el albergue o refugio de este último pueblo, lo dejamos atrás defraudados. Su iglesia románica no nos defraudó. Es bellísima.
Por los barrancos 'rompepiernas', antes de avistar Viana, cantan las perdices, vemos correr una liebre y los peregrinos, como hormigas, subimos y bajamos, subimos y bajamos, subimos y bajamos...
En Cornava, Paca y Salva, como legionarios romanos beben agua y se fotografían (los pobrecillos) el uno al otro.
A las 10 de la mañana estamos en Viana. En el Bar del Bordón, buen desayuno, tortilla de patatas recién hecha y hasta un vaso de vino. El Camino atraviesa este bonito pueblo que nos gusta y nos causa una buena impresión. La gente nos dice donde está el refugio para que nos quedemos, pero Paca y yo tenemos intención de llegar hoy a Logroño.
En el camino de Viana a Logroño un caminante brasileño nos ilustra con su filosofía de la vida durante un buen rato para después dejarnos de repente y casi sin decir adiós.
Escapados de la 'vuelta ciclista jacobea' nos adelantan en gran cantidad a la entrada de Logroño. Nos encontramos una gafas de sol estupendas que algún ciclista ha perdido con los botes del camino. Ya cerca de Logroño hay, junto al camino, una casa con varias higueras que dan buena sombra.
Bajo una de ellas hay una mesa con un frutero lleno de higos, un sello con un tampón y un libro de visitas. Tras la mesa una anciana. La señora nos invita a sellar, nos hace escribir en su libro y nos ofrece higos. La señora Felisa, la de los higos, aconseja e invita y, además, orienta a los caminantes sobre Logroño. Finalmente, sella sus credenciales con muchísima autoridad: 'Llevo unos días, hijos míos, que no me puedo retirar ni un momento del Camino, ni un minuto. No me dejan ni comer. No os digo más.'
La entrada a Logroño es agradable y se hace corta. Cruzamos el Ebro y enseguida estamos en el casco antiguo. A la 1 menos cuarto hemos llegado, sellamos en el refugio y nos vamos a por una habitación al Hostal Sebastián.
El refugio aún estaba cerrado y nos han sellado las mujeres de la limpieza que, antes de ponernos el sello, nos han hecho el padrón. ¡De rositas nos íbamos a ir!.
Comemos en un restaurante barato de la calle San Juan.
Encontramos a otros caminantes, ya colegas, que el día anterior pernoctaron en Torre del Río, no hablan bien del refugio ni de su hospitalero.... Estos mismos colegas caminantes hablan muy bien del refugio de Logroño y de quienes lo atienden. Aseguran que el ordenador funciona, aunque Internet va muy mal y nos ponen al corriente de que todos los ordenadores, de Burgos en adelante, ya están funcionando. Al menos, eso dicen ellos.
15 Julio A Santiago xxx Km.
(Distancia = 29 Kms ; Duración = 6 horas y media )
A las 6 y 20 dejamos el hostal. La salida del Logroño se hace larga. Después de un rato, que se hace monótono, y ,atravesada ya la ciudad, se llega a una pista nueva que cruza el Parque de la Grajera.
El correr de algunos gazapos hace cosquillas a los caminantes en la vista.
Antes de que los peregrinos se den cuenta ya están en Navarrete.
¡Qué felicidad, hay donde desayunar!. Paca y Salva se enrollan con un abuelo que hizo la mili con dos de Guadalajara.... Un cura anónimo, gordo como un caballo, oye como un caminante, Miguel 'el de Sevilla', se queja de que a pesar del esfuerzo del camino, no rebaja sus muchos kilos. El cura viejo y cachazudo le amonesta: 'Hijo mío, recuerda que no engorda el mucho comer, sino el poco pecar'. Miguel no se queda muy convencido.
Yo le digo que eso mismo se lo oí decir a otro cura, cargado de arrobas, de mi tierra. Coincidimos en que la frase quizás sea doctrina de la Iglesia.
En Navarrete, Miguel el sevillano convence a una pobre mujer de que se quede en el refugio del pueblo. La encontramos el día anterior. Tiene unos 65 años. Dice que se le ha curado un hijo de cáncer y que ha prometido ir a Santiago. Lleva un macuto a la espalda y en las manos dos bolsas de plástico con, según dice, una ofrenda para el Santo. Sus pies son ya dos grandes pasteles de ampollas. La mujer le hace caso y allí se queda, recuperándose. ¿Cuándo llegará a Santiago?.
Así están las cosas cuando enfilamos hacia Nájera. No se toca apenas la carretera, nuevas algunas y viejas otras, pero pistas de tierra todas dejan al peregrino en Nájera.
'Peregrino, en Nájera, najerino', reza la bienvenida en una fachada blanca a la entrada del pueblo.
A la una menos diez estamos en Nájera. En el albergue de peregrinos el hospitalero, Felipe, nos sella y nos da la bienvenida. Le decimos que nos vamos al Hostal Hispano pues, al ser Paca y yo peregrinos con 'posibles', preferimos tener más intimidad y dejar a otros más 'menesterosos' nuestras plazas. El hospitalero dice que eso está bien y se jacta, con toda la justicia del mundo, de que en Nájera el refugio del peregrino es gratuito.
Después de adecentarnos en el Hostal Hispano, nos cambiamos de ropa y nos vamos a tomar un vermú. Comemos en el excelente restaurante del Hotel San Fernando donde, por 1.300 ptas, nos dan una buena comida y una esmerada atención. No hay quien perdone la siesta, los casi 30 Kms.
de esta etapa han tullido nuestras piernas y entumecido las ya castigadas plantas de los pies.
A la tarde unas pocas letras, visita al Monasterio en el centro del pueblo, cuatro vinos y a cenar donde comimos.
Exito garantizado.
Esa tarde nos encontramos con uno de las sevillanos, Juan Manuel, está histérico. Dice que tiene tendinitis y diarrea, que ha ido al médico. Le encontramos muy excitado.
Le decimos que no sea aprensivo y nos despedimos de él. ¿Se irán algunos de la cabeza en el Camino o, simplemente, todos los que lo iniciamos estamos algo tocados?.
18-Julio-1999
Hola amigo Ales:
Muy grata nuestra estancia en Nájera, donde el mantenimiento del camino, el refugio y los detalles son buenos para los peregrinos. Un "BUEN CAMINO" despide al peregrino a la salida de este acogedor pueblo.
16 Julio A Santiago 582 Km.
(Distancia = 21 Kms ; Duración = 4 horas y cuarto.)
Muy grata nuestra estancia en Nájera, donde el mantenimiento del At Mojapan , source camino es bueno. El refugio y los detalles son acogedores para los peregrinos. Un 'BUEN CAMINO', pintado en una tapia, despide al peregrino a la salida Salimos a las 6 y media. Antes, ante la perspectiva de no poder desayunar en Azofra, único pueblo a atravesar, Paca y yo desayunamos una caja de leche y unos bollos en la habitación del hostal Hispano.
Llegamos a Azofra en solitario, atravesando campos de vides mientras va amaneciendo y el campo se ilumina cada vez con más fuerza. ¡Milagro!.
El bar de Azofra está abierto y allí nos reunimos con nuestro 'pelotón' de peregrinos conocidos. ¡Ningún camino fue malo por desayunar dos veces!.
Hay bajas en esta jornada, unos sólo van a llegar a Sto. Domingo de la Calzada, no tienen más días; otros, dos de Sevilla, dos maratonianos, se van a Belorado. Suerte a todos.
La etapa ha sido cómoda, a las 11 menos cuarto estamos sellando en el refugio de Sto. Domingo de la Calzada. La hospitalera es simpática y cariñosa. Charlamos con una niña que lleva dos días con los pies vendados totalmente por causa de sus muchas ampollas infectadas. Como mínimo la niña tendrá que quedarse tres días más en el refugio. Paca y yo nos vamos a alojar al Hostal del Río.
Este hostal viene en las guías, pues bien, NO SE OS OCURRA VENIR NUNCA AQUI.
Es lo más cutre que hemos encontrado en el camino. Sucio, maloliente, sábanas rotas y, para colmo, Paca se ha clavado un cristal en la planta del pie izquierdo al ir descalza por nuestra habitación. Agua fría en todos los grifos. ¿Qué talento ha puesto este hostal en el primer lugar de la guía de El País-Aguilar? INUTIL+INCOMPETENTE. (Ya veremos en que para todo esto).
Como las penas no vienen nunca solas, en esta sencilla, corta y cómoda etapa, nos han salido ampollas (¿inexplicablemente?) a Paca y a mi. Son las primeras del Camino.
No obstante, los coleguitas que se han quedado en el refugio, están todos muy contentos y nos dicen que el refugio es muy bueno y que debiéramos habernos quedado con ellos.
Nuestras fuerzas se reponen, cenamos y comemos en el mismo sitio: Restaurante Los Caballeros. Muy bueno. Lo prometo.
A pesar de estos inconvenientes Paca y yo lo pasamos muy bien. Esta tarde hemos tomado un vino con algunos de los compañeros peregrinos que salieron con nosotros de Roncesvalles, ocho aparte de Paca y de mi. Nos dicen que Julián, el de Plencia, ya se ha marchado. Nos despedimos de él por la mañana. Julián, el primer día, por poco revienta.
LLegó a Zubiri agotado. Nos encontramos con él a la entrada de esa localidad y no podía ni andar. Se quedó en el refugio de Zubiri.
17 Julio A Santiago 561 Km.
Distancia = 22 Kms ; Duración = 6 horas y media)
Salimos de Sto.Domingo de la C. a las 6:20 y enseguida tomamos las nuevas pistas que nos llevan a Grañon.
En Sto. Domingo de la Calzada los gallos nos despiertan con sus cantos. Afortunadamente la herida de Paca, en la planta del pie, no se ha infectado y le duele sólo un poco. Salimos de Sto. Domingo a las 6 y 20 y enseguida tomamos las pistas nuevas que nos llevan a Grañón. Sorprendentemente, podemos desayunar caliente en un bar de Grañón.
A la salida del pueblo un HIJO DE PUTA ha cambiado de dirección la flecha amarilla que, pintada en una piedra no muy grande, hay en un cruce de caminos. Como consecuencia más de 30 peregrinos vagamos durante casi dos horas hasta que, convencidos de nuestro extravío y consultando los mapas, conseguimos llegar a un pueblo llamado Bascuñana y de allí, por un camino casi perdido y lleno de maleza, a Viloria, donde recuperamos el Camino. En Viloria nos tomamos un refresco con parte de los peregrinos extraviados: los 5 alpinos, Miguel y su hija Salo. La etapa, que era corta, aumentó en diez kilómetros su distancia. ¡Ojalá las ampollas de estos 30 peregrinos le salgan a quien cambió de dirección la flecha, en el cielo del paladar!.
No es esta etapa, como temíamos, una de la que se hace casi en su totalidad por asfalto. Este año se han abierto pistas nuevas que a veces van paralelas a la carretera y a veces no. Esto es muy bueno, pero la señalización (flechas amarillas) es aún muy escasa en algunos puntos. Eso hizo posible la putada que sufrimos.
Cuando cerca de la una, llegábamos a Belorado una señora desde su casa, al ver pasar a los peregrinos, gritó: ¡Bienvenidos!. Ella no lo sabrá nunca pero a Paca y a mi nos entraron ganas de llorar. Los peregrinos agradecen que se les quiera.
Sellamos en el albergue de peregrinos de Belorado y contamos la faena que nos han hecho. Alguien nos dice que con el trazado de las nuevas pistas hay rivalidad abierta entre los pueblos, pues son varios los que se creen en el camino genuino. ¿Será esa la clave?
Nos alojamos en el Hostal Toñi. Igual que el Hostal del Río, en Sto .Domingo de la Calzada, era la antesala del infierno, éste es la puerta del Paraíso. No viene en ninguna guía.
Comemos en 'EL PICIAS', junto al Hostal, muy rico el cordero asado.
Belorado es un pueblo bueno para el peregrino, tiene muchos servicios y la gente tiene a gala tratar bien a los caminantes. Parece que aquí la gente no es tan rica como en Navarra. La riqueza, oye, ya se sabe, pide distancias.
El refugio lo atienden unos extranjeros que no parecen muy expertos. No es la primera vez que vemos a extranjeros atendiendo establecimientos públicos o privados para los peregrinos. Nos parece bien que la gente busque trabajos para salir adelante cuando en sus países no los encuentra.
Pero nos llamó la atención que estos extranjeros no fueran africanos, ni siquiera marroquíes o árabes (nuestros hermanos de sangre), sino franceses, holandeses, estadounidenses, alemanes, etc... !Qué cosas! ¿Verdad?.
¡Qué nivel tenemos en España!. Europeos y americanos de los Estados Unidos de América trabajando para nosotros... ¡No sé dónde vamos a parar!
18 Julio A Santiago 539 Km.
(Distancia = 24 Kms ; Duración = 5 horas y 40 minutos)
Son las 6 y 20 de la mañana, está nublado y cae una cellisca propia de Galicia, cuando dejamos Belorado. Salen con nosotros dos americanas, Catherine y su madre que no saben por donde va el camino y nos acompañan un rato. Nos dejan, no se fían mucho de nosotros. ¡Cómo son estos yanquis...!
Es en Espinosa del Camino donde Paca y yo desayunamos. El bar es muy modesto y no tiene cafetera, pero su dueña es una mujer laboriosa que hace a los peregrinos café con leche en la cocina. Unas rosquillas fritas acompañan al café con leche. Se nos unen dos de los chicos (Los Alpinos) que conocimos en Roncesvalles y que hoy van por separado.
Desayunan también dos italianas, de Roma.
La mañana continúa lluviosa cuando llegamos a Villafranca Montes de Oca.
Evitamos el bar donde paran los camiones, se nos avisó de que no es recomendable. Sellamos en el campamento-refugio (tipo Kosovo) que allí se ha montado. Comienza la ascensión del puerto de modo brusco, durará una hora. Lentamente, entre la niebla y la lluvia de la mañana, van apareciendo, primero, la fuente de Mojapán, luego el monumento a los fusilados en el 36 y, finalmente, después de algunos kilómetros de monte y pinares, San Juan de Ortega.
Poco antes de llegar a San Juan de Ortega nos encontramos con Salo, la hija de Miguel el sevillano, que va con 3 de los 5 alpinos. Se lo están pasando bomba. Sus risas se oyen desde lejos en el bosque. Les hago una foto con Paca entre ellos. Les dejamos, a la gente joven les gusta ir a su aire.
Son las 12 cuando llegamos. El cura hospitalero abre a la una y no parece muy contento con la colaboración económica voluntaria de los peregrinos. El albergue es espacioso, digno y muy engastado en el camino, tiene agua caliente, pero no papel. El refugio es un monasterio con su claustro e iglesias. El cura es su único morador. En su dignidad, este sacerdote inspira respeto y al tiempo pena, la misma que emana de las personas que, dedicando mucho de su tiempo a los demás, rara vez son correspondidas.
'La misa es a las 7 y media para quien le interese, el albergue cierra a las 10 de la noche, el que se quede fuera que se entienda con los lobos'.
'¿Padre, podemos colaborar con un donativo?'
'Sí, pero por favor, nunca admito más de diez mil pesetas.
Echadlo en la caja de la pared.' Ironiza el cura, para añadir a continuación:
'¡Ah, se me olvidaba!, normalmente hago sopa de ajo para que cenemos juntos pero ya llevo unos días que no la hago porque con estas aglomeraciones de gente no tiene sentido.
¿Estamos?'
Comemos en el único bar que hay, la única comida que hay: huevos fritos, morcilla, chorizo, lomo y vino tinto.
Bienvenidos al paraíso del colesterol, perdón, olvidaba la ensalada. Cenamos lo mismo.
Aquí hay muchos 'peregrinos' pero los que de verdad hacemos el camino andando nos conocemos entre nosotros. Somos pocos.
Un autobús recoge, a última hora, a los falsos peregrinos que, vergonzosa y rápidamente, suben a él con sus macutos camino de Burgos.
A las 10 todos en la cama. ¿Quién se arriesga a dormir al raso casi en pleno monte?. El cura de San Juan de Ortega no se anda con bromas, a las 10 cierra y se ha terminado.
¿Estamos?. Pues eso.
Un cordial saludo a todos, Ales, si has recibido mis cartas, esta será la 4º.
Hola Ales:
Esta mañana, dia 19 de Julio, antes de salir del Monasterio de San Juan de Ortega, hemos pasado a despedirnos del cura.
Estaba levantado y nos ha invitado a cafe con leche.
Simpático pero sobrio, reside en este apartado lugar todo el año.
Hasta la próxima. "Hasta entonces y cuidado con el lobo"
19 Julio A Santiago XXX Km.
(Distancia = 23 kms. ; Duración = 5 horas y 40 minutos )
Esta mañana, día 19 de Julio, antes de salir del Monasterio de San Juan Ambos-los-dos, en de Ortega, hemos pasado a Castrojeriz despedirnos del cura. Estaba levantado y nos ha invitado a café con leche y galletas. Por cierto, había preparado desayuno para todos los peregrinos. Simpático pero sobrio, reside en este apartado lugar todo el año. Nos despedimos: 'Hasta la próxima y gracias.' 'Hasta entonces y cuidado con el lobo.' 'Entre Paca y yo, el lobo no puede dudar' - Indico yo, señalando nuestra diferencia de tamaño. 'No lo creas, el lobo coge siempre al último.'
Salimos a las 6'20 con una niebla de las que escupen. Nos despedimos del bosque, primero antes de llegar a Agés y después al pasar el alto que han alambrado los militares. Al subir este último una hermosa liebre se sienta a vernos pasar a unos cien metros. Arriba, en el alto la niebla no permite ver más allá de los 50 metros. Nos encontramos con un joven francés un poco desconcertado por la niebla.
Nos saludamos y al poco, el chico, se adelanta a nosotros.
En Riopico desayunamos de nuevo y ponemos el hermoso sello verde del lugar en nuestra credencial. Hay unos cuantos peregrinos, todos conocidos.
Llegando a Villafría, un hombre viene a nuestro encuentro, nos dice que es de la Asociación de Amigos del Camino de Burgos y, uno por uno, pregunta a cada peregrino que encuentra cómo está física y emocionalmente y si necesita algo.
Se lo agradecemos. Nos dice que ha hecho 11 veces el Camino y nos aconseja sobre dolores y ampollas. Desaparece como vino, en dirección contraria.
La entrada de Burgos, interminable. En ella encontramos a una peregrina anciana que enseguida nos identifica como peregrinos y nos saluda, era francesa. Va despacio, sola y con macuto. ¿Donde irá esta abuelilla?.
Llamamos a José Luis, el soriano, por teléfono. ¿Qué, te animas a hacer alguna etapa?. No pudo ser.
Entramos en una farmacia, pues a Paca ayer le vino la regla, y aprovechamos para pesar mi mochila: 12 kgs.. Paca no quiere saber lo que pesa la suya.
A las 12 estamos en la Catedral, donde nos sellan la credencial y nos dan conversación con muchísima simpatía.
Nos alojamos en pleno centro, en el Hotel España. Después Paca me cura una ampolla grande en el talón. Está hecha una artista. Como tiene que haber tiempo para los buenos placeres, nos vamos a comer al Ojeda. En el Ojeda, para aquellos que no lo sepan, se come de primera. Lo juro.
Después tomamos café en una terraza del Espolón, donde lo compartimos con dos jóvenes colegas peregrinos, uno de Alfaro y otro de Valencia. El de Alfaro cumple años. ¡Qué nos den una copa!. La siesta se impone.
A la tarde damos una vuelta y nos despedimos de algunos compañeros que se quedan aquí en Burgos. Unos acaban porque su tiempo acabó, otros porque lo hicieron sus fuerzas. Cada uno nos deja un agujero en el ánimo. Quizás no volvamos a vernos. Todos han sido buenos compañeros. Le damos nuestras señas a Miguel, el de Sevilla. Miguel es el padre de la niña a la que en Roncesvalles le dijeron que no podía seguir. La hija de Miguel, que se llama Salomé, ha llegado a Burgos entre antiinflamatorios y cojeras. Su padre, con buen criterio, ha decidido saltar en autobús hasta León y una vez allí, después de descansar, avanzar hasta Santiago en etapas cortas.
A la noche tomamos unos vinos y cenamos en una tasca algo de pescado.
Dormimos como piedras.
20 Julio A Santiago 749 Km.
(Distancia = 20 Kms ; Duración = 4 horas y 45 minutos)
Son las 6 y media de la mañana cuando pasamos junto al peregrino de bronce sentado frente a la Catedral de Burgos.
La ciudad está desierta.
Es muy bonito abandonar Burgos al amanecer.
Cruzamos frente al refugio de peregrinos que está bastante alejado del centro, cruzando el río, en un parque. Se nos une un conocido italiano, Jovanni. Al poco nos deja. Es muy joven y vamos demasiado despacio para él.
Paca y yo vamos recordando a los buenos amigos, o mejor a los buenos compañeros de Camino, que nos han ido dejando desde Roncesvalles a aquí. Lo dejamos porque nos da mucha pena.
Un buen desayuno en Tardajos nos levanta la moral. Hoy el calor aprieta sin compasión. Definitivamente hemos vuelto a la Castilla de siempre.
Unos kilómetros antes de llegar a Hornillos nos encontramos con un peregrino que lleva de todo en su mochila, la mayor parte de las cosas colgando de ella. Parece un hombre orquesta. El hombre orquesta, español, va intentando ligarse descaradamente a una francesa pelirroja que va sola, se llama Yasmine y es de Orleans. Al hombre orquesta no le falta conversación y va ilustrando a la gala sobre los variados cultivos del páramo castellano: trigo y cebada. De repente se paran, nos llaman. El español nos pregunta señalando un campo: 'Oye,¿qué es esto?'. 'Remolacha', contestamos. Ganamos un montón de puntos ante la pareja.
Nos quedamos en Hornillos del Camino. Donde se nos informa de que el refugio vale 500 ptas. por persona. Allí coincidimos con tres muy conocidos: Pepe, Fernando y Javier.
El fresco sótano del albergue de peregrinos invita al descanso.
Aunque no lo dicen las guías, hay un restaurante-bar muy decente en el pueblo. La gente está deseando atendernos.
Este pueblo está a unos 20 Kms del centro de Burgos. Hoy no hemos andado mucho pues, Paca y yo, hemos decidido tomarnos Castilla con calma. Nuestros pies piden descanso y no queremos tentar a la suerte. Demasiado bien nos va.
Comemos con Fernando, el de Zaragoza, Javier, el de Ronda, y con el Comandante Pepe, el de Valladolid. Los dos primeros vienen de Roncesvalles, el tercero de Jaca, como ya se dijo.
En otra mesa están el francés que vimos en el alto de la niebla, antes de llegar a Burgos, y otra francesa, 'la Pepi'. Parece que se han hecho amigos, pues después de la comida se van a echar la siesta al río. Ella no se queda en el refugio, se va al de Arroyo San Bol. Es más exótico.
La tarde es abrasadora en Hornillos. Me dedico a escribir en la cocina del refugio, que está en el sótano del mismo y por tanto es un lugar fresco.
Me sorprende la audacia de los peregrinos extranjeros, que ponen y quitan bombonas, indagan, miran todo, manosean todo lo que encuentran, sin tener en cuenta quien es el propietario, sin pedir permiso a nadie, se echan la siesta donde les peta y luego se van sin soltar un duro. Hay un momento en el que temo que me quiten el boli con el que escribo y se pongan a leer esta carta con total descaro.
Creo que en sus países no se comportan así, o, al menos, lo espero. ¿A qué venía, de pequeños, ponernos tanto a esta gente de modelo?.
Voy, mientras Paca continúa con su siesta, al bar del pueblo. Allí una peregrina americana que viaja con su hija, me da las quejas sobre lo mal organizado que está el Camino y lo muy concurridos que están los refugios (que no el Camino, para los que caminamos, pues la picaresca es grande). Le recomiendo que haga lo que hacemos Paca y yo, usar los refugios de pago llamados hoteles y hostales. No le gusta la solución y dice que no ha venido aquí a gastarse una fortuna en hoteles. Le ruego que, en tal caso, considere la buena relación calidad-precio (tan de moda) que ofrecen los refugios y el esfuerzo que cuesta mantener abierto un Camino tan largo. No se convence y continúa protestando.
Finalizo la conversación diciéndole que busque una alternativa al Camino en otro país y que mire a ver si la organización y los precios son mejores.
Cenamos con Javier, el de Ronda, y Fernando, el de Zaragoza, en el bar. Antes, durante la tarde, vemos el pequeño y viejo molino del alcalde y hospitalero. También charlamos con su mujer, que nos dice que se puede tomar leche con colacao por la mañana y que las 500 ptas. que cobran son para el Ayuntamiento.
A las 10:30 de la noche el hospitalero va a dar una vuelta por el refugio y lo cierra. Es como el que tiene vacas y por la noche baja a la cuadra a darles una vuelta. Visto que el ganado está bien, se apaga la luz y a dormir. Como con nosotros ha hablado esta tarde, al pasar a nuestro lado, nos recuerda: '¡Hay leche para mañana en la cocina!'
21 Julio A Santiago 749 Km.
(Distancia = 20 Kms ; Duración = 4 horas y 20 minutos)
Salimos del refugio casi a las 6. Antes tomamos un vaso de leche que ha dejado el hospitalero,, la noche anterior para los peregrinos.
Cantan las codornices y el campo huele a cereal seco.
Apenas han empezado a cosechar.
Enseguida adelantamos a las dos americanas de la tarde anterior. No nos enrollamos con ellas, nos apetece ir solos.
En Arroyo San Bol hay un pequeño refugio con capilla, donde el caminante puede tomar café. Paca y yo pasamos de largo .
Subimos de nuevo al páramo. La llanura amarilla de mies hasta donde alcanza la vista, es de un amarillo húmedo, pesado y mate a estas horas tempranas de la mañana.
Hontanas surge del suelo casi de repente. Bajamos del páramo al pueblo y nos metemos en el primer local que encontramos abierto. Es la taberna del Vitoriano, uno de los lugares mas 'cutres'
que hasta ahora hemos encontrado en el Camino. Sin embargo, Vitoriano es comunicativo y atento con el peregrino, además, sabe beber vino de un porrón echándoselo en la frente.
Habilidad ésta de la que no todo el mundo puede presumir. No es Vitoriano muy amigo de los hospitaleros que regentan los refugios de Hornillos y Hontanas, pues dice que, el primero, no debería cobrar las 500 ptas. pues ya recibe dinero de la Junta de Castilla-Leon y que, el segundo, está conchabado con el del bar de la piscina donde manda a comer a la gente, quedando así menguado su humilde establecimiento.
Nosotros le decimos que lo que recauda el de Hornillos es para el Ayuntamiento, según nos dijo su mujer, y que, además, da un vaso de leche por la mañana . Vitoriano nos contesta que 'eso de que es para el Ayuntamiento nos lo atemos a un dedo' y que si está recibiendo 20.000 ptas.
diarias de los peregrinos, amén de lo de la Comunidad, '! Ya puede dar leche, ya!'.
Dejamos Hontanas por un camino donde las carreras de los conejos son frecuentes. Una víbora, asustada por nuestros pasos y nuestra conversación, se mete precipitadamente entre las hierbas a la derecha del sendero. Este trozo, hasta Castrojeriz, lo hacemos en compañía de Fernando y Javier.
Bajo los arcos del convento de San Antón los peregrinos se hacen fotos
Una minivuelta ciclista (jacobea, por supuesto) nos adelanta. Se ve que van bien organizados porque todos pasan serios y rápidos. Sólo el último, por delegación, nos dice: '¡Buen Camino!'.
Recordamos, Paca y yo, que en la puerta de la Colegiata de Castrojeriz hay cuatro herraduras. En su día se nos dijo, por una cicerone local, que dichas herraduras fueron dejadas allí por el caballo de Santiago en un salto que éste hizo desde lo alto del Castillo a la Colegiata. Fernando y Javier se tronchan de risa. La anécdota, a pesar de sus risas, es cierta.
A la entrada de Castrojeriz visitamos la colegiata y sellamos nuestras credenciales. Fernando y Javier comprueban que, efectivamente, allí están las cuatro herraduras. En la Colegiata nos confirman que el albergue no se abre hasta la una. Efectivamente son las 11 y hay un montón de peregrinos esperando a la puerta. Paca y yo nos separamos de Fernando y Javier y nos alojamos en el Hostal El Mesón.
A la una de la tarde Castrojeriz nos ofrece el peculiar clima castellano en estas fechas y a estas horas: La gente busca las sombras y las agarra, se pega a ellas, las parte.
Antes de comer compramos champú para todos (nadie quiere llevar un bote de más de medio kilo). Lo usamos y se lo pasamos a Fernando, Pepe y Javier. También desde Castrojeriz mandamos dos postales, una a Ramiro que está en Villanueva del Alcorón y otra a los del Bar El Trébol de Guadalajara.
Comemos con los compañeros en El Mesón. Por la tarde tomamos un vino con Fernando, el de Zaragoza, y con el Comandante Pepe, el de Valladolid. Pepe se ha tenido que comprar otro transistor en Castrojeriz, pues el que tenía se lo quitaron ayer en un bar mientras desayunaba. Los chorizos que no descansan, oye.
Paca y yo cenamos, en mutua compañía, en el mismo lugar en el que comimos.
A las 10 en la cama estés.
Un cariñoso saludo a todos
Paca y Salva
Traduccion de giros linguisticos (curso para extranjeros):
(1) sucio, pobre, miserable (2) vasija especial y muy popular, para beber vino dejandolo caer en un chorro fino directamente a la boca (3) gobierno autonomico con capacidad administrativa independiente (4) de acuerdo, en sociedad (5) donde quieren
Hola Ales, ya estamos aqui de nuevo:
No conseguimos conocer al famoso Resti, el hospitalero de Castrojeriz, pero para tu informacion no habia ordenador y por supuesto tampoco lo habia en Hornillos .
22 Julio A Santiago XXX Km.
(Distancia = 25 kms. ; Duración = 5 horas y 40 minutos.) No conseguimos conocer al famoso Resti, hospitalero de Castrojeriz. Pero, para información general, allí no había ordenador y, por supuesto, tampoco lo había en Hornillos.
Salimos de Castrojeriz a las 6 y 20 de la mañana. Antes desayunamos en 'El Lagar', un bar, enfrente del refugio, que tiene el detalle de abrir a las 5 y media de la mañana para que los peregrinos, caminantes y demás especies (que de todo hay a estas alturas del Camino) desayunen caliente.
Paca y yo lo agradecemos, pues son muy pocos los hosteleros madrugadores.
Lentamente abandonamos el pueblo y, mientras amanece, subimos la cuesta de Mostelares, coronada por un monolito que la Junta de Castilla-León puso allí en 1989. Al poco y tras echar un trago en la fuente del Piojo, donde nos encontramos a la abuelilla peregrina francesa, llegamos al refugio de San Nicolás, antigua ermita. Allí saludamos al hospitalero y nos hacemos una foto antes de abandonar la provincia de Burgos. Cruzamos el Pisuerga y ya estamos en Palencia.
En Itero de la Vega hay un café abierto. Entramos y, ¡ oh, maravilla!, está lleno de peregrinos. Algunos, pocos, son conocidos caminantes; otros, la mayor parte, son gente a la que jamás hemos visto caminar pero a la que vemos habitualmente en los bares y puntos donde sellan credenciales. ¿Habrán descubierto estos últimos cómo dar saltos en el espacio? ¿Habrá un camino paralelo y mágico que permita a los cuerpos cambiar de situación a voluntad? ¿En qué bares y tomando qué pócimas podrá esto llevarse a cabo? ¿Lo sabrá Paulo Coelho?.
Hablando de brasileños, ¿a quién encontramos al llegar a Boadilla, junto a una fuente?. Exacto, al brasileño luchador de sumo y a su mucama. Sin comentarios.
Boadilla del Camino tiene un bonito rollo gótico, también un refugio particular y nuevo llamado 'En el Camino'. Este albergue o refugio está frente al rollo y las flechas amarillas te llevan a él quieras o no. Después de tomar un café en el albergue, Paca y yo descubrimos que el Camino no pasaba por allí, ya que tenemos que desandar la entrada al pueblo por otro lado para volver a él. ¿Quién controla el uso de las flechas amarillas?. Lo suyo hubiese sido indicar el albergue pero no obligar a llegar hasta él. No debieran permitirse estos, a nuestro entender, abusos.
Llegamos al Canal de Castilla. El Camino, paralelo al Canal, nos conduce a Frómista. ¡Qué grandes obras tan desaprovechadas!, comentamos, mientras varios pelotones de la 'vuelta ciclista jacobea' nos adelantan. Estos ciclistas van seguidos por sus coches de apoyo que, al menos hasta ahora, no anuncian la Coca-cola. Al desviarnos hacia Frómista, a la entrada del pueblo, vamos junto a Fernando, Javier y el comandante Pepe.
Son las 12 cuando llegamos a Frómista. Allí nos acoge la bellísima iglesia de San Martín. En su interior hay una suave penumbra; fuera, el sol te revienta las pupilas a fuerza de contraerlas.
Un autocar para junto a la iglesia. Sus ocupantes son ciegos. Cada uno, con su bastón blanco y un acompañante, entra a la iglesia. ¿Qué sentirán los ciegos dentro de esta iglesia?. Algo han de notar cuando les traen. Pienso, no sé por qué, que todos somos ciegos en el vientre de nuestra madre.
En la iglesia nos sellan las credenciales. Nos alojamos enfrente, en el hotel San Martín. En el restaurante del hotel comemos cuatro 'supervivientes', que seguimos juntos, de los caminantes que el día 9 de Julio salimos de Roncesvalles más uno que, viniendo de Jaca, se nos unió en Puente La Reina: Fernando, un zaragozano de treinta y tantos años que trabaja en Calanda; Javier, el de Ronda, de la misma edad que Fernando, es el peregrino más religioso de cuantos hemos conocido; Pepe, de Valladolid, un comandante de 61 años que está en la reserva (es el que viene de Jaca); Paca y yo. Todos brindamos por llegar a Santiago, casi sería mejor decir que lo pedimos con humildad. En el Camino no se puede hacer alardes. Hoy estás bien y mañana por la tarde puedes estar camino de tu casa.
A la noche Paca y yo, por recomendación del comandante Pepe, nos vamos a cenar en solitario a un restaurante bueno y un poco elitista, donde la camarera nos atiende con una chispa de desdén. A la camarera no le debemos parecer clientes a la altura del establecimiento, donde un busto dedicado de D. Juan Carlos, nuestro buen rey, preside la chimenea. El lugar se llama Hostería de los Palmeros y Paca y yo cenamos, aparte de solos, un poco envarados y hablando en voz baja. ¿Me explico?. Muy caro, claro.
22 Julio A Santiago XX Km.
(Distancia = 20 Kms. ; Duración = 5 horas )
Son las 6 y media de la mañana cuando dejamos Frómista.
Hace un frío del carajo. Paca y yo nos tenemos que poner el jersey. A la salida de Frómista hay un andadero paralelo a la carretera. Por el andadero nos alcanza un peregrino.
Lleva pantalones cortos y en los bolsillos dos botellas de agua, lo que le hace andar un de un modo un poco raro. Es Alvaro, de Málaga, y viene desde Saint Jean Pie de Port.
Poco antes de llegar a Población de Campos adelantamos a la abuelilla peregrina francesa. Parece que se va a romper de un momento a otro, pero hay que ver cómo aguanta esta mujer. '¡Bonjour!' '¡Bonjour!'
Al llegar a Población de Campos comprobamos que están en fiestas pues la calle principal está llena de feriantes que duermen en sus establecimientos ambulantes. El suelo está lleno de desperdicios y vasos de plástico. Los últimos jóvenes y adolescentes deambulan por las calles del pueblo sorprendidos por el amanecer. Algunos, algo ebrios, se cachondean de los peregrinos.
Paca y yo dejamos el andadero y, por una pista de tierra roja, entre campos de cereales, maíz, girasoles y chopos, llegamos a Villovieca. Desde allí, siguiendo el cauce semiseco del río, llegamos a Villarmentero de Campos, donde volvemos al andadero. En éste, nos vemos sobrepasados por la 'vuelta ciclista jacobea'.
Los 6 ó 7 caminantes del tramo nos vemos envueltos por un aluvión de unos cien ciclistas que, al poco tiempo, se pierden en la distancia. Vuelve la calma al andadero. Los pocos caminantes sobrepasamos lentamente las estelas que, casi todas con el símbolo del Camino arrancado, marcan el andadero e impiden el acceso a él de vehículos.
En Villalcázar visitamos la hermosa iglesia y desayunamos.
En Villalcázar encontramos a Fernando, Javier y Pepe. A Carrión, tras un tranquilo paseo, llegamos pronto. Son las 11 y media cuando entramos en la Hospedería del Monasterio de Santa Clara, nuestro alojamiento para hoy.
'¡Ave María Purísima!' '¡Sin pecado concebida!'
La habitación doble es algo espartana, vale 4000 ptas. y las monjitas no hacen factura. Sellamos las credenciales y nos quedamos.
Visitamos el pueblo con calma, especialmente la iglesia de Santiago. Comemos, con Pepe, Fernando y Javier, el menú del día en el Mesón La Corte. Coincidimos allí con casi todos los caminantes conocidos, una veintena.
Por la tarde visitamos el refugio de peregrinos y conocimos a la hospitalera. Mujer servicial y comunicativa, es la hermana del cura de la iglesia de Santiago. En el refugio tienen ordenador pero, por raro que parezca, todavía no funciona. También visitamos el Monasterio de San Zoilo.
Paca y yo cenamos, esta vez solos y a la carta, en el mismo lugar donde comimos. Comen algunos peregrinos extranjeros como la pelirroja Yasmine y un gigantesco alemán que viendo nuestras croquetas se relame. Nos hacemos un guiño desde lejos. Son todos honrados caminantes. Los peregrinos de pega ya han cogido el autobús por la tarde.
En el bar España, camino del albergue de Santa Clara, nos tomamos un anís. A dormir: '¡Ave María Purísima!' '¡Sin Pecado concebida!'
Sellamos y nos quedamos .
Visitamos el pueblo con calma en particular la iglesia de SANTIAGO Comemos en el Meson La Corte, el menu del dia, Coincidimos alli con casi todos los caminantes conocidos , una veintena .
Hasta pronto y un saludo a todos
Buen Camino
Hola Ales, ya estamos aqui de nuevo:
No conseguimos conocer al famoso Resti, el hospitalero de Castrojeriz, pero para tu informacion no habia ordenador y por supuesto tampoco lo habia en Hornillos .
22 Julio A Santiago XXX Km.
(Distancia = 25 kms. ; Duración = 6 horas y cuarto. ) En Hospital de S. Miguel Dejamos el albergue de las Clarisas a las 6 y cuarto. Los peregrinos cruzamos Carrión en penumbra siguiendo las flechas amarillas. Aún no se decide a amanecer el día. Un grupo de chicos y chicas jóvenes se retiran de la juerga del viernes noche. Vociferan y gesticulan con la ingenuidad del que cree ser el primero en el mundo que se acuesta a esas horas. Inevitablemente increpan a los peregrinos y se burlan de ellos, pues son los únicos seres humanos que, aparte de los jóvenes, se mueven por el pueblo en ese momento. Los peregrinos aceptan la 'inclemencia humana' con indiferencia, su paso monótono no se altera. Las voces de los jóvenes y sus risas se pierden enseguida.
Cruzamos el puente sobre el Carrión y, después de un pequeño titubeo, llegamos a la rotonda de la carretera una de cuyas salidas va a Villotilla. La tomamos. Cuando llevamos unos kilómetros por ella, un coche, lleno de jóvenes ruidosos que vienen de juerga, frena a nuestra altura y cuando ya nos temíamos lo peor : '¡Qué tengáis suerte! ¡Buen Camino!' Paca y yo damos las gracias muy contentos al comprobar que la juventud trasnochadora tampoco carece de buenos sentimientos.
Llegamos a la antigua calzada romana que iba a Astorga, rectilínea nos conduce a Calzadilla de la Cueza. Nuestras sombras alargadas siempre delante, nosotros intentando alcanzarlas como cuando éramos niños.
Desayunamos en Calzadilla. Nos despedimos allí de Pepe, el de Valladolid, de Fernando, el de Zaragoza, y de Javier, el de Ronda. Paca y yo nos encontramos descansados, pues las etapas anteriores han sido cortas, y deseamos avanzar un poco más. Ellos se quedan hoy en el refugio de Calzadilla.
Les dejamos nuestras señas, por si acaso.
A la salida de Calzadilla sale una pista nueva de la carretera. Está muy poco señalizada. Caminando por ella evitamos la carretera.
Tres muchachas guapas de veintitantos años se unen a nosotros. Se les ve frescas, descansadas y vivaces. Nos dicen que son de San Sebastián y que son javieristas.
Cuentan que van a Santiago a un congreso de jóvenes cristianos. Les dejamos a la entrada de Lédigos, pues Paca y yo entramos al pueblo a tomar un refresco. Al rato, en el cruce de Terradillos de Templarios, observamos atónitos como las tres bellezas javieristas hacen autoestop a un Nissan Patrol de la Guardia Civil. Pensamos que se trata de una broma, pero el coche de la Benemérita para y las chicas hablan con los guardias. Andando, llegamos a su altura y les sobrepasamos. A los pocos minutos el coche de las fuerzas del orden nos rebasa y las tres chavalas, muy contentas, nos dicen adiós desde él. ¡Viva la Guardia Civil!. Fíate de las javieristas y no corras...
Llegamos a Terradillos de Templarios. En el refugio de peregrinos nos recibe Marisa Pérez, el ama de la casa. Es un refugio privado. Nos atiende muy bien. El refugio es muy familiar y acogedor. La comida buena. ¡Albricias!, el ordenador funciona. Es el primer ordenador del Camino que vemos funcionar. Marisa nos dice que casi tuvo que agarrar al técnico de las orejas para conseguirlo. No nos extraña, Marisa, la de Terradillos, es una mujer de una pieza: Tiene el refugio muy bien atendido, da de comer y de cenar a los peregrinos que lo deseen, atiende su tienda de alimentación (aneja al refugio), da cafés, copas, cervezas y vermús tanto a los peregrinos como a los del pueblo, cuida de sus hijos, es buena y cariñosa con la gente, gasta bromas, da conversación y además está embarazada. ¡Anda que se le iba a escapar a ella el técnico sin dejar el ordenador en marcha! ¡Faltaría más!. El marido de Marisa le ayuda, pero, sobre todo, le gusta tomarse botellines con los clientes en plan tranquilo. A pesar de que el ordenador del refugio de Terradillos de Templarios, hay que decirlo bien alto, FUNCIONABA, no fui capaz de salir de la página por defecto: www.caminonet.com. ; cuando intenté utilizar el correo me avisó de que no tenía el software necesario. Bueno, ni siquiera Marisa es perfecta. Ella hizo lo que pudo.
En Terradillos, además del refugio de Marisa Pérez, hay pocas cosas: El resto del pueblo son cuatro casas, la iglesia y un lugar de descanso para los peregrinos con unos bancos y una fuente. El refugio vale 1000 ptas., tiene una habitación de dos camas (que a Paca y a mi nos correspondió por madrugadores) amén de otras con varias camas. El menú vale 1000 ptas. y, si algo no te gusta, Marisa te hace otra cosa por el mismo precio. Esta Marisa es una joya.
En Terradillos coincidimos con peregrinos conocidos como el hombre orquesta que de nuevo asedia a la pelirroja francesa Jasmine, también presente y algo más proclive a los encantos del joven; una joven brasileña que viajaba sola y tenía los dedos de los pies 'machucados' y que nos hizo muchas preguntas sobre el Camino y sus tradiciones.
Conocimos también a dos gallegos, Marisa y su padre. El padre de Marisa se añadió a su hija 'para que la niña no hiciera el camino sola'. Marisa tiene unos treinta años, es una mujer maja y desenvuelta, y jura y perjura: '¡En que hora traje a mi padre!'. Cosas.
22 Julio A Santiago XX Km.
(Distancia = 31 kms ; Duración = 7 horas.)
A las 6 y pocos minutos abandonamos este oasis que Marisa Pérez defiende en medio del Páramo. Seguimos la pista de tierra hasta Sahagún. La mañana está suspensa, amanece pero no se mueve una paja. Presagiamos un día muy caluroso. No vemos a nadie en el Camino. Pocos kilómetros antes de Sahagún hay un coche grande parado en el Camino. Cuando llegamos a su altura vemos, dentro de él, como un hombre y una mujer, ambos desnudos, saludan el nuevo día a su modo, sin reparar en el paso de los peregrinos. ¡Sí señor, eso es dedicación! ¡Hay que estar a lo que se está!.
Desayunamos en Sahagún y visitamos su bellas iglesias. A la salida del pueblo tomamos el andadero. El calor ya se nota bastante. Los seis caminantes mal contados que avanzamos por el andadero nos vemos superados por la vuelta ciclista jacobea de cada día. La carreterilla que va al lado del andadero a veces se vuelve camino y, ni en un caso ni en otro, está transitada. Sin embargo a los ciclistas les gusta más ir por el andadero.
A la una llegamos al Burgo Ranero. Hace mucho calor. La gente está saliendo de misa. Vamos a sellar al refugio, donde hay un ordenador (uno más) que no funciona. En el refugio un peregrino de Cádiz nos dice que nos conoce, que fue detrás de nosotros más de una hora antes de llegar a Calzadilla y que no consiguió alcanzarnos. Dice que andamos muy bien, de modo uniforme y sin mover el cuerpo. Paca y yo, agradecidos de que alguien aprecie nuestros méritos de caminantes, damos las gracias y nos sentimos peregrinos ejemplares. No aparece el hospitalero, por lo que nos sellamos nosotros mismos y nos vamos a buscar alojamiento en la Fonda Lozano. Comemos en el Bar El Peregrino. Siesta obligatoria.
A la tarde, Doña Mercedes, la dueña de la Fonda Lozano, nos cuenta historias de peregrinos. Es especialmente emocionante la historia del peregrino Manuel, que hizo la peregrinación en 1993 con tres compañeros. Hicieron la promesa de repetirla este año. Manuel no la hará, pues ha muerto. De los otros dos, Doña Mercedes espera a uno que le ha prometido venir a verla.
Damos una vuelta por el pueblo, tomamos un vino con Marisa y su padre y cenamos donde comimos, pues no hay otro sitio donde hacerlo.
Paca y yo no sabemos qué hacer, pues llegar hasta León mañana nos asusta. Ya veremos lo que pasa.
Hasta pronto y un saludo a todos
Buen Camino
Hola nuevamente Ales y quienes leais esta lineas:
26 Julio A Santiago XXX Km.
(Distancia = 39 Kms ; Duración = 9 horas )
La noche del 25 al 26 de julio dormimos - es un decir - en el Burgo Ranero. La Fonda Lozano está cerca de una gran charca . Durante la noche comprendimos cual es la razon del nombre del pueblo. Las ranas mantuvieron su concierto durante toda la noche. Por si fuera poco, apenas nos habiamos acostado ( eran las 10:30) cudno se presentó a ver a doña Mercedes un amigo y cliente suyo que iba de paso
El amigo en cuestion era, segun dijo, vendedor ambulante de melones . La cuestion es que su arenga se oia perfectamente desde la primera planta que era donde estaba nuestara habitacion .
El buen hombre, se ve que por la costumbre, hablaba con la dueña como si estuviera pregonando en las fiestas de Villaconejos (1) . Deformacion profesional de las qu eninguno estamos a salvo. Cuando se despidió del ama pudimos oir mucho mejor las ranas que cuando salimos del pueblo a las 6:10 todavia estaban rematando su concierto .
No debimos hacerlo, pero lo hicimos. Supongo que, aprovechando lo bien que habíamos descansado en el Burgo Ranero, pensamos que lo suyo era llegar hasta León.
Comenzamos a andar por el andadero. Por cierto, este andadero discurre hasta Mansilla de las Mulas junto a una pista de tierra roja que es mucho más ancha que el andadero. ¿No hubiese sido más conveniente hacer andaderos en zonas sin camino?. No siempre son fáciles de entender las decisiones de los que nos gobiernan. (Por justas y acertadas que éstas sean.)
Desayunamos en Reliegos. En Mansilla de las Mulas disfrutamos atravesando la ciudad, el puente a la salida, las murallas... . El sol quemaba. En Mansilla nos encontramos con Luz, la peregrina del lento caminar, cargada de bolsas y con el bordón rematado por la bandera de España. Intercambiamos un saludo, después cada uno a lo suyo. Andando.
El acceso a León inacabable. Paramos en Puente de Villarente a tomar un refresco, allí nos encontramos con una peregrina catalana vestida de hippy, fresca como una rosa. Es de las que hacen trampas con mucha naturalidad.
Volvemos a parar y sellamos en Arcahueja, en el café-bar La Torre.
Bajamos el alto del Portillo entre coches, motos y camiones que lo suben como si fuera aquello el circuito del Jarama.
Al llegar a las primeras casas tenemos que sentarnos en un banco, desfallecidos.
Finalmente, cruzamos el puente sobre el Torio. Andamos atravesando León hasta el Hostal de San Marcos, allí cerca, en el Hostal Don Suero, nos alojamos. Eran las tres y cuarto de la tarde cuando llegamos. Muertos.
Por la tarde fuimos al centro y al 'barrio húmedo'. Nos sentamos en una terraza de la calle, ahora peatonal, que sube hacia la catedral desde la Plaza de San Marcelo. Por poco partimos las sillas, ¡qué cansancio!.
Comentamos los poquísimos peregrinos que habíamos visto entre Burgos y León (andando claro, en los bares los hubo a manta.). Concretamente, en la larguísima caminata de hoy, Paca y yo, sólo hemos visto dos entre el Burgo Ranero y Mansilla de las Mulas y otros dos entre Mansilla y León. De la 'vuelta ciclista jacobea' nos pasarían unos treinta, la mayoría usando el andadero en lugar de la hermosísima pista de tierra que discurre paralela a éste.
Estamos hablando de esto cuando, de repente, ¡fíjate, Paca, en aquellos!. Eran el brasileño luchador de sumo y su mucama. Caminaban tan frescos por la calle peatonal. '¿Cómo habrán llegado hasta aquí. Paca?', dije yo totalmente incrédulo, fascinado por lo que me parecía una visión.
'Pues en autobús, Salva, o, ¿es que estás tonto?', dijo Paca que, a diferencia de mi, utiliza la lógica. Pues allí estaban.
Hemos comido en el Hostal Don Suero casi lo que nos han querido dar, dada la hora de nuestra entrada en el comedor (casi las 4 de la tarde, una vez aseados). Paca y yo decidimos, digerida ya casi la larga caminata y tras nuestra buena sentada de la tarde, premiarnos con una buena cena en el restaurante Casa Pozo. Bien hecho.
27 Julio A Santiago XX Km.
(Distancia = 22 kms ; Duración = 4 horas y media)
La salida de León casi tan horrorosa como la entrada.
Afortunadamente la ciudad merece la pena y compensa de estas calamidades. Da pena, al igual que de Burgos, irse de León. Sin embargo, Paca y yo, convenimos en que hemos de hacerlo: Hemos venido a hacer el Camino y no a jarrearnos al 'barrio húmedo'.
Salimos a las 6 y media de León y, ¡un nuevo portento!, comienzan a salir peregrinos de debajo de las piedras. Paca y yo alucinamos. No conocemos a nadie. Avivamos el paso y vamos dejando atrás los vericuetos de la salida de la ciudad.
Desayunamos en un bar-cafetería que está casi frente a la iglesia de la Virgen del Camino. El dueño del local, un señor de unos 60 años, trata con mala leche natural a los peregrinos, le sabe mal que utilicen los servicios, les da de desayunar de mala gana y dando bufidos, y, para redondear la faena, les mete una buena clavada: '¡Quede usted con Dios!' Los peregrinos se van apresuradamente antes de que el señor del bar les regañe por alguna otra cosa.
La etapa de hoy es una paseo. Día casi de descanso.
Llegamos a Villadangos del Páramo y no hay en el refugio de peregrinos ningún responsable. Son las 11 de la mañana. Un chico nos dice que, para sellar, en la panadería. Allá nos encaminamos. La panadería está en la calle principal del pueblo, paralela a la carretera.
'¿Hay un hostal aquí?' 'Uno muy bueno y nuevo, ahí a la vuelta, el Hostal Libertad.'
En el hostal nos damos un baño. Revisión y cura de ampollas. A tomar el vermú. Hoy la vida es bella y además está nublado, también se agradece un poco de fresco. No creo que se nos ocurra repetir etapas como la de ayer.
Comemos en el hostal. No son muy buenos dando comidas. El menú es escaso e insulso. Todo no puede ser perfecto.
Buscaremos otro lugar para cenar.
Hemos visto pasar un peregrino conocido: un francés joven que va con una chilaba, no sabemos si por alguna promesa o porque le habrán dicho que protege del calor en estos desiertos. El francés nos dice adiós muy contento y nosotros a él.
Siesta. Unos vinos por las dos tascas del pueblo. En una de ellas asistimos a una discusión entre dos del pueblo acerca del uso del agua: '¡Tú con tal de que beban las tus vacas te da igual anegar fincas,¡ señorín!, que eso es lo que tu eres: un señorín. A ver qué recojo yo luego en las mis fincas si las encharcas cada vez que se te pone por los cojones!'. La discusión se prolonga y por momentos, entre blasfemias, puñetazos sobre el mostrador, insultos y voces, parece que los dos vecinos se van a matar. Alguien media y la cosa lentamente vuelve a su cauce. Finalmente los dos del agua se van juntos, intentando quitarle hierro a las barbaridades que se han dicho, al fin y al cabo han de verse mañana y pasado y la mayor parte de sus vidas.
Por la calle principal del pueblo, la de la panadería, nos encontramos con Marisa, la gallega, nos dice que están en el refugio de peregrinos y que su padre, ¡hay que joderse!, le ha mandado a comprar y a hacer la cena. ¡Cómo si ella no estuviera tan cansada como él!. Nosotros le decimos que los padres son para quererlos y para respetarlos, pero que si quieren hacer el Camino de Santiago es mejor, definitivamente, que lo hagan ellos solos.
Volvemos a cenar al hostal, esta vez a la carta, pues en el pueblo no encontramos mejor opción.
La noche en Villadangos del Páramo es un gozo para los peregrinos. Paca y yo dormimos como piedras.
Un cordial saludo para todos
Paca y Salva
26 Julio A Santiago XXX Km.
(Distancia = 26 Kms ; Duración = 6 horas y cuarto.)
Cuando se ha dormido bien, el despertar es casi una vuelta del más allá. A las 6 y media salimos de Villadangos.
Todavía tardarán un buen rato nuestros cuerpos en proyectar sombras. Paca y yo caminamos unos kilómetros casi dormidos.
Es monótono andar por el andadero, junto a la carretera.
¡Paca, despiértame en Puente de Orbigo!, bromeo.
Al llegar a este pueblo una foto, cruzando el Puente del Paso Honroso, se impone. Desayunamos en Puente de Orbigo.
Los honrados gitanos y los vendedores ambulantes andan montando el mercado del miércoles en la localidad.
A la salida de Hospital de Orbigo se ofrecen al caminante dos opciones: La una, continuar por el andadero de la carretera; la otra, seguir un camino que pasa por Villares de Orbigo y Santibáñez, atravesando después un monte. Paca y yo elegimos la del monte, pues allá hemos tendido a tirar casi siempre. El camino es pedregoso pero entretenido.
Cuando vamos por lo más empinado y agreste del monte, me paro. Mira, le digo a Paca. A lo lejos se ven dos peregrinos. Son el brasileño luchador de sumo y su mucama.
A Paca y a mí ya nada nos sorprende. Al poco les adelantamos y a los tres minutos ya les hemos perdido.
'¡Pero si ese hombre no puede andar!' '¡Pues sabrá dar saltos en el hiperespacio!', dice Paca tan tranquila.
Cuando llegamos a San Justo de la Vega, el número de caminantes aumenta repentinamente. Se ven ciclistas sin equipaje, caminantes sin mochila y gente bien vestida y poco sudada con gran despliegue de rodilleras y tobilleras de diseño.
A la una menos cuarto llegamos al albergue de peregrinos de Astorga. Somos ocho peregrinos esperando a que se abra (abre a la una). Dos de los peregrinos son conocidos. El albergue se abre a su hora. Paca y yo sellamos y nos marchamos a alojarnos al Hostal La Peseta. Revisión y cura de ampollas y... una mala noticia: Llamamos a mi madre y nos dice que un amigo médico, persona buena y cariñosa donde las haya, ha sido operado tras descubrirse repentinamente que estaba enfermo y se encuentra en una situación difícil. Dice mi madre que no dejemos de tener presente a este amigo durante el resto del Camino. Lo haremos con mucho gusto, ojalá que le sirva.
Comemos en el restaurante del hostal. Después de la siesta damos una vuelta por la ciudad y notamos la presencia de actores en Astorga. Nos dicen que se rueda una película sobre peregrinos. Cenamos de nuevo en el hostal, caro pero bueno. Saludamos a Alvaro, el de Málaga, que cena a unas cuantas mesas de la nuestra.
29 Julio A Santiago XX Km.
(Distancia = 20 Kms. ; Duración = 5 horas )
Con los maragatos golpeando 6 veces la campana del Ayuntamiento dejamos el hostal La Peseta. Es aún de noche y cruzamos Astorga en solitario. Sólo la Pepi, una peregrina francesa, aparece a sacar algo de comer de una máquina automática. ¡Oye, qué oportuna!.
Caminamos despacio, saboreando cada paso, cada calle, el fantasma de Gaudí, la catedral, la Calle de la Judería, la de Leopoldo Panero ('En Astorga nací en 1909 y quiero aquí ser enterrado, en el refugio familiar, a dos metros de la nieve').
Dejamos Astorga y, poco a poco, los músculos, los pies y las ampollas van cogiendo la temperatura de crucero. El andar, entonces, se hace agradable.
Al poco, un coche para a nuestro lado: '¡En Murias tendrán un bar abierto para desayunar, voy a abrirlo ahora mismo!', dice a los peregrinos un hombre corpulento de unos 60 años que va acompañado por quien parece su esposa.
Paca y yo, agradecidos, desayunamos en Murias de Rechivaldo. Luego continuamos por el andadero. Los andaderos de esta zona van siempre junto a un camino de tierra roja y, algunas veces, junto a dos. Cuando se hacen obras públicas innecesarias se hace siempre, como mínimo, el ridículo. No obstante, creo que existe algún término jurídico que define mejor estas actuaciones.
El andadero deja fuera del Camino al bello pueblo de Castrillo de Polvazares. Una pena.
A la entrada de Santa Catalina de Somoza alguien se ha molestado en pintar flechas amarillas en todas direcciones y, suponemos que el mismo gracioso, ha hecho una gran pintada demostrativa de su originalidad, imaginación y talento: 'COMEME EL PENE (EREcTO)',
la 'c' de erecto añadida con posterioridad. Por las trazas, se ve que al autor le gusta puntualizar.
En El Ganso nos detenemos a tomar un refresco donde el Cow-boy. Allí saludamos a un par de caminantes conocidos y conocemos a otro de 114 kilos que salió de Roncesvalles cuatro días antes que nosotros y que jura que jamás volverá a hacer el Camino a pie. El hombre se encuentra fatal.
Al salir del Ganso una señora nos dice: '¡Qué el Santo Apóstol San Santiago les permita llegar con bien y les proteja!'. Justo en ese momento un individuo en coche atraviesa el pueblo como si estuviera en Indianápolis. Casi nos lleva por delante. '¡Qué el Apóstol le oiga, señora!' '¡Hay que joderse, qué tarugos!'
Bruscamente llega el bosque y se acaba el andadero. Hay que avanzar carretera adelante. Muy pocos peregrinos en este tramo. Poco después de las 11 llegamos a Rabanal del Camino. Nueve o diez peregrinos aguardan a que se abra el Refugio (se abre a la una). Paca y yo nos vamos al Hostal El Refugio, justo frente a la iglesia. ¿Quién dijo que no había una cama libre en el Camino?. Hasta ahora estamos encontrando en todas partes, tanto en refugios como en fondas, hostales y hoteles. El hostal es el único sitio del pueblo donde se puede comer. Tiene una especie de autoservicio con cinco o seis primeros platos y otros tantos segundos. Hay otro hostal, La Cruz del Ferro, pero ha empezado a funcionar hace poco y sólo tiene habitaciones.
En Rabanal comemos con Víctor y su mujer, Carmen. Ella es encantadora, pero está molida. Es su primera etapa, pues han salido de Astorga. Tiene en cada pie unas ampollas como monedas de veinte duros de los de antes.
Los pies cada vez están más cansados. Las piernas tienen reservado un dolor distinto para cada día, además de los ya conocidos. Es increíble. La siesta ya no es un ritual breve, sino una obligada reparación de fuerzas de 3 ó 4 horas... y dicen, los que han salido de León, que no pueden más...
En Rabanal, a última hora, han cerrado algunas calles y no se puede aparcar. Parece que la película sobre el peregrino tendrá mañana aquí parte de su rodaje.
Cenamos solos y, después de cenar, nos juntamos con Víctor, el gaditano que nos tiene como modelo de andarines y Luz, la de la bandera de España. Tomamos juntos una copa. Luz nos dice que lo deja, pues se le han acabado los días de permiso. El gaditano se marcha pronto. Víctor, cuando nos quedamos solos, nos dice que su mujer no podrá continuar al día siguiente y que le van a dejar un coche para bajarla a Molinaseca. Víctor nos cuenta que se dedica a montar empresas o a hacer viables empresas en quiebra.
Poco a poco monopoliza la conversación, nos asegura que las personas que le conocen ya no dejan de necesitarle e incluso que las mujeres quedan emocionalmente dependientes de él... Paca y yo viendo el cariz que toma la conversación nos retiramos, diplomáticamente, a dormir. Cuando llegamos a nuestra habitación comienzan las risotadas: ' ¿Por qué se nos tienen que pegar todos los piraos del Camino?', dice Paca. 'Porque en cuanto nos conocen dependen emocionalmente de nosotros.', le aseguro yo.
Mañana esperamos alcanzar la mítica Cruz del Ferro. Allí dejaremos dos piedras de pedernal que hemos traído de Guadalajara. ¡Qué la bajada hasta Ponferrada nos sea llevadera!.
Un cordial saludo para todos
Paca y Salva
30 de Julio
A Santiago 238 Kms.
(Distancia = 32 kms. ; Duración = 8 horas y cuarto)
Una de las jornadas más bellas y sentimentales del Camino.
Salimos de noche de Rabanal, como siempre hemos hecho en todas partes. Esta mañana necesitamos utilizar la linterna hasta que, desde el camino que sale de Rabanal, alcanzamos la carretera.
Cuando queremos darnos cuenta ha aparecido el esqueleto de Foncebadón como la raspa desnuda de un pescado. Foncebadón sigue tirado, dispersadas sus piedras y vivas aún sus tapias y paredes, allá donde siempre. Ahora, junto a la carretera, están haciendo un bar-parada de peregrinos. Poco después la Cruz del Ferro.
Hace unos 10 años, cuando pasamos por la Cruz del Ferro por primera vez, era un lugar impresionante. Su soledad imponía. Hoy, cuando hemos pasado por allí, la gente se reunía en su base, ponía banderas, pegaba pañuelos en el tronco de madera que sustenta la cruz, camisetas, recados escritos en folios, incluso escribían en el mismo poste. La ingenuidad del caminante: sentirse más importante que el camino.
Paca y yo abandonamos pronto el lugar tras dejar nuestras piedras de pedernal, traídas de Guadalajara, y desear la salud para nuestro amigo Ignacio.
Hoy la Cruz del Ferro es una romería. Luego los peregrinos bajan en coche, otros en bici, otros andando sin mochilas (interpelados de cuando en cuando desde sus coches de apoyo: ¿Necesitáis algo? ¿Tenéis sed?...), los menos lo hacemos con nuestra impedimenta a la espalda y un poco abochornados por el espectáculo.
Durante la bajada, hay peregrinos sin mochila que no pueden entender que un cuarto de kilo de mujer, como Paca, cargada con una mochila que abulta más que ella y un tipo corpulento como yo, cargado con un bulto de 12 kgs., les adelantemos. Se obcecan en seguirnos. A los pocos kilómetros desisten. El entrenamiento y las muchas etapas recorridas nos han enseñado a mantener unos ritmos engañosos: somos fáciles de adelantar pero, sin interrupciones, nuestro paso es difícil de mantener.
Sellamos y somos obsequiados con un café en el pintoresco refugio de Manjarín.
Desayunamos en El Acebo, en cuya pronunciada bajada a una voluminosa danesa le falta poco para despeñarse. Duelen las rodillas en las bajadas, también las puntas de los pies.
Atravesamos a buen paso Riego de Ambrós. Después de este pueblo ha habido un incendio, pocos días antes, y es una lástima atravesar el paraje calcinado, ¡vaya desolación!. Un hombre mayor, sentado en una piedra, nos para, nos pregunta de dónde somos y nos cuenta lo del incendio. Da miedo, parece que aún está caliente el suelo.
Nos dicen que en esta peligrosa bajada, aun por carretera, dos ciclistas han tenido un accidente y una ambulancia ha subido a por ellos. Parece ser que es un lugar propicio para accidentes de bicicleta y que años atrás murió aquí un ciclista.
Llegamos a Molinaseca. Nos detenemos a contemplar este bonito pueblo. Un pueblo con muchísimo ambiente. Tomamos una cerveza con un caminante conocido en un bar junto al río. Nos vamos, a nuestro amigo le apetece otra.
De allí en adelante la entrada en Ponferrada se hace muy pesada. Un largo dar vueltas hasta llegar al refugio, dejando a nuestra izquierda las murallas del castillo.
El refugio de peregrinos de Ponferrada lo controlan unos hospitaleros francófonos. Están sentados a la espera del peregrino en el primer piso del refugio. Parecen un tribunal. Ofrecen agua y se maravillan de que los españoles sepamos beber en botijo sin atragantarnos. Les digo, con mi cara más seria, que tengo facilidad para ello porque hice un curso de 3 meses en UCLA. Me preguntan que si lo digo en serio. Finalmente nos estampan un sello muy fanfarrón que casi ocupa 4 espacios normales en nuestras credenciales. El nuevo albergue, aunque inaugurado, aún no está en uso. Paca y yo nos alojamos en el Hotel Conde Silva.
El casco antiguo de Ponferrada es lo mejor del pueblo pero, para nuestra desgracia, la plaza mayor está en obras. La parte nueva es una "cementaria" que, al igual que en otros lugares, no dice nada.
31 de Julio
A Santiago 205 Kms.
(Distancia = 34 Kms. ; Duración = 8 horas y media.)
Salimos a las 6 y cuarto. La salida de Ponferrada es larga y sinuosa y, a veces, poco señalizada. A la altura de la central térmica un grupo de peregrinos nos adelanta:
-"¡Buenos días! ¡Buen Camino!"
No hay respuesta. Deben ser peregrinos con voto de silencio.
Paca y yo desayunamos en Columbrianos, donde tienen la amabilidad de tener un bar abierto a esas horas. Hasta Cacabelos el Camino es un agradable paseo con docenas de peregrinos.
"¿Un café, Paca?" "¡Venga!". Después del café en una céntrica cafetería de Cacabelos, salimos a buen paso hacia Villafanca del Bierzo.
De Cacabelos a Villafanca el número de peregrinos disminuye muchísimo. Vemos como algunos coches de apoyo amplían sus funciones y directamente transportan peregrinos a Villafranca. La salida de Cacabelos comienza con un repecho largo y por carretera que, a muchos peregrinos con apoyo logístico, les hace reflexionar sobre las ventajas del motor de explosión. Por otro lado, el día es caluroso.
Paca y yo hemos sabido por oídas los rigores de la etapa de O Cebreiro y, como al llegar a Villafranca nos encontramos calientes y bastante enteros, decidimos continuar hasta Trabadelo y robarle unos kilómetros a la etapa de O Cebreiro.
Antes visitamos, naturalmente, la iglesia de Santiago (donde nos hubiesen sido concedidos los mismos favores celestiales y espirituales que en Santiago de Compostela, en caso de no poder seguir por estar enfermos.). La iglesia no está en obras y se encuentra abierta por ser año Jacobeo. Una oración, un recuerdo. Para nosotros esta iglesia, a la entrada del pueblo, es un punto emotivo del Camino.
Casi junto a la iglesia está el refugio de siempre, que parece un invernadero, y un poco antes de llegar a ella hay, a la derecha del Camino, un refugio nuevo.
Atravesamos el muy conocido, para nosotros, pueblo de Villafranca del Bierzo. Pasado el puente hay un letrero informativo en el que, por obras en la carretera general, se recomienda a los peregrinos la ruta de Pradela. Paca y yo, con la sumisión que nos es habitual, aceptamos la recomendación. Menos mal que, aunque sumisos, también somos previsores y, por lo que pudiera pasar, tomamos casi otro desayuno en el pueblo, antes de afrontar la ruta de Pradela.
Esta ruta no se la puedo recomendar a nadie. Son dos horas y media de ascensión dura, sin agua ni apenas sombras, para después descender bruscamente todo lo ascendido por pendientes tremendas. Por otro lado, parece ser que el Camino genuino va por el valle, pasando por Pereje, donde hay un albergue de peregrinos del que nos hablaron bien. Los ciclistas, por supuesto, pie a tierra.
Hay gente que confunde a los peregrinos con cabras y les anima a tomar este camino tan sin sentido. Paca y yo no os lo aconsejamos. Nosotros lo tomamos con unos cuantos kilómetros en las piernas y a pleno sol y pasamos un rato muy malo. Sería una buena idea aprovechar las obras de la general en este tramo para hacer, a la vez, un andadero. Aquí sí que es necesario.
Paca y yo celebramos haber llegado a Trabadelo sin lesiones aunque doblados de cansancio. Los kilómetros finales de bajada fueron matadores. Nos consolamos pensando que lo sufrido hoy lo agradeceremos mañana en la caminata a O Cebreiro.
Nos alojamos en el Hotel Rutanova y nos pegamos una comida en condiciones. Hay que reponer fuerzas. Siesta obligatoria. A la tarde una vuelta para ver el pueblo. Casi a la salida del pueblo, pegado en un contenedor de basura, un mensaje de Ales "Paca y Salva llamad al teléfono...". !Qué alegría el Ales se acuerda de nosotros!.
En el hostal Rutanova hay un letrero que anuncia que te suben la mochila a O Cebreiro por 300 ptas. Paca y yo hemos prometido no hacer trampas, así que las llevaremos a nuestros lomos y no utilizaremos vehículos mas que para nuestra vuelta de Santiago a Guadalajara.
1 de Agosto
A Santiago 171 Kms.
(Distancia = 18 kms. ; Duración = 5 horas )
Ales, ayer día 31 encontramos tu cartel (Paca y Salva llamadme al teléfono...) en Trabadelo. Llamamos por la tarde y una señora respondió que aún no habías llegado. A las 10 y media de la noche volvimos a llamar, pero no contestó nadie. Esta mañana hemos encontrado tu, para nosotros, segundo cartel a la entrada de O Cebreiro. Te hemos llamado tres veces pero nadie ha contestado. A las 5 de la tarde te hemos llamado nuevamente, nadie contesta...
Son las 6 y veinte cuando esta mañana dejamos el hostal Rutanova. Enseguida tenemos que seguir la carretera. Desayunamos en un gran bar de un hotel que hay junto a la misma. En La Portela salimos de la carretera, qué respiro. Después Ambasmestas y Vega de Valcarce ofrecen sus abundantes servicios, bares y tiendas al peregrino.
Tomamos un café en Vega de Valcarce. Las dueñas del bar son simpáticas y nos piden que escribamos algo en su libro de peregrinos. Lo hacemos con gusto, sintiéndonos casi importantes.
Se camina muy a gusto por estos valles profundos. Dejamos a nuestra izquierda, allá en lo alto, el castillo de Sarracín.
En las Herrerías un autocar deposita a unos 50 caminantes para que suban a O Cebreiro. Los caminantes del autocar, con conchas al cuello, bordones y sin mochilas, salen muy animosos, todos nos adelantan. Nos miran con compasión y un poco por encima del hombro. Estos alegres peregrinos se creen en la mejor forma del mundo y atacan sin piedad las primeras cuestas. Su ritmo es impresionante. Todos van muy limpios y descansados. Charlan y dan voces mientras caminan.
Paca y yo nos quedamos los últimos al inicio de la subida, casi un poco acomplejados ante este alarde de fuerza. Sin embargo, el Camino enseguida se impone a los caminantes. Las cuestas comienzan a hacer su labor. Al llegar al caserío con la primera fuente, Paca y yo, ya hemos dejado atrás a todo el grupo. En Laguna de Castilla, ni se les ve. Desde el mojón que separa León de Galicia los del autobús son ya casi un recuerdo.
Sellamos en la iglesia de O Cebreiro, donde el cáliz del milagro, y nos alojamos en la Venta Celta. Al rato llegan los del autocar, que son de Tarragona, echando el bofe.
A Paca y a mi, después de lo de Pradela ayer, la subida a O Cebreiro nos ha sabido a chocolate. Tiene sombras, fuentes y caseríos. Además, lo más importante, subes a O Cebreiro, no haces el jilipollas subiendo simplemente para luego bajar. Como veis lo de Pradela no se nos olvida, al inicio de la cuesta hay un letrero que pretende dar ánimos:
"Camino muy duro sólo para buenos caminantes..." (Que además sean tontos de baba, olvidó decir el autor.)
En la Venta Celta, casi por el mismo dinero que en la peor pensión en que hemos estado, nos dan una habitación de lujo. Damos una vuelta por el pueblo. Nos encontramos a José María, un amigo cura de Guadalajara que se alegra mucho de vernos, le contamos lo de Ignacio. José María, al igual que nos pasó a nosotros, tarda en creérselo.
Comemos en el Mesón Carolo. En la taberna de la Venta Celta, a las 5 de la tarde, un gaitero y un tamborilero alegran el ambiente con música gallega. Lo hacen bien. Nuestra entrada en Galicia no ha podido ser mejor.
Esta mañana, cuando hemos llegado a la iglesia de O Cebreiro, un grupo de jóvenes obtenía su credencial e iniciaba desde aquí el Camino. ¡Qué emocionados estaban!. Paca y yo hemos recordado con nostalgia la mezcla de emoción y miedo a la salida de Roncesvalles. ¡Dios mío, qué lejos en el espacio, en el tiempo y en el ánimo queda Roncesvalles! ¡Parece que salimos de allí hace un año!.
A O Cebreiro llegan muchos peregrinos. Enseguida se llena el refugio, que es nuevo y está bien. Hay además 20 tiendas de campaña del ejército. Las tiendas no tienen tarimas, mal detalle éste en la húmeda Galicia.
Vemos a Marisa y a su padre, vemos también al gaditano. Marisa y su padre han buscado también habitación, pues les ha tocado ir a las tiendas tipo Kosovo. El padre de Marisa, al ver la tienda, ha dicho que él ya hizo la mili y que en el suelo no dormía y menos sin tarimas.
Es la primera vez que vemos O Cebreiro convertido en una romería tal. Hay caminantes, muchísimos caminantes. Es uno de Agosto, estamos en O Cebreiro y hasta las piedras paren peregrinos.
2 Agosto A Santiago XXX Km.
(Distancia = 22 kms. ; Duración = 5 horas ) Ya no es necesario levantarse antes de las 6, pues apenas hay luz. Paca y yo En la Cruz de Ferro ponemos nuestro despertador a las 6 y media. Desayunamos en la Venta Celta, donde esta mañana los peregrinos nos hacinamos como si estuviéramos en el metro en una hora punta.
Para ser bienvenidos a la primera caminata en Galicia, llueve en O Cebreiro. Además lo ha estado haciendo la mayor parte de la noche. Los caminantes no cabemos en el Camino. La distancia y los repechones van poniendo orden en el mismo. A las 10 y media caminamos ya diseminados, sin echarnos el aliento en el cogote unos a otros. Esto vuelve a parecerse al Camino.
El paseo es muy agradable hasta Triacastela. No obstante, las bajadas son engañosas y Paca se ha hecho daño en la caña de la pierna izquierda. Espero que sea cosa de poco.
A las 12 y cuarto estamos en Triacastela. Sellamos en la iglesia y nos alojamos en el hostal Fernández. Llamamos a Ales y esta vez hablamos con él. Nos da su número del móvil y quedamos en llamarle de nuevo.
Pasamos la tarde por el pueblo. Triacastela está llena de peregrinos. Nos sentamos por las terrazas y escuchamos los comentarios. La mayoría de los caminantes son primerizos (han comenzado en O Cebreiro), los más veteranos se jactan de haber empezado en Astorga, los que lo hicieron en León son como abueletes para los demás. Estos, los más antiguos, aconsejan con condescendencia. Hay algunos que dicen conocer a gente que viene de Burgos. Paca y yo escuchamos con aplicación mientras nos tomamos unas cañas.
'¡Oye, Pepe! ¿Tiene cobertura tu teléfono?' 'Esta noche unos jilipollas han salido a las 4 de la mañana y, claro, todo el mundo se ha contagiado del nerviosismo y ya no ha parado el ruido en el refugio.' 'Oye, Nelson, (el nombre es real y el tal Nelson más de pueblo que las amapolas) yo mañana con la Jésica y 'el Pantani' me pillo un taxi hasta Sarria y luego a Barbadelo vamos andando. ¡Pillamos refugio y cama por mis muertos!.' '¡Macho, hace falta echarle 'cohones' pa hacerse cuatro o cinco etapas como ésta de hoy!.' '¡No tomarlo a 'cashondeo' que mañana hay una cuesta que vais cagaros!
A todo esto, en la terraza, la gente canta y palmea como si esto fuera la romería del Rocío o la Feria de Sevilla. Sólo falta algún torero, los del Río y que los de 'Tombola' vengan a preguntar dónde pueden sellar. Perdón, olvido a la Duquesa de Alba y a las cuatro o cinco 'astifinas' que nunca faltan.
Una chica morena, joven y guapa, recoge las credenciales de los clientes de la terraza y se las devuelve con la estampa del sello parroquial. ¡Ahí va eso!. Son, muchos de ellos, jinetes. Tienen caballos. Entre la juerga y las copas también discuten. No todos se preocupan por igual de los caballos. Eso genera tensiones entre ellos. Una mujer interviene en la discusión. '¡Tu te callas, jodía por culo!', la silencian de modo fulminante. Más copas, más palmas, más cante.
Hasta ahora sólo la 'vuelta ciclista jacobea' había brillado en la ruta de las estrellas. Ahora, por fin, irrumpe la caballería. Puede estar satisfecho el Santiago Matamoros, no faltan fogosos jinetes en el Camino. Estos son extremeños, de Badajoz. Dos Range Rover con remolques cargados de paja y forraje llegan.
'¡Mira, ya vienen!', anuncian a la vista de los coches.
'Oye, niña, ¿tú qué eres?', le pregunta un jinete agitanado a la chica de las credenciales. 'Soy psicóloga.' '¿Han comido los caballos? ... Toas las psicólogas estáis zumbás.'
Los dos Range Rover se van. Los jinetes se quedan. Más copas.
'¡Ole y ole y ole!' '!Viva la Blanca Paloma!' '¡Y viva España!' '¡Coño, y Santiago, joder, viva Santiago!' 'Eso, ¡Viva Santiago!' '¡Viva Santiago! ¡Guapo y guapo!' '¡Guapo, guapo y guapo!'
3 Agosto A Santiago XX Km.
(Distancia = 28 kms ; Duración = 7 horas y media)
Triacastela estaba llena de gente la noche del 2 de Agosto.
Todos somos caminantes, pseudocaminantes, conductores de coches de apoyo, vividores, jinetes, gente de vacaciones o turistas a secas.
Son las siete menos cinco de la mañana cuando Paca y yo salimos de Triacastela. De allí salen dos caminos a Sarria: El de Samos, más monacal; el de San Xil, más montaraz y auténtico, según dicen. Paca y yo, ya es sabido, al monte.
Las primeras rampas hacia San Xil sin peregrinos, sin coches, sólo con el canto del ruiseñor. Paca y yo pensamos que nos hemos equivocado de camino. No es posible tanta paz.
Los prados se suceden ascendiendo. Incríble. El ruiseñor persevera sin interrupción y nadie, no aparece nadie. ¿Acaso habrá habido esta noche un ángel exterminador de peregrinos que sólo perdonó la vida a quienes remataron la cena con copas de Chinchón dulce?.
Al poco tiempo un ruido lejano, no tan lejano, ya se acerca: Un Nissan Patrol de la Benemérita. Nos rebasa y, al rato, vuelve hacia abajo despacio. Nos cruzamos y se pierde carretera abajo en busca, sin duda, de menesterosos a los que auxiliar. Paca y yo no hemos merecido su atención, les debemos parecer peregrinos de confianza.
A lo largo del bellísimo y antiguo camino hacia Sarria, Paca y yo, amén de disfrutar de los parajes, no podemos dejar de comparar esta parte de Galicia, atravesada por el Camino, con la parte homóloga de Navarra antes de llegar a Pamplona y aún después. Las dos comunidades son montañosas, las dos húmedas, las dos ganaderas. ¿Por qué a Navarra se le ve tan rica, tan opulenta? ¿Por qué a Galicia tan pobre, abandonada y hasta casi resignada?. No sé si tendrá que ver con esto pero, al atravesar León, a veces se leen pintadas: 'León solo, sin Castilla'; poco después, 'El Bierzo solo, sin Leon'; por último, 'Los Ancares solos, sin el Bierzo'...
Estos gallegos nada dicen pero, para mí, sí que están solos y abandonados a su suerte. Don Manuel Fraga (El tío Fraga que decía mi abuela, algo roja ella) tiene aquí mucho tajo por hacer. No hay derecho a ver lo que se ve en esta parte de Galicia: miseria, suciedad, dejación, aislamiento... y todo ello en una zona por la que pasa el Camino de Santiago, 'itinerario cultural europeo', y en un año Jacobeo.
La gente de San Xil, Calvor y los caseríos de entremedias devuelve los buenos días a quien se los da y ven pasar a los peregrinos. Los peregrinos, aunque quieran, no pueden parar ni gastar en parte alguna, sólo un pequeño quiosco les ofrece algo en Furela.
Paca y yo desayunamos en Sarria. Aquí vuelven a confluir los caminos. ¿Qué ha ocurrido?. De venir casi solos por San Xil pasamos a lo contrario al llegar a Sarria. Esto ya no es una peregrinación ni tampoco una romería, es lo más parecido a una manifestación de los antiguos primeros de mayo. Paca y yo tememos que en cualquier momento los antidisturbios tengan que controlar la marcha para evitar que degenere con protestas incontroladas. Por cierto, no son muchos kilómetros, pero hubiera sido bueno que nuestro rey, nuestro príncipe y, el no menos nuestro, Don Manuel Fraga hubieran elegido el trayecto entre Sarria y Ferreiros para hacer su etapa simbólica del Camino, la que hacen cada año acompañados por periodistas y personalidades. O Xacobeo hermanado con el Tercer Mundo. Pero vamos a dejar este asunto tan penoso.
El frente del refugio de Barbadelo, a eso de las 12 de la mañana, tenía el aspecto del Orfeón Donostiarra en pleno dispuesto a atacar Maitechu mía a golpe de mochila. Tal era la cantidad de gente que, ordenadamente, hacía cola para entrar. Ya no había sitio.
Paca y yo pensábamos acabar nuestra caminata de hoy en Barbadelo pero, cuando pasamos a la casa de turismo rural 'Casa Nova de Rente', la dueña, tras hacernos esperar un rato y calibrar nuestra catadura, nos dijo que no le quedaba nada libre. Nosotros le dijimos que nos conformábamos con dormir en el suelo, en el sitio que ella dijera, y que además los dos comeríamos y cenaríamos en la casa. Ella dijo que no podía ser. Dimos las gracias y nos fuimos. Al minuto regresé a pedir que nos llenasen una cantimplora de agua. A pesar de tener un grifo al lado, la mujer que me atendió, me dijo: 'Tiene una fuente en el camino'. 'Gracias, señora'.
Que las Santas Espinas aumenten la caridad, pensé para mí.
Al cuarto de hora apareció la fuente.
El Camino, cada vez más, es un espectáculo: Gente reventada que anda botando sobre sus propias ampollas; adolescentes con mochilas que, según ellos y ellas, pesan 20 Kgs.; domingueros con bordón y ropa elegante que protestan del olor a mierda de vaca; escapados de la vuelta ciclista jacobea que se obcecan en pasar por las trochas de las vacas sin bajarse de las bicis, sin desnucar a ningún caminante y sin partir el cuadro de sus máquinas; jóvenes scouts que cantan en graciosos coros: 'Conga, conga, me gusta la milonga, la mano en la cabeza, la otra en el culito, que baile el peregrino...'; serios caballeros que repropian el comportamiento de las scouts: 'Señoritas que esto es una peregrinación y no el Carnaval de Río...'; damas con bordón en forma de cruz que rezan el rosario... y Paca y yo ahí, en mitad de este cirio.
Encontramos al peregrino de Cádiz, el que admira nuestro modo de caminar, nos saludamos, tomamos un bocado con él y caminamos un rato juntos. Luego le dejamos con otros de León.
En Ferreiros comemos cuando el pobre hostelero nos pudo dar de comer (serían las 4) y lo que el hombre nos puedo ofrecer. No estaba preparado para la 'manifestación'.
Alquilamos una tienda de campaña frente al refugio y menos mal que conseguimos esto. El refugio estaba hasta la bandera, ocupado por todo tipo de gente. Tontería quejarse, aquí no controla nadie. El Jalón por la vega. El otro bar de Ferreiros, el que está más adelante, bajando la cuesta y cerca del cementerio, deja dormir dentro en colchonetas. Ya estaba completo.
A las 5 de la tarde, Paca y yo estamos echándonos la siesta en nuestra tienda cuando siete, señores, siete caballeros (en sus caballos) procedentes de San Lúcar de Barrameda y Jerez de la Frontera hacen su aparición. Copa en mano, puro en boca, móvil en oreja los jinetes saludan a todo el mundo.
¡Son demócratas, menos mal!. Llevan un criado que, desde un todo terreno matrícula de Cádiz, les atiende, les sirve copas y les proporciona todo cuanto necesitan. Se toman otras copas. '¡Tómate una copa tú, Juan, que aquí tos somos iguales, joder!', le dicen al del todo terreno. Dicen estar 'eztenuaoz'. Juran llevar dos meses a caballo. Cantan, siempre desde sus caballos, una salve rociera. Se toman otras copas. Dan vivas a San Lúcar de Barrameda y a Jerez de la Frontera. Finalmente se van en fila, despacio, con las copas en la mano. Se nota que no querían llamar la atención.
Cenamos en el bar de abajo, el que está junto al cementerio.
Una chiquilla en edad escolar nos atiende. Nos pregunta si nos gusta la comida, nos dice si queremos más vino,... La chiquilla no puede ser más amable. Nos cuenta que hay lobos, pero que, sólo algunas veces, salen por los caminos, te miran, desaparecen, vuelven a aparecer, te miran y luego se van y ya no los ves más.
4 Agosto A Santiago XX Km.
(Distancia = 33 kms ; Duración = 8 horas y cuarto.)
Toda la noche estuvo lloviendo. Amaneció lloviendo. Paca y yo dejamos Ferreiros con el paisaje de Galicia que todos tenemos en mente: lluvia fina, niebla y prados. Eran las 7 de la mañana. Curiosamente no vimos a casi ningún peregrino hasta Puerto Marín. Sólo un extranjero, con un impermeable atado a la cintura con una cuerda, un gran macuto y un rosario de gruesas cuentas de madera, nos adelantó. 'Hola, no se ve a nadie en el Camino.' (Silencio) 'There are no people in the way.' 'Yes.' 'Probably because it is raining.' 'Yes.' El hermético peregrino, dando grandes zancadas, desapareció en la niebla con su rosario, sin mirarnos siquiera. Paca me dijo, toda seria: '¡Qué gusto da saber idiomas!' (Para matarla.)
En Puerto Marín deja de llover y se anima de nuevo el espectáculo. Los sin mochila, los traslados en coche, los de los autobuses... unos actuando según lo previsto y otros intentando engañarse a sí mismos (cosa fácil por otro lado).
En Castromaior han abierto un bar. Paca y yo nos homenajeamos con una cerveza. La mayor parte de la gente bebe Acuarius. A nosotros siempre nos ha ido más la bebida tipo 'Vinarius'. Pero para gustos se hicieron los colores.
Andando como fieras llegamos a Palas de Rei. Ales llevaba razón. He notado algo en las botas: se están rajando. Deben ser de la misma hornada que aquellas que rompí en el entrenamiento. Ales me vaticinó que se romperían casi con toda seguridad. Bueno, para ser más exacto, me dijo que no subiría con ellas el Cebreiro. Casi ha acertado, ¡qué conocimiento!. Tengo que llegar con ellas a Santiago sea como sea.
Palas de Rei, a tope. A Paca y a mí, por proceder de Roncesvalles, nos conceden una cama en el refugio. ¡Una cama para los dos!. Como es la litera de arriba Paca dice que ella allí no duerme, que prefiere dormir en el suelo con mi esterilla y la suya. Así nos apañamos. Nos dicen que el polideportivo está a rebosar y que en el campamento -Kosovo fashion- tampoco quedan muchas plazas. Preferimos quedarnos en el pueblo, pues el polideportivo y el campamento están a un kilómetro. Intentamos encontrar alguna cama en los establecimientos hosteleros o en casas particulares.
Fracasamos.
Galicia se está convirtiendo para nosotros en un quemar etapas. Lástima no poder disfrutar de este hermoso país.
En Palas de Rei coincidimos con Marisa y su padre de nuevo.
Marisa le dejó a Paca su esterilla, con lo que durmió como una reina con tres esterillas debajo.
Un cordial saludo para todos
Paca y Salva
5 Agosto A Santiago XXX Km.
(Distancia = 27 Kms. ; Duración = 7 horas y media.)
Buena actuación, antes de decir nada más, la de la hospitalera de Palas de En la romeria, de Rei que tuvo la delicadeza de reservar Santiago una cámara con 5 literas para los peregrinos que procedieran de Roncesvalles. A Paca y a mí nos correspondió la última cama que le quedaba. Gracias de todos modos. Nos pudimos arreglar. Un saludo a una de las hospitaleras que controla a los caraduras y tiene compasión para aquellos que, cargados ya de kilómetros, estamos deseando llegar.
Estas hospitaleras y hospitaleros jamás te dicen si son voluntarios o no, que eso es cosa suya, se limitan a cumplir con su obligación que ya es mucho.
Salimos de Palas pasadas las 7. Antes de salir desayunamos en el mismo Palas, en un bar justo al lado del refugio. El Camino es bello, como casi siempre en Galicia. Al acercarnos a Leboreiro vamos pendientes de localizar el refugio de Juan&Carry que Ales nos dijo. Vemos un lugar llamado 'El Abrevadero', junto a la carretera; después, Casa Somoza, de turismo rural.
Atravesamos el pueblo y nos fotografiamos junto a su bonita iglesia. Cuando llegamos a Furelos, extrañados de no ver el refugio, preguntamos. Nos dicen que lo habíamos dejado atrás, en la carretera de Leboreiro. Demasiado fatigados, no regresamos a verlo. Ales, lo siento.
Furelos tiene una bellísima entrada desde su viejo puente.
En Melide volvemos a desayunar en un bar de la calle principal. En el refugio del pueblo se quedan muchos peregrinos. Algunos extranjeros (es increíble) corren los últimos hectómetros para intentar colocarse en el grupo de los con cama. Esto se parece a una carrera, no hay relajamiento. Como la tontería es muy contagiosa todo el mundo termina corriendo, parecemos jilipollas.
Ven a vivir el Camino de Santiago, vive el Xacobeo, pero búscate la vida, esto no ofrece infraestructuras.
Dejamos atrás Melide y llegamos a Boente. Vemos que hay bares junto a la carretera y, en el que hay más cerca de la iglesia, se nos ocurre preguntar si alquilan habitaciones.
Nos dicen que allí no pero que, un kilómetro carretera arriba en el Bar Mato, suelen alquilarlas. Le digo a Paca que me espere allí y me subo andando al Bar Mato. Subo a matacaballo y, cuando llego, veo que es un bar donde paran (enfrente) los autobuses. Esto me da esperanzas. Sale a atenderme una señora de más de 70 años: 'Por favor, ¿es éste el Bar Matos?.' 'Sí' (Me mira de arriba a abajo.) 'Me han dicho en Boente que alquila usted habitaciones.' 'Yo no alquilé una habitación en mi vida.' 'Ya veo que tampoco atiende el bar, pero es que mi mujer y yo venimos desde Roncesvalles, haciendo el Camino de Santiago, y estamos agotados.'(Se lo digo con algo de sorna, a ver si se le remuerde la conciencia). 'No se quien le diría, pero yo nunca alquilé habitaciones.' 'Bueno, pues muchas gracias y perdone. Adiós.'
Bajo a Boende de muy mala leche y cuando le digo lo que me ha ocurrido al camarero que me informó, él sin inmutarse me dice: 'Pues si no alquilan en el bar Mato, sólo le queda ir a Melide.' (Vale tío, tómate algo.)
Al llegar a Ribadiso da Baixo vemos que hay un bar donde dan comidas, 200 metros antes de llegar al refugio. Decidimos quedarnos allí.
En el refugio nos dicen que, aunque vengamos de lejos, en Galicia sólo se respeta el orden de llegada a los refugios y que nos tenemos que ir a una tienda del ejército. Les decimos que lo que hay en Galicia es un descontrol y una falta de infraestructura de mucho cuidado. La hospitalera, o la que hace sus veces, nos dice, bastante mosqueada, que ninguna provincia ni comunidad española aguantaría con sus estructuras la llegada de tanto peregrino y que ella también ha hecho el Camino y que además está allí voluntaria.
Nosotros, con el calor propio del que lleva caminando unas horas y cabreado unas etapas (las de Galicia), le replicamos que Santiago es la capital de Galicia, que el Xacobeo lo promociona Galicia, que el resto de comunidades por las que discurre el Camino, sin rascar bola en el autobombo ni en el negocio del Xacobeo, tienen infraestructura pública y privada para atender a cuantos en ellas hacen el Camino y que en Galicia no hay ni unas ni otras y, finalmente, de modo educado pero claro, le hacemos saber que si es voluntaria es su problema y que a nosotros eso, es un decir, nos toca las gónadas. Finalmente, dado que en Galicia hay justicia, a falta de otras atenciones, y se coloca a los peregrinos según llegan (Dios nos libre de favoritismos), se nos asignó una tienda del ejército con más agujeros que parches y sin ningún tipo de tarima. También se nos dijo que, a la noche, cuando el salón-comedor-cocina se desalojase podríamos irnos a dormir allí.
Comimos en el restaurante que está 200 metros antes de llegar al refugio. Cenamos allí también de bocadillos, pues cenas ya no daban. Estuvimos hablando con tres hermanos: dos chicas y un chico de La Coruña. Pasamos con ellos un rato muy agradable.
Paca y yo dormimos, o al menos lo intentamos, en la tienda que se nos asignó. Alguna cofradía con coche de apoyo, según pudimos comprobar por la tarde, durmió en las camas del refugio.
Esta noche ha llovido sin parar. Los resultados los omito, todos los que hemos dormido en las tiendas los hemos compartido. Sugerencias elementales: Poner tiendas sin agujeros y que tengan tarima o rejillas en el suelo.
¿Sobrepasará esto el presupuesto económico de la Xunta?.
Esperemos que no.
6 Agosto (ARCA) A Santiago XX Km.
(Distancia = 20 Kms ; Duración = 4 horas y media.)
Como no cesaba de llover, no había prisa por salir. A las 8, en medio de la lluvia, decidimos marcharnos. Desayunamos, pasados por agua, en Arzúa. El Camino, muy bonito. La lluvia y el barro también tienen su encanto. Estamos muy cansados, fundamentalmente, no del Camino, sino de no poder descansar.
En Arca directos al refugio. Varios de los de coche de apoyo y alguno que otro más que no eran caminantes con mochila intentaron infiltrarse. Entre un gallego de Vigo, Paca y yo, montamos tal 'pifostio' que por poco llaman a la Guardia Civil. No hizo falta la aparición de la hospitalera, más de 16 de estos individuos, al ver nuestra determinación, optaron por marcharse antes de que se abriera el refugio. El viejo truco de traer las mochilas en una furgoneta y ponerlas a la cola no funcionó ese día. Si los hospitaleros pasan o no pueden controlar, ya va siendo hora de que los que caminamos con nuestra mochila al hombro entremos en acción. Paca y yo, en este momento, estamos muy cansados y, sobre todo, muy quemados con la organización del Camino en Galicia. ¡Qué alegría, mañana en Santiago!. No nos lo creemos. (Desde Arca llamamos a Ales un montón de veces, su móvil estaba fuera de servicio.)
6 Agosto A Santiago XXX Km.
(Distancia = 20 Kms ; Duración = 6 horas)
Dormimos en el refugio de Arca la noche del 6 al 7 de Agosto. Nuestra En el Obradoiro, 30 última noche en el Camino. El día dias andando para esto! anterior la jefa del refugio puso orden enseguida en el mismo. Es un refugio bonito y bien atendido el de Arca. Algún peregrino llegó, procedente de Roncesvalles, a última hora. Fue atendido.
La noche, la última del Camino para casi todos los peregrinos y caminantes, está llena de nervios y afanes. Son las 2,30 de la madrugada cuando unos comienzan a meter ruido y dicen que se van, que quieren hacer el último trozo del Camino a la luz de las estrellas. ¡Hay que joderse, pero si está nublado!.
Bueno, pues es igual, que se van y que se van. Otros se van a las 4, nadie puede sujetar sus nervios.
Paca y yo estamos muy cansados, aguantamos hasta las 6,30.
Antes de abandonar este refugio me doy una vuelta por nuestro pabellón en plan nostálgico. Comprendo que el Camino se acaba y quiero guardar en mi retina los recuerdos que pueda del último refugio. Me quiero quedar con algo, no me resigno a abandonar, de vacío, el albergue.
Al observar con tranquilidad veo que los peregrinos, en su ansiedad, han olvidado bastantes cosas: jabones, útiles de higiene personal, alguna camiseta, un pantalón...
Aún es de noche cuando Paca y yo salimos de Arca, tan de noche que un chico y una chica de Burgos se vienen con nosotros porque ellos no tienen linterna. Charlamos de cosas intrascendentes. Paca y yo estamos tristes. Yo creo que se nos nota que queremos caminar solos ese último día, pues los chicos, apenas aclara la mañana, buscan una excusa para quedarse atrás.
En Lavacolla entramos a desayunar a un hostal. A la encargada del hostal le horroriza que entremos con mochilas y nos pide, firme pero educadamente, que las dejemos a la entrada. Desayunamos despacio, todo lo hacemos hoy con parsimonia, saboreando cada momento. El bello Camino termina y nos cuesta irnos de él.
Subimos despacio al Monte del Gozo. La 'vuelta ciclista jacobea' nos adelanta pero la mayoría echan pie a tierra ante las rampas del Monte, a estas alturas el corazón nos falla mucho a todos. Al poco comienza a llover, cada vez más violentamente. Se levanta un viento fuerte y cae granizo fino mezclado con la lluvia. No para. No hay capa, plástico ni gore-tex que resista. Estamos empapados de los pies a la cabeza, pero no paramos de caminar hasta el refugio del Monte del Gozo.
El refugio del Monte del Gozo es muy moderno. Este refugio si que está preparado para acoger gente en gran número, darles de comer y proporcionarles servicios. Es lo más parecido a lo que Paca y yo hemos venido pidiendo desde que entramos en Galicia. Sin embargo, ¡qué cosas!, no nos gusta.
No vemos el momento de salir de allí. Lo dejamos a poco de sellar y tomar un bocado en la cafetería. Sin miedo a la lluvia y al vendaval, con los cuerpos calados y mis botas rajadas por la suela, ya definitivamente, nos dirigimos a apurar los últimos cuatro kilómetros.
Comienzan a verse las torres de la catedral. No hay apenas peregrinos a esta hora (las 11,45) en la entrada a Santiago, pues el temporal no para de soltar agua. Paca y yo, la mitad del tiempo en silencio y la otra mitad hablando, vamos recordando a las personas y a los amigos que nos han acompañado en el Camino. Unos lo hicieron de forma física, otros no; unos con salud, otros enfermos; la mayoría vivos, alguno muerto. Sí, alguno nos acompañó muerto, ¡es verdad!.
El Camino es de todos, ¿o no? .
Cuando queremos darnos cuenta ya estamos en la Puerta del Camino. Enseguida llegamos a la catedral. Salimos a la Plaza del Obradoiro por la esquina que da al Hostal de los Reyes Católicos. Miramos la catedral y, en silencio, Paca y yo nos abrazamos. El abrazo es largo. También nos besamos. No decimos nada. Hemos dejado de ser peregrinos en ese instante. El Camino, que comenzó en nuestras mentes algún año atrás, permanecerá en ellas los años que duremos.
La Plaza del Obradoiro está muy concurrida. Alguien nos hace una foto mientras regaña a unos chavales que, alrededor nuestro, nos hacen cucamonas.
El Camino nos ha devuelto a la marea humana que hace un mes dejamos. Nos ha devuelto a donde nos cogió. Santiago de Compostela es una fiesta. En algún sentido se parece a los Sanfermines. De hecho, los grupos de jóvenes cantan las mismas canciones en un lugar que en otro. Allí llevan todos un pañuelo rojo: 'San Fermín'; aquí los pañuelos varían en colorido (rojos, azules, verdes, amarillos...) pero también se corresponden con advocaciones celestiales: calasancios, adoraciones nocturnas, marianistas, javieristas... Al fin y al cabo tenemos santos y cofradías para todos, unos con más vocación taurina, otros con menos. ¡ Buen Camino ! Paca y Salva. (Ya experegrinos de 'posibles' que, por primera vez, intentaron hacer el camino con unas peligrosas botas 'sin domar'. Las botas rugieron, escarabajearon y mordieron alguna que otra vez, pero, como se puede leer en el relato, el Salva acabó con ellas, y no al revés, antes de convertirse en experegrino.)
7-8 Agosto A Santiago XX Km.
(Distancia = 0 Kms ; Duración = DOS DIAS)
Como queda dicho, después de los besazos en la Plaza del Obradoiro, Paca y Salva se dieron cuenta que habían dejado de ser peregrinos. ¿Cómo fue? De repente, con la misma rapidez que el fairy produce el milagro anti-grasa. Como ya no éramos peregrinos, sino mortales comunes, intentamos lo que todo el mundo: entrar en la catedral, poner la mano, abrazar al Santo... cumplir, en resumen, con los ritos.
Logrados éstos, más con la intención que con los hechos, fuimos en busca de la Compostela.
La cola para obtener ésta era larga, ancha y compacta. Dos horas más tarde llegábamos a la entrada del portal. Ante la posibilidad que se sometiera a prueba nuestra religiosidad, repasamos el nombre de nuestra parroquia, el del párroco, el Avemaría, la Salve y el Credo. Media hora después llegamos ante los presuntos examinadores de peregrinos cumplientes.
Para mi sorpresa a mí sólo me pidieron que escribiera mis datos en un cuadrante y cuando me quise dar cuenta ya tenía en la mano mi Compostela.
A Paca, justo a mi lado, un sacerdote le decía: - Hija mía, así que vienes de Roncesvalles. Muy duro el Camino, ¿verdad, hija?. - Pues no, la verdad es que me lo he pasado muy bien.
(Dijo Paca tan campante.) Vi por un momento la Compostela de Paca en el aire. Mi suave patadita en su bota, le hizo recapacitar y, con su mejor semblante, Paca prosiguió: - Pero sí, padre, ya que usted lo dice, el Camino, aparte de rosas, tiene también sus espinas. (¿Dónde he oído yo eso?, pensé para mí.) - Claro, hija, claro. Ve en paz.
Le largó a Paca su credencial. Paca tras recogerla aún tuvo presencia de ánimo para pedirle al anciano sacerdote que sellase el último espacio de su credencial. Espacio que ambos habíamos reservado para Santiago. El hombre dijo que ya había sellado en el apartado de 'cumplió la peregrinación'. Paca no cedió: - Pero, hombre, si es por estética. - Ah, si es por estética... - ¿Me lo podría sellar a mí también?, añadí yo, animado por la audacia de Paca.
El sello de Paca quedó precioso, el mío un borrón corrido hecho de cualquier manera.
Además, cuando reparé, el nombre de Paca aparecía en su Compostela con distinguidas y alargadas letras mayúsculas; el mío era un gurrapato apenas legible. La Iglesia, avanzada como siempre, procura, en la medida de sus posibilidades, corregir las desigualdades sociales entre el hombre y la mujer. Esto me consoló.
Como aún estábamos calados nos fuimos a la habitación que poco antes habíamos apalabrado. Estaba en la calle Jazmines.
Nos cambiamos y adecentamos. Una vez aviados, pusimos nuestros cuerpos a restaurar en 'Prada a tope'. El botillo y el tinto mencía hicieron milagros.
El resto de nuestra estancia en Santiago lo dedicamos a homenajear al Santo a base de jarrearnos con albariño, ribeiro (sólo del bueno), ribera sacra... Catamos también el pulpo, los mariscos, el pescado, la ternera... (Muy bien el restaurante Camilo.) El Santo, viendo que éramos agradecidos, nos obsequió con unas excelentes digestiones.
¿Fue el Santo parco en su recompensa? De ningún modo. El Santo tiene la ciudad a tope y bastante es que sigue con su labor y no deja el asunto en manos de un segundo y se marcha a Mallorca o a Puerto Banús.
Otro tema fue la Misa de Peregrinos. No importó a nadie que los peregrinos calados por la lluvia esperasen dos horas y media para obtener sus Compostelas. No importó a nadie que los peregrinos viniesen andando, algunos con botas sin domar, desde los pericotales de Francia. ¿Cómo le iba a importar a alguien que estos peregrinos andarines tuvieran sitio o no en la catedral?. Pero claro, hay que comprenderlo, al Santo vienen a verle personas importantes: reyes, actores, príncipes, futbolistas, militares, curia, cardenales, obispos (a estos dos últimos grupos no los distingo muy bien por la vestimenta, ya que últimamente no sigo muy de cerca la moda vaticana), presidentes de autonomías y, en general, peregrinos en autocar y en coche particular.
De los peregrinos de la vuelta ciclista jacobea nada tengo que decir, pues, a pesar de triplicar en velocidad a los peregrinos andantes, se les iguala a estos en consideración: Ni a unos ni a otros se les hace ningún caso. Dan ganas de remediar la situación haciéndose sitio en la catedral con el bordón de peregrino e invocando al Santiago Matamoros. Mas son éstas acciones quijotescas que no tienen cabida en nuestros días y que seguramente serían mal interpretadas por la gente, que no tiene porque saber de nuestras cuitas. Así pues, los peregrinos andantes que caben en la catedral asisten al acto desde cualquier rincón. Los más, con la venia del Santo, concelebran en las tabernas de las proximidades. Eso sí, sin ninguna violencia, con mucha humildad y dedicación.
Cumplidos todos nuestros objetivos; curadas todas las ampollas menos una que, caprichos de la humedad, le salió a Paca el último día; domadas las botas como ya se ha dicho y repetido; secados del agua que nos cayó encima los últimos días (¿sería una prueba?); homenajeado el Santo como también se dijo, Paca y yo llegábamos a nuestra casa de Guadalajara el día 9. La noche del 8 habíamos salido para Madrid en el Talgo que dejaba Santiago a las 10,25. Hemos vuelto del bello Camino con salud y felices. Una vez más las fuerzas del bien han triunfado.
Muchas gracias a todos y a todas por habernos hecho caso, por haber leído nuestras cartas, por haber disipado nuestros miedos. Gracias a todos los compañeros de Camino, anónimos unos y con nombre otros que seguramente jamás volveremos a ver: Todos fueron grandes compañeros. Gracias a Ales que nos ha puesto, o nos está poniendo, todo lo escrito en el viaje en un enlace sólo para nosotros. No merecemos tanto.
Desgraciadamente, el cruce de comunicaciones, la ausencia de ellas y el no quedar en nada concreto ha hecho que estuviéramos en Santiago simultáneamente gente que debiéramos haber coincidido. No ha sido así. Paciencia. Un cordial saludo y siempre: ¡BUEN CAMINO! Paca y Salva.
Postdata.- Vemos a uno de los 5 alpinos cuando estamos haciendo la cola para la Compostela. Todos han llegado.
También lo hicieron Salo y Miguel, su padre. Vimos también a Alvaro, el de Málaga, a la danesa que a poco se despeña...
Un recuerdo para todos.
¿Volveremos a ver a alguno?
Listado de las personas que se mencionan en la narración.
Este listado se ha hecho atendiendo en primer lugar al orden en el que las personas aparecen en la narración. Después se ha añadido a cada persona el número de la o las etapas en las que aparece y por último alguna pequeña explicación. Muchos de los nombres son motes con los que los peregrinos nos bautizábamos de modo recíproco. Otros hacen referencia a los lugares de origen de los peregrinos. Los menos, aunque también los hay, son nombres reales.
"ALES" MANUEL VAZQUEZ.-Etapas: 5, 23, 24, 25, 27, 28, 29 y 31. Coordinador de la lista de Internet sobre el Camino de Santiago a la que nos suscribimos para recibir información sobre el Camino. Ales nos pidió que escribiéramos lo que cada día nos ocurriera y se lo mandásemos por correo. Él lo sacó por Internet mientras nosotros caminábamos. Las cartas, que Ales nos devolvió cuando regresamos a casa, han sido la base de este diario. Cuando Ales fue de veraneo a Galicia, donde viven sus padres, intentó localizarnos y para ello dejó carteles en lugares por los que sabía que teníamos que pasar. Esto fue a primeros de Agosto. Paca y yo estábamos por entonces llegando al Cebreiro. Ales nos hizo, en su día, un enlace en Internet. La página que estáis viendo la hizo Salva después de acabado el Camino. Si alguien quiere ver nuestro relato y fotos en la red lo puede hacer, además de en ésta, en la dirección siguiente:
http://www.intercom.es/mediaint/santiago/salva/indexsalva.htm
VICENTE PASTOR.-Etapa 0. Buen amigo y vecino del barrio donde vivimos. Nos bajó a la estación en su coche el día que salimos.
EL CICLISTA GADITANO.-Etapa 0. Hombre nervioso que conocimos en el tren camino de Pamplona. Vive con su mujer en Alcalá de Henares (Madrid) y ella no le puede acompañar por que está operada de una cadera. Nos despedimos al llegar a Pamplona. No sabemos su nombre ni volvimos a verle.
LA ABUELA PAMPLONICA.- Etapa 0. Paró el autobús que nos llevaba a Roncesvalles a la salida de Pamplona para que subiesen dos peregrinos ciclistas. ¡Vaya abuela!, ¡qué mando, oye!.
LOS DOS CICLISTAS DE LANZAROTE.- Etapa 0. Subieron al autobús gracias a la abuela intrépida. Tomamos un vino con ellos en Roncesvalles después de misa y antes de cenar. Estaban tan nerviosos como nosotros. Salieron al día siguiente. No volvimos a verles.
LOS CINCO SEVILLANOS.- Etapas: 0, 1 y 5. Son : Miguel, Salo, José Pablo, Juan Antonio... irán saliendo a lo largo de la narración. En la etapa1 se les vuelve a mencionar como "los cinco andaluces" que llegaron con nosotros a Larrasoaña. En Azofra (Etapa entre Nájera y Santo Domingo de la Calzada), José Pablo y Juan Antonio se separarían de Miguel y de su hija Salo y de otro chaval de Sevilla que iba con ellos.
EL CANÓNIGO DE RONCESVALLES.- Etapa 0. Selló nuestras credenciales, que lo fueron por primera vez, y nos informó del Camino con mucha seriedad. También nos pidió que rellenáramos un formulario.
LOS CANÓNIGOS.- Etapa 0. En Roncesvalles cinco canónigos concelebran Misa para los peregrinos.
LA ROBUSTA JOVEN EXTRANJERA.- Etapa 0. No sé si era o no peregrina, después de la misa no volvimos a verla.
JULIAN EL DE PLENCIA.- Etapas 1 y 8. Fue uno de los peregrinos que más se emocionó con la Salve en la Abadía de Roncesvalles. El primer día llegó a Zubirí como pudo, pues la primera jornada era muy dura. Se quedó allí y no siguió hasta Larrasoaña. Acabó su peregrinación en Santo Domingo de la Calzada, donde su familia fue a recogerle. No tenía más días de vacaciones. Hasta llegar a Santo Domingo de la Calzada nos vimos bastantes veces.
EL NIÑO DE ZUBIRI.- Etapa 1. Nos dijo por dónde iba el Camino de un modo tan ingenuo y entrañable que le hemos recordado muchas veces. Fue casi como una aparición.
LA CHICA ANDALUZA, LA DE 19 AÑOS.- Etapas: 1, 2, 8, 9,10,11 y 31. A Salomé, le gusta que le llamen Salo, es la hija de Miguel. Una de las componentes del grupo de "los cinco sevillanos" o "los cinco andaluces". Se le menciona también como "la niña andaluza". A pesar de las indicaciones de los médicos, llegó a Santiago. Hizo en autobús la etapa desde Larrasoaña a Pamplona, continuó andando las etapas hasta Burgos y desde allí con Miguel, su padre, fue en autobús hasta León. El resto del Camino lo hizo andando. Tomó antiinflamatorios y, sobre todo los primeros días, pasó muchos apuros. Entre lágrimas decía: ¡Mucho me está costando el Camino!
SANTIAGO ZUBIRI.- Etapa 1. Es el alcalde de Larrasoaña, que a su vez atiende el refugio de peregrinos y es por tanto el hospitalero. Tiene una chica que le ayuda. La chica se llama Ana y es muy simpática. Comimos con ella en el único bar-tienda del pueblo. En el mismo bar cenaríamos con los cinco de Sevilla. El dueño es un hombre maduro bromista y campechano, al que le encanta la conversación. Santiago Zubiri vive centrado en el Camino, su despacho parece un museo. Al pasar por su refugio regala a todos los peregrinos una cinta amarilla del Camino.
MIGUEL EL DE SEVILLA.- Etapas: 2, 7, 8, 9, 10, 11 y 31. Es uno de los cinco sevillanos. Es el padre de Salo, la chica de los 19 años. Un hombre bueno y paciente. Hizo el camino sufriendo por su hija e intentando que la chica lo pasase bien.
LOS CINCO ALPINOS.- Etapas: 2, 3, 5, 8, 9, 10 y 31. Grupo de cinco chavales de unos 20 años que salieron de Roncesvalles el día 9 de Julio y llegaron a Santiago el día 6 de Agosto. Nos vimos mucho en el Camino hasta Burgos. A uno de ellos le encontramos en Santiago cuando llegamos. Iban mucho con Salo, la hija de Miguel el sevillano, que era de su edad. Uno de ellos se rompió un pie antes de llegar a Santiago y hubo de hacer en coche las últimas etapas.
EL OBISPO Y EL ARZOBISPO.- Etapas 2 y 3. Son los dos peregrinos maduros que caminaban apoyándose en altísimos báculos y que vimos curándose las ampollas junto al Monte Miravalles, antes de llegar a Pamplona. A los pocos días dejamos de verles. No sabemos si es que les dejamos atrás, nos dejaron ellos a nosotros o abandonaron por alguna causa. Les habíamos visto también en la etapa de Roncesvalles pero no escribimos nada de ellos.
EL PATRÓN DEL BAR KAIOBA.- Etapa 2. Es, además de dueño del bar, el hospitalero del refugio de peregrinos de Zizur el Menor. Como eran los Sanfermines, Paca y yo, ante la posibilidad de tener que dormir en la calle, habíamos reservado con antelación una habitación doble.
DOS MUJERES EXTRANJERAS.- Etapas 2 y 3. Son las que llevan un bebé y un niño negro de unos 5 años. Les vimos dos o tres días, luego desaparecieron.
SANTIAGO.- Etapa 2. Es un compañero de Guadalajara que va en un coche de apoyo acompañando a su hijo y a otros ciclistas. Al hijo de Santiago le veríamos al día siguiente, en bici, al coronar el Alto del Perdón. Al hijo de Santiago se le menciona en la página 14.
EL LUCHADOR DE SUMO Y SU MUCAMA.- Etapas 3, 5, 14, 18 y 20. Son dos peregrinos brasileños a los que iremos viendo a lo largo del Camino. El hombre era de una obesidad tal que parecía imposible que pudiera andar cien metros seguidos sin sentarse a descansar. Nos llamaban la atención sus misteriosas apariciones y desapariciones a lo largo del Camino. La primera vez que les vimos fue al iniciar la subida al Alto del Perdón, en la etapa de Zizur a Puente La Reina. La última vez fue entre Villares de Órbigo y Santibáñez, cerca de Astorga. Ella no parecía su compañera sino su criada. Jamás le vimos hablar con ella y, si ella estaba sentada y él venía, ella se ponía en pie.
LAS PASTORCITAS.- Etapa 3. Las dos peregrinas extrajeras, jóvenes y vestidas de hábito color palo de rosa que hacen el Camino en plan mendicante. Las vimos un par de días al principio, luego desaparecieron.
LA PEREGRINA DEL LENTO CAMINAR.- Etapas 3, 18 y 21. La del bordón rematado con la cruz, la concha y la bandera de España. Con el tiempo llegamos a conocerla. Se llama Luz, es gallega e hizo el Camino hasta el Cebreiro. Allí lo dejó porque se le acabó el tiempo de vacaciones. La vimos a lo largo del Camino varias veces. En Rabanal tomamos un vino con ella y prácticamente nos despedimos.
LA MUJER GORDA DE LUTO Y SU AMIGO.- Etapas 3 y 4. Les vimos por primera vez en el Hotel Jakue. No parecían ir andando. Daba la sensación que se aprovechaban de los albergues del Camino para hacer turismo barato. Enseguida desaparecieron. Les hicieron una entrevista para la televisión como si fueran auténticos peregrinos. A las teles les importa más vender que buscar la verdad o al menos así fue en este caso. Sin duda la tele les eligio por lo estrafalario de su aspecto.
PEPE, EL COMANDANTE PEPE.- Etapas 3, 5, 12, 13, 14, 15 y 16. Es un comandante retirado de 61 años que ha hecho cinco veces el Camino. Viene de Jaca, por el Camino Aragonés que confluye con el Camino Francés en Puente La Reina. Con el tiempo llegamos a conocerle y pasamos algún rato con él. Creo que llegó a Santiago un día después que nosotros.
CHELO.- Etapa 4. La peregrina que no podía subirse a la litera. Caminamos con Chelo y una amiga suya dos o tres días más, luego un coche de apoyo comenzó a llevarles las mochilas y las dos desaparecieron.
EL HOMBRE MAYOR QUE CURA LOS PIES.- Etapa 5. Efectivamente, en el albergue de Peregrinos de Estella un hombre humilde y caritativo, desde hace muchos años, cura los pies a los peregrinos de modo desinteresado. Ante tanta bondad a uno le daban ganas de tener mal los pies. Afortunadamente, por entonces, los nuestros estaban en perfecto estado.
EL HOSPITALERO DE ESTELLA.- Etapa 5. El hospitalero de Estella, según algunos peregrinos a los que dejó sin cenar, es algo chulo.
EL CAMINANTE BRASILEÑO.- Etapa 6. Nos contó su filosofía de la vida cuando coincidimos con él a la salida de Viana. Sólo le vimos ese día. Iba demasiado despacio. A la tarde le vimos por Logroño.
LA SEÑORA FELISA, LA DE LOS HIGOS.- Etapa 6. Esta mujer es una referencia en el Camino. Aparece en las guías. Parece que lleva siglos bajo sus higueras.
EL CURA GORDO ANÓNIMO.- Etapa 7. Cura jubilado que vimos en Navarrete. Un personaje literario.
LA MUJER DE LA PROMESA.- Etapa 7. La de los pies como pasteles de ampollas. Se quedó en Navarrete. No la vimos más. La fe mueve montañas... pero, ¡pobre mujer!.
FELIPE, HOSPITALERO DE NAJERA.- Etapa 7. Hombre maduro y serio, muy enérgico, que no tolera que los que van en autobús intenten dormir en los albergues de peregrinos. Un ejemplo de hospitalero celoso de sus funciones. ¡Con Felipe podían dar algunos...!
JOSE PABLO EL SEVILLANO.- Etapa 7. Es uno de los cinco sevillanos que conocimos el primer día. Va junto con Miguel, Salo, etc. En Azofra (entre Nájera y Santo Domingo de la Calzada) se separó de ellos. Parece un hombre aprensivo que siempre está sufriendo alguna enfermedad.
LOS DOS MARATONIANOS DE SEVILLA.- Etapa 8. Se trata de dos de los integrantes del grupo de los cinco sevillanos que conocimos el primer día. Son José Pablo y Juan Antonio. Estos dos dejan en Azofra (de Nájera a Stº Domingo de la Calzada) a Miguel, a Salo y a un tercero. El grupo de los cinco sevillanos se fracciona aquí definitivamente. La diferencia de forma física hace que sea así. La diferencia de temperamentos también tuvo algo que ver.
LA NIÑA DE LOS PIES VENDADOS.- Etapa 8. Está en el refugio de peregrinos de Santo Domingo de la Calzada. No podrá continuar si sus pies no mejoran. Le gustó mucho el macuto de Paca, pues creo que le pareció pequeño. "¡Ay qué macuto tan bonito!", dijo. Parece que tiene que quedarse al menos cuatro días en el refugio. No volvimos a verla. Más vale que sus pies mejoraran pues daba miedo el verlos.
CATHERINE Y SU MADRE.- Etapas 10, 12 y 13. Son dos americanas a las que durante unos días vimos de vez en cuando, luego, como la peregrinación se les hacía larga y cara, debieron tomar un autobús y acortarla. También pudo ser que las dejásemos atrás pues la madre había sufrido hacía poco una operación.
DOS ITALIANAS DE ROMA.- Etapa 10. Desayunamos con ellas en Espinosa del Camino, cerca de Villafranca Montes de Oca. Son dos mujeres maduras que, llegando después que muchos peregrinos al refugio de San Juan de Ortega, se colaron y se metieron las primeras en el albergue para coger cama. Luego, si alguien se ponía delante de ellas para alguna cosa, bufaban como miuras. Ya se sabe, españoles e italianos primos hermanos.
EL CURA HOSPITALERO DE SAN JUAN DE ORTEGA.- Etapas 10 y 11. Otro de los personajes famosos del Camino. Hay quien dice de él una cosa y quien dice la contraria. Por otro lado, eso nos pasa a todos.
EL CHICO DEL BAR DE SAN JUAN DE ORTEGA.- Etapa 10. Muy amable y bueno con los peregrinos. Las raciones generosas.
EL JOVEN FRANCES.- Etapas 11 y 12. También fue uno de los que se perdieron cuando lo del cambio de dirección de la flecha amarilla. Tan pronto aparecía como desaparecía. Al joven francés le gusta ir solo. Bueno, más adelante ligaría con una compatriota. Pero, vamos, una cosa momentánea, guardando las distancias de inmediato. La gente joven que es muy independiente, y ya está.
EL HOMBRE DE LA ASOCIACIÓN DE A. DEL CAMINO DE BURGOS.- Etapa 11. En las inmediaciones de Burgos este hombre salió a nuestro encuentro para preguntarnos cómo estábamos y animarnos. Nos dice que ha hecho el Camino once veces. Se ve que el hombre ama tanto el Camino, que ha de tener con él un contacto casi diario. A los peregrinos nos miraba con envidia. Entonces no lo entendí, ahora sí.
LA ABUELILLA PEREGRINA FRANCESA.- Etapas 11, 14 y 15. Nos llama la atención esta peregrina tan mayor y con un paso tan vacilante. La vemos por primera vez a la entrada de Burgos. Ejemplo vivo de que despacio se puede llegar muy lejos. Caminante honrada y atenta a todos los monumentos y detalles del Camino. Va siempre sola, casi dan ganas de acariciarla.
JOSE LUIS.- Etapa 11. Es un amigo de Soria que nos pidió que le llamásemos cuando llegáramos a Burgos por si podía venir a hacer alguna etapa con nosotros o a vernos. No vino porque el día que le llamamos le venía muy mal. Del dicho al hecho hay mucho trecho...
LOS PEREGRINOS DE ALFARO Y DE VALENCIA.- Etapa 11. Son dos muchachos jóvenes. El de Valencia ha salido de Saint Jean Pie de Port, el de Alfaro salió de Puente La Reina. Se han hecho amigos y van siempre juntos. Nos reímos mucho con ellos en la subida que hay después de Villafranca Montes de Oca, al llegar a la Fuente de Mojapán. El de Valencia, el primer día de nuestra peregrinación, iba con un italiano, Giovanni, a la salida de Roncesvalles. Por desgracia, después de tomar con ellos café en el Espolón de Burgos, no volvimos a verlos más. Se despidieron diciendo que se iban a "buscar mujeres". Creo que iban más rápido que nosotros. Lástima, porque eran los peregrinos más graciosos y divertidos de cuantos encontramos en el Camino.
EL ITALIANO GIOVANNI.- Etapa 12. Es un peregrino al que vimos por primera vez a la salida de Roncesvalles junto con el peregrino de Valencia. Giovanni es de Mantova, es joven y anda rápido. A Giovanni le gusta ir solo.
EL HOMBRE ORQUESTA.- Etapas 12 y 16. Es un peregrino español que lleva tantas cosas colgando de su mochila que le apodamos "el hombre orquesta". Le vimos a la salida de Burgos. Su principal interés era enrollarse con la gente y ligar. El día que le conocimos nos contó que el hospitalero de un pueblo le había regañado por haber andado sólo 8 Kms. en un día. Hubo peregrinas que rehuían abiertamente al hombre orquesta, pero eso no le ocurrió con la pelirroja Yasmine... ¡Oye, no todo van a ser fracasos en la vida!
LA FRANCESA YASMINE.- Etapas 12 y 15. Es de Orleans, o sea francesa, es pelirroja e iba sola hasta encontrar al hombre orquesta...
FERNANDO.- Etapas 12, 13, 14, 15 y 16. Fernando es de Zaragoza, tiene treinta y tantos años y es profesor de enseñanza media en un instituto de Calanda (Teruel). Es un hombre atlético y muy tranquilo. Salió con nosotros de Roncesvalles. Fue con Julián el de Plencia hasta que éste se fue, en Santo Domingo de la Calzada. Ahora suele ir siempre con Javier. Paca y yo nos tomamos un vino con ellos en Estella, el día de la tormenta. Algunas veces comimos o cenamos con Javier y con él.
JAVIER.- Etapas 12, 13, 14, 15 y 16. Javier es de Ronda y trabaja como profesor en Málaga. Es el peregrino más religioso de cuantos hemos encontrado. Reza el rosario mientras camina y se nota que padece mucho de los pies, pero nunca se queja. Javier, al contrario que Fernando, es menudo y bajo. Se nota que no comparte el jolgorio de muchos peregrinos. No protesta por nada, lo más fuerte que le hemos oído decir es: "En el Camino hay muchos caminantes pero pocos peregrinos...". Cada uno con su sentimiento.
LA PEPI.- Etapas 12 y 21. Es una francesa joven y rubia a la que una vez vemos con un grupo, luego con otro distinto, más tarde con un chico, después con otro y así...
EL ALCALDE HOSPITALERO DE HORNILLOS Y SU MUJER.- Etapa 12. Más cerca de los 70 que de los 60 años, se ve que están tan contentos pues tienen el refugio a rebosar. El alcalde parece ser un hombre habilidoso pues le llaman lo mismo para arreglar un tractor que para consultarle sobre cualquier problema del pueblo. Su mujer nos enseña el viejo molino y nos dice con aire solemne: "En él se molía el trigo con cuya harina se hacía el pan para dar de comer a tanto peregrino...".
VITORIANO EL DE HONTANAS.- Etapa 13. Otro de los personajes famosos y típicos del Camino. Suele aparecer en fotografías y guías. Persona controvertida. Unos le insultan, otros le alaban. Eso sí, su local es cutre, cutre, lo juro, y Vitoriano parece un demoniete.
RAMIRO.- Etapas 13 y 18. Compañero y amigo de Guadalajara. Es natural de Villanueva de Alcorón (Guadalajara) donde suele pasar los veranos con su familia.
LOS DEL BAR "EL TREBOL".- Etapa 13. Bar de Guadalajara del que somos habituales tanto Ramiro como nosotros. "El Trébol" es atendido por su propietario, Alfonso, y por dos camareros José y Raúl. Raúl es hijo del dueño. Allí, entre bromas, hablamos de hacer el Camino de Santiago. Por eso, antes de marcharnos y en plan de guasa, nos dijeron: "¡A ver si escribís!". Les escribimos, no faltaba más.
RESTI.- Etapa 14. Es el hospitalero de Castrojeriz. Es otro de los personajes famosos del Camino. Por desgracia estaba fuera ese día y no le pudimos conocer.
EL HOSPITALERO DE SAN NICOLAS.- Etapa 14. El refugio de San Nicolás está en mitad del campo, muy cerca del río Pisuerga. Es el refugio un edificio románico. Cruzando el puente sobre el río, que está a pocos metros, se pasa de Burgos a Palencia. Es un lugar muy entrañable del Camino. Con el hospitalero apenas cambiamos un saludo, estaba trabajando. Adecentaba el refugio para los peregrinos que llegarían por la tarde. Los que habían pernoctado la noche anterior ya andarían alguna legua adelante.
PAULO COELHO.- Etapa 14. Tranquilos, no nos lo encontramos. Paulo Coelho es un escritor brasileño que ha escrito "El Peregrino de Compostela (Diario de un Mago)". Como el libro es un poco exotérico, Paca y yo bromeábamos a menudo sobre su autor. Parece que imita a Carlos Castaneda ("Las enseñanzas de D. Juan" , etc.), pero su libro ha gustado mucho en Brasil y ha hecho que muchos brasileños vengan al Camino.
ALVARO EL DE MÁLAGA.- Etapas 15, 20 y 31. Es un muchacho joven. Va solo. Salió de Saint Jean Pie de Port el mismo día que nosotros lo hicimos de Roncesvalles. Nos llamó la atención su modo extraño de caminar, provocado por las dos botellas de agua que llevaba en los bolsillos de sus pantalones. Tomo con él un vino en Ponferrada mientras Paca se echa la siesta. Me cuenta que está orgulloso de haber conseguido hacer el Camino en solitario. Parece que en su entorno nadie le creía capaz de hacerlo.
LA HOSPITALERA DE CARRIÓN.- Etapa 15. Es una mujer muy viva que controla todo y domina el tráfico de peregrinos por el pueblo. Es la hermana del cura de la iglesia de Santiago, a quien también conocimos cuando visitamos la iglesia.
EL GIGANTESCO ALEMAN.- Etapa 15. Le vimos un par de días, era un hombre enorme y macizo. Imponía verlo. Se veía que le gustaba mucho comer por cómo miraba nuestras croquetas. Se relamía y sus ojos fuera de las órbitas no podían apartarse de ellas. Afortunadamente había cenado ya. El tío era un fenómeno.
LAS JAVIERISTAS.- Etapa 16. Se ve que son niñas de familia bien del norte. Volvimos a verlas en El Burgo Ranero y nos dijeron, muy ofendidas, que la Guardia Civil sólo les había llevado unos kilómetros. Pues vale.
MARISA PÉREZ.- Etapas 16 y 17. La hospitalera de Terradillos de Templarios. Como se deduce de lo que de ella se dice en el diario: una mujer muy templada. Muy bien nos pareció Marisa Pérez, sí señor.
LA BRASILEÑA DE LOS PIES "MACHUCADOS".- Etapa 16. Es una mujer joven de unos treinta años que viaja sola. Está encantada con la experiencia del Camino. Todo le llama la atención y le encanta participar en las fiestas de los pueblos que encuentra. Por esto ya lleva en España más de los días previstos y ha de llamar para retrasar su vuelo de regreso a Brasil. Le encanta el vino de España porque le sienta de maravilla, dice. La brasileña de los pies "machucados" es la encarnación de la felicidad. A la brasileña de los pies "machucados" la felicidad se le sale por los ojos.
MARISA Y SU PADRE.- Etapas 16, 17, 19, 24 y 27. Son gallegos, los dos muy amables, aunque Marisa no está disfrutando del Camino por la omnipresencia de su padre. En Palas de Rei les vimos por última vez. Mientras Marisa y Paca se echaban la siesta José, que así se llama el padre de Marisa, me invitó a tomar con él una copa en Palas de Rei. Esa sería nuestra despedida. Eran gente cariñosa, con ese cariño especial de los gallegos.
EL PEREGRINO DE CÁDIZ.- Etapas 17, 21, 24 y 26. Es un hombre joven, alto y delgado. Le llama la atención nuestra manera de caminar. Nos vemos con él varias veces, la última pocos días antes de llegar a Santiago. Este peregrino hizo alguna jornada con Luz, la peregrina del lento caminar. Al peregrino de Cádiz hay una cosa que le descompone: No puede entender que haya peregrinos que no saluden o que no devuelvan el saludo. ¡Es que se lo llevan los demonios!, ¡cómo se pone con ellos el peregrino de Cádiz!. La última vez que le vimos iba con un esguince y cojeaba. Nos dijo que aunque fuera despacio intentaría acabar. Uno más que quedó, como todos, en el recuerdo.
DOÑA MERCEDES.- Etapas 17 y 18. De Doña Mercedes todo el mundo habla bien. Es una señora mayor que regenta la Fonda Lozano en el Burgo Ranero. La fonda era el albergue de peregrinos semioficial antes de que se construyera el actual refugio. Doña Mercedes es otro de esos personajes famosos y típicos del Camino. Tiene en su casa muchos recuerdos del Camino y de los caminantes. A ratos, cuando se siente sola, lee los recuerdos de los caminantes, las cartas que le enviaron, los sueños que se desvanecieron, las promesas de vuelta que se perdieron en la lejanía del tiempo o, ¿quién sabe?, si en el acabarse de las vidas.
EL PEREGRINO MAYOR.- Etapa 17. Aunque no le mencionamos hasta el Burgo Ranero, al Peregrino Mayor le vimos por primera vez en Hornillos del Camino con su amigo. En Hornillos el Peregrino Mayor y su amigo lo pasaron de maravilla, formaron tertulia en el bar del pueblo y pasaron allí toda la tarde riendo y bebiendo. Volveríamos a ver al Peregrino Mayor, ya solo, a la salida de Carrión de los Condes. Es un hombre menudo y delgado que lleva una mochila muy grande, desproporcionada para su tamaño. El Peregrino Mayor andará cerca de los 70 años. Cada vez que, en los "Menús del Peregrino", le ofrecen ensalada de lechuga, el peregrino mayor se sulfura: "¡Pero bueno, es que esta gente se cree que somos gallinas!". Al amigo del Peregrino Mayor el médico de un pueblo le mandó a su casa pues era tal la cantidad de ampollas infectadas que tenía, que sus pies corrían peligro. Al amigo del Peregrino Mayor le gustaba más la juerga que a un tonto un lápiz.
LA PEREGRINA HIPPY CATALANA.- Etapa 18. Era una chica joven que tan pronto se juntaba con unos como con otros y tan pronto andaba como tomaba el autobús. Va de progre encantadora y es la imagen de la serenidad, pero, desde luego, esfuerzos ni uno.
EL FRANCES DE LA CHILABA.- Etapa 19. Es un chico joven al que España le debe parecer un país exótico. Ya le habíamos visto antes pues con la chilaba, la verdad, es que daba el cante. Hay que ver las cosas que las mentes fraguan.
EL COW-BOY.- Etapa 21. Es el nombre o apodo del propietario de un bar bastante cutre que hay en El Ganso.
EL PEREGRINO DE LOS 114 KILOS.- Etapa 21. Es un hombre bajo con una gran barriga. Dice que pesa 114 kilos. Lo creo. Da la impresión de que se puso a hacer el Camino para intentar adelgazar. Está hecho polvo. Jura que jamás hará el Camino andando y que ésta es la peor experiencia de su vida. ¿Llegaría a Santiago?.
VICTOR Y CARMEN.- Etapa 21. Son un matrimonio entre los 40 y 50 años. No volvimos a verles después de Rabanal del Camino.Habían salido de Astorga y, probablemente, esa fue su primera y última etapa.
IGNACIO.- Etapas 22 y 24. Es un amigo nuestro que cayó enfermo por esas fechas. Hizo con nosotros gran parte del Camino, al menos en nuestro ánimo.
LA DANESA QUE POR POCO SE DESPEÑA.- Etapas 22 y 31. Era una mujer gigantesca. Al principio pensamos que era francesa, pues se parecía a un amigo francés que tenemos que se llama Didier. Le apodamos también "la hermana de Didier". Coincidimos con ella en Santiago y le invitamos a una caña en una terraza. Nos dijo que quería ir hasta Finisterre. En Santiago nos despedimos de ella.
JOSE MARÍA.- Etapa 24. Es el cura de la parroquia donde Paca y yo nos casamos. Ahora tiene otra parroquia de Guadalajara, la de la Virgen de la Antigua.
LOS JINETES EXTREMEÑOS.- Etapa 25. ¡Vaya juerga que tenían montada!. Las muchas copas les llevaban en un minuto del Rocío a Santiago y viceversa.
DON MANUEL FRAGA.- Etapa 26. Tranquilos, a D. Manuel tampoco nos le encontramos en el Camino. D. Manuel es el Presidente de la Xunta de Galicia, por si alguien en el mundo no lo sabe.
EL AMA DE CASANOVA DE RENTE (Barbadelo).- Etapa 26. "...Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino..." (Como lleguen sus acciones a oídos del Santo, se le va a caer el pelo).
LOS CABALLEROS ANDALUCES.- Etapa 26. El espectáculo que prepararon no lo olvidaremos. ¡Qué alarde!, ¡qué poderío!
LA HOSPITALERA DE PALAS DE REI.- Etapa 28. Una hospitalera ejemplar. Tal y como convenía que todas y todos fueran en Galicia.
LA SEÑORA DEL BAR MATO.- Etapa 28. Un ejemplo de la desconfianza ante los desconocidos que se siente en el medio rural. ¡Oye, qué se le va a hacer!
LA HOSPITALERA DE RIBADISO DA BAIXO.- Etapa 28. Esta mujer no controlaba en absoluto su albergue, pues dio camas a quienes venían en coches de apoyo y dejó a los caminantes con mochilas en las tiendas de campaña del ejército. La tienda que nos tocó a nosotros estaba agujereada y, como todas las demás, no tenía ni tarimas ni rejillas en el suelo. Como se pasó la noche lloviendo, todos amanecimos calados o semicalados. Hay quien no se complica la vida.
LOS TRES HERMANOS DE LA CORUÑA.- Etapa 28. Eran dos chicas y un chico. Los tres majísimos. Dos de ellos estaban trabajando en Inglaterra. Habían venido para hacer juntos el Camino desde O Cebreiro. Pasamos una tarde muy agradable charlando con ellos en el porche del bar que está 200 metros antes de llegar al refugio de Ribadiso da Baixo. La mayor ilusión de su padre, que les estaba esperando en Santiago, era ver entrar juntos a sus tres hijos a la Plaza del Obradoiro.
EL GALLEGO DE VIGO.- Etapa 29. Este gallego iba bastante fastidiado de los pies y cuando vio el panorama del refugio de Arca, (los de los coches de apoyo queriendo confundirse entre los peregrinos verdaderos e incluso colarse), inició con nuestro apoyo una buena trifulca que acabó con los jetas fuera de la fila de entrada al refugio de peregrinos. ¡Así se hace! (¡Ole sus cojones!, iba a decir.)
LA HOSPITALERA DE ARCA.- Etapa 29. En cuanto llegó puso orden, celeridad y eficiencia en la organización del refugio. Otra hospitalera ejemplar. El que venía de Roncesvalles durmió allí en cama.
EL CHICO Y LA CHICA DE BURGOS.- Etapa 30. Son los últimos peregrinos con los que hicimos un trozo del trayecto juntos. Paca y yo íbamos muy tristes. Nos despedimos y ya no les vimos más.
EL SACERDOTE DE LAS COMPOSTELAS.- Etapa 31. El sacerdote, al ver la aparente fragilidad de Paca, parece que quiso darle alguna palabra de ánimo. ¡Gracias, hombre!.